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"Detrás de un gran escritor.... por Anttara

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Notas del capitulo:

Pues si, de nuevo yo con la continuación  de este fic (no sé me había olvidado) solo que he de confesar que mi ardillita mental le súper encanta imaginar lemon de los rómanticos y con Takano x Ritsu le cuesta muchisimo más trabajo . (a veces se perdia cambiando intercambiando personajes)

 

En fin les dejo el capitulo... 

Apenas el escritor vio que los dos hombres de Marukawa salían de su habitación, se volvió abalanzar contra Misaki. ¡Su pequeño niño, lo había aceptado enfrente de dos desconocidos!

 

Sabía perfectamente que el castaño estaba totalmente ebrio y lo cariñoso que se había portado era la prueba irrefutable de que el menor ya no razonaba, pero ¿Tómale la mano en frente de alguien y acurrucársele semi desnudo sin gritar? ¡Por favor! Era más de lo que el peli-plata hubiera soportado y  una extraña mezcla de deseo, ansias, necesidad, así como locura envolvieron su alma y aunque comprendía totalmente que  lo que estaba pasando no era normal, no podía controlarse ni pensar coherentemente.

 

Una gran parte de su ser estaba encantado y fascinado pensando en la posibilidad de que el castaño lo que había hecho con la intensión de celarlo enfrente alguien más.

 

Sin decir ni una sola palabra, el mayor volvió a recostar a su acompañante en la cama  y recomenzó  los besos, así como las caricias por la piel del universitario; más esta vez de una forma tierna y venerable,  adorando cada centímetro de su cuerpo.

 

-Mmmm... ah… Usagi-san-

 

-Estoy tan perdido en ti, Misaki.-

 

Y en pocos minutos el castaño volvió a gemir de placer, volviendo loco al novelista. Sin embargo unos pisos debajo de ellos, Isaka gritaba por la ausencia del peli-plata y por supuesto la falta de eficiencia de Onodera y Takano por no traerlo a cumplir sus deberes.

 

A pesar de mandar a dos personas para traer al afamado novelista, estos no habían podido  cumplir con su deber y le había dado la absurda explicación de “Lo sentimos per Sensei se encuentra  indispuesto en este momento, quizás en un rato más venga” ¡¡ ¿Qué demonios significaba eso?!!

 

El trabajo de Akihiko era complacer a la gente que lo había venido a ver y  convencer a varios empresarios de invertir millones de dólares en sus libros, los cuales impulsarían en gran parte a Marukawa como editorial. ¡No tenía otra razón de ser!

 

-De verdad l-lo sentimos Isaka-san-Trató de pronunciar aturdido Ritsu, intentando calmar al Director General de Marukawa y pidiendo a gritos que Takano le ayudara a explicar las razones del por qué uno de los novelista,  más aclamados y famosos de la reunión, estaba teniendo sexo en su habitación con un hombre mucho menor que él. Sin embargo el azabache no pronuncio nada, sólo se encontraba perdido en su mente. De repente los gritos de Isaka san le parecieron poco importantes y la realidad prácticamente se esfumó.

 

La imagen de un joven castaño de unos grandes y expresivos ojos verdes aparecieron en su mente,  viéndolo directamente llenos de una mezcla embriagadora de amor, timidez  y placer. El recuerdo del  acompañante de Usami-sensei le dio un vuelvo a su corazón.

 

Ya había visto esa imagen antes, pero hacía ya diez años esa mirada la había observado y no había encontrado a alguien que la tuviera. El editor jefe suspiró triste y silenciosamente. 

 

Cuando Ritsu y él habían salido, el castaño tenía la costumbre de observarlo sigilosamente en cada uno de sus movimientos, con una mirada llena de admiración y timidez entremezcladas. Más cuando tenían intimidad, esa mirada se volvía completamente hipnotizadora y embriagadora, dejándole ver todo el  amor que sentía por él.

