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De Libros a SEXO [MinJun] por SamStarElf

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Notas del capitulo:

Hola linduras... al fin tengo tiempo de actualizar... espero que la otra semana tenga posibilidad de subir otro capo...

 

Será mi regalo para navidad XDDD

 

ENJOY!!!

POV Hyung Jun

 

-Vamos Jun… ¿Por qué te demoras tanto? –se escuchó el grito de Victoria.

 

-¡Voy! –respondí desde el primer piso.

 

Me encontraba en mi habitación, arreglando mi equipaje. Hoy era el día en que iríamos a visitar a mi abuela en su casa a las afueras de Seúl. Después de cuidar a su amiga decidió vivir allí con la excusa de que deseaba disfrutar la tranquilidad del campo. Además puso de excusa que necesitaba independizarme y vivir mi vida fuera de su manto, estuvo a favor de que Min viviera conmigo, aun no sé si sospecha de la relación que mantengo con JungMin pero no dudaría que ya lo sepa, mi abuela suele ser muy perceptiva.

 

Aprovechando los días libres que teníamos en la Universidad iremos a visitarla junto con Kyu, Victoria y JungMin. Mi idea era ir yo solo, luego de decirle eso a Min él se empeñó en ir conmigo, a su vez se enteró Kyu y se unió a nosotros, después de eso Victoria lo supo y decidió acompañarnos. Según ella quiere evitar cualquier percance entre Min y yo.

 

-baby… ¿Qué tanto empacas? –replicó Min. Él se encontraba sentado en mi cama con una pequeña bolsa en su regazo, mientras yo permanecía sentado en el piso intentando que todo entrara en mi maleta.

 

-mis cosas… que se supone que lleve…

 

-son solo 3 días, no 3 semanas.

 

-no me molestes. Mejor ve abajo e intenta tranquilizar a Victoria… ¡Sí! –exclamé cuando el broche cerró.

 

Iba a levantarme pero JungMin se encontraba detrás de mí sujetando mis hombros, podía sentir su respiración chocar contra mi nuca.

 

-baby… porque tanta ropa. –besó mi cuello. –no la necesitarás si estás conmigo.

 

-mm~~ Minnie… iremos a visitar a mi abuela… no a tener sexo en su casa.

 

-y quién hablo de hacerlo en su casa… hay tantos lugares fuera de ella. –su mano de deslizo dentro de mi camisa acariciando mi abdomen hasta llegar a mis pezones.

 

-Ah~ de… ten… te… -sus dedos se movían mágicamente, apretando y masajeando mis pezones. Él sabía qué hacer para que yo perdiera mi cordura.

 

-seguro~ -mordió la piel de mi hombro.

 

-ngh~~

 

-me encanta tu voz… es tan caliente escucharte gemir.

 

-¡Jun! –tocó la puerta Kyu. –Victoria empieza a ponerse histérica. –habló aun fuera.

 

-yo creo que ya lo está. –murmuró Min.

 

-suel… suéltame. –me aparte tomando rápidamente mi maleta y saliendo del cuarto.

 

-estoy listo Kyu. –sonreí intentando que no se percatara de mi muy seguro rubor.

 

-lo veo. Te ayudo con tu equipaje.

 

-si…

 

-no te molestes. Yo me encargo. –Habló Min a mi costado, tomando mis malestas y bajando las escaleras.

 

-no cambiará.

 

-creo que nunca lo hará Kyu. Sigue pensando que entre nosotros puede haber algo.

 

-¿Qué?

 

-es algo sin sentido. –dije mientras bajábamos. –el piensa que yo te gusto. –reí.

 

-Eh! Si es… improbable.

 

-lo sé. Pero en su mente no lo és.

 

-¡Vamos! –gritaba Victoria cerca de la camioneta del padre de Kyu.

 

-¿Victoria manejará? –pregunté asustado.

 

-¡Claro que no! La última vez que condujo casi nos mata en el camino. –dijo Kyu igual de asustado por esa posibilidad.

 

-aun tiemblo solo de pensar en ese día Kyu.

 

-lo sé. Aun dudo que su licencia sea legal.

