Narra YongGuk
Hoy tenía reunión con la tipa que me dio a JunHong, la verdad no la quería ver ni en pintura y como no, si era una perra arrastrada que se dejaba ensuciar sus manos por el cochino dinero, que por el cual, por suerte, estoy colmado, de lo contrario no me habría dado a mi pequeño, y quien sabe donde la muy puta lo hubiese llevado. Por otro lado estaba JongUp, no se quien rayos es, solo tengo una baga descripción hecha por Jun, pero si ese desconocido era importante para mi niño no dejaría que nada malo le pasara. Deje a Zelo con Haime pero esta vez me asegure de que no viniese a hacer travesuras, diciéndole a mi mayordomo que lo llevase al parque que queda a media hora de aquí en auto, por lo menos se que aun escapándose no va a lograr escuchar la fatídica conversación que tendría con la señora esa. La razón de la reunión aun no la se pero nada bueno debe de traer esa mujer de seguro quiere más dinero o algo por el estilo. Me senté en mi oficina a esperar hasta que una de mis mucamas entro para avisarme de que la señora Rosaura ya había llegado. El simple hecho de escuchar a su nombre ser pronunciado me daba nauseas; además siempre creí que las mujeres tenían una gran belleza por naturaleza o su simple forma de ser, claro nunca superior al de mi rizado, pero si le guardaba bastante respeto en ese aspecto, pero esta tipa no solo era grotesca si no también horrenda no le veo nada que valga la pena en su ser y eso es triste. Salí de mis pensamientos cuando escuche a mi mucama Nanci preguntar:
- ¿La dejó pasar? mi señor - Preguntó ella.
- Si, si claro, hazla pasar, Nanci - Respondí.
- Con su permiso, ya se la hago llegar - Se retiro sin decir mas y haciendo una leve reverencia. En cuestión de segundos escuche como se habría despacio la puerta de la habitación en donde me encontraba y observe como entraba el perfecto personaje sacado de una película de terror... Rosaura...
- Buenos días Rosaura, tomé asiento - Exclame muy seriamente, no estaba de humor. Por lo general yo siempre era así, hasta que llego Zelo, el me hizo sacar el lado amable, con sentimientos que creí no tener, en tan poco tiempo ese pequeño niño se había convertido en mi todo, en mi único y verdadero amor y no permitiría ni siquiera que esa tipa lo volviese a ver en toda su maldita vida, el ahora ¡era mio y solamente mio, de nadie más!. La susodicha obedeció sentándose frente al escritorio en donde me encontraba -¿ A que se debe su grata visita? - Le pregunte con la sonrisa más hipócrita que había gesticulado en mi vida.
- Es para hablar de JunHong - Dijo aunque era algo obvio.
- ¿Cuál es el problema? - Pregunte al fin.
- Pues... Vera hay ciertos requisitos que usted debe de cumplir, para que la vida del joven Choi sea más optima - Respondió.
- ¿Cómo qué? - Volví a preguntar.
- Como estudiar, JunHong necesita entrar en una primaria cuanto antes y pues completar sus estudios, obtener un titulo universitario en un futuro - Respondió la señora.
- ¿Con qué finalidad?... - Musite más serio que antes... Si eso era posible...
- Pues de que JunHong algún día pueda trabajar y ya no dependa de usted - Exclamo.
- Me imagine que diría algo como eso... Y para que, no lo necesita, yo lo puedo cuidar y colmar de cuanto cosa necesite o quiera solo por capricho, para toda la vida - Recalque.
- Pero piénselo mejor señor Bang, y si algo malo le pasa Dios no lo quiera y pierde la vida...
- Todos mis vienes irían directamente a JunHong, y con eso es más que suficiente como para que se mantenga el y a cinco generaciones más con todos los lujos que quisiesen - Interrumpí rápidamente.
- Y si JunHong se enamora y quiere crear una familia que es lo más probable que pase, que ¿usted va a traer a su futura mujer e hijos a su casa y los mantendrá también? - Exclamo algo alterada, esas ultimas palabras me habían atravesado el pecho como cuchillos, tan solo el hecho de pensar a mi pequeño lejos de mi agarre me perturbaba demasiado y más aun amando a otra persona que no fuese yo, de tan solo pensarlo se me empezó a erizar la piel y darme unas terribles ganas de vomitar, el estomago lo tenía revuelto. Mire con rabia a Rosaura.
- ¡Por Dios es tan solo un niño y ya me esta hablando sobre títulos universitarios y esposas embarazadas! De quien cree que esta hablando ¿de un adolescente?... ¡Es mi niño! - Exclame enojado.
