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Tú... por LatexoHPo

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Notas del capitulo:

¡Uno más! (no sé por qué me recordé a Thor jijijiji)

"Y entonces me dijo que sí".

 Bruce sonrió mientras masticaba su tercer waffle. Para nada una cena con todas sus letras, pero bendito alimento para su estomago. Además no podía reprocharle a Peter el no haber preparado algo más elaborado, finalmente había llegado a casa un poco tarde por haber estado convenciendo a Gwen de salir con él.

 "Sólo ten cuidado", le dijo sin embargo. "Sabes que su padre ha estado preguntando sobre dónde y con quién vives, y el hecho de que sea el jefe de la policía local no lo hace menos peligroso, al contrario. La historia de que somos hermanos ha logrado convencer a los vecinos, pero él tiene otros medios para averiguar la verdad".

 "¿Y no somos hermanos?", preguntó Peter fingiendo una mueca adolorida.

 "Sabes que sí, Pet. Pero…"

 "Lo entiendo", interrumpió el jovencito seriamente. "No te preocupes tanto, Bruce. Mantendremos la historia hasta que sea mayor de edad, y ya no falta mucho. Además me gusta este lugar, creo que es el mejor en el que hemos vivido".

 "Claro. Te gusta el lugar o te gusta mucho la adorable señorita Stacy".

 Peter se sonrojó un poco, pero terminó sonriendo cuando vio la diversión en el rostro de Bruce. Luego miró a Bruce un poco culpable.

 "¿Qué pasa?", inquirió el chico mayor tomando un gran vaso de leche.

 "Mañana… llevaré a Gwen al cine. Quedamos a las seis. Pero podemos ir temprano a alquilar algunas películas. No quiero que estés solo, pero…"

 "Pet", interrumpió Bruce realmente agradecido por la culpabilidad en el rostro casi infantil de Peter. "No habrá ningún problema. En realidad tengo que estar en la Universidad a las siete, otra tutoría".

 "¿Una más? Deberías cobrar, Bruce", respondió el chico un poco molesto. A su parecer abusaban del cerebro de Bruce. Siempre había sido así, y nunca obtenía retribución.

 "Me gusta hacerlo. Y este chico en particular lo necesita".

 "¿Un chico, eh? ¿Y es guapo?", preguntó Peter alzando las cejas.

 "Peter", se escandalizó Bruce.

 Peter sabía perfectamente que a Bruce le gustaban los hombres, y jamás tuvo problemas por ello. Amaba a Bruce porque era su hermano, como un padre, su mejor amigo, una extraordinario ser humano a pesar de todo, y le debía mucho.

 "Sí, es guapo", claudicó Bruce ante la insistencia en la mirada de Peter. Ambos terminaron riendo. "Torpe", concluyó Bruce divertido.

 

---

 

Bajó su mano lentamente, a un ritmo tortuoso para sí mismo. Enseguida la subió, en el mismo ritmo lánguido y retardado. Tenía los ojos apretados, se mordía el labio inferior. En su mente varias imágenes se sucedían: las veces (y no pocas) que había estado bajo el cuerpo de Steve. La manera en la que lo follaba, a veces rudo y a veces suave. Juntos habían aprendido las artes del sexo, el simple placer de la unión de sus cuerpos. Y eran perfectos juntos.

 Tony Stark se corrió con un gruñido casi animal, manchando los blancos azulejos del baño de su habitación. Se quedó mirando cómo resbalaba su semen por la pared mientras recuperaba el aliento. Luego sonrió socarronamente; habían sido buenos tiempos, muy buenos polvos, y estaba completamente seguro de que Steve regresaría arrodillado pidiéndole perdón por ser tan idiota.

 A sus casi veinte, Anthony Stark sabía prácticamente todo de la vida, o al menos era lo que él creía. Creía que Steve regresaría suplicando. Era sólo una etapa del rubio. ¿Por qué molestarse por su estúpido compromiso con Pepper? ¡Era tan absurdo! Sí, quizá se casaría con ella realmente, pero sólo para aparentar. Siempre aparentar. A él no le habría importado gritarle al mundo su bisexualidad, pero Howard había sido claro: o se casaba con una mujer y le daba un nieto para heredar el imperio, o lo dejaría en la calle.

