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Deseo de nieve por neusa chan

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Notas del capitulo:

Hoy es martes y, como fue prometido, hay actualización.

Le agradezco mucho a las personas que me han dejado rw, les deseo un buen segundo aniversario del debut de EXO :’D Parece ya que ha pasado tanto tiempo (?)

¡Ojalá les guste el nuevo capítulo!

Usagi

Los seres humanos tenían una tendencia masoquista, parecía que les gustaba sufrir. El mayor ejemplo que podía encontrar eran los adolescentes y adultos jóvenes que gritaban, bailaban y cantaban en el parque en plena nevada, mientras bebían. Apenas la semana anterior habían hecho lo mismo y se habían despertado con una resaca monumental. Después de haber pasado unos días sufriendo de dolores de cabeza, náuseas y temblores, decidieron volver a hacerlo. Y es que a nadie le hace mal tomar unos tragos de vez en cuando.

Y, entonces, sucedían cosas como lo que Baekhyun tenía frente a los ojos. En la fuente, un embriagado Kyungsoo hacía un striptease. Estaba bailando bastante bien para no saber en dónde rayos estaba parado, incluso podía decirse que era sexi, cuando Kyungsoo en sus estado natural era todo menos eso. Pero, aun así, estaba haciendo el maldito ridículo y se estaba congelando.

Suho había intentado sacar a Kyungsoo de la fuente congelada, pero terminó sentado en el borde con sus pantalones en la mano. Kyungsoo estaba ya medio desnudo, la piel se le estaba coloreando de un rosa bastante inquietante.

—¿Qué puedo hacer ahora?— se quejó Suho, con los pantalones de Kyungsoo en la mano.

El bailarín seguía moviéndose allá en la fuente, disfrutando los vítores de unos muy emocionados Sehun, Kris y Kai.

Hyung— empezó Baekhyun—, yo creo que tenemos que bajar a Kyungsoo de ahí.

Suho se removió el cabello, irritado, y alzó las manos al cielo.

—Debí ser una mala persona en mi vida pasada para que ahora tenga que cuidar a estas bestias— se quejó.

—Sólo vamos y lo traemos hasta aquí.

—No es tan fácil, Baekhyun— casi lloraba Suho—. Ya lo intenté. ¡Y Kyungsoo se restregó contra mí como si fuese un puto pole dance!

Vi eso. No parecía que te molestase mucho.

Ambos callaron y miraron el show de la fuente. A estas alturas, Luhan,  Minseok, Tao e, incluso, Lay, estaban observando con fascinación la ropa volar para todos lados. Todos estaban tan borrachos.

Baekhyun empezó a contarlos a todos. Eran 12, pero a simple vista sólo estaban 10. Faltaban Chen y Chanyeol.

—¿Dónde está Chanyeol?—preguntó Baekhyun, buscando con los ojos.

—¡Y yo qué sé!— respondió Suho, ya desesperado—. ¡Yo sólo quiero que Kyungsoo se ponga sus JODIDOS PANTALONES!— y ondeó los mencionados sobre su cabeza, como si fuese una bandera.

—No creo que se los quiera poner.

Alguien llegó y le arrebató los pantalones de la mano a Suho. Caminaba con determinación.

—Entonces se los pondré yo— anunció Chen.

Y así lo hizo. Entró a la fuente como todo un profesional, sin caerse, y tomó a Kyungsoo con uno de sus brazos. Pronto estuvo vestido y tiritando.

—Por fin, alguien detuvo esto.

Baekhyun se giró hacia la voz: era Chanyeol. Hacía apenas una semana que Baekhyun había lanzado la piedra de los deseos en la casa Park y todavía no había ninguna señal de que hubiese funcionado. Chanyeol caminó un poco hasta que tuvo a Baekhyun a su alcance. Lentamente, empezó a rodearlo en un abrazo posesivo.

A Baekhyun le gustaba la diferencia de alturas, excepto en algunos momentos. A veces podía ser muy intimidante, y realmente odiaba cuando Chanyeol lo llamaba Pitufo bebé.

—¿Dónde estabas?— preguntó Baekhyun.

Chanyeol no contestó, se limitó a balancearlos a los dos de un lado a otro lentamente, sin romper el abrazo.

—¿Bebiste?

—Estás preguntando mucho.

Te estás moviendo mucho, estás preguntando mucho, siempre era mucho para Chanyeol. Baekhyun se sintió desilusionado por un momento. Había deseado al inodoro que Chanyeol se enamorara de él y, aunque sabía que era imposible, no había podido evitar guardar una mínima esperanza. Y Chanyeol le salía con esas frases.

—Suéltame— ordenó, rudo.