 

En ese momento no comprendía bien las cosas, no entendía lo significaba el hecho de tener a alguien amándolo. Más con el paso de los años, cuando la soledad era más profunda, el recuerdo de esa mirada le aturdía. ¡Que daría por volver a Onodera de esa forma completamente enamorado de él!

 

-¡Takano-san ¿me escuchas?!-

 

De repente la fuerte voz de su subalterno interrumpió los pensamientos del editor en jefe, dejándolo desconcertado.

 

-¿Eh?-

 

-Takano-san ¿te encuentras bien? ¡Isaka-san está más que furioso y tú no le contestaste sus preguntas!-

 

-¿Qué preguntas? ¿Dónde está?-

 

-Acaba de salir del salón... ¡Realmente está enojado! ¡Seguro ira por Usami-sensei!-

 

-¿Le dijiste sobre lo que estaba haciendo?

 

De inmediato el castaño se sonrojó, las imágenes del escritor volvieron a su mente y su acompañante.

 

-¡Por supuesto que no! ¡Como si yo pudiera decirle algo “así” a Isaka-san!-

 

Al escuchar esto, instantemente Takano salió corriendo del salón, por ninguna razón podría permitir que Isaka-san se diera cuenta de las actividades de Usami sensei ¡Seria el acabose para el escritor, para su editora y peor, para Marukawa si alguna persona se enteraba de que el Gran Usami Akihiko-sensei era gay y mantenía relaciones sexuales con un hombre justo en la fiesta de la  editorial!  

 

Sin embargo, mientras corría hacia la habitación a detener a su Jefe, notó que Isaka-san se encontraba en un salón contiguo, junto a unos ejecutivos explicándoles y dándoles de beber vino para que no preguntaran por el afamado novelista.  Quizás las cosas ya se habían solucionado.

 

Al ver que Director que le restaba importancia a la situación, Takano-san regresó junto a Onodera pero solo para notar que ya casi la estancia se encontraba vacía. Habían pasado muchas horas desde el evento de premiación y sólo los trabajadores de Esmeralda se encontraban esperando sus instrucciones.

 

No quedaba nada más que irse a descansar. El editor en jefe sabía perfectamente que a la mañana siguiente el trabajo continuaba en ese hotel. Isaka-san había tenido la grandiosa idea de realizar un desayuno premier para demostrarles a algunos empresarios una muestra de posibles trabajos que podían ser adaptados en películas, series, así como  animes y justamente el Departamento de Shojo tenía dos proyectos que mostrar, por lo que tenían que estar todos preparados para cualquier duda que sus invitados pudieran surgir.

 

Así que lo mejor era que todos los editores, junto con él, se fueran a dormir a las habitaciones previamente reservadas a nombre de la editorial.

 

Rápidamente tomó la iniciativa el editor de ojos verdes; lo menos que quería era estar de nuevo enfrente de Isaka-san, para que  lo interrogara por la ausencia de Usami-sensei.

 

La noche había sido dura para Ritsu, ya que aparte de que había ayudado a la coordinación del evento, había tenido que controlar a varias mujeres que no se pelearan por ver y saludar a las mangakas preferidas del departamento Shojo. Pero sin duda el ver a Usami-sensei en esa “situación” tan comprometedora y bastante intima,  había sido lo peor que le había sucedido ¡Jamás podría volver a verlo a la cara! ¡Qué vergüenza!

 

Lo único que necesitaba el castaño era llegar a su habitación darse una ducha rápida  y meterse a la cama para dormir y olvidar esos pensamientos. Mañana quizás las cosas se habrían olvidado. No obstante,  apenas llegó al dormitorio que se le había asignado, pudo ver a su Jefe que lo estaba esperando.

 

-¿Takano-san? ¡¿Qué haces aquí?!-

 

 De inmediato visualizó que este se encontraba abriendo la puerta del cuarto donde él se hospedaría.

