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15 MINUTOS. por SHINeestories

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El chico rubio de piel blanca y tan suave como la seda era bastante popular en un lado de la escuela , claro con los de su clase, ya que el lugar era bastante grande como para en su totalidad llegar a destacar entre tantos alumnos y alumnas de aquel prestigiado cuerpo de estudio la ciudad. En cuanto este apareció por la puerta de su clase sus compañeros se acercaron para hablarle, felicitarle, preguntarle un sin fin de cosas y planear ya fiestas y salidas. ¡ Que fantástica fama le abordaba al chico! pero ahora tenía en mente a aquel joven del bus ¿Cómo lo volvería a encontrar?.

—¿Dónde fuiste de vacaciones Kibum? —Cuestionó una chica

—Tan solo viaje a Dubái, no tenía otro panorama. . Además solo fue una semana. —Respondió al instante sin ni siquiera mirar a quien le hablaba.

—¿Dónde compraste ese celular ?—Agregó otro.

—No lo sé , solo me lo entregaron . . —Respondió cortante sin tener muchas canas de conversar—¿Conocen a un chico de nariz respingada, cabello castaño, moreno . . . ?—Kibum alzó la vista a todos quienes le rodeaban en ese asiento dentro del salón y todos se miraron entre si mientras negaban con la cabeza. Se sintió frustrado entonces.—Vaya . . . Buscar a alguien en este lugar ha de ser complicado.— Agregó mientras comenzaba a alistarse para la clase acomodando sobre su mesón un cuaderno y unos cuantos lápices de colores. ¿Quién sería tan digno de ser buscado por Key? Como le decían sus amigos.

Pasaron dos horas y el receso llego, pero en la mente de Kibum aún seguía prendida a aquel chico del bus y el hecho de que sabía estaba bajo sus narices era realmente incómodo. Tomó sus cosas lo más rápido que pudo y salió del salón mientras que un montón de chiquillos le seguían por detrás —Tengo que arreglar algo. ¿Si?, regresare  a la siguiente clase. —Le avisó así a la manada que iba detrás de él dejándolos de lado mientras rodaba los ojos y pensaba lo fastidiosos que lograban ser a veces.

—Key, te esperaré en la entrada de la escuela hoy. —Le gritó un chico a lo lejos. Su nombre era Sanghyun, tenía la misma clase del segundo protagonista de esta historia claro un poco más varonil y con más autoridad, era de esos que siempre conseguían lo que querían y su capricho siempre había sido Kibum, le perseguía día y noche, le compraba cosas y le malcriaba más de lo que ya era, “Que suerte” Murmuraban las chicas deseosas de ocupar el lugar del rubio, pero a este estaba lejos de agradarle. Key se paseó por la biblioteca, el comedor , el campo de deportes y las oficinas pero nada de aquel chico del bus, un día desperdiciado por completo. " Bus Boy" le apodó al anónimo que tanto deseaba encontrar y aun sin saber para qué.

 

En tu vida puedes hacer de todo un problema, o de todo una solución según qué camino elijas, tendrás tu vida llena de problemas, o llena de soluciones y Kibum era realmente bueno para buscar una solución a lo que deseaba.

JongHyun, quien ignoraba por completo que uno de los chicos más populares estaba buscándole desde el otro lado del campus, se mantenía robando las galletas de la alacena de la cocina, ya que ahí mantenía a una buena amiga que era trabajadora del lugar.

—JongHyun, debes madurar de una buena vez.—Habló la mujer que ya vivía el otoño número 52 de su vida.

