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De Libros a SEXO [MinJun] por SamStarElf

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Notas del capitulo:

Sam is back!!! Omo!! perdón por la demora... pero ya he regresado ^3^

......... y para que no me odien tanto, maaas!! lemon *0*

 

 

 

POV Hyung Jun

 

La luz llegaba de lleno a mi rostro, abrí los ojos con dificultad y divise la enorme ventana frente a mí. Gire mirando a todos lados y recordé lo que ocurrió ayer. Min… yo… sofá… sexo.

 

-¿Dónde está?

 

No había nadie… él me dejo, después de todo lo que ocurrió entre nosotros.

 

-¿Dónde está mi ropa?

 

Todavía me encontraba desnudo en el sofá.

Cuando me  iba a levantar sentí un líquido bajar por entre mis piernas, baje mi rostro para ver y… era el semen de Min. También había varias manchas de sangre… Oh no! Sangre… Ayer no me percate de nada, bueno realmente cada vez que Min me toca pierdo totalmente la cordura. Intente dar un paso pero un fuerte dolor en mi trasero me hizo caer en el sofá.

 

-Ah~~ estúpido Min. –grité.

 

-¿Quién está ahí? –no puede ser. Un hombre entro en el piso y me observo sorprendido. -¿Qué hace aquí?

 

-… esto… yo… lo que ocurre… yo… ya me… voy. –intente alcanzar mi ropa pero ese hombre me sujeto del brazo. No me di cuenta cuando se acercó tanto.

 

-qué lindo eres… te debe excitar hacerlo en lugares públicos, verdad. –dijo mirando mi cuerpo desnudo.

 

-podría soltarme.

 

-y si no... quiero… que harás… -su mirada era escalofriante.

 

Tenía miedo… como aquel día que Eli me acorraló en el baño. Su mano se dirigió a mi pierna, tocando mi muslo.

 

-¡Suélteme! –grite empujándolo y golpeando su entrepierna con mí rodilla.

 

El miedo en un momento se convirtió en ira. Ira que solo quería destrozar al que la provoco.

 

-maldita puta… argh!!... me rompiste los huevos.

 

-y te romperé más… idiota. – me acerque a él y comencé a golpearlo. Mis puños dolían, pero no me importaba, solo quería hacerle sufrir. No quería que nadie más abusara de mí.

 

-¿Baby? –alguien me agarro de los brazos apartándome de aquel sujeto.

 

-suéltame. –me revolvía intentando soltarme. Me giré y le di un puñetazo en el rostro, haciendo que cayera al suelo. Pero luego me vi que era…

 

-¿Min?

 

-nunca pensé que golpearas tan fuerte baby. –decía frotándose la mejilla.

 

-lo sient… siento… Min… discúlpame… -pero recordé. –tú… porque me dejaste solo… sabes lo asustado que estaba…

 

-salí a traer mi moto. –se levantó. –y te traje ropa limpia. Creíste que te había dejado… por quién me tomas.

 

-… mmm… bueno… es… dónde está la ropa.

 

-en esa bolsa. –baje mi mirada y fui a recogerla. –y este tipo…

 

-¿Qué? –empecé a vestirme. –intento tener sexo conmigo… y lo golpeé.

 

-enserio… no bromeabas con lo del cambio eh! –dijo mirándolo tirado en el piso.

 

-me las pagaras, jodido marica… Argh!! –volteé a verlo. Min lo tenía agarrado del cuello, los pies del sujeto apenas tocaban el suelo.

 

-escucha bien lo que te diré… porque no pienso repetirlo… nunca… nunca te atrevas a tocarlo… me oíste… porque la próxima… no te irá tan bien. Tienes suerte de que haya sido mi baby quién te golpeo y no yo… porque te aseguro, que no vivirías para contarlo. –le dio un rodillazo en el estómago y lo tiro al suelo.

 

-terminaste de vestirte.

 

-eh!... sí.

 

-vámonos. –recogió mi ropa, me tomo del brazo y salimos de la torre.

