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Ahora tengo una razón. por AkireSemeruder

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Notas del capitulo:

Pronta actualización, espero lo disfruten.

Flashback.

 

- Por favor, llámame Uruha – dijo Takashima tomando la mano de Miyavi con una amplia sonrisa en los labios, mirándolo a los ojos.

- U-Uruha – dice Miyavi un poco dudoso, Takashima sonríe nuevamente y recarga su cabeza en el hombro de Miyavi por un segundo hasta que se escuchan unos pasos, éste último voltea y se da cuenta que quien se acerca es Akira que parece estar buscando a Takashima, éste se va por el lado contrario, no sin antes darle un beso en la mejilla a Miyavi.

- Hasta mañana Miya – dice Takashima.

- Hasta mañana Uru – le contesta y lo ve partir.

 

Fin del flashback.

 

- No puedo creer que no he podido sacarme estos recuerdos de la cabeza, sabía que Shima había causado estragos en mí, pero no imaginé que lo había hecho a tal grado. Creo que hoy saldré a pasear por el lugar con el único fin de aprovechar mis vacaciones, bastante me ha costado terminar todos mis proyectos antes del plazo para tener este tiempo libre, así que adelante – me dije a mi mismo mirándome al espejo al salir de la ducha, me arreglé un poco el cabello y con maquillaje ligero me dirigí a la puerta, estaba a punto de abrirla cuando vi un sobre debajo, lo tomé, lo abrí y saqué el contenido para leerlo.

 

Contenido de la nota.

 

Hola Miyavi:

 

Disculpa mi atrevimiento, espero no molestarte, quizá te preguntes cómo conseguí el número de tu habitación, sé que no te lo pedí, pero bueno, eres famoso aquí, no fue difícil y pues una disculpa de nuevo…

 

Esto… Estaba pensando, me gustaría poder platicar contigo en un lugar donde nadie pueda interrumpirnos, pero tampoco quiero que pienses que soy un atrevido, es sólo que me agradas mucho y… espero no me mal interpretes, tampoco quiero que pienses que… bueno… perdón, pero, soy algo malo en esto, así que iré al punto.

 

Tengo tiempo libre hoy y una habitación disponible para platicar sin preocupaciones, de ser posible, si tienes tiempo y si lo deseas estaré ahí desde las siete de la tarde, hasta el anochecer, el número es 314.

 

Si te molesté te pido de antemano una disculpa, bueno, saludos.

 

Uruha.

 

Fin de la nota.

 

Admito que me puse a temblar un poco, mi boca estaba entre abierta y no lograba cerrarla, parecía un sueño, pero sabía bien que era verdad, él y yo, solos, sin ningún nariz-momia cerca que nos molestara, dejé la nota en el buró junto a la cama y salí de mi habitación más radiante que nunca, quería tranquilizarme un poco, sería capaz de devorarlo de una, si no calmaba mis ansias con una caminata.

 

El tiempo me parecía pasar lento, pero sé muy bien que eran solo mis nervios, parecía que habían pasado por lo menos diez horas de haber visto su carta, pero daban apenas las cinco de la tarde, por lo tanto el tiempo me pasaba a la mitad del transcurso normal. Ya que no tenía idea aún del área donde se encontraba la habitación 314, decidí analizar un poco la numeración para dar con el lugar fácilmente.

 

Por fin pasó el tiempo, llegaron las siete, quería ir rápidamente pero tampoco iba a parecer un desesperado, aunque lo estaba, defendería mi orgullo a toda costa, esperé diez o quizá doce minutos y me dirigí a la habitación. Toqué a la puerta, la cual se abrió de inmediato.

 

- Viniste – me dijo Uruha con esa sonrisa que me mata.

- Por supuesto – me ofreció entrar con una señal de su mano y así lo hice.

- A-ahora podemos platicar s-sin problemas – me dijo con una tierna sonrisa pero con la voz llena de nervios, nos sentamos en el sofá y comenzamos a platicar.

Volteé a ver el reloj como un simple reflejo y me di cuenta que habían pasado ya tres horas desde mi llegada, ambos estábamos riendo, platicando de todo y nada a la vez, temas simples, amenos, una sencilla charla llena de buenos momentos.

 

- ¿Solo así?, ¿fue suficiente con eso? – le pregunté

- Sí, me di cuenta que me observaba, volteé a verla y ella no dijo nada, le sonreí y la pobrecita tuvo un percance con ese auto estacionado, no puedo entenderlo aún, pero la imagen fue muy graciosa – me contaba entre risas.

- No la culpo – dije seriamente.

- ¿Por qué? – Preguntó distraído hasta que se dio cuenta del sentido de mis palabras - ¿e-eh?

- Tu mirada, tu sonrisa, imposible no caer en trance – le dije viéndolo a los ojos.

- M-Miyavi – dijo sonrojado, volteando la vista al piso.

- Uruha – al llamarlo volteó a verme con ese brillo en los ojos y sus mejillas sonrojadas.

- M-Miyavi.

- Uruha.

- Miy… - lo interrumpí abrazándolo y besando sus labios, él, temblando en mis brazos, poco a poco, correspondió.

Notas finales:

Sin mucho que decir, sólo que espero les haya gustado y me gustaría conocer su opinión. Hasta pronto.

 

Lord Akire du Zaine


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