 

-¿No es obvio? Voy a dormir contigo-

 

-¿Ehhhhh?¡¿Por qué?! ¡Si tú tienes tu propia habitación!-

 

-Es mi responsabilidad saber si mis editores están descansando perfectamente. Así que entra de una vez y no hagas tanto ruido, los demás huéspedes pueden despertarse y sospechar de ti-

 

Al instante un sentimiento de rabia y enojo se apoderó del más joven, ¡Como si pudiera creerle lo último! ¡Takano-san era un desvergonzado!

 

Dispuesto estaba el menor a discutirle lo último al mayor; sin embargo notó como algunas personas y compañeros entraban al pasillo comenzando a notar la situación. Lo menos que necesitaba era se sospechara  algo equivocado de ellos y se armara un conflicto. 

 

Sin mucho ánimo entró a la habitación, pensando en alguna estrategia para librase de Takano-san.  Más cuando apenas iba a pronunciarle que no hacía falta su presencia para que pudiera dormir, el editor en jefe le tomó del brazo.

 

-¡¿Qué haces?! ¡Suéltame Takano-san!-

 

- Lo haré después de estar contigo-

 

-¡¡¿Ehhhh?!!-

 

-Así que te aconsejo desnúdate antes de que se arruine tu ropa-

 

Prontamente un fuerte sonrojo apareció en el rostro del castaño… ¡¿Por qué demonios  era así de directo Takano-san?! Siempre salía con una frase rara y lo desarmaba en un minuto.

 

No obstante se encontraban en un hotel lleno de empleados de Marukawa, escritores famosos y admiradoras, simplemente no podían tener sexo por qué si y menos si este se lo decía tan tranquilamente como lo estaba haciendo.  

 

Así que sin importar las consecuencias, el castaño intentó zafarse del agarre del mayor, para persuadirlo de que se fuera su habitación a descansar, mañana tendrían trabajo y lo más recomendable era dormir las pocas horas de la noche que le quedaban. Más esto no estaba en los planes de Takano, ya que con algo de fuerza lo derribó, tomó a su empleado y  lo llevó hasta la recamara.

 

-Espera…  ¡Tenemos que trabajar temprano!-

 

-No te preocupes, te despertaré si te quedas dormido-

 

-¡Ese no es el punto!-

 

-Entonces no hay de qué preocuparse-

 

Sin escuchar las protestas de su subordinado,  ni poniendo atención en su  falta de cooperación, el azabache comenzó a desvestirlo. Prontamente quitó su saco color gris, la camisa blanca,  corbata y bajó sus pantalones hasta dejarlo solo en ropa interior. Instantáneamente al ver el cuerpo desnudo de su acompañante, Takano empezó a besarlo

 

 -¡Estás loco!…  ¡No podemos! ¡Toda Marukawa está aquí! Si los demás…-

 

-Nadie se dará cuenta si  te quedas quieto y no haces ruido. Yo haré el resto-

 

Después de acomodar al menor arriba de la cama, el mayor comenzó a besar los pequeños botones rosados del castaño mientras que con su cuerpo impedía que este saliera corriendo del lugar.

 

-¡Detente Takano-san!- Gritó el castaño sonrojado, al sentir como los labios de su Jefe recorrían su tibio cuerpo devorándolo ansiosamente. Y es que aunque el menor no dejaba de resistirse ante el tacto del editor en jefe, su cuerpo empezaba a reaccionar. Podía sentir como su aliento rozaba sus pezones y sus labios a succionarlos fuertemente, mientras su lengua eróticamente los delimitaba dentro de su cálida boca.  En pocos minutos su resistencia se caería por los suelos.

 

Más Takano se daba prisa por excitar al menor. Sabía perfectamente que no era una gran idea tener intimidad en ese hotel; a pocos metros de ellos estaba el Director de Marukawa y si eran descubiertos, inmediatamente serian despedidos pues no sería tan considerado como con Usami-sensei, pero no podía pasar desapercibido lo que había visto.