 No era algo que a Tony le importara realmente, no en realidad. ¡Joder! ¡Él era un genio! Podría labrarse su propia fortuna sólo con su cerebro y su carisma. Pero en su mente siempre estaba la mirada de su madre antes de morir, suplicándole no abandonar a Howard, diciéndole que era lo único que tenía y él lo único que a Howard le quedaba de lo que alguna vez fue una familia feliz. Claro, pensó abriendo la llave del agua fría para ducharse de una vez por todas, ¡cómo si Howard hubiera puesto de su parte!

 Era el precio de ser rico, guapo e inteligente, ¿cierto? Nadie era perfecto, y aunque él mismo se consideraba muy cerca de la perfección, su vida no lo era del todo. Se sintió tan aterrado cuando Steve le dijo que se iría al Ejército. ¡No! Steve era suyo, lo fue desde el momento en que posó sus ojos en él. Era suyo, y no iba a permitir lo contrario nunca. Después se sintió tan genial cuando Steve aceptó quedarse un año en la Uni con él (cosa que Tony no pensaba cumplir, se aseguraría de que Steve se quedara toda la carrera). Por eso había peleado con Howard, exigiendo quedarse en Essex para asistir a SHIELD. Si bien era una Universidad con buena reputación, Tony bien pudo ir al MIT o incluso a Harvard, de hecho a cualquier Universidad que se le hubiera podido ocurrir fuera del país, pero Steve no tenía los recursos para darse ese lujo, y en cambio sí la oferta de una beca para SHIELD. La aprovechó y ahora estaban ahí, los dos.

 Pobre Steve, tan crédulo. Tony le quería, sin duda. Su amor era sincero, pero su vida no podía concentrarse en un solo objetivo amoroso. Era tan joven y con la absoluta libertad de vivir una vida loca tal y como a él le gustaba. Había sido un centenar de veces 'infiel', se había escapado muchas más de su relación para acostarse con hombres y mujeres de su gusto, siempre había alguien dispuesto a acercarse a él; ya fuera por su nombre, su riqueza, su galanura o su forma de ser. Claro que Steve había creído siempre que él era único en su vida, hasta que no pudo seguir aparentando.

 Le había explicado al rubio que no era importante. Pepper era su mejor amiga, y no había mentido cuando dijo que Howard había sido quien había concertado el compromiso. Pepper aceptó en un simple acto de amistad. Ella era absolutamente consciente de la personalidad y forma de vida de Tony Stark, era un trato, un buen negocio; ambos aceptando porque así habían sido educados. Él nunca le prohibiría a Pep salir con alguien más, disfrutar su vida, y ella haría lo propio.

 Ahora mismo tenía que planear una estrategia para recuperar a Steve. La táctica de los celos era buena, siempre había funcionado. Sin embargo podía llegar el punto en que Steve ya no cayera con ella. Bien, otra estrategia no caería mal. Lo pensaría detenidamente.

 "¡Stark! ¡Me estoy orinando, cretino! ¡Sal de una buena vez!"

 Tony sonrió al escuchar el grito de James Rhodes, su compañero de cuarto. El tipo era agradable y a él, Tony, le encantaba molestarlo. Era un enorme sacrificio el tener que compartir habitación, así que Rhodey tenía que pagar el precio de vivir con Anthony Stark.

 

---

 

La hermosa chica pelirroja rodó los ojos por… Clint había perdido la cuenta, pero no cejaría en su intento. Le encantaba.

 "Vamos, Romanoff. ¿Qué te cuesta salir conmigo?"

 "Ni siquiera contestaré a eso, Barton. Y déjame en paz de una buena vez, ¿quieres?"

 Clint hizo una mueca de molestia y se posó delante de la pelirroja: la bomba sexy venida de Rusia. Sabía que era absolutamente asediada por todo el género masculino de la Facultad, y había dos buenas razones para ello; vale, toda ella era una razón más que suficiente para asediarla. Pero Clint sabía que la chica era más bien testaruda, feminista y altamente inalcanzable. Ya eran varias veces que había estado en la oficina del director por romperle la nariz a algún completo imbécil que quiso propasarse con ella; pero siempre salía librada porque el acoso sexual era altamente castigado por el director Fury.