Chanyeol lo apretó más contra su cuerpo. Baekhyun sintió el pecho de Chanyeol con la punta de su nariz. Los demás estaban tan bebidos que no les prestaban atención.

—No te enojes. No me gusta cuando te enojas.

Baekhyun soltó todo el aire en un suspiro. Intentó empujarlo lejos de sí, pero no pudo.

—Sólo cállate y suéltame— repitió—. Es una orden.

—No quiero, hyung.

Chanyeol, entonces, bajó la cabeza. Tuvo que encorvar la espalda ligeramente, también, para alcanzar la altura de la oreja de Baekhyun. Cuando la alcanzó, rozó los labios lentamente contra su piel mientras susurraba:

—Estamos un poco enojados esta noche, ¿no?

—Oh, ya.

El cuerpo se le tensó como un resorte. No había querido, pero un agradable cosquilleo le había bajado por la columna hasta el pene. Sus orejas eran un punto erótico que, esperaba, Chanyeol no conociera.

Baekhyun se removió incómodo en los brazos de Chanyeol. Sin embargo, se vio empujado hasta una de las bancas cercanas. Quedó sentado sobre las piernas de Chanyeol, aún atrapado en sus brazos. No era la primera vez que uno se sentaba encima del otro, pero esta vez le pareció a Baekhyun más íntimo de lo normal.

—Hey, enserio, suéltame.

—Pero si así se está cómodo, Baekhyunnie.

Seguidamente, Chanyeol besó la base de su cuello. Todos lo sabían, su mamá, sus amigos, incluso Lay que se la pasaba en las jodidas nubes, que ese era su punto débil. La parte baja de su nuca lo convertía en un desastre y justo eso era lo que Chanyeol buscaba. Baekhyun se convirtió en una gelatina manejable y tranquila.

—¡Ves que ya estás mejor!

Vaya que sí estaba mejor. Baekhyun, de pronto, estaba muy consciente de su posición sobre las piernas de Chanyeol, de lo caliente de su presencia, de su aliento que formaba vaho frente a su boca, del casi inexistente olor a alcohol, del sexo cercano, latente. Se permitió dejarse llevar un poco, sólo un poquito. Chanyeol quizás estaba demasiado bebido para entender lo que estaba haciendo, así que iba a aprovechar el momento.

Baekhyun se removió un poco hasta quedar totalmente de espaldas y se recostó cuan largo era. Su nuca descansó sobre el hombro de Chanyeol y tuvo una magnífica vista de una de sus mejillas. En el resto del parque, Luhan perseguía a Kris amenazándolo con besarle si se volvía a acercar de esa manera tan sospechosa al bebé del grupo: Sehun.

—Ya te pusiste cómodo, ¿eh? —preguntó Chanyeol, mientras reacomodaba sus brazos a su alrededor.

Le abrazó la cintura y juntó sus mejillas. Baekhyun sentía bajo su trasero las piernas delgadas de su mejor amigo, una a cada lado. Arriba estaba el pene, pensó, y que caliente debía sentirse al estar sentado sobre él.

—Eres bastante cómodo, aunque te falta un poco de carne— soltó Baekhyun, y empezó a arreglarse el cabello bajo su sombrero de lana tejida.

—¿A qué te refieres con eso?— se quejó Chanyeol. Tomó la mano de Baekhyun que arreglaba el cabello y la atrapó entre una de las suyas. No tenía guantes—. Pensé que te gustaban delgados.

—¿Qué?— se burló Baekhyun—. Sí me gustan. No me gustas tú, no eres material de novio.

Chanyeol le quitó el guante. Ahora sus pieles se tocaban. Baekhyun sintió los dedos callosos de Chanyeol rozarle la palma de la mano, rodearle la muñeca y acariciarle las líneas y marcas de la piel. Se sentía tan bien. Debía dejar que Chanyeol bebiera más, si quería más momentos cariñosos como esos.

—¿Entonces quién sí?— preguntó Chanyeol en un tono extraño, como si algo le pesara en la garganta—. Nunca he conocido a uno de tus novios.

Baekhyun intentó identificar el tono de voz, pero no pudo. Se concentró en el toque de la mano de Chanyeol en la suya.

—Bueno, es que no han sido muy importantes— respondió, sincero; no puedo ir en serio cuando estoy tan enamorado de ti—. Han sido sólo chicos.

—¿Y no me darás una pista o algo?

—Eh…—y se lo pensó, de verdad, pero Chanyeol estaba borracho, ¿qué más daba?—. Una pista… ¿Sabes? Mi tipo es… Yo… Ya va. Una vez, casi me enrollo con Kris.