—¿Me pides madurez a mí? ¿Acaso no crees que ya ha sido suficiente con lo que es mi vida?  —Cuestionó este mientras se guardaba algunas cuantas cosas en la mochila

—Si, creo que es suficiente y aun así no aprendes. — Hablo la mujer apoyando sus manos en sus anchas caderas y observando a Jong como un cachorro desesperado por comida

—No me pidas más. . . Solo tengo 18 años. — Se incorporó al instante y arreglo unas cuantas cosas sobre el mesón. Miro una frutera a un costado y con esa típica y amplia sonrisa sin pedir permiso tomo una roja manzana dándole un mordisco casi de inmediato—Ya está con mi saliva, es mía— Le anuncio a la mujer y a sus empleadas que solo le miraban riendo sintiendo que ese chico a cada visita aparte de ir a robar le entregaba un poco de diversión

Fue una corta charla, Jong solamente le sonrió y basto para que la adulta nada más le mirara negando con la cabeza con una sonrisa enternecida y se despidiera de ahí campante, con algo para comer hasta el fin de semana que pudiera ir a trabajar al bar. Debía regresar a casa pero en ese momento recordó que prometió no llegar. —Ann . .  Que fastidio.—Sinceramente no tenía la intención de quedarse  por ahí esta noche, ya que sabía Ann a esas alturas no estaría ahí, pero debía asegurarse de alguna manera. Se acomodó la mochila al hombro y caminó tranquilo hacia la salida de la escuela, ahí fue en donde sin querer le dio un empujón aun tipo que le miro por sobre el hombro con total desagrado.—Lo lamento, estoy algo distraído . . ..—Se disculpó al instante tras haberle fastidiado

—Mira por donde caminas idiota—Respondió el otro sin ningún tipo de comprensión mientras que se sacudía la chaqueta para limpiarse quizás que cosa.

 Jong se quedó observándolo por unos segundos sin poder creer lo descortés que podía llegar a ser la gente con dinero, si se notaba que este tenía mucho de que gastarse. Soltó una carcajada, le dio un mordisco a su manzana y se llevó las la mano diestra al bolsillos de su pantalón y así comenzar a caminar de vuelta hacia su estación de autobús. Una vez  completamente alejado de la multitud de la escuela solo por curiosidad miro hacia atrás fijándose en el tipo que le acababa de hablar y ahí estaba abrazando a un chico por la cintura como si fuera ¿Su novio? Jong frunció el ceño y de un principio no entendió exactamente que ese tipo de relaciones pudieran surgir —Hijo de puta y tan hombre que te ves . . . .—Murmuró por lo bajo hasta que por fin aquel bus que le llevaba a casa se detuvo justo a tiempo. Se acomodó en uno de los asientos que daban a la venta y saco aquel libro que debía de terminar para finales de mes y así poder entretenerse al menos en su viaje a casa.

"Ayer te conocí, hoy te estoy conociendo, mañana espero conocerte para siempre."

Para Kibum el hecho de salir con Sanghyun no era nada más que una manera de pasarla bien, tenía lo que quería y prácticamente era como un idiota a sus pies y eso a este protagonista le encantaba, pero jamás, jamás le enamoraría. Salió de la escuela sin esperar en realidad que el otro cumpliera su palabra pero ahí estaba— Vaya . .  Ahí vamos de nuevo—Murmuro acomodándose su bolso al hombro y un poco el cabello

—Key, aquí estoy  ¿Dónde quieres ir hoy?—

— Vamos a Holy Holidays.—Propuso así uno de los  restaurantes más caros de la ciudad. El muchacho entonces le tomo por la cintura e  intentó caminar con el pero algo en Kibum le hizo mirar hacia atrás, entonces por un momento el corazón se le paralizo "¿Es él?" Pensó de inmediato al ver subir una figura conocida a ese asqueroso bus—Espera. —Ordenó y se hizo a un lado sin pensar en más nada, sostuvo su bolso y sus pies por inercia le llevaron hasta la parada del autobús y entonces una sonrisa se asomó en sus labios, ahí estaba de nuevo, en una de las ventanas del autobús concentrado en un libro viejo. No fue capaz de llamar su atención, simplemente le observo.

—¡Key! ¿Que está haciendo? Vámonos ya . . . —Dijo el hombre a un costado un poco más allá.

—Que desagradable eres. —Le murmuró al pasar por su lado  viendo como aquel vehículo se alejaba y así  finalmente perderse en una cena hasta la media noche.