- ¡Es tan solo prevenir señor Bang! ¡así que por favor cálmese!... Que todo lo que le estoy diciendo es tan solo la realidad de lo más probable que pasara en un futuro cercano con respecto a JunHong, así que hay que ser precavidos, la primera regla de un representante legal como lo es usted del joven Choi, es siempre mirar el buen provenir de su protegido, así que nosé ¿porqué le da tantas vueltas al asunto? Si es por el bien del señorito - Finalizó aquella mujer. Claro que tenía mis razones para estar como estaba, y si volvían a ser crueles con mi pequeño esos demonios que tendría como compañeros y si se enamora en verdad de una niña hermosa que es como Dios manda... Tenía muchos pensamientos enredados ahora mismo en mi cabeza, pero tenía que darle una respuesta a esa tipa si no, no me dejaría en paz... No tenía opción...
- Esta bien... Lo inscribiré en la misma escuela en la que estudie yo, The Sayeicy High School - Acepte con un sabor amargo en la boca.
- Pero esa es la academia estudiantil más prestigiosa del país, incluso siendo el alumno más aplicado que hubiese le costaría entrar y mucho más si estamos a mitad de curso ningún instituto con algo de prestigio lo aceptara, por lo menos no así como así y JunHong necesita empezar cuanto antes - Recalco Rosaura, sonreí.
- Ja, ja, ja, me extraña que después de todo lo sucedido con usted aun no sepa lo que soy capaz de hacer por JunHong - Musite con algo de hipocresía.
- No entiendo... ¿A que se refiere?... - Musito con la cara más santa del mundo, ¡Si claro!
- Por favor, Rosaura, no nos hagamos los estúpidos aquí... JunHong entrara a la academia de la misma forma en la que usted termino entregándomelo... Dejándose ensuciar sus cochinas manos... - Rosaura enarco las cejas en claro gesto de enojo, pero a mi me interesaba poco total esa era la verdad - Ya sea a través de mi dinero o estatus social, pero le aseguro que JunHong estará registrado en poco tiempo ahí... - Finalice.
- Correcto, señor Bang - Dijo resignada.
- ¿Algo más? - Pregunte con desdén.
- Si pues... - Hay no aun continuaba la pesadilla, tome aire y suspire, preparándome para lo siguiente, pero nada me podría haber preparado para lo que me iba a decir Rosaura... - JunHong necesita una nueva madre...
- ¿Qué?... ¿Esta loca o qué?... ¿Cómo que mamá?... - Estaba atónito, madres nuevas, ahora si que lo he visto todo...
- Me refiero a que JunHong necesita ver una imagen femenina en su entorno, alguien que lo haga sentir seguro y querido, que solamente el amor de una madre puede dar - Explico la señora.
- ¡YO LE DOY A JUNHONG ESO Y MUCHO MÁS, USTED NO SABE CUANTO YO LO ADORO! - Exclame ya exaltado, esa mujer ya me había sacado de mis casillas.
- No lo dudo, señor Bang, pero yo no me refiero a eso, esta demostrado científicamente por psicólogos que un niño y adolescente necesita tener una clara imagen de madre y padre en su entorno para crecer con un buen desarrollo psicológico - Musito la tipa.
- Y que planea que resucite a su madre... - Replique.
- Yo lo que propongo es que usted debe de tener alguna relación amorosa - *(Si con Zelo)* pensé - Y pues esa chica puede ser como una madre para el pequeño...
- Que planea que también entable una relación falsa por sus estúpidas supersticiones...
- No tiene porque ser falsa usted puede enamorarse de esa persona además un buen ambiente entre padre y madre fortalece como usted no tiene idea la mentalidad del pequeño, así que piénselo es por el bien de JunHong, de nadie más, además usted cree que me estaría calando toda esta discusión con usted por hobby, pues para su información no, no me agrada para nada, solo lo hago por el bien del muchacho, yo se que todo esto es muy importante...