Chanyeol se quedó como congelado, incluso su respiración se detuvo del todo. En ese momento, Baekhyun identificó el tono. Era el mismo que Kai usaba cuando hablaba de Taemin y la cantidad de tiempo que pasaba con Minho. Era un tono que los hacía reír a todos. Era un tono celoso.

Oh, por favor, rogó Baekhyun, que esté celoso.

—¿Con Kris?— preguntó Chanyeol, la voz como un gruñido, como si no se lo pudiera creer—. ¿Con el idiota de Kris?

Baekhyun asintió. Esta vez, él tomó la iniciativa y entrelazó sus dedos con los de Chanyeol. Sentía la mano muy fría, pero valía la pena.

—Me debes estar jodiendo…—dijo Chanyeol. Baekhyun sintió cuando él dejó caer la cabeza hacia atrás y soltó su mano, molesto—. ¿Con Kris?

—¡Pero no pasó nada!— se quejó Baekhyun, por el contacto perdido—. Dije casi. ¿Por qué estás tan molesto?

Chanyeol seguía murmurando entre dientes sobre idiotas y Kris y Baekhyun y medebesestarjodiendo sin parar, suavemente. Le tomó un poco más de tiempo estar lo suficientemente tranquilo para hablar.

—¿Cómo pasó algo así?— preguntó. Baekhyun se tensó entre sus brazos, así que corrigió la pregunta—: ¿Cómo casi pasó? ¿Cuándo? ¿Por qué no me enteré?

Baekhyun se encogió de hombros y tomó nuevamente su mano antes de contestar.

—No me pareció muy importante. No fue nada, de verdad —empezó a hacer círculos con su pulgar en la palma abierta de Chanyeol, quien se empezó a relajar bajo su tacto—. No tienes que molestarte porque ni Kris ni yo te lo contáramos antes.

—¿Cuándo fue?

—Ah, eso… es mejor que no lo sepas.

Baekhyunnie, dime.

Suspiró largamente antes de responder, dudando entre mentir o decir la verdad. Al final, ganó la sinceridad, porque eran mejores amigos.

—En tu fiesta de cumpleaños.

 

*—*

 

Decir que estaba molesto era poco; estaba furioso, con el mundo, con el aire, con el suelo y con Chanyeol – especialmente con Chanyeol-. Si lo tuviese enfrente le habría saltado encima y le habría desgarrado el pecho para sacarle ese corazón casi inexistente. Y es que, ¿cómo podía, después de esa noche en que había estado especialmente cariñoso, ignorarlo completamente? No contestaba ni sus llamadas ni sus mensajes, incluso no lo había visitado.

Y todo porque se había enterado que dos de sus amigos más cercanos habían estado a punto de enrollarse en su fiesta de cumpleaños. Si hubiese sabido, no le habría confesado nada. Estaban bien como antes, pero tenía que llegar Chanyeol con sus dedos largos y sus abrazos para convencerlo de decirle todo. Ahora estaba enojado con él y, seguramente, con Kris también.

Jongdae estaba sentado frente a él, enviando mensajes como un desquiciado. Sus pulgares se movían casi a la velocidad de la luz sobre la pantalla de su teléfono. De la furia que sentía porque Chanyeol no le hablaba, Baekhyun había realmente aceptado ir de compras con Chen el fin de semana. Y él odiaba ir de compras con él, siempre salían discutiendo por algo o siendo –cómo no-, totalmente ignorado por otra persona con la que se enviaba mensajes.

—Eh, Jongdae…

Sin éxito. El aludido seguía enfrascado en su teléfono como si su cuerpo no estuviese en el mundo real.

Baekhyun bufó molesto y buscó su propio celular en los bolsillos. Trató de encontrar en su lista de contactos alguien que lo distrajera, pero sólo estaban conectados tres: el imbécil de Jongdae, Kris y Chanyeol. El primero y el último fueron descartados, uno porque estaba justo en frente y el otro porque, estaba seguro, no le contestaría.

Abrió una conversación con Kris y empezó a escribir.

Enviado 3:40 Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeyduizhang

Baekhyun Recibido 3:40

Kris siempre tan frío y serio, como si él no lo conociese en verdad.

Enviado 3:40 Que hay?

Yah que sabes de chanyeol? Recibido 3:42

El estómago de Baekhyun se puso pesado. Renuente, apartó la comida que tenía al frente. Jongdae no le prestó atención.

Enviado 3:43 Por que? Paso algo?

No me habla desde hace dias no se si esta molesto Recibido 3:43

Enviado 3:44 Lo esta demasiado obvio

Enviado 3:44 A mi no me habla “neather”

Que le dijiste? Recibido 3:46

Baekhyun miró fijamente su comida. Iba a contestar, pero Jongdae lo llamó.