 

Una nueva mañana, un nuevo día y Kim Kibum estaba despertando de su agradable dormir en su acomodada habitación, mantenía un balcón que Lauren se preocupaba de adornar y de abrir las ventanas cada vez que la alarma del chico sonaba. El desayuno listo y el vacío en la gran casa que solo lograba hacer el eco de las voces de los dos habitantes en el lugar, le daban la bienvenida en su despertar. Los padres de Kibum salían a menudo de viaje, cosas de trabajo, lujos varios, así que  prácticamente aquella casa era completamente suya. Tomó desayuno como de costumbre y este día se preocupó de acicalarse un poco más. Se acomodó cada hebra de cabello, un poco de maquillaje y practicó su sonrisa a un espejo un par de veces antes de irse.

— El automóvil lo está esperando . . . Señor.—Aludió Lauren mientras le abría la puerta de la entrada principal.

—Lauren querida, esta vez me iré en Bus.—Key sonrió triunfante como si fuera algo realmente milagroso, como si esto lo hiciera mejor persona y estuviera enfrentándose a un peligro de la vida. Por su parte la empleada abrió los ojos de par en par y se llevó una mano a la boca realmente sorprendida

A su suerte por otro lado, JongHyun llego a casa y Ann ya se había marchado pero claramente debía dejarle algún recuerdo por lo que una nota en la puerta colgaba ahí sin vergüenza alguna " Jongie ~ Nos veremos pronto. . . ! Ah. " Jong tomo el papel y en cuanto lo leyó lo tiro al suelo en cosa de segundos sin importarle mucho y sin más llegó a tirarse a ese colchón en donde solía dormir. Las horas para él parecían tan cortas que solo lograba pestañear y ya debía levantarse una vez más.

—Mierda. . . ¿Qué hora es?— Se cuestionó así mismo y de esta manera observo el viejo reloj que siempre mantenía, últimamente su horario estaba mejorando y lograba conseguir una hora prudente para llegar a clases, un día de milagros un día de encuentros. Tomó su uniforme una vez más y se tiró un poco de agua al rostro para así entonces agarrar su mochila y llevarse en la mano un paquete de aquellas galletas robadas de la cocina de la escuela. Debió esperar un poco el bus pero no tardó en llegar , siempre fiel a su horario pasó y Jong lo abordó, acostumbrado entonces a irse de pie ya ni si quiera levantaba la mirada y llegaba directamente a acomodarse a un costado de la ventana. "Quince minutos nada más". De pronto entre la multitud de la gente el bus frenó como pocas veces lo hacía y el castaño debió sujetarse con fuerza de uno de los fierros " ¿Que sucede? “pensó el instante mientras escuchaba como la gente se quejaba de aquel mal manejo del conductor pero algo más le llamó la atención y fue justamente un chico que se afirmaba de su brazo con tanta fuerza que hasta le pareció que podía salir de ahí con su brazo y todo— ¿Hey, que te pasa?— Jong estaba dispuesto a comenzar a tirar fuego por la boca pero una sonrisa un tanto avergonzada y un cabello rubio le hizo detener por unos cortos segundos su respiración, lo miro sin decir nada mientras el otro se volvía a acomodar un tanto el cabello y se mordía suavemente le labio inferior. Le pareció . . . Tentador, quizás era un tanto especial claro, más allá de mantener un exquisito olor y hermosos detalles en su piel parecía un gato nuevo en medio de la calle.

—Lo lamento . . . —

Una voz casi inaudible se hizo presente y Jong se estremeció por completo, de este modo sin poder esconder aquello, sonrió de lado con algo de ternura.

—Ven, ponte ahí, así la gente no pasa a llevarte . . . —Contestó JongHyun mientras ahora comenzaba ya a despertar del trance de ese confuso y extraño encuentro  brindándole su lugar, luego tomó aire con fuerza y cerró los ojos para así continuar su camino tranquilo hacia la escuela, pero de vez en cuando su mirada caía en aquel rubio que parecía un tanto asustado dentro del bus.

