Al salir de aquel lugar creí que mi vida no volvería tener sentido alguno, por un instante me sentí equivocado, intente animarme a mí mismo pero fue en vano, vague por las calles el resto de la tarde, al anochecer fue cuando decidí dirigirme hacia un bar cualquiera, no era la mejor solución ahogar mis penas con alcohol pero no tenía algún otro camino.
No sé en qué momento bajo los efectos del alcohol pensé en el suicidio, “será interesante”… aquellas palabras vagaban sin fin en mi mente, la depresión me hacia delirar de una forma que… corrección su abandono me hace perder la razón de un forma inexplicable. Volvía a mi mente aquel pensamiento de suicidio, permanecía en cada bar ingiriendo todo tipo de bebidas alcohólicas intentando desvanecer aquella absurda idea hasta que… comenzó a llorar, miles de señoritas se acercaron a mi pero yo las rechazaba, solo tenía ojos para aquella persona que por un maldito error se aparto de mi lado.
La 1:00 am, Salí de aquel bar y camine por calles que no logre reconocer, claro apenas y podía caminar, la calle no estaba muy concurrida, había de todo, prostitutas, niños pobres, perros en la calle a medio morir, todo era oscuro y sin alegría alguna. Seguí caminando por aquella fría calle y pude divisar un cuerpo, se encontraba un poco lejos para verlo con más claridad, intente acercarme como pude pero un sonido ensordecedor y un fuerte dolor en mi pierna derecha me lo impidieron, rápidamente dejándome caer al suelo como su fuera un saco de papas, guie mi mirada a mi pierna y con mi surda la toque pues mi pierna ya no la sentía en su totalidad, se había alojado una bala en mi pierna, la sangre comenzaba a emanar de la herida… creí que moriría.
Aquella persona que me había disparado comenzó a caminar hacia a mi, dando paso aterradoramente lentos y silenciosos, grite, el temor me estaba consumiendo al igual que el dolor de mi pierna. Ya se encontraba frente a mí el causante de aquel disparo pero mis ojos no creían lo que veían, presione mis ojos, esperando que volviera a jalar el gatillo y me diera un par de disparos y terminara con mi sufrimiento, pero tal fue mi sorpresa, pues unos brazos estaban rodeando parte de mi espalda y pecho apegándome a un cuerpo con un aroma que mis fosas nasales comenzaban a reconocer.
-Seungri… ¿Por qué lo hiciste?... no… no nos hagas más daño por favor.
-Las lagrimas de JiYong comenzaban a salir con desesperación, admire su rostro en silencio, tal vez por última vez pero... me dolía más que nada verlo llorar y que yo, una vez más fuera la causa de sus lagrimas. Sus lágrimas emprendían un viaje desde sus ojos, pasando por sus suaves mejillas y terminaban su transcurso al caer directamente en mi rostro, deseaba tomarlo del mentón y besarlo, pero sería inútil ya que le podría provocar más daño.
Seungri solo miraba sin decir palabra alguna, su rostro podía reflejar asco, no quería vernos juntos pero tampoco nos quería hacer daño, el era una buena persona pero… algo cambio en el. Trate de mantener en orden mis pensamientos, pero termine actuando sin pensar, con las pocas fuerzas que tenia y tratando de tranquilizar mis respiración agitada, eleve ambas manos y tome el mentón
de JiYong y acerque nuestros rostros, nuestros labios se rozaron un poco y el continuaba sin siquiera evitar alguno de mis movimientos, abrí lentamente mi boca y pode notar que el también lo hacía, uní sus labios con los míos en un beso lento pero lleno de pasión, mejor dicho… lleno de amor.
El beso parecía eterno cuando en realidad duro unos segundos, pues ya una segunda bala se había alojado en mi cuerpo, mis horas ya estaban contadas, mi sufrimiento por fin iba a terminar, JiYong volvió a gritar, Seungri tenía una inmensa sonrisa plasmada en su rostro. Intente alejarme un poco de el amor de mi vida pero este lo impidió e incluso me apretó contra su cuerpo, todo parecía un sueño, mi deseo de morir en sus brazos dándonos un último beso se estaba haciendo realidad, yo realmente quería dejar de hacerle daño.
Trate de llamar su atención y él me miro y de ambos labios salió al unisón un sincero…
“Te amo”
La única diferencia es que yo contuve mis lagrimas y los sollozos de el eran muy audible, y me apresure a agregar a la oración anterior…
“Te amo, te amare y nunca te olvidare… porque tú eres lo que siempre quise tener para mí.”
Tan pronto termine de decir aquellas palabras y el llevo sus manos a su rostro y se limpio sus lagrimas, dejando ver un leve sonrojo color carmesí sobre sus mejillas. Mis pupilas ya estaban dilatas, comenzaba a tener un poco de sueño, intente cerrar mis ojos pero tan pronto como pudo JiYong me tomo de los hombros y me sacudió un poco.
-TaeYang… resiste, pronto estaremos a salvo.
- No, JiYong…. Ya es tarde… Debes sonreír.
-¿Cómo carajos quieres que sonría cuando… debí confiar en ti y seguir adelante, luchando contra todo ya que estando juntos seremos menos vulnerables… por favor no me dejes.
-Ji… es lo mejor, promete que serás feliz.
-¡Calla! Tú no sabes nada… estarás bien, te voy a cuidar… pero Tae no cierres los ojos.
-¡Entiende! No quiero verte sufrir.
-Tú jamás me harías sufrir, tú eres la razón de mi felicidad, una felicidad que no encontrare con nadie más… resiste… Taeyang… no te rindas y lucha por nuestro amor.
Todo comenzaba a nublarse ya casi no podía escuchar nada, ni siquiera mi voz en mi propia mente diciendo que despierte… todo se estaba escapando de mis manos por un simple error del pasado…
Continuara…