—Hey, Baekhyunnie— dijo.

—¿Qué? ¿Ahora sí me puedes prestar atención?

Chen lo ignoró y siguió hablando.

—Yo no sé qué se traen Chanyeol y tú, pero me está pidiendo que te espíe para saber si pasas tiempo con Kris a solas.

Baekhyun, sin poder evitarlo, empezó a reír. Estúpido Chanyeol, siempre tan torpe. No podía haberle pedido el favor a otro.

—¿Y qué le vas a decir?— preguntó.

Chen sonrió lentamente, como el gato Chesire, y empezó a escribir.

—Baekhyun está en el centro comercial con el hombre más sexi y guapo que he visto en la vida— leyó. Baekhyun se soltó a reír otra vez—. No es Kris, sino alguien mucho, mucho, mucho mejor. Yo de ti me andaría con cuidado, que me están quitando lo mío.

Sin parar de reír, Baekhyun empezó a escribir él también.

Enviado 3:51 No te preocupes kris yo lo arreglo

 

*—*

 

La hermana de Chanyeol le abrió la puerta después del tercer timbrazo. Tenía el cabello revuelto y marcas de mordida en el cuello. Abrió tan grande los ojos cuando lo vio ahí parado en su porche que, por un momento, fue igual a su hermano.

—Baekhyun.

—Yura-noona.

Se miraron en silencio hasta que ella recordó que él estaba afuera, congelándose, y se apartó a un lado. Dentro de la sala de estar, sentado en los sofás forrados de terciopelo, había un hombre. Baekhyun no era tonto, no necesitaba sumar dos más dos para saber que Yura y él habían estado revolcándose –con ropa, por favor-, sobre el sofá. Yura también notó lo comprometedora que era la situación.

—No le digas a Chanyeol— rogó—. Haré lo que sea, pero no le digas que él estuvo aquí.

Baekhyun empezó a subir las escaleras que llevaban al segundo piso, pero antes de desaparecer, contestó:

—Es un trato, entonces.

Dejó a la pareja ardiente en el piso de abajo y empezó a caminar por el pasillo. A ambos lados colgaban fotografías de Yura y Chanyeol cuando eran tiernos e inocentes niños, sobre un fondo naranja suave. A Baekhyun siempre le había gustado la casa Park. Parecía siempre tan acogedora y cómoda, que le daban ganas de quedarse allí por siempre.

La habitación de Chanyeol era la tercera a la derecha. En la puerta colgaba un póster de 2NE1 cuando eran buenas, según Baekhyun. No tuvo que tocar porque la confianza de años era mucha; simplemente giró el picaporte y entró directo a la cama como si fuese su propiedad.

—¡Yah, Byun Baekhyun!— casi chilló Chanyeol, sorprendido.

Y cómo no. Estaba muy concentrado leyendo un libro y no se esperaba que alguien entrara así a su habitación.

—¿Qué haces aquí?— preguntó, pero no dejó a un lado lo que tenía en los brazos.

—Yura me dejó entrar— y se está revolcando con un hombre abajo—, porque tú ni me coges el puto teléfono, Park.

Chanyeol se encogió como un perrito asustado en su escritorio. Él era ese tipo de personas a las que les gustaba hacer feliz a los demás, por eso odiaba cuando le hablaban con tonos duros y de regaño.

—Yo no…

—Sí, claro— cortó Baekhyun. Empezó a revisarse las uñas de las manos—, por eso enviaste a Chen para que me espiara.

—Yo no…

—¡Bien hecho, Einstein!— continuó Baekhyun—. Yo estaba con él cuando le pediste que lo hiciera.

Chanyeol lo miró como si no pudiese entender lo que estaba diciendo, pero pronto una luz le cruzó el rostro y empezó a sonreír. Era una de esas sonrisas: tic en el ojo derecho, la boca imposiblemente abierta y un hoyuelo en una de las mejillas.

—¿Entonces era él con quien estabas en la tarde?—preguntó. Baekhyun pudo casi palpar su felicidad.

—Por favor, si quieres saber si ando con Kris, sólo pregúntame.

Chanyeol no contestó, pero el abrazo que le dio fue suficiente respuesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Asdasdasdasd No saben lo feliz que estoy porque el texto me permite conservar los guiones largos :'D Antes me los cambiaba por los cortos y yo sólo podía ponerme a rodar sobre un charquito de lágrimas (?)

Gracias a todos por leer, espero que lo hayan disfrutado. Si tienen alguna duda no teman preguntarme, que no muerdo. La próxima actualización es el martes, sin falta.

Usagi


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