 

-Min… me estas lastimando… ya puedes soltarme.

 

-lo siento.

 

-Min… yo… -ring… ring… ring *suena un teléfono*. –dónde está mi celular.

 

-creo que en la bolsa de tu ropa.

 

-cierto… hola… Kyu… no grites… tranquilízate… estoy bien…no… crees que soy tan tonto… no claro que no… espera… no es necesario. –Min me arrebato el celular.

 

-escucha Kyu, él está conmigo… así que no molestes. –y corto la llamada, entregándome el teléfono. –sube… venga rápido. –subí en su moto y de inmediato acelero.

 

-Min… -quiere matarme. –Minnie… podrías no ir tan rápido. –bajó la velocidad sin decir nada. Llegamos a mi casa. Aparco la moto, se bajó y me tendió la mano para que yo bajase.

 

-¡Auch!

 

-¿Qué pasa? –me había tomado de las manos las que estaban heridas por los golpes que le di a ese tipo.

 

-me duelen los nudillos de las manos… nunca pensé que golpear a alguien dolería más que ser golpeado.

 

-entremos. –entramos a la casa y nos dirigimos a mi habitación. Deje las bolsas con la ropa de ayer en el escritorio y me recosté en la cama.

 

-levántate baby.

 

-¿Por qué? Estoy cansado. –dije aun recostado.

 

-necesito curar tus heridas.

 

-eh!... –me sujeto de los hombros e hizo que me sentara. Tomo mis manos y empezó a curar los raspones que tenía en los nudillos.

 

-ya está… bájate los pantalones y el bóxer.

 

-eh! –que le pasa. Se acercó a mí y tiró de mis pantalones y bóxer dejándolos hasta mis rodillas.

 

-Min… detente… no… -me dio la vuelta dejando mi rostro apoyado en el colchón, quedando mi trasero levantado… a su depravada vista.

 

-Min que pretend…  -su mano masajeaba mi trasero lentamente. –mmm~~. –mi cuerpo se estremecía solo con sentir sus dedos tocándome.

 

-quédate así… no vayas a moverte. –se levantó de la cama y se dirigió al baño. Que tenía planeado. Hacerlo de nuevo. Es una buena idea… pero que ocurre contigo Jun… deja de pensar en sexo, apenas hace unos días repudiabas la idea de hacerlo con alguien que no fuera tu esposa y ahora le diste tu virginidad a alguien que apenas conoces.

 

-que baby tan obediente. –Ash!! Pero porque seguía en la misma posición.

 

Se acercó a mí con una toalla húmeda y comenzó a limpiarme alrededor del ano.

 

Se sentía tan bien y relajante la toalla estaba tibia, cerré los ojos. El dolor que sentía iba desapareciendo y es que después de hacerlo subir en la enorme moto de Min y soportar los golpes que esta le daba a mi trasero empeoro el dolor.

 

-ya te sientes mejor.

 

-mmm~~. –se detuvo y luego de un momento un dedo se introdujo en mi entrada.

 

-Ah~~ duele… Ah~~… para. –su dedo se movía entrando y saliendo de mi interior… se sentía tan caliente. -¿Qué es?

 

-una crema para cuidar tu precioso trasero.

 

-donde la c… -me interrumpió.

 

-se la pedí a Min Ho. –me incorpore rápidamente y subí mis pantalones quedando frente a él.

 

-y tú le dijiste en quien la utilizarías.

 

-claro que sí… le dije que quería hacerlo todos los días contigo y que necesitaba algo para no lastimar tu culo. –Oh no! El doctor Min Ho sabe lo mío con Min y que…. ¡qué vergüenza!

 

-Ahh!! Tú cómo pudiste decírselo… que pensara él. –que soy un pervertido de seguro. Min eres un idiota.

 

-¿Por qué te importa tanto? Te gusta el doctor… tan bien te curo la última vez. –su mirada cambio rápidamente. Daba miedo, sus ojos se oscurecieron… desapareciendo el brillo que tenían hace unos instantes. –No dices nada… de verdad te gusta.