 

 

.-.-.-.-.-

 

 

El viaje fue tranquilo. El que condujo al final fue Kyu, a pesar de la objeción de Min. El recorrido duró unas 4 horas. Nos adentramos a un pequeños desvio rodeado de varios árboles, divisando algunas casas en la orilla del carretero.

 

Luego de 30 minutos llegamos al lugar. Era muy agradable. La casa era muy grande, tenía 3 pisos, la gran puerta de madera a la entrada contrastaba con el violeta de las paredes. Las ventanas eran muy amplias, cada una tenía un pequeño balcón frente a estas. Había un gran árbol que cubría la parte delantera de la casa y  del pequeño vivero de vegetales.

 

-¡Llegamos! Pueden bajar. –anunció Kyu estacionándose.

 

Apenas salimos del auto, abuela apareció saliendo del vivero con un enorme sombrero y gusntes de jardinería, vistiendo un vestido rosa pálido.

 

-¡Abuela! –saludé moviendo mis manos.

 

-Junnie cariño. –saludó ella acercándose a nosotros.

 

-hola abuela  ¿Cómo has estado? –pregunté.

 

-de maravilla cariño. Cada día que te veo estas más guapo. –apretó mis mejillas sonriendo.

 

-abuela… -me quejé.

 

-Oh vamos cariño! Es la verdad. –me regaño. Oh! Hola JungMin. –caminó hacia Min abrazándolo. –tú también has embellecido cariño.

 

-yo siempre estoy atractivo abuela. Mi belleza no se opaca. Igualmente usted parece embellecer a cada día. –Min besa su mano.

 

-ves Junnie. ¿Por qué no tienes un poco de su actitud? –reclamó mi abuela señalando a Min.

 

-si todas las personas fueran como JungMin, estoy seguro que en poco tiempo el mundo llegaría a su fin. –salió del auto Victoria. –su ego no dará espacio para tantas personas.

 

-Victoria… no digas esas cosas cariño. Oh! KyuJong. ¿Cómo te fue en tu viaje a Estados Unidos. –preguntó abrazando a los dos.

 

-muy bien abuela. ¡Ganamos!

 

-eso no estaba en duda cariño.

 

-papá te lo mencionó.

 

-no deja de presumir a su fantástico hijo incluso a su madre. Está muy orgulloso de ti cariño.

 

-eso no durará mucho. –la voz de Kyu sonaba triste.

 

-¿Por qué? –pregunté acercándome a Kyu.

 

-hablemos de eso luego. –forzó una sonrisa. –todo es muy lindo. –dijo alejándose de mí. –pero no sería mejor entrar. –cambió de tema volviendo a sonreír pero esta no se reflejaba en sus ojos.

 

Entramos y la abuela nos sugirió acomodarnos en las habitaciones. JungMin propuso dormir conmigo en la habitación que se encontraba en el tercer piso. Ahí solo había una sola habitación, poseía dos camas y su propio baño, era como un mini apartamento. La decoración era muy rústica acorde con el lugar.

El segundo piso tenía 3 habitaciones, una era utilizado como salón donde había un piano y la otra la ocupaba mi abuela, la habitación a lado de esta se encontraba disponible. En el primer piso estaba el comedor, la cocina y la sala, además de otra habitación que tenía vista al vivero.

 

-no irás. –Victoria intervino. –Jun duerme conmigo.

 

-Victoria. No creo que sea correcto que duermas con Jun. –hablo mi abuela. Aun seguíamos en la sala con todas nuestras maletas.

 

-abuela… -replicó Victoria.

 

-yo dormiré con Jun. Ya lo hemos hecho antes. –propuso Kyu.

 

-¡No! –gritó Min.

 

-¿Qué ocurre con ustedes? –preguntó mi abuela. –si esto no termina… -colocó sus manos en la cadera con intención de enfatizar lo que decía. –no sé qué me están ocultando, pero no seguiremos discutiendo en la sala. –Jun. –me señaló a mí. –duermes en la habitación del segundo piso continua a la mía. –Kyu. –lo señalo. –duermes en la habitación de este piso. Sigue adelante y la puerta de color verde es la de tu habitación. Victoria. Tu ve al último piso. Eres una chica y necesita espacio y privacidad. Ahora que esperan. Vayan a instalarse y bajen en media hora. La cena estará lista para ustedes.

 

Cada uno recogimos nuestro equipaje y nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones.  Entre a la mía dejando mis maletas sobre la cama y revisé el lugar. Las paredes eran de color marrón. Había un pequeño librero cerca del gran ventanal a lado de la cama, camine hasta llegar a este abriendo las enormes ventanas corredizas, afuera había un pequeño balcón. Salí disfrutando del aire que corría, disfrutando del paisaje. Desde aquí se veía la carretera por donde vinimos,  además de las montañas y un hermoso bosque que contrastaba con el azul del riachuelo que emergía desde lo alto de la montaña.

 

-disfrutando del paisaje baby. –salté alejándome del balcón. Volteé a ver a Min. Si porque él era el único que me llamaba baby.

 

-M… Min… Qué ¿Por qué estás aquí?

 

-quería verte.

 

-me has visto hace unos minutos.

 

-debo ser más concreto. –se acercó a mí, volteando mi cuerpo a su posición original. –mi consejo es que te sostengas fuerte del barandal.

 

-¿Por… Por qué?

 

Sentía mi espalda chocar contra el pecho de Min. Colocó su mentón en mi hombro repartiendo ligeros besos por mi cuello.

 

-Mi… Min…

 

-es tan hermoso el paisaje desde aquí.

 

-mmm… JungMin…

 

-míralo… -concentré mi vita en el hermoso manto verde de naturaleza que desaparecía en el horizonte.

 

Su mano se deslizó a mi pantalón desabrochándolo. Metió su mano, acariciando mi miembro sobre el bóxer.

 

-ngh~~ -no me había percatado de que me encontraba tan excitado hasta ahora.

 

-Shh!!  No queremos que nadie nos escuche baby~

 

-mm… M… Min… Ah~~ -mordí mi labio inferior para evitar gemir. JungMin bajo mi bóxer masturbándome, acariciando con cuidado el glande hasta llegar a mis testículos. Continúo con un movimiento lento y torturador. Me empujaba hacia su mano para que acelerara el ritmo, pero al parecer eso no estaba en sus planes.

 

-sabes… baby… quiero probar una teoría.

 

-mmm…

 

-es muy simple. –Min detuvo sus movimientos. Bajo mis pantalones hasta los tobillos. –serás capaz de correrte sin que te toque la polla.

 

-¿Qu… Qué?... Ah~~

 

JungMin me tomo de la cadera empujando mi espalda hacia abajo, separando mis piernas.

 

-Min… ¿Qué pretendes hacer?

 

-no escuchaste. Quiero probar mi teoría.

 

-eso es imposible. –lo miré sobre mi hombro.

 

-porque estás tan seguro.

 

-lo leí.

 

-No. No. No. Baby. Los libros no lo saben todo.

 

-los libros. –mis piernas casi me fallan y hubiera caído de no ser porque me mantenía sujeto en el barandal.

 

JungMin había separado mis glúteos y deslizado su lengua por mi entrada. Recordaba que lo había hecho una vez pero ahora sentía cada caricia más intensa.

 

-c… como… Ah~

 

Un dedo ingreso en mi sin dejar la estimulación de su lengua. ¡Oh Dios! eso se sentía increíble. Mi cuerpo se volvió más sensible, no sabía que esa parte de mi cuerpo fuera tan erógena, cada toque y caricia me llevaban al límite.

 

-Min… Min… Ah~~

 

Al parecer la teoría de Min sería cierta. Cuando empezó a estimular con sus dedos mi próstata, apretando con cada lamida aquella glándula de placer.

 

-córrete para mi baby~

 

-Ah~~ -mi cuerpo se contrajo mientras tiras de color nácar salían disparadas de mi pene, manchando las rejillas del barandal. Mis piernas fallaron, quedando arrodillado, apoyando mis manos sobre mis piernas. 

 

Hice el intento de levantarme cuando sentí que Min me alzaba haciendo pasando su brazo por mi pecho para mantenerme sujeto a su cuerpo. Mi aliento quedo atrapado en mi garganta cuando sentí a Min penetrarme de una sola estocada. Sus penetraciones eran frenéticas, su respiración pesada. Tomo una de mis piernas con su brazo libre y la alzo hasta que llego a mi pecho, mis pies se apoyaban ligeramente en las barandillas del balcón. No entendí porque lo hacía hasta que sentí como se adentraba aún más en mí, llegando hasta el fondo, haciéndome sentir tan lleno y tocando con cada empuje mi punto dulce.

 

-sa… sabes… -susurró con una voz ronca. –tengo… otra… teoría.

 

-Ah~~

 

-cuantas veces serás capaz de correrte.

 

-no… tu… no piensas… Ah~

 

-no… pienso que… -soltó el agarre de mi pecho volviendo a apoyarme en el barandal. –tu siempre dices que los libro lo saben todo. –empezó a masturbarme. –mi teoría es probar lo que dicen.

 

JungMin aceleró sus embestidas al tiempo que me masturbaba. –vamos… baby... juntos… ahora dilo~

 

-te amo~ -pronuncié.

 

-te amo. –repitió mientras le sentí tensarse seguido de un gemido de su parte anunciando su culminación junto con la mía. Sentía como llenaba mi interior aplazando mi orgasmo.

 

Recuerdo que desde la primera vez que le dije que lo amaba mientras teníamos sexo, él lo tomó como una rutina y hace muy poco él empezó a decirlo junto conmigo.

 

Nos quedamos en silencio por varios minutos. Min me ayudo a bajar mi pierna que se mantenía en el barandal haciendo que quedara en mis dos pies, pero Min aún seguía en mi interior. De repente le sentí moverse de nuevo.

 

-M…Min…

 

 

-la última.

 

-q… que… quieres… matarme…. –apenas puedo hablar. Me siento muy cansado. Giro mi rostro para verlo.

 

-no baby… pero… no sé cuándo podremos volver a estar juntos… el que morirá seré yo si no te siento baby… -intenta hacer un puchero.

 

-… bien. –suspiro.

 

Sí. Definitivamente moriré por exceso de actividad sexual.

 

 

 

POV Jung Min

 

-¿Por qué tardaron tanto? –pregunta la abuela de Jun cuando entramos al comedor. Al parecer todos se encontraban disfrutando de la cena.

 

-…abu…

 

-estábamos arreglando las cosas de Jun. No se imaginan cuanto trajo solo para 3 días de estancia aquí. –lo abrace dándole un pequeño beso en la mejilla. –baby es más precavido que cualquiera. Creo que incluso Victoria no trago tanta ropa como él.

 

-mi niño siempre ha sido así. –dijo abuela sonriendo con tristeza. –desde el…

 

-desde qué… -pregunté.

 

-nada… no es nada. –pronunció baby.

 

-¿Qué?

 

-nada Min. –baby se separó de mi hasta llegar a una silla.

 

-¿Dije algo malo? –volví a preguntar. Al parecer todos sabían algo excepto yo. Me senté a lado de baby, que ya se encontraba comiendo un poco de arroz con kimchi.

 

-una vez fuimos a una excursión.

 

-¡Basta! –baby se levantó golpeando la mesa y haciendo que la silla cayera por tal acción.

 

-¡Qué demonios! –exclamé.

 

-cariño… lo siento… no quise... –se disculpó la abuela.

 

Observé a Victoria y Kyu. Ambos miraban a sus platos, incapaces de alzar la vista. Que estaba ocurriendo aquí.

 

-baby…

 

-se me quitó el apetito… me retiro. –y sin más se fue dejándonos a todos sorprendidos con su actitud.

 

-Alguien me puede explicar que acaba de ocurrir. –inquirí mirando a los que se encontraban en la mesa.

 

-Min… cariño…

 

-abuela… que pasó con baby…

 

-él… él…

 

-él qué. –todo esto empezaba a impacientarme.


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