Esas ultimas palabras me hicieron dudar, ya que yo nunca tuve un buen ambiente familiar, ni siquiera considero que alguna vez tuve una familia de verdad; mi madre, una actriz fracasada que nunca llego a nada y descargaba sus frustraciones conmigo atormentándome día y noche haciéndome pensar por muchos años que mi existencia era una desgracia, y si era por parte de mi papá, simplemente la relación casi era nula, todo para él era, trabajo, trabajo, trabajo, ah y trabajo, nunca había un condenado tiempo para mi en su agenda. Mi crianza fue de persona en persona, de instructor en instructor, esto tan solo fue una de las razones por la cual me había vuelto tan frío con la gente. Yo no quería por nada del mundo que a mi tesoro le pasara algo parecido a lo mio, nunca me lo perdonaría yo haría lo que fuese porque a mi niño no le faltase nada y si para aquello tenía que fingir no amarlo con cada fibra de mi ser, repeler ese sentimiento que casi parecía controlarme para fingir amar a otra persona, a una mujer, a alguien que pudiera llenar el puesto de madre que en estos momentos se encontraba vació en la vida de mi niño... Suspire algo triste, decepcionado y sobre todo... resignado...
- Entendido... - Musite con voz suave.
- Me alegra que haya entendido señor Bang... Ya se me ha hecho tarde, tengo otras reuniones con otros clientes así que ya habiendo llegado a un acuerdo con usted, mi trabajo aquí ya esta hecho, así que sin más preámbulos me despido, si necesita algo aquí le dejo mi tarjeta con mi numero, no dude en llamarme si algo pasa... Que tenga un buen día señor Bang... Adios - Musito Rosaura abandonado la habitación y posteriormente la casa, pero yo no me había movido ni un solo milímetro, estaba aun analizándolo todo...
- Haré todo lo posible por encontrar a la persona ideal... - Musite muy bajo, sin poder seguir reprimiendo unas cuantas lagrimas que se desbordaron de mis ojos... Yo solo quería que mi niño fuera feliz, que lo tuviera todo y yo haría lo que fuese porque fuese así... Aunque eso me costara mi propia felicidad... Estaba dispuesto a pagar cualquier precio por él y solamente él...
Sequé mis escurridizas lagrimas y empece a buscar entre mis antiguos contactos de mujeres que se volvieron locas conmigo, la cual era bastante larga, al parecer les era muy atractivo y un buen partido para cualquiera, no lo dudo, pero ninguna me interesaba... y justamente encontré a la indicada... Ahora solo me falta convencerla de que quiero algo con ella y bueno todo ira fluyendo, no me sería tan difícil...
Narra el Narrador
YongGuk se levanto de su asiento, agarro su chaqueta, subió a su auto y agarro su teléfono celular, llamando rápidamente a uno de sus contactos más usados...
Llamada:
- Hola Haime, ¿Como va todo? ¿Como esta Zelo?
- Bien mi señor, todo ha ido de maravilla.
- Me alegra, pero necesito que te atrases un poco más con Zelo.
- ¿A que se debe mi señor, tal acción?
- No tengo tiempo de explicarte Haime, te cuento después, solo llévalo a alguna heladería que se encuentre algo lejos y métete en el camino más largo con la tranca más embotellada que halla.
- Yes, sir - Entre eso se escucho una bocesita que pedía a gritos hablar con el mayor. YongGuk al escuchar aquella voz angelical sonrió.
- Dile que lo amo, Haime, que pronto lo veré y que yo lo extraño más...
- En seguida mi amo, cuídese y no intente cosas locas.
- Descuida Haime, cuídalo, te llamo luego...
Fin de la llamada
Haime obedeció, tardo de más como unas 5 horas como mínimo, para luego llevar por fin al niño a casa. Una vez que llegaron Zelo no podía aguantar las ganas de ver a su Gukkie, de abrazarlo, tocarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo quería... Estuvo aguantándose las ganas de probar los dulces labios del mayor todo el día y ahora simplemente ya no se aguantaba más estaba emocionado... Empezó a buscar al mayor por toda la casa gritando su nombre hasta que escucho respuesta...
- Aquí estoy Zelo- Musito el mayor. JunHong estaba de espaldas del mayor así que se volteo dispuesto a salir corriendo a abrazarlo, pero cuando se dio la media vuelta vio como una mujer que aparentaba la misma edad de YongGuk estaba en el puesto en donde le correspondería en estar en estos momentos al menor, rodeándolo por la cintura en un posesivo abrazo con una sonrisa satisfactoria en su rostro. Zelo tenía un rostro de enojo, dentro de la mente del menor sólo pasaba algo... CELOS... no le agradaba que alguien más además de él estuviese tan junto de su Gukkie...
- ¿Quien es ella, Gukkie? - Pregunto el menor.
- Ella es Song JiEun... Mi novia, Jun... - Respondió Bang.
Zelo sintió múltiples apuñaladas en su frágil corazón... No entendía muy bien el porque, pero quería hacer dos cosas en ese mismo instante, cualquiera de las dos servia... morirse... o... matar a la mujer que rodeaba a su Gukkie...
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