Pasearon toda la tarde por el Pueblo comieron y disfrutaron de la vista del atardecer uno junto al otro, Quizas no fueran una pareja fácil de entender. Pero se amaban el Uno al otro tal cual eran y no necesitaban otra cosa mas que al otro en ese momento.
– Takao… No creo en nada que los astros no Me Marquen o indiquen, pero aun si no fueras tu el destino que yo deba seguir me quedaría a tu lado, Una y mil eternidades – cogió su mano y las beso con ternura y dedicación, sin mencionar el color que había tomado su rostro – No prometo Ser el mejor pero si amarte a mi manera…
Takao, no entendía lo que ocurria pero le alegraba haber pasado aquella tarde con su amado, saber que todo en ese preciso momento era casi perfecto, parecía un sueño del que no deseaba despertar y si lo hacia esperaba que entonces la noche fuera eterna.
– Gracias…– las lágrimas brotaron de los ojos de Takao, era demasiada su felicidad no podía contener esas lagrimas saladas causadas por aquel sentimiento tan dulces. – Incluso un gruñón como tu tiene su lado tierno.
Midorima solto las manos de su amado y lo cogió entre brazos esperando por la hora en la que el cielo se tornada oscuro y debieran volver a casa, asi pasaron sus últimos momentos del dia. Hasta que la luz desapareció y La luna brillo cual perla.
– Vamos a casa Takao, Ya es hora – le solto para ponerse de pie y ayudar al pelinegro a levantarse, caminaron de regreso a donde la carrosa los esperaba hablando de cosas triviales, hasta que estuvieron frente a ella – Adelante – le extendió la mano cual caballero ayudándole a subir.
– Que Chico tan atento, apenas y creo que es mi novio el que tengo en frente… – solo una pequeña risilla subiendo a la carrosa y acomodándose en su asiento esperando a que subiera el mayor.
El otro solo acomodo sus lentes subiendo y tomando asiento en su lugar – Esto me recuerda por que no puedo tratarte bien…– le dio una mirada de “enojo” que cubria mas su vergüenza que cualquier cosa. – Vamos ya a casa, Hoy dormirás conmigo. – Sentencio al pelinegro de esa manera dando por terminada la charla hasta llegar a casa.
El de cabello mas oscuro solo dio una sonrisa como respuesta y se acomodo mejor en su asiento “No es como si fueramos a hacer algo malo” Fue lo que atravesó su cabeza, hacia mucho habían empezado a dormir juntos. Les bastaba sentir la calides del otro al dormir, cuando niños lo hacían y al cumplir Midorima los 14 y Takao los 12 les había separado las habitaciones pero aun Takao solía escabullirse en las noches a la habitación del de cabellos verde, creían que nadie lo sabía pues se cuidaban de las mucamas y del Padre de Midorima, al menos eso creyeron hasta la noche que descubrieron su relación…
~*~*~*~*~*~FLASH-BACK~*~*~*~*~
– Midorima- san! – exclamaba alarmado takao, esperando la ayuda de su maestro, quien acudió lo mas pronto posible a el
– Que sucede Takao? – el señor se acerco a el con un libro en mano anotando fechas y visiones importantes – ahora que es lo que estas viendo, recuerda concéntrate en estar ahí, en sentirte dentro de la visión.
– Eso intento – takao aprendía a controlar sus visiones poco a poco, aun le costaba situarse dentro de ella y ver lo que ocurría nítidamente a su alrededor – no puedo…– todo se oscureció de la nada y takao cayó al piso inconsciente.
– Vale parece que ah sido mucho por hoy – miro al cuerpo del pequeño en el piso por lo cual lo tomo en brazos cargándolo hasta su habitacion, esa noche se suponía que era el turno de Midorima para escabullirse en su habitación. El mayor entro al cuarto del mas joven lo acomodo sobre su cama y le arropo – Aun son unos Niños, a veces lo olvido… – tomo asiento en lo profundo dela habitación, no es que esperara algo simplemente estaba cansado y quería sentarse un momento.
