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Ahora tengo una razón. por AkireSemeruder

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Notas del capitulo:

¿Pueden creer que me tardé casi cuatro años en atualizar? Bueno, durante todo éste tiempo mis días y cerebro se han consumido en el maldito rol, ¿por qué demonios tiene que ser tan bueno? 

Quiero acrarar que quizá poco a poco noten un cambio en la forma de redacción, he pulido mi estilo en éstos largos casi cuatro años y, aunque el fanfic terminado lo tengo listo, estaré corrigiendo y ampliando según me parezca necesario.

Los que aún me siguen se merecen su propia habitación cinco estrellas en el cielo y lo que comiencen a hacerlo, ¿qué les digo? Se merecen la misma habitación... bueno, una para cada quién, no van a dormir unos sobre otros, ¿cierto? 

Pediría disculpas, pero dudo que quieran leer unas diez hojas de letanía disculpera en ello, así que sin más, les dejo el capítulo 28.

 

Me levanté mientras Kai me miraba confundido, me acerqué a él y escuché luego la puerta abrirse, volteé asustado, una parte de mi pensaba que Kazuhiro había ido a buscarme nuevamente, mi corazón se detuvo por unos segundos antes de empezar a latir como loco, pronto me di cuenta que mis sospechas eran producto del miedo que tenía de perder una nueva oportunidad, era mi abuela entrando a la casa.

 

- ¿Qué hacías con esa mujer? Uruha decía que la casa estaba abandonada – me dijo.

- Tranquilo, es mi abuela, esta es su casa, pero no te preocupes, a ella le gusta ver vida y recibir visitas en su jardín - se notaba avergonzado, no sé cuántas veces había entrado, pero por su cara de querer desaparecer podría apostar a que no era la primera.

- Me disculpo, creíamos que...

- No te preocupes, mi abuela está muy agradecida por el cuidado que dan a sus plantas, pero ven, los rayos del sol a esta hora son terribles, vamos a sentarnos.

- Claro, y de verdad lo lamento, ¿Shima ya sabe que esta es la casa de tu abuela?

- Sí, lo supo ese día, el último que hablamos.

- Tonto pato, lo voy a desplumar cuando vuelva, dijo que sólo me daría los detalles importantes cuando me contó lo que pasó, no sé cómo no creyó esto importante...

- Tranquilo, no lo es - nos sentamos - y bueno, ¿de qué quieres hablar? habla sin rodeos por favor, somos adultos y estas cosas se hablan así - yo hablando de madurez, claro, el más indicado era yo.

- ¿Qué hay entre el subgerente de Fushida Sugoi y tú? - vaya que el concepto le había quedado claro, no esperaba que fuera así, pero esto nos ahorraba tiempo.

- Nada.

- No puede ser tan simple.

- Hace años él y yo fuimos pareja por bastante tiempo, pero al comenzar mi carrera lo nuestro se convirtió en un infierno de celos, falta de comunicación y desconfianza.

- Ya veo... – se le notaba pensativo y de verdad en ese momento me habría gustado saber leer mentes, pero no quedaba más opción que esperar a que fuera él quien me dijera lo que quisiera.

- Hace poco, apareció nuevamente, cuando aún estábamos en el sitio de reposo y a pesar de dejárselo tan claro como me es posible no logro hacer que entienda que lo nuestro terminó hace mucho... - le conté prácticamente la historia completa, claro omitiendo lo de la última noche, pero a final de cuentas esa parte no le concernía a él, hacía algunas preguntas de vez en cuando para entender por completo lo que le contaba, pero pude notar que sus preguntas se encaminaban a descubrir lo que sentía por Uruha.

 

Hablamos bastante tiempo, me pareció poco pero al dar una vista rápida al reloj en mi muñeca pude notar que habían pasado casi dos horas desde su llegada.

 

- ¿Hay algo más que necesites saber? - le pregunté.

- Sí, la parte importante, la razón exacta por la que estoy aquí, ¿Qué buscas de Shima?

- Siendo sincero… creo que no busco nada.

- Eso no suena bien de ningún modo, ¿sabes?, quizá quieras explicar tu respuesta para la clase - a pesar de lo que esperaba, quizá un golpe o algo, se notaba realmente interesado en mi siguiente respuesta.

- Ya lo encontré...

- ¿A qué te refieres?

- No busco en él nada, porque con él lo tengo todo, no quiero de él nada, por lo contrario, quiero darle todo... - no estaba seguro de dónde salían todas las palabras, pero de algo sí estaba seguro, no eran más que la verdad. Kai se quedó callado por un instante hasta que con voz determinada habló.

- Vaya, me alegra saber que no me equivocaba sobre ti, este no es el tipo de cosas que suelo hacer, pero algo en tu forma de ver a Shima y su manera de mirarte a ti me hizo darme cuenta que no era igual a nada que hubiera visto antes - no supe qué decir, estaba emocionado, dentro de mi cabeza sólo estaba presente que Shima nunca había mirado a nadie como a mí, en ese momento se abrió la puerta nuevamente, mi corazón dio un vuelco otra vez, esta vez mi abuela salía con una bandeja con tres tazas de té en ella, me levanté y fui a ayudarla, me dio la bandeja y dio la vuelta.

- Una taza de té no es casi nada sin su trozo de pastel - dijo antes de volver a la casa.

- Tu abuela es muy amable - dijo Kai - darme una taza de té después de las veces que he irrumpido en su jardín.

- Es la persona más maravillosa que existe en este mundo - ella salió con otra bandeja, le ayudé y llevé los platos con pastel frío de canela a la mesa.