 "Sólo quiero invitarte un refresco. Nada más".

 "Así empiezan todos, Barton. Sólo un refresco y después quieren tomar la mano, besar la boca, llevarte a la cama y finalmente desecharte como basura inservible. NO".

 "¡Ni siquiera me conoces!", exclamó Clint con carita de pena.

 "Y no me interesa conocerte. Adiós", respondió adentrándose al edificio de dormitorios de las chicas.

 Clint se obligó a detenerse. Estaba prohibido entrar a ese edificio si tenías un ápendice erectil entre las piernas y si pasaban de las ocho de la noche. Y francamente la cara de sospecha que el decano Coulson le estaba dando en ese preciso momento le instaba a sacar su instinto de supervivencia.

 Bien. Clint Barton 0, Natasha Romanoff… ¿590? Ya ni sabía la de veces que le había rechazado. Resignado, Clint regresó al otro lado del campus para rumiar su humillación. Estaba a dos pasos de llegar a su habitación cuando escuchó unos ruidos muy conocidos. ¡Mierda!

 "Hoy no, Laufeyson. Necesito dormir en mi cama", dijo cuando comprobó que los hacedores de dichos ruidos (obscenos a su parecer) eran su querido compañero de habitación y su, francamente, aterrador novio. Clint se sentía cucaracha cada vez que estaba cerca de Thor Odinson; había sido interrogado cuál criminal por el popular rubio cuando éste se enteró que era él quien compartía habitación con Loki. Tuvo que jurarle y perjurarle que él era hetero, jamás vería a Loki como algo más que un amigo.

 "¿Hoy es la noche de interrupciones?", inquirió Thor fastidiado.

 "De cualquier forma no puedo recibirte hoy, Thor", dijo Loki condescendientemente. "Mañana tienes entrenamiento muy temprano y yo tengo que preparar mi informe para ser parte del club de ciencia".

 "Lo lograrás", dijo Thor con una tierna sonrisa, tocando la frente de Loki con un dedo. "Eres muy inteligente".

 "Sí, todos admiramos la inteligencia de nuestro querido Loki, pero tengo sueño", interrumpió Clint el intercambio amoroso con fastidio. Hombre, que él creía que el amor era bienvenido en cualquier envase, pero esos dos ya le estaban colmando la paciencia con los arrumacos de los que tenía que ser testigo día sí y día también. "Tu novio es genial", agregó con falso entusiasmo cuando Thor le miró molesto.

 Al fin Loki y Thor se despidieron con un beso (Clint rodó los ojos). Ambos estudiantes de primero se internaron a su habitación.

 "¿No te dije que limpiaras este desastre?", exclamó Loki cuando vio la misma horrible y sucia montaña de ropa en el lado del castaño.

 "¡Oye! No eres mi mamá. Además tenía cosas más importantes que hacer".

 "¿Ah, sí? ¿Cómo perseguir cual perro faldero a la rusa? ¿A qué número de rechazos llegaste esta vez?", inquirió Loki con una sonrisa socarrona.

 "Púdrete, Laufeyson", le gritó Clint aventándole un calcetín sucio que dio justo en la cara del pelinegro.

 "¡Eres asqueroso, Barton!", gritó Loki antes de abalanzarse hacia Clint y hacerle tragar su apestosa prenda.

 

---

 "¡Gol!", gritó Steve emocionado cuando el balón atravesó las redes una vez más sin que el portero pudiera hacer nada.

 Thor Odinson dio por terminado el entrenamiento dando un silbatazo.

 "Bien hecho, Rogers. Estás en el segundo equipo", le dijo casi con indiferencia, pero a Steve no pudo importarle menos.

 ¡Oh, sí! Su vida comenzó a mejorar desde la noche anterior, cuando Bucky le dijo que tenía otra oportunidad. Había llegado al campo incluso media hora antes, temeroso de que fuera otra broma, y de muy mal gusto, de su amigo. Para su alivio, Odinson ya lo esperaba junto a Logan Howlett, hijo del entrenador y portero oficial del equipo de fútbol de la Universidad.