 

Los ojos verdes del acompañante del escritor eran idénticos a los que su Ritsu tenía en la secundaria, necesitaba verlos una vez más en la intimidad. Además no podía darse el lujo de desaprovechar la oportunidad de tener al menor en su cama; después de esa noche pasaría mucho tiempo para volver a estar con Onodera de esa forma pues la siguiente semana cerrarían  el “ciclo” y prácticamente el contacto físico sería imposible.

 

Terminando de besar a la perfección los pequeños botones del oji-verde, el mayor comenzó a desabrochar el pantalón de su compañero. Con mucha astucia y sin que este pudiera impedirlo, Takano tocó el semi erecto miembro de Ritsu sobre la tela de los calzoncillos.

 

-Espera… ahhhh ¡Takano-san! No… podemos ahhh-

 

No obstante la boca del menor, al sentir como su seme lo tocaba, emitió un erótico gemido dándole saber al azabache que sus caricias estaban haciendo efecto en su cuerpo y mente.

 

-Ya no quieres sepárame ¿verdad?-

 

-Ahhh yo… mañana tenemos trabajo… por favor-

 

Con su mano lentamente empezó a masajear la hombría de su adjunto, sus largos dedos empezaron a tocarlo de arriba hacia abajo, jugando eróticamente con el mientras sentía como el líquido pre seminal del oji-verde empezaba a humedecer sus calzoncillos. Lentamente el jefe comenzó a deslizar los bóxer dejando totalmente expuesto a su acompañante,

 

Podría observar una vez más al castaño, su cuerpo aún no se recuperaba de las fuertes marchas que días atrás le había hecho en medio de sus muslos, pero el mayor se agacho para rehacerlas nuevamente.

 

-Takano-san no ahhhh no beseas ahí-

 

Lentamente el mayor principió a lamer la parte interna de sus muslos, haciendo al momento temblar por las caricias. Pasaba de un lado a otro la punta de su lengua, dedicándose a estremecer al menor con su aliento chocando en tan íntima parte, más cuando ya estaba a punto de venirse por la sensación el mayor detuvo todas sus acciones.

 

-Bien, ahora es mi turno-

 

Sin hacer mucha preparación, el mayor prontamente acercó su mano hacia su hombría y viendo como fuertemente se sonrojaba su adjunto, empezó a desabrocharse su pantalón para mostrarle su erecta virilidad.

 

-Hazlo con tu mano mientras me miras-

 

  Con esta frase el menor se estremeció a no más poder, pero ni siquiera pudo pensar las cosas, rápidamente Takano llevo su mano a su hombría y le indicó que lo masturbará.

 

-Ah-

 

El mayor no pudo contenerse en soltar un suspiro, sintiendo como el castaño comenzaba a mover su mano derecha para darle placer, de arriba abajo lentamente. Más la vergüenza del editor de los ojos verdes era incomparable ¡¿Por qué esto le estaba pasando a él?! Primero descubrir a Usami sensei teniendo sexo ¿y ahora esto?  ¿Qué clase de pervertido hacia “eso” con pleno conocimiento de que toda la editorial los podía escuchar?! ¡Sólo a un degenerado! ¡Solo a Takano-san!

 

Tratando de no mirar mucho la virilidad del mayor que tenía a pocos centímetros de él, Ritsu comenzó a mover su mano desde la base hasta la punta, con movimientos suaves, escuchando como tenuemente el azabache suspiraba por la acción. Y es que aunque sus ojos no pudieran obsérvalo podía sentir como Takano se ponía más duro con cada toque y como el líquido pre seminal comenzaba a humedecer la hombría de su acompañante; más después de unos minutos, el azabache le detuvo todo movimiento.

 

Sin resistirme más las ganas de tomar a su adjunto Takano, tomó al menor de su mano, la misma que minutos atrás lo había masturbado, lo aventó hacia la amplia cama que estaba atrás de ellos, y de inmediato se dispuso a dilatar a su uke para poderse adentrar en su cuerpo.