Midorima logro escapar de las mucamas y cerrar con seguro su cuarto ya mañana veria como entrar desde el balcón, se acerco a la habitación de takao y con cuidado abrió la puerta, entrando en esta y apenas deslumbrando la silueta de su pareja sobre la cama para aquel entonces ellos Ya tenían 16 y 14 años, se recostó con cuidado abrazando a su pelinegro sin saber que eran observados.
– Takao como ha ido hoy tu entrenamiento– pregunto bastante preocupado.
El pelinegro se giro acomodándose en su pecho y abriendo los ojos un poco – Me eh desmayado – dijo algo apenado y abriendo los ojos totalmente para mirarle
– No te preocupes papa confía en ti, se que mañana lo aras mejor – se acerco y beso su mejilla acomodándose aun mas para dormir.
Por su parte takao tenia una duda en su cabeza que no le dejaría dormir – Shin-cha cuando le diremos a tu padre sobre lo nuestro- Los ojos del señor que los veía desde el fondo de la habitación solo se abrieron al escuchar aquella pregunta, no es como si no sospechara que su hijo y su Oráculo tuvieran algo que ver puesto que ninguno de los dos había traído jamás a alguna noviesilla a casa y siempre estaban juntos con esas miradas cómplices.
– No lose takao, Es un tema importante y no quiero que mi padre se decepcione de mi, además tu sabes que esperan mucho de ti y tus poderes – Al mayor le rompió el corazón escuchar aquella respuesta de su hijo, pues le conocía bastante bien y sabia que ocultaba una tristeza y cierto miedo a lo que fuera a pasar, Finalmente se puso de Pie cuando les vio cerrar los ojos con un “Mañana pensaremos que hacer” y salio de aquella habitación sin hacer ruido, dejando una nota pegada en el cuarto de cada uno “Mañana 11:30 en el despacho”
El Peliverde no sabia que querria decir esa nota por lo cual solo asistió a la cita que su padre le había dado, su sorpresa fue entrar y encontrar a Takao sentado frente a el, que habría pasado pensaba pues desde los 14 años que el había dejado de dormir con takao evitaban encontrarse frente a su padre.
– Que ocurre porque nos has citado aquí, padre? – intento no mirar a su Pareja para evitar problemas
El Mayor se puso de pie mirándolos a ambos de forma desaprobadora…no sabía por dónde comenzar así que solo respiro y miro a los mas jóvenes, sintiendo su pena por no estar juntos.
– Takao tu eres como un hijo para mi. Haz vivido con nosotros desde pequeño y tu Shintarou eres Mi hijo, No se que ha pasado desde hace tiempo entre ustedes o en su vida, pero quiero que sepan que los apoyo en todo – ni midorima y mucho menos takao entendían que quería decir esas palabras pero de algún modo ambos sintieron un peso menos entre ellos. – Takao estoy Muy honrado de que el Oráculo del reino haya escogido a Mi hijo como su pareja – Takao solo abrió los ojos como lo sabría, acaso su Shin-chan se habría armado de valor a contarle por fin a su padre sobre su relación?, giro su rostro pero todo lo que vio fue aun mas sorpresa en el rostro de su pareja.
– Asi es chicos Ya se que tienes Una relación y no se hace cuanto, Anoche te vi entrar en la habitación de takao. Era tan tarde y estaba tan cansado que me dormí en una silla dentro de la habitación y les escuche hablar, No debieron preocuparse por eso. Ahora no todo es Miel sobre hojuelas muchachos, Takao tienes un horario de clases que cumplir y Tu hijo tienes trabajo aun, fuera de esos horarios pueden estar juntos…Pero no hagan nada “Extraño” recuerda takao que eres un oráculo y aun tienes que servir al rey, si pierdes ese poder iras a la orca y midorima estará en prisión, cuando tu cumplas los 18 años podras escoger que hacer si servir mas años al rey o tener tu libertad –
Takao y Midorima se quedaron perplejos ante las palabras del mayo y el primero en reaccionar fue el mayor.
– Padre, No planeo fallarte, yo como el mayor de los dos te doy mi palabra de que respetare y cuidare de Takao. Como tu ya lo has dicho es un honor que el me permita estar a su lado – el peliverde sintió el color subir a su rostro, mientras el de cabello negro se sentía morir sobre flores quizás esto era lo que sentían las novias en sus pedidas de mano- Yo sere el hombre que cuide de el cuando tu no estes.