 "Muchas gracias, Thor. De verdad, gracias", se apresuró a decir.

 "Eres bueno. No lo desaproveches. Hay entrenamiento todos los días menos los miércoles. Los viernes los ocupamos más que nada para preparar la táctica de los partidos de los sábados. Estamos a media temporada, como bien sabes, pero siempre es bueno tener repuestos disponibles", contestó Thor.

 "Estaré aquí el lunes a primera hora".

 Thor asintió y se alejó junto a Logan para guardar los balones que habían ocupado.

 Steve sonreía de oreja a oreja.

 Cuando al fin dio la hora para ir a su tutoría estaba de muy buen ánimo, incluso no le importaba tener que pasar una hora y media con Banner y su rareza. Lo encontró de camino a la Facultad cuando él ya había emprendido el camino.

 "Qué puntual", le dijo Steve cuando lo alcanzó.

 Bruce dio un pequeño bote al sentir la presencia de Steve a su lado. Venía totalmente distraído, pensando en la manera de conseguir un poco de dinero extra para pagar el alquiler de su casa. No tuvo corazón para negarle a Peter los cincuenta dólares que le pidió; era su primera cita con Gwen y el dinero no tenía que significar un problema. Lamentablemente sí lo significaba. Bruce tenía beca completa en la Universidad, lo que costeaba prácticamente los enormes gastos en libros y material. Tenía también un empleo de a pedido en un pequeño laboratorio en la ciudad, pero estaban de vacaciones y por lo tanto se había tenido que apretar el cinturón para pagar la colegiatura de Peter y sus gastos comunes. Peter también ayudaba mucho con su empleo de medio tiempo en el supermercado, pero Bruce rara vez le aceptaba su sueldo. Era el trabajo de Peter y ese dinero era suyo nada más. Tenía una semana para conseguir el dinero y no veía cómo.

 "Hola, Steven", saludó cuando realizó que era el rubio el que caminaba a su costado. Se obligó a devolver la sonrisa que adornaba los labios de Steve.

 "¿Te asusté?"

 "No… estaba distraído, es todo".

 Steve iba a hablar otra vez cuando su mirada viajó a la escena frente a él. En medio del camino a la entrada de la Facultad había un pequeño corro de gente, gritando y alabando a alguien, había también cámaras y flashes. Steve abrió ligeramente la boca, porque el centro de atención era Tony, Tony y su 'novia' devorándose. ¿Eso era la prensa? ¡Pero qué demonios…!

 "Ese cretino".

 Steve y Bruce se giraron para ver a Bucky Barnes, sonriendo con malicia.

 "Llamó a la prensa para dar a conocer su compromiso a la sociedad que le besa el culo a él y a su padre. Y claro, el director Fury aceptó encantado los millones que pagó para mejorar las instalaciones de SHIELD. Tendrán que buscar otro camino".

 "No lo creo", dijo Steve con los dientes apretados cuando vio perfectamente que Tony le miraba a lo lejos mientras sonreía, besaba y abrazaba a Pepper. Así que era otra estúpida táctica para enfurecerlo. Pues bien, Steve también podía jugar sucio, ¿cierto? "Nos vemos después, Bucky", le dijo a su amigo con una enorme sonrisa que hizo fruncir el ceño a James.

 Steve respiró hondo, pero la adrenalina recorría su cuerpo y, sin pensar, tomó la mano que Bruce tenía libre (en la otra apretaba un grueso fajo de papeles). No estaba pensando coherentemente, eso era definitivo.

 "Steven, ¿qué haces?", preguntó Bruce con verdadera sorpresa.

 Pero Steve no lo escuchó o fingió no hacerlo. Prácticamente lo jaló para obligarlo a caminar, sin soltar su mano y en un momento dado entrelazando sus dedos. Bruce agrandó los ojos ante el contacto. ¿Qué mosco le había picado al rubio?

 "Si pueden disculparnos, por favor. Hay gente que no pierde el tiempo en frivolidades y sí viene a esta Universidad a estudiar", dijo Steve en un tono lo suficientemente alto para que la gente que estorbaba el paso se callara. Y lo mejor, logró la atención de Tony y Pepper.