 

No había mucho tiempo para preparaciones, lo mejor era que los dos se quitaran sus ansias lo más pronto posible. Así que con algo de insistencia Masamune adentro un dedo en el cuerpo del menor moviéndolo de izquierda a derecha, a pesar de los quejidos y protestas de Ritsu, buscando que esa pequeña cavidad se dilatara permitiendo su erecto miembro.

 

Una y otra vez lo hizo hasta que un fuerte así como erótico suspiro le hizo saber a Takano que estaba listo. Y con las piernas abiertas de Onodera de par en par, el azabache empezó a adentrarse en el cuerpo de su uke mientras este de inmediato comenzó a gemir por la acción.

 

-Ahhh ¡Takano-san aun no! Ahhh- Grito Ritsu, sintiendo como su jefe desesperadamente tomaba su cuerpo.

 

Prontamente el mayor comenzó las penetraciones posicionándose arriba de su empleado, dedicándose a besar extemporáneamente los labios del menor, quién sintiendo cada estocada cerraba fuertemente los ojos.

 

Aun no comprendía Ritsu lo que le había pasado a Takano esa noche, no es que el mayor no tomara su cuerpo cada vez que quisiera, ni mucho menos que no hubieran estado juntos en un hotel antes, solo que sabiendo la condición de Usami sensei y el carácter que tenía Isaka-san en esos momentos no era la mejor de sus ideas. Sólo podía pedir al cielo que no fueran descubiertos.

 

-Onodera mírame a los ojos cuando te toco… abre tus ojos-

 

De inmediato el castaño olvido sus anteriores pensamientos y se puso más nervioso de lo que estaba. Como odiaba esa parte de Takano tan directa, no podía verlo a los ojos y menos haciendo “eso” con toda la editorial posiblemente escuchándolos. Sin embargo, lentamente abrió sus ojos para mirar tímidamente a su jefe que mantenía una cara expectativa y embelesada por ver a su uke complaciéndolo.

 

Al ver esos ojos verdes que tímidamente le miraban, el corazón de Takano comenzó a latir muy fuertemente. A pesar de que el tiempo había transcurrido y el carácter de su primer amor se había transformado, había algo que no podía ocultar a pesar de los años y eran  la expresión de sus ojos al momento de tener intimidad, los mismos que tenía en la secundaria y que también poseía el acompañante de Usami-sensei, solo con la pequeña diferencia de trataban de ocultar lo que para él ya era evidente, lo desde hace mucho años sabia el azabache y que el castaño negaba con todo su ser, esos sentimientos que ambos compartían y que él no estaba dispuesto a volver a ocultar.

 

De inmediato recomenzó las embestidas,  esta vez más fuerte y una tras otra, haciendo que Ritsu se sostuviera enérgicamente de las blancas sabanas por la acción. No tenía duda el mayor amaba con todo su ser a su empleado, al sonrojado castaño que tenía bajo de él, que suspiraba entrecortada y excitadamente su nombre. Una y otra vez “Takano-san…Takano-san” como si se tratara de una consigna…

 

 

 

Por su parte, en la habitación principal del lujoso hotel, Usagi-san acariciaba lentamente los cabellos de su pequeño amante mientras “casualmente” este dormía abrazado a su pecho.

Después de haber echado a los intrusos de su habitación, el mayor no dudo ni un minuto en seguir amando a su acompañante. Lo acostó sobre su cama, comenzó a darle hambrientos besitos en su cuello y después haberle dicho varias veces lo mucho que lo quería, le hizo el amor salvajemente hasta que el indefenso universitario tuvo su orgasmo gritando su nombre.

 “Quizás era buena idea que de vez en cuando, el castaño tomara un poquito de vino en su compañía…” -Pensó el oji-violenta mientras amorosamente le acariciaba la mejilla a su adoración e intensificaba su abrazo- “…Podrían los dos quererse un poquito más de lo usual y Misaki no pondría tanta resistencia para demostrarle sus sentimientos, como lo había hecho minutos antes.”