 

-¡No! No me gusta. –me miró fijamente y sonrió.

 

-Bien. –ahora estaba feliz, que bipolar.

 

-Min... –tenía miedo de preguntar, pero dadas las circunstancias no me quedaba de otra. -¿Qué somos ahora?

 

-a que te refieres.

 

-ayer tuvimos sexo… y… pues…

 

-¿quieres ser mi novio?

 

-… eso… no… bueno…

 

-baby… todo esto es nuevo para ti, verdad.

 

-sí.

 

-tú me gustas… mucho.

 

-yo creo que me gustas… pero… Ash! Estoy tan confundido, no sé qué es lo que siento, ya que nunca lo he experimentado antes. Odio no saber las cosas… por eso me gustan las matemáticas y la física, a ellas las conozco y puedo controlarlas.

 

-siempre compararas todo con las tontas matemáticas… que aburrido.

 

-Yah!

 

-baby… esto es diferente. No tienes que saberlo, solo sentirlo.

 

-entonces… -si debo sentirlo, lo que quiero ahora es… -seamos novios…

 

-está bien… novios.

 

-Min… Minnie… -como digo esto. –podemos… hacerlo de nuevo.

 

-¿Qué? –me miro sorprendido.

 

-ya sabes… eso. –me miraba con su típica sonrisa. Él sabía a lo que me estaba refiriendo… pero quería que lo dijera.

 

-¿Qué quieres hacer baby? –dijo acercándose a mí.

 

-…es… -respiré hondo. –quiero… te… tener sexo contigo.

 

-no sé… convénceme.

 

-Eh!... –se quitó la ropa hasta quedar desnudo recostándose en una esquina de la cama.

 

-ven… baby acércate. –obedecí algo nervioso. Me apegó a su cuerpo y susurro en mi oído. –si estas vestido… no podremos hacer nada… desnúdate~~. –dijo la última palabra con una voz sensual.

 

Me desvestí hasta quedar en bóxer. Min me escaneaba con la mirada… aumentando mi nerviosismo.

 

-deja de mirarme así… es como si me comieras con la mirada.

 

-suposición acertada baby. –me agarró del cuello acercándome a él.

 

Nuestros rostros estaba a escasos centímetros, sintiendo como nuestros alientos se mesclaban. Intente acercarme para besarlo… pero me sostuvo del cabello impidiendo que me aproximara.

 

-que ansioso… todo a su tiempo baby… primero compláceme. –dirigió mi rostro hasta su entrepierna que se encontraba erecta. –ya sabes lo que tienes que hacer.

 

-tu… quieres… que yo…

 

-metas mi pene en tu deliciosa boquita… eso quiero.

 

-… yo… no se… como…

 

-jajajaja… es como comer un helado… solo no me vayas a morder. -¿helado? Que linda comparación. En qué momento llegaste a esta situación Jun y lo peor es que no te desagrada para nada la idea.

 

Acerque mi boca a su miembro… era muy grande… y todo eso me hizo gritar de dolor y placer ayer. Lo metí en mi boca, era caliente y duro. Era tan vergonzoso hacer algo así. Seguí succionando hasta que la punta toco mi garganta.

 

-Ah~~ Ba… by… Ah~~. –escucharlo gemir de esa forma enviaba pequeñas cargas eléctricas por todo mi cuerpo.

 

Repetí la misma acción varias veces. Alce mi mirada y vi a Min que mantenía los ojos cerrados, mordía su labio inferior intentando callar sus gemidos.

 

-Ah~~ baby… para…me… corr… correré. –bruscamente me apartó, escuchándose en la habitación un sonido sordo *plop*.

 

Mi saliva se escurría por mis labios al igual que su miembro. Nos miramos unos instantes mientras intentábamos regular nuestras respiraciones.

 

-… que… ocurre… -logré decir con dificultad.