 Tony dejó de sonreír cuando vio el contacto de las manos de Steve y el nerd de Banner. Pepper sin embargo se veía un poco avergonzada.

 "Lo siento mucho, Steve. Tal vez podamos ir a otra parte", le dijo a los presentes con una sonrisa más falsa que un billete de tres dólares.

 "¡Por supuesto!" agregó Tony rehaciendo su sonrisa petulante. "Hay gente sin vida social que necesita refugiarse en los libros para no sentirse tan miserable. Amigos y amigas, mi adorable prometida tiene razón, podemos ir a un mejor lugar para comenzar con las preguntas".

 La prensa y los estudiantes chismosos que estaban ahí rieron ante las palabras de Tony, pero se hicieron a un lado para abrir camino.

 Steve alzó una ceja, mirando de mal modo a todo el mundo. Bruce estaba muerto de vergüenza. ¿En qué momento se metió a un mundo paralelo? Ni siquiera pensó mucho en el hecho de que Steve no lo había soltado y aún tenían los dedos entrelazados. Al fin Steve caminó, volviendo a jalarlo para que estuviera a la par de sus pasos fuertes y apresurados.

 Cuando al fin estuvieron dentro del edificio, Bruce miró de reojo a Steve. Se veía molesto… no, furioso.

 "Eh… ¿Podrías soltarme, Steven?", se aventuró a preguntar mientras seguían caminando.

 Steve se detuvo de pronto, como si le hubiera arrollado un tren. Miró a Bruce y luego sus manos entrelazadas. Lo soltó con brusquedad. Soltó un largo suspiro para intentar tranquilizarse. No, no debía perder el control cada vez que Tony hiciera alguna estupidez como la que acababa de hacer. Y mucho menos aprovecharse de otros, en este caso Banner. El pobre Banner raro y tímido que tenía las mejillas absolutamente coloradas.

 "Lo siento, Bruce", se disculpó dispuesto a concentrarse en la tutoría. Ya lidiaría con sus problemas personales después. "Perdí la cabeza, en serio lo siento".

 Bruce sólo asintió. Steven le había llamado por su nombre y ahora sentía su cara arder.

 "Es sólo que… me molesta la gente como Stark, siempre alardeando y…"

 "Está bien", interrumpió Bruce confundido. Hasta hace unas semanas había visto a Steve y Stark pegados como chicle en la clase de Física, y ciertamente la reacción del rubio parecía más bien… un arranque de celos. ¿Sería que ellos…? "¿Ya estás listo para la tutoría?", preguntó un poco reluctante.

 "Sí", respondió Steve un poco cansado. "Ya es hora de ponernos a lo nuestro, ¿cierto? Y necesito despejarme".

 Ambos se dirigieron al aula.

 

---

 ¿Banner? ¿En serio? ¡¿Banner?! Tony se sorprendió riendo a carcajadas mientras se llevaba una cerveza a la boca. El numerito con la prensa había salido a las mil maravillas. No sólo le callaría la boca a Howard que había estado jodiendo para que diera una conferencia sobre su compromiso. También había escalado un paso más en su ya logrado camino de fama entre la comunidad estudiantil. Pero Steve, Steve había sido lo mejor. Sus ojos llenos de furia, su arranque de celos sin neuronas, porque claro, agarró lo primero que vio y eso había sido el idiota de Banner. Pobre chico raro.

 Por supuesto, un tipo como Banner no podía compararse mínimamente con alguien como él. Banner era insignificante, un bichito de cerebro privilegiado pero nula personalidad. Jamás, jamás podría competir con Anthony Stark. Pero el juego había comenzado, y se antojaba muy divertido.

 Steve tendría su lección, ya después le haría rogar por él.

 

Notas finales:

Vale... ¡Soccer! Sí, en este fic hay soccer!!! Por eso también me gusta =)

Me sabe muy raro que Tony y Bruce no sean Science Bros, pero ya verán que pasa con ellos. ¡Oh! Por favor no se hagan una idea apresurada  de Tony en este fic, tiene su razón y no es tan malo como pinta. Bueno... un poquito. Y ya, no sigo soltando la lengua xD

Muchas gracias por leer!

Látex.


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