Ante lo ocurrido, Akihiko no pudo evitar sonreír satisfecho. Si alguien le hubiera dicho horas atrás, que su niño se pondría así de cariñoso con él en esa reunión de Marukawa, no hubiera renegado ni maldecido a Isaka-san por haberlo hecho venir, incluso hubiera terminado antes sus deberes para arrastrar al castaño a la habitación y amarse sin interrupciones de nadie. 

Sin embargo una voz lo regreso a la realidad…

-Discúlpeme que lo moleste Usami-sensei pero Ryuichiro-sama lo está esperando en la estancia principal. Necesito que me acompañe un momento- Pronunció cortésmente el Secretario Privado de Isaka-san mientras veía con inmutable expresión al semi desnudo novelista y a su igual semi desnudo inquilino.

 Al escuchar lo anterior, de inmediato el escritor trató de cubrir con la sabana a Misaki. ¡¿Cómo había entrado?!  ¡¿Qué demonios le pasaba a todo el mundo?! ¡¿Acaso era el día de invadir su habitación e interrumpir su intimidad?! 

-Me encuentro ocupado- Contestó secamente el peli-plata mientras seguía acariciando los cabellos de a su amado por debajo de la blanca sabana.

-Lo siento Usami-sensei, pero tengo órdenes de no regresar sin usted. Por favor acompáñame-

-Dígale a Isaka-san que mi trabajo ya ha sido terminado, él puede continuar con el resto- Sentenció el novelista mientras intentaba que su pequeño no se despertara por la conversación y descubriera a Asahina enfrente de él.

Más esto no estaba en los planes del peli-gris, su Jefe le había dado una orden y la cumpliría como fuera lugar, pesé a las protestar del novelista. Así que  pensando en cómo convencerlo el asistente comenzó a decir…

-De verdad lo siento Usami-sensei, pero si usted no me acompaña, me tendré que ver en la necesidad de comunicarle a Ryuichiro-sama sus actuales actividades y es posible que venga a buscarlo despertando a su acompañante con su insistencia. No creo que sea de su agrado que su inquilino descubra que el Presidente de Marukawa sabe de sus actividades-

Ante esto el escritor reaccionó. Podría ser que el castaño no digiera nada esa noche por ver a Isaka-san enfrente de su cama y descubrir su perfecto romance, incluso por los efectos del alcohol podría volverlo a celar, pero Isaka-san no dudaría en utilizar su poder y chantajearlo con esa “imagen” para conseguir lo que quisiera.

Ya podría escuchar al imbécil: “Chibi-tan si no haces que Akihiko vaya a una firma de autógrafos  o termine esta novela en dos días, le diré a todos que los vi haciendo “cositas” en la reunión de escritores.” ¡¡Le daría un infarto a su niño!!

¡Estúpido Isaka-san! ¡¡Estúpido Asahina que sabía cómo manipularlo!!

 

 

Así que de muy mala manera el novelista se separó de su lindo amante, no sin antes darle un besito en su frente para dejarle claro al secretario, de que ese niño era solamente suyo. Tomó una pequeña ducha, se vistió elegantemente y acompañó al peli-gris a la estancia principal para terminar de una vez con su trabajo...

 

 

--------------------------CONTINUARÁ----------------------------------

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo, no sé si el lemon fue lo que esperaban, de verdad me costó muchisismo trabajo adaptarme a los personajes (quizás por que en cierta forma son muy similares) aún falta un lemon. No es de Akihiko x Misaki, ni de Takano x Ritsu ¿alguien adivina de quién será?

Por cierto hace días mi ardillita mental, se imaginó una especie de ammm ¿orgia? con los románticos, egoístas y terroristas (todos juntos sin mezclar parejas) pero desgraciadamente ya casi no tengo tiempo, eso de trabajar es bastante agotador y tengo varios fics pendientes ¿alguien se anima a escribirla? honestamente para mi seria interesante leer algo así.

 

Bueno en fin me despido, cuídense mucho y que ¡¡Viva el lemon!! 


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