Key tan valiente y perspicaz logró entonces deducir que la única manera de verlo sería cada día por aquel bus y solamente  por quince minutos. Quince minutos en donde se atrevería a observarlo, a olerlo, a dedicarle miradas que sabía podía interpretar de  otra manera pero algo de temor había en él. Cada día que pasaba Jong ni siquiera se había inmutado a preguntar su nombre. " No le gustan los chicos." Pensó enseguida. Después de una semana de seguir tras él y encontrárselo todos los días al amanecer dedujo que no terminaría en nada bueno.  Desde aquel último y primer  encuentro nada había cambiado simplemente se saludaban con un " Hola" en seco y se intercambiaban miradas de amabilidad,  este que esperaba un poco de iniciativa por parte del otro que aquel día Lunes  pensó que jamás llegaría.

—Señor ya es hora de irse a la escuela — Le llamo la atención Lauren que hasta esos últimos días se había mantenido alerta al Joven que parecía desganado, sin ninguna iniciativa.

—Ah , claro . . . ¿Está listo el automóvil? — Cuestionó Kibum mientras se cargaba la mochila al hombro.

—¿No se ira en bus el día de hoy? —

Kibum entonces frunció un tanto los labios y miró hacia la ventana, el otoño aún estaba cruzando la ciudad y parecía que la primavera se alejaba cada vez más.

—No, hoy no iré en autobús. — Sentenció finalmente antes de salir hacia aquel lujoso auto negro que le esperaba en la salida.

A veces el destino juega contigo, te manda de un lado a otro, te hace ilusionar, llorar y reír, pero solamente es para hacernos aprender de la vida.

Jong despertaba esa mañana y comenzaba una buena semana. El trabajo en el bar la noche anterior había sido completamente fabuloso y es que había estado ahorrando un poco de dinero. Sin querer en más o menos esas dos semanas había algo en él que le había hecho querer sentirse mejor consigo mismo y es que todavía no lo quería asumir pero sabía que se trataban de aquellos viajes mañaneros en donde un chico todos los días llegaba a su lado cargando un caro perfume, un limpio uniforme y un cabello perfectamente acomodado.

Se miró al espejo por unos segundos, se lavó con dedicación el rostro y se acomodó el cabello, buscó luego algo con que ponerse olor. "¿Que podría ser? "

—Jong, hoy tengo universidad. ¿Vamos juntos?— De pronto la voz ajena de uno de los chicos de las habitación se hizo presente tras la puerta.

" Bingo" pensó este que de pronto se puso de pie lo más rápido que pudo para abrir la puerta.

—¿Tienes perfume?—Preguntó haciendo caso omiso a la cuestión que le habían planteado

—¿Qué? . .  Tengo uno  . . ¿Qué pasa contigo, eh? —

Su compañero al darse cuenta de lo arreglado y lo preocupado que estaba decidió entonces bromear un poco con él y prestarle aquel perfume pero a cambio Jong debía darle un par de entradas gratuitas la bar en donde trabajaba, cosa que no se le hizo tan complicada.

Desde  hace dos semanas que Jong no había dejado de pensar en aquel casual encuentro con el chico de cabello rubio y sonrisa perfecta. No lograba entender del todo como es que su corazón rápidamente se aceleró con él , no sabía exactamente que era todo lo que sentía pero alguna vez su madre le habló del amor.  . . Fueron las únicas palabras que recordaba de su progenitora cuando no estaba ebria. " El amor es como un barco que viene y va, pero has de subirte aprisa, porque si no se te escapará."

¿Estaba enamorado solamente con mirarlo? cada quince minutos todos los días. Hasta había llegado de extrañar aquellos viajes los fines de semana hacia la escuela. Jong al menos sacó provecho de esto siendo alagado por el hecho de comenzar a llegar a la hora al menos por dos semanas seguidas sin faltar ni un solo día.

El otoño entonces, comenzaba a tener un sentido para él.

—Con permiso . . . —Murmuro a la gente para que le diera espacio de subir. En sus manos mantenía un papel. Un papel que sería capaz de hacer lo que él en dos semanas no fue capaz de articular.

 “Soy la persona más feliz del mundo cuando me dices "hola" o me sonríes, porque sé que, aunque haya sido para solo un segundo, has pensado en mí." 


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