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Ahora tengo una razón. por AkireSemeruder

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Notas del capitulo:

Bueno, les traigo un capítulo más que espero que les guste. No creo haber tardado mucho en actualizar, espero no equivocarme. Difrútenlo por favor.

El viaje me había dejado muy agotado, no soy del tipo de persona que ama viajar, sinceramente lo detesto, con este trabajo se aprende a odiar cosas que las personas suelen disfrutar, como esto, o la muchedumbre, incluso salir de compras. Llegué a la editorial sólo para reportar mi regreso y después irme directo a casa, si Miroku ya había notado mi interés por Uruha, no quería que nadie más lo hiciera, además el trabajo al día siguiente comenzaría temprano y me hacía falta dormir.

Aún estaba dormido cuando comenzó a sonar el celular, estuve a punto de tomarlo y lanzarlo lejos para seguir durmiendo, pero ya me había prometido aprender a ser más responsable. Tomé el aparato y noté que era Miroku quien me llamaba.

- Bu... - bostecé - ¿bueno?
- Como lo supuse, aún dormías, aunque, vaya, regularmente debo llamarte por lo menos cinco veces para que me respondas...
- ¿Qué quieres? - pregunté aún semidormido.
- Arriba campeón, las vacaciones terminaron y es hora de prepararse, hoy será un gran día.
- Ya voy...
- Vamos, vamos - me animaba con un tono de voz con el que animarían a un niño pequeño.
- Está bien, tomaré un baño y un desayuno rápido, pasa por mí en una hora.
- ¿Una hora? - se escuchaba incrédulo.
- Sí, una hora.
- De acuerdo, estaré ahí entonces.

Y así fue, después de una hora Miroku llego a mi casa, escuché el claxon y salí con mi última rebanada de pan tostado aún en la boca, Miroku me miró aún sin poder creerlo, pero era verdad, "el caprichoso e irresponsable Miyavi" comenzaba a cumplir con su trabajo.

Nos mantuvimos callados durante el camino, era corto, por lo que llegamos rápido. Ya al dar vuelta a la calle pude darme cuenta que los medios me esperaban frente a la editorial, las noticias vuelan tan rápido que sabían de mi regreso. Al bajar del coche uno de ellos fue el primero en acercarse, en un instante estaba rodeado de preguntas, las cuales aun sin poder escucharlas del todo por todas las voces hablándome a un tiempo, ya sabía sobre lo que trataban. Miroku me tomo del brazo para llevarme adentro, pero me mantuve firme, necesitaba responderles antes que comenzaran a averiguar por su propia cuenta.

- Miyavi - preguntó uno de ellos – nos dimos cuenta del cambio en la portada del último libro, ¿podrías hablarnos de la razón de tal cambio?
- Si claro, fue por mero accidente.
- ¿Accidente?
- Si, tuvimos problemas con la sesión de fotos que ya teníamos, un día antes de la impresión del libro, tuvieron que ir a interrumpir mis vacaciones para una nueva sesión, conseguir un fotógrafo y un lugar donde trabajar, pero el problema mayor era el tiempo, yo no estuve de acuerdo en un principio, pero al ver la urgencia del asunto no tuve opción alguna más que aceptar.
- ¿Quién es el chico que aparece contigo?
- Un modelo.
- ¿Dónde lo conociste?
- No he tenido tiempo de eso, media hora antes de comenzar la sesión me dijeron que le asesorara sobre las poses que debíamos hacer, se lo dije, tomaron las fotografías y cada quien tomo su camino después de eso.
- Los chicos de la compañía estarán trabajando aquí mismo, ¿Lo sabías?
- Me enteré de ello esta mañana.
- ¿Qué piensas al respecto?
- Siempre y cuando no me saquen por completo de mis portadas, supongo que es cosa que no me incumbe – reí un poco para que no lo tomaran tan en serio, aunque no estoy seguro que capten ese tipo de cosas.
- Bien, ¿Podrías decirnos… - Miroku les interrumpió.
- Lo siento, pero Miyavi está llegando de sus vacaciones, por ahora tenemos mucho trabajo pendiente, y ya que las vacaciones le sentaron bien, estoy seguro que podrá contestarles lo que deseen en otra ocasión, con permiso…
- Con permiso - me despedí con una sonrisa y entré al edificio.
- ¿Qué pasa contigo hoy muchacho?
- Nada, ¿por qué?, ¿Hice algo mal?
- Bueno, pues, no, para nada.
- ¿Entonces cuál es el problema?
- Casi haces que se me detenga el corazón, no sabía que era lo que esperabas de todo eso, pero no pensaba que fuera bueno...
- ¿Por qué no?
- Tú siempre eres el que detiene las preguntas de forma decidida.
- Bueno, parece ser que hoy estoy de buen humor - reí leve mientras continuábamos el camino a la oficina.

Entramos, el jefe principal Shimura me dio la bienvenida y me entregó los papeles que necesitaba firmar para volver a las actividades normales, ya conocía el contrato de memoria por la insistencia de hacérmelo firmar cada mes, le entregué los papeles y salí de la oficina. Ya era costumbre que Miroku se quedara charlando con el señor Shimura para que se me asignaran los plazos de entrega de los manuscritos, sabía perfectamente que entre planes y temas de menor importancia se llevarían por lo menos una hora, así que comencé a caminar por los pasillos al área más tranquila, donde me sentaba a escribir un poco, en la oficina solitaria de siempre, iba algo distraído hasta que un sonido me volvió a tierra.

