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Lovely π por MarLe514

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Notas del fanfic:

"Adorable π"

 

Bueno no tiene una traduccion especifica, pero se entiende.

Fue una idea que se cruzo por mi cabezota, y pues no se dejen llebar, es una linda produccion y por lo tanto corta.

Espero que les guste.

 

By: Alejandra.

Notas del capitulo:

OST Oficial:

http://www.youtube.com/watch?v=olh1HQdETZw

Rogaría que lo escucharan antes de leerlo, y por ultimo tambien, no es solo una tonta historia, tiene mucho significado.

Trailer Oficial:

http://www.youtube.com/watch?v=iNkyee3-uqk

 

¿Porque 18+?

Simple esta historia no esta apta para lectores con mente decreciente. Osea esta es para un publico mas grande, con una perspectiva diferente, quiero decir que estas podran entender el Fic a la perfeccion.

Bueno, sin más a leer.

|One Day|

 

 

“Pasajeros del vuelo con destino a Shanghái se le recomienda…”

 

“El vuelo con destino a Gusan ha sido cancelado…”

 

 

—Huh… disculpe, disculpe, aún no he podido recibir mi equipaje. —dijo un castaño, intentando ser escuchado por alguna dependiente, mientras se arrimaba cerca del escritorio.

 

La mujer apartó la vista del monitor para prestarle atención al muchacho; que le estaba hablando, hizo su mejor gesto y tecleo con rapidez. —Claro, ¿su nombre…?

 

—Sehun, Oh Sehun.

 

—¡Vaya! Oh Sehun, pasajero del vuelo: Hong Kong a Seúl. Disculpe la demora, estos son sus registros. Gracias por viajar con nosotros.

 

De nuevo esa brillante sonrisa, tan grande que hasta daba miedo. El castaño realizo una inclinación y fue a recoger sus valijas, cuando las tomo, sintió que perdería el equilibrio en cualquier momento, tenía su pequeño papeleo entre los dientes mientras que sus pesadas maletas descansaban en cada uno de sus brazos.

 

Andaba con cuidado de no caer, hasta que visualizo la salida del aeropuerto, pero igual de abarrotado que todo el lugar; sonrió para sí mismo aun con esos estorbosos papeles entre sus labios. Caminó a paso ligero hasta que, un terrible pitido irracional resonó en su cabeza, ensordeciéndolo. Soltó su equipaje por inercia para cogerse la cabeza intentando fallidamente acallar el doloroso rechinido en sus sienes. Sus papeles salieron volando casi como si de un acto de magia se tratase, miró a su alrededor pero la gente seguía caminando y conversando entre sí, algunos se comunicaban por teléfono, pero ninguno prestaba atención a su situación para nada normal.

No lo entendía.

 

¿Solo él podía oírlo?

 

Cuando el ruido abominable se fue diluyendo en sus sesos, se arrodillo e intento levantar sus maletas, pero, como si su suerte aun no estuviera muy contenta, en ese preciso momento alguien tropezó estrepitosamente con