- Gracias - dijo Kai, mi abuela se sentó con nosotros y estuvimos platicando con ella hasta que la luz del sol comenzaba a cambiar a ese tono color naranja después de dos tazas más de té de hierbas frescas y una rebanada extra de pastel de canela.

 

- Creo que es hora de que me vaya, a pesar que cada quién haría con su día libre lo que quisiera, no quiero que comiencen a preguntar qué fue lo que hice si es que llego muy tarde, además... - bajó la mirada con una leve sonrisa - debo cuidarme de las apariencias y los malos entendidos, no por mí, sino por alguien - sonrió y se levantó - muchas gracias por todo - hizo una leve reverencia - y disculpen las molestias.

- Ninguna molestia, los amigos de Takamasa son mis nietos también, vuelve cuando quieras, con o sin él, con quien tú quieras, las puertas de esta casa están abiertas para ti.

- Muchas gracias, y a ti Miyavi, gracias por no defraudarnos, a Shima y a mí.

- Gracias a ti por tomarte la molestia.

- No es molestia, ese pato se lo merece, y quizá tú también.

- Entonces, ¿hablarás con él?

- No

- ¿No? - por un momento sentí que todo había sido inútil.

- Claro que no - dijo riendo leve - el que tiene que hablar con él eres tú, lo que yo haré es que encuentren el momento, de una forma u otra, pero que sepa que tú buscabas la oportunidad.

- ¿Y eso funcionará?

- Eso depende de ti, que no lo arruines y que seas lo suficientemente inteligente como para aprovechar las oportunidades. No me educaron para que la gente dependa de mí, debo ser noble y ayudar a quién lo merece, pero hacer las cosas en su lugar no es algo para lo que fui educado.

- Ya entiendo.

- Tienes buena educación, jovencito y si vives como te enseñaron verás que la vida va a recompensarte - dijo mi abuela en tono serio pero alentador.

- Eso espero abuela, lucho hasta en contra de mis propios demonios para merecerlo.

- ¿Merecerlo? - pregunté un poco curioso.

- Es un secreto, sólo los dioses pueden conocer este deseo...

- Pues los mortales no son tan puros para escucharlos y no mancharlos con su inmundicia - completó mi abuela - eso significa que los deseos del alma se deben guardar hasta que los dioses decidan concederlos, esos anhelos deben ser siempre puros, como una ofrenda a ellos para que se vuelvan una realidad, como recompensa por su pureza.

- Eso mismo decía mi abuelo - dijo Kai sonriente, al parecer se entendían a la perfección y yo sólo los escuchaba atentamente, pues era pura sabiduría lo que hablaban en ese momento.

- Bien, me retiro, un gusto abuela, prometo venir a visitarla en cuanto tenga oportunidad - le tomó la mano y la nuca, besó su frente y mi abuela hizo una leve reverencia, Kai volteó a verme, hizo otra ligera reverencia y luego me abrazó cruzando un sólo brazo por sobre mi hombro y dándome unas palmadas ligeras - gracias Miyavi, la tarde ha sido una de las mejores en mucho tiempo, pude sentirme como en casa.

- Eres bienvenido.

- Gracias, con su permiso - estaba por ir al fondo del jardín pero se detuvo algo avergonzado, mi abuela y yo reímos un poco.

- Ven, pasa - lo llevé a la casa para que saliera por la entrada principal, nos despedimos y se fue.

 

Era hora de llamar a Shuun para que fuera a recogerme y platiqué con mi abuela mientras llegaba. Ella me dio un sermón por lo que había pasado con Kazuhiro, yo sabía que no había sido la mejor de mis acciones pero no me agradaba mucho el que me lo dijera alguien más, ya sabía que había actuado mal, ya sabía que eso me convertía en una mala persona, ya sabía que no merecería a Uruha haciendo esas cosas y sabía también que el tiempo iba a cobrármelo tarde o temprano. Después de casi una hora y media escuché el motor y el claxon del auto de Shuun, me despedí de mi abuela y me hizo prometerle que la próxima vez que la visitara iría con Uruha, pero claro, quería verme pronto.

 

Después de un viaje en cajuela, un cambio de ropa y un poco de presión, por fin estaba conduciendo camino a casa, nunca tenía oportunidad de ver a Shiko para volver a casa, pero estaba seguro que llegaba bien a la suya, pues le pedía enviarme un mensaje de texto cuando estuviera ya ahí, en una prefectura a unas cuatro horas o poco menos. Llegué a mi hogar con la sensación de que podría tener otra oportunidad para arreglar las cosas con Uru, aunque en mi mente prevalecía una pregunta acerca de lo qué haría después de arreglarlo, ¿iba a elegir a Uruha por encima de todo mi esfuerzo?, ¿tiraría todo el trabajo y años de carrera a la basura?, no era sólo mi esfuerzo, sino el de un ejército de gente detrás mío que estaba respaldándome, el principal era Miroku, viviendo prácticamente para mí, sacrificando tiempo valioso de su vida por apoyarme, en definitiva no merecía que le hiciera algo como eso. A final de cuentas tenía que esperar a ver como evolucionaban las cosas, si nada se arreglaba con Uru, no iba a ser necesario el poner nada en la balanza y tendría que seguir con mi vida de siempre, cosa que tampoco me gustaba mucho para ser la mejor de las ideas.

Notas finales:

Espero les haya gustado, los cambios no fueron radicales aún, pero poco a poco planeo extender y pulir. 

¡Hasta pronto! 

xAkireSemerudeRx 

(¿Así era la firma? No estoy seguro. Creo que tengo memoria de pez, ha de ser que ya estoy viejo).


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