- Pst pst - detrás de una puerta alguien estaba chistándome.
- Disculpa, ¿es a mí? - pregunté acercándome a la puerta.
- Pues claro, ¿a quién más? - salió sonriendo.
- ¡Uru! - lo abracé de forma instintiva, no tuvo tiempo de reaccionar y sólo se dejó hacer, nervioso.
- Ho-hola - lo miré a la cara, estaba sonrojado.
- Vamos, sígueme, rápido antes que nos vean - lo tomé de la mano y lo llevé al lugar al que me dirigía, entramos y cerré la puerta con seguro - listo - suspire aliviado y escuché una ligera risita detrás mío, voltee, Uruha me veía divertido, lo cuestione con la mirada.
- Debiste ver tu cara - me dijo regalándome esa sonrisa que idiotiza a cualquiera.
- ¿Qué tiene mi cara?
- Parecías asustado - rio un poco más tapando su levemente su boca.
- Eso no es posible - le dije acercándome a él, sólo negó con la cabeza, sonriendo dulcemente, acaricié su mejilla, la cual se tornó de color rosado rápidamente, reí leve.
- ¿Q-qué pasa? - lo miré a los ojos un pequeño instante antes de tomarlo por las caderas, acercarlo a mí y besarlo, él solo puso sus manos sobre mis hombros y correspondió, nuestro beso se intensificó, ambos comenzamos a respirar de forma agitada, caminé sin soltarlo ni dejar de besarlo, él se dejó llevar, en un instante habíamos topado con el escritorio
- Mi-Miyavi~ - susurro antes de abrazarme por el cuello, de esta forma la distancia entre nuestros cuerpos desapareció. Mis labios, mi pecho, mi abdomen, mi entrepierna, mis piernas, todo, podía sentir a Uruha, mordí un poco su labio inferior y gimió por lo bajo.
- Mi-Mi-Miya~ - su entrepierna reaccionó haciendo presión contra la mía, al sentirlo, mi respiración se entrecortó, Uruha escondió su rostro en mi cuello, muy avergonzado, respiraba agitado contra mi piel, lo cual me causó una erección inmediata, él lo notó y tensó su cuerpo aferrándose más al mío.
- Perdón – susurré y él negó con la cabeza.
- N-no importa - su respiración contra mi cuello me descontroló por completo.
- No lo digo por eso…
- ¿E-entonces…?
- Por esto – lo aparté un poco de mí, dejando su entrepierna libre para mi mano, comencé a frotarle sobre la ropa, observándolo, su rostro cambió por completo, un gemido un poco fuerte se escapó de sus labios, para acallarlo se mordió en labio inferior, reclinó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, la escena era de verdad erótica, me acerqué a besar su mentón, él tembló y bajó su rostro para besarme – se siente bien aquí abajo – le susurré.
- Ca… ¡Calla! – dijo avergonzado en un ligero grito.
- Quiero hacerte algo… ¿Puedo?
- Tonto, no… no necesitas pedir permiso…
- ¿Seguro?
- Ya cállate… - me dijo tomándome de la camisa y besándome, lo aparté con cuidado, me alejé de él unos centímetros, lo miré de arriba abajo, él solo tapó parte de su rostro para ocultar su sonrojo - ¿qué… qué pasa? – No le respondí, solo me puse sobre mis rodillas y comencé a desabrochar su pantalón - ¿qué haces? – preguntó muy nervioso, no respondí, sólo baje su pantalón y su ropa interior, su miembro estaba ya un poco erecto – no veas ahí – reí un poco y lamí su punta, Uruha gimió muy fuerte y tensó su cuerpo – n-no~ - continué lamiendo la punta hasta que se puso muy duro y comenzó a mojarse, gemía, gemía mucho, provocándome hacerlo aún más rápido – e-espera… n-no~ Mi-Miyavi nos van… aah~ nos van a oír – reí leve.
- Pues no gimas tan fuerte – le dije antes de introducir su miembro en mi boca por completo, gimió fuerte y tapó su boca enseguida, gemía contra sus manos una y otra vez, yo continué haciendo que entrara y saliera de mi boca, de pronto sentí como una de sus manos se posicionaba sobre mi cabeza, acelerando el ritmo, su respiración estaba tan agitada como la mía, se reclinó hacia atrás sosteniéndose del escritorio con la mano que aún tenía libre, comenzó a gemir más fuerte y respirar más rápido, sus piernas temblaban, estaba al borde.
- De… aah~ detente… voy… estoy a punto de… ya no puedo~ - aceleré el ritmo, Uruha gritó, me tomó fuerte del cabello y en un segundo se estaba corriendo en mi boca llenándola por completo, bebí su esencia hasta la última gota, agotado, se dejó caer sobre el escritorio dejando sus pies en el piso, me levanté, me acerqué a su rostro intentando no recargar mi peso sobre su pecho, lo miré, estaba sonrojado y cansado.
- Lo lamento – le susurré, negó con la cabeza y me tomó del cuello, me acerqué para hacer lo que sus ojos me invitaban, besarlo hasta quedarme sin aliento, en ese momento alguien intentó girar la perilla de la puerta, al no lograrlo comenzó a tocar.

Notas finales:

Bien, en este mismo momento paso a responder sus reviews, de verdad espero les haya gustado y me lo hagan saber. A quienes aún me siguen, muchas gracias. 

 

Lord Akire du Zaine


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