El padre de midorima no negaba que asi fuera su Hijo seria probablemente algún dia un gran astrónomo, después de aquella discusión los jóvenes no tuvieron mas obstaulos para esconderse y como midorima había prometido cuido de takao cada dia durante sus siguientes años.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ Fin del flash back*~*~*~*~*~*~*~*~*~~*~*~
Los jóvenes llegaron a casa ambos cansados y rendidos, Midorima cual caballero ayudo a su pareja a bajar de la carrosa y tomados de la mano entraron a la mansión. Su padre había decidido adelantarse a dormir ya por lo que los mas jóvenes decidieron coger un baño cada un por su parte y recostarse a dormir.
-Descansa Shin- chan – dijo en de cabello negro cerrando los ojos
-Hasta Mañana Takao –cerro los ojos y se dispuso a dormir almenos hasta dos horas después cuando una fuerte luz le dio en los ojos y unos ruidos extraños lo despertaron, era ni mas ni menos que Takao teniendo una visión, hablaba sin sentido y parecía realmente consternado por lo que veía –Takao tranquilo que es lo que estas viendo… Respira y recuerda Observar cada detalle
- Shin-chan, hay… fuego por todos lados, el rey y toda la caballería montando a caballo…Parece una Busqueda…escucho llantos parecen de algún bebe… veo a Aomine sangrando en el rio… Kuroko no!!! –exclamo antes de caer al piso y golpear su cabeza contra la esquina de un mueble logrando que comenzase a brotar sangre de la herida.
- Midorima, Takao abran la puerta que es lo que sucede- el mayo escucho los ruidos y corrió a la habitación de su hijo, logro abrir la puerta y miro la escena aterrado- Que ocurrio aquí?- pregunto muy alterado, tomando al mas bajo entre brazos y recostándolo sobre la cama.
- No lose! Tuvo una visión… hablo de mucho fuego, de Aomine y de Kuroko fue lo ultimo que menciono antes de caer y golpearse –Midorima saco de uno de sus cajones un equipo medico de emergencia sabia algo de medicina gracias a las enseñanzas de su madre antes de morir, por lo cual rápidamente paro el sangrado y suturo la herida colocando una venda alrededor para cubrir la herida- Ahora debemos esperar a que despierte… el golpe a sido muy fuerte asi que pueden pasar días antes de ellos…
- Que habrá visto takao … me pregunto que tan mal se vio el futuro de calma del pueblo para que esto ocurriera…- acaricio los cabellos del inconsciente azabache, para girar y ver a su hijo –Tranquilo… Estará bien Pero debes volver a descansar recuéstate con el y espera a que despierte el tiempo necesario… Mientras tanto yo…intentare buscar maneras de que recuerde la visión que tuvo sin caer en este estado…
~*~*~*~*~*~*MuraAka~*~*~*~*~*
Murasakibara sintió el cuerpo hervir y todos los poros de su cuerpo erizarse, al fin había llegado esa ansiada fecha le habría gustado estar en otro lugar o momento para poder compartir aquel deleite…
- Aka-chin… Yo…No puedo hacerlo… - se alejo un poco de su pareja acariciando su mejilla. Sabia en el fondo que no podría enfrentarse a lo que vendría si probaba ahora su piel- Akashi… Yo te amo, desde el momento en que te conocí y no planeo mancharte…no aun...
- Pero Atsushi –los labios del mas bajo fueron sellados por los labios del mayor.
- Voy a casarme con Tatsuya-san y me desharé de el, cuando eso pase…entonces tu y yo estaremos juntos y nunca nadie podrá separarnos…solo entonces aremos el amor y estaremos juntos para nuestra eternidad –tomo entre sus brazos a su amado pelirrojo quien comenzaba a llorar con el rostro escondido en su pecho, el mayor soltó sus cabellos, recostándose sobre la cama junto a su amado y abrazándose esperaron la mañana sin dormir, solo recordando sus bellos momentos juntos y entre mimos y besos esperando a que el momento de hablar con su padre llegara.
- Pase lo que pase Aka-chin Tu siempre seras mi Unico amor…