CAPITULO 4: El ansiado reencuentro
Durante todo este tiempo Shinuo y Murata estuvieron pensando una forma de que Rufus no cumpla con sus objetivos o que, si no queda de otra, el maou no destruya todo el reino por su causa. En eso, su reflexión fue interrumpida por los gritos de las sacerdotisas.
_ ¡ATRÁPENLO! ¡QUE NO ESCAPE!-exigió una de las muchachas que ellos reconocieron como la voz de la mano derecha de Ulrike
_ ¡Hi!-dijeron las demás
_Eso pasos se dirigen hacia la entrada del templo. ¿No?-dijo el sabio ocultando sus ojos a través del brillo de sus anteojos-¿Sera ella?
_No lo sé si es ella no puedo detectarla, pero, no necesita entrar de esa manera y lo sabes-agrego Shinuo
_Lo sé pero habrá provocado una distracción para que podamos hablar tranquilos y por diversión –mencionó el sabio con algo de preocupación en su voz
_ ¿Estas preocupado por ella, Mi Daikenja?-con tono burlón-Puede cuidarse sola, ¿Recuerdas? Es unas de las mejores espías que han existido
_ ¡Más bien! Estoy preocupado por las sacerdotisas -en eso el ojizafiro pone una cara de seriedad-¿Qué pasa?-pregunta volteándolo a mirar
_Parece que ella ya está aquí junto con él para pedir sus exigencias-en eso se escucha unas pisadas lentas y retumbantes por el pasillo fuera del cuarto
_ ¡¿QU…-en eso sus palabras fueron interrumpidas por la aberturas de unas puerta
_Hola Rufus-dice Shinou-Te ves más bello que nunca-menciona con tono burlón
_Cierra la boca, espíritu maldito-reprocha con cara de irritación-Ara, ¿A quién tenemos aquí?-el moreno de lentes se da lentamente la vuelta
_Hola Rufus-la saluda-¿Quisiera preguntarte que pasó con nuestras sacerdotisas?-dice el sabio
_ ¡Ah! Ellas están…-fue interrumpida por el rubio que comenzó a hacer un monologo sobreactuado
_ ¡Oh! Mi querida esposa me ha llamado “espíritu maligno”-poniendo su mejor cara de total agonía -Voy a morir del dolor. ¡Oh, mi amor no correspondido, mi soldado, mi amante y reina! ¡¿Por qué?! ¡Dime! ¡¿Por qué no me amas?!-dice eso mientras tanto Rufus y Murata están hablando ignorándolo olímpicamente
Mientras ocurría el estúpido monologo hecho por Shinou, una rubia convertida en rubio y un moreno hablaban de algo que era muy importante para los dos
_Hola-dice el moreno a la rubia/o que camino unos cuantos pasos hasta quedar en frente de él
_ ¡Hola, Murata!-saluda alegremente la, ahora, ojiesmeralda para luego abrazarlo-Lo siento sé que no eres él pero solo un momento, por favor
_Bien-accede el sabio y respondiéndole el abrazo-Gracias, Rufus-le dice antes de romper el abrazo
_De nada. ¿Amigos?-dice regalándole una dulce sonrisa al moreno, para después, ofrecer su mano
_Amigos-afirma el moreno aceptando su mano
_¡¡Bien!!-interrumpe el rubio- Ahora que ha termina este hermoso reencuentro entre amigos-Quisiera preguntar: ¿Por qué viniste a pie? ¿Y por qué dejaste que vean a Lord von Bielefeld aquí?
_Porque quiero que tu elegido venga a buscarme para realizar una prueba-dijo de lo más tranquila la joven entretanto se sentaba en la caja el espejo del fondo del mar-Ahora simplemente nos sentaremos y esperaremos a que pasen unos diez minutos a que llegue ya que le ordene a esa sacerdotisa que vaya a buscarlo.
_Supongo que aprendiste a manejar el poder de las palabras. ¿No, Rufus? –dijo Shinuo.Esas palabras formaron una expresión de desconcierto en el sabio mientras que la mencionada asintió-El poder de las palabras son los que le son otorgados a los verdaderos reyes cuando mueren, estos hacen que cualquier persona de tu país te obedezca sin importar nada. Cosas como el tiempo y el espacio no afectan a este poder.-explico Shinou al sabio mientras este afirmo comprendiendo
_ ¿Qué pasó con Ulrike?-pregunto el sabio
_ ¡Ah! Ella y otras sacerdotisas en este momento está intentando romper la barrera que puse en la puerta sin excito después de todo ella no puede con el poder de las hechiceras mazoku como yo nacidas de la mejor estirpe de mazokus y hechiceros
_ ¿Y con ellas no pudiste usar el poder de las palabras?-dijo Shinou con voz burlona
_ ¡No menosprecies mis poderes, Shinou!-dijo severamente la rubia/o-ella y las otras no estaban en el momento en que mande a encerar a las demás sacerdotisas.
_Ahh-dijo el rubio dando por terminada la conversación por miedo a una reprimenda
_Esto aspira a ser muy divertido-dijo el sabio a lo cual los rubios asintieron
En eso un moreno iba saliendo a toda velocidad al templo dejando sin que sus asesores se dieran cuenta el castillo.