 

-Baby… aunque mi mayor fantasía es correrme en esa hermosa boquita… no puedo esperar a recuperarme para follarte… quiero sentir tu interior apretar mi pene.

 

Me tomó del brazo e hizo que me sentara sobre él, mis piernas se encontraban a cada lado de sus muslos. Podía sentir su miembro erecto frotarse en mi trasero.

 

-¿Por qué todavía tienes ese maldito bóxer? …. Quítatelo… ahora. –lo había olvidado. Me levante y me quite el bóxer.

 

Sentí un gran alivio cuando mi miembro fue liberado de ese molesto bóxer, no me percate que mi miembro estaba más erecto que el de Min. Lo miré y me hacía una señal con su dedo índice para que me acercara.

 

No me hice esperar y subí rápidamente logrando que nuestros miembros se rozaran.

 

-Ah~~. –gemimos ambos al unísono. Min se sentó conmigo aun en sus piernas quedando nuestros rostros frente a frente. Acaricio mi mejilla suavemente… paso su dedo pulgar sobre mis labios, delineándolos. Todo esto me estaba impacientando, quería sentirlo… besándome… penetrándome.

 

Desde cuando tenía esos deseos tan sórdidos. Me incline hacía su rostro rosando sus labios con los míos. Pase mis brazos alrededor de su cuello y lo bese, introduciendo mi lengua en su boca, buscando contacto con la suya. El beso se fue tornando salvaje y desesperado, su lengua ejercía poder sobre la mía succionándola, mordiendo mi labio inferior. Sentía su miembro palpitar en mi trasero, creciendo cada vez más y el mío no se quedaba atrás empezaba a doler por la falta de atención. Me separe de él, necesitaba respirar… en estos momentos odiaba que los humanos necesitáramos oxígeno.

 

-Min… Minnie… ya no aguanto más… yo…

 

-¿Qué quieres baby?

 

-… ya… lo sabes.

 

-No estoy seguro… dime que es lo que quieres. –no descansara hasta que se lo diga… es un pervertido… y creo que yo voy por el mismo camino.

 

-follame. –murmure bajito.

 

-no te escuche. –es un maldito… lo hace a propósito.

 

-quiero que metas tu pene en mi culo… lo quieres más específico. –no puedo creer que esas palabras salieran de mi boca.

 

 

 

 

POV Jung Min

 

¡Oh Joder! Tenía a baby sobre mí, suplicándome que se la metiera. Su rostro reflejaba deseo, su pecho subía y bajaba agitado y sus labios estaban aún hinchados por el beso y la mamada.

 

¡Joder! Baby como puedes ser tan sexy.

 

Invertí las posiciones rápidamente, quedando el debajo de  mi cuerpo.

 

Estire la mano hasta llegar a la mesita que se encontraba cerca de la cama y tome el frasco de lubricante. Puse un poco en mis manos y devolví el frasco a su lugar.

 

-¿Qué es eso? –baby miraba fijamente el frasco

 

-lubricante.

 

-cuando lo compraste.

 

-en la madrugada… cuando vine por la moto.  Tenía la ligera sospecha de que lo necesitaríamos. – sonreí.

 

Abrí sus piernas, dándome una vista perfecta de su culo. Comencé a masajear alrededor de su entrada con mis dedos.

 

-Ah~~ Minnie… Ah~~. –sujetaba las sabanas con fuerza. Retorciendo de un lado a otro.

 

-Así  que descubrí uno de tus puntos erógenos. –metí un dedo moviéndolo en círculos. Baby solo gemía. Luego metí otro.

 

-Min… ya no soporto más…

 

-que impaciente resultaste.

 

Saque mis dedos y coloque la punta de mi pene en su entrada… empuje un poco hasta que solo el glande estaba en su interior. Quería impacientarlo, que me suplicara que lo penetrara fuertemente. Utilice todo mi autocontrol para no moverme.

 

-Minnie… -lo observe detalladamente, sus ojos me miraban suplicantes. –muévete.

 

Empece a entrar lentamente en el sin apartar mi mirada de su cuerpo, quería ver todas sus reacciones… conocer hasta el mínimo gesto que hiciera cuando lo penetrara. Baby intentaba controlar sus gemidos. Todavía necesitaba acostumbrarse a mi intromisión. Me detuve cuando mi miembro esta por completo dentro de él… era jodidamente apretado, sus paredes se contraían provocándome un placer asombros. Quería moverme… pero baby no me daba ninguna señal para que lo hiciera… hasta que en un segundo sin salir de su interior se incorporó quedando ahora él sobre mí.

 

-yo también puedo jugar…  Minnie… -me susurro con una voz sexy en mi oído.

 

-… y yo que pensaba que lo único que sabías era leer.

 

-si… pero digamos que mi cuerpo es él que actúa en estos momentos. –apoyo sus manos en mi pecho y comenzó a autopenetrarse a sí mismo.

 

Ver a baby montándome me excito en sobremanera. El sudor descendía por su cuello, de sus labios solo salían gemidos mezclados con mi nombre y su pene rebotaba al mismo tiempo que se penetraba… salpicando pequeñas gotas de pre-semen en mi abdomen.

 

-Ah~~~~. –salió casi un grito de su boca. Me había quedado hipnotizando viéndolo que no me percate que involuntariamente baby encontró aquel punto de máximo placer. Lo tome de la cintura haciendo que aumente la intensidad d las penetraciones, moviéndome conjuntamente con él intentando tocar con más precisión su próstata.

 

Los movimientos se fueron haciendo  más desesperados, los gemidos de ambos inundaban la habitación al igual que el sonido de nuestros cuerpos chocando uno contra el otro. Tome su pene y empece a masturbarlo rápidamente. Sentía que no duraría mucho y baby por lo visto tenía más resistencia que yo. Heriría mi orgullo si yo me corriera primero y por lo visto mi técnica funciono, sentía como su entrada se contraía más de lo normal anunciando que pronto llegaría al orgasmo.

-Ah~~ Minnie… -baby se corrió en mi mano y parte de mi abdomen….  Y yo en su interior. Se tumbó sobre mí colocando su rostro en mi pecho. –Crees que no me di cuenta… -susurro. Se levantó, saliendo de mí y se fue caminando al baño.

 

-de que hablas.

 

-… pues. –volteó a verme y una sonrisa arrogante se formó en su rostro. –tienes menos resistencia en el sexo que yo… hubiera durado más si no me hubieras tocado de esa forma tan desesperada. –maldición… como se percató de ello lo miré mientras se metía al baño cuando divise como mi semen se deslizaba por sus piernas… causando que baby se estremeciera.

 

-que hermosa vista… deberíamos pedir más de esa crema al doctor. –su rostro se puso rojo, avergonzado por lo que dije. Ese era mi baby… torpe, vergonzoso y tímido. Como puede cambiar tanto cuando follamos. Aunque me encanta cuando toma la iniciativa.

 

-quieres que te ayude a ducharte. –dije recostado en la cama. Se metió en el baño cerrando la puerta con el pestillo.

 

Luego de unos minutos salió con una pijama puesta y se acostó a mi lado dándome la espalda.

 

-no dormirás en bóxer… como siempre.

 

-… no quiero correr el riesgo de que me violes mientras duermo.

 

-piensas que soy un depravado.

 

-…sí… -que directo.

 

–pero así te gustos más. –lo tome de la cintura abrazándolo. Aspirando el aroma de su cabello… olía tan bien.

 

-megustas. –pronunció tan rápido que apenas pude entender lo que dijo.

 

-¿Qué dijiste?

 

-ya lo escuchaste. –que testarudo.

 

-tú me gustas como no tienes idea baby. – no te imaginas cuanto me gustas… tanto que tengo miedo de lo que pueda ocurrir después.

 

Notas finales:

 

ya se hecho a perder Jun xDDD creo que sus libros ya no le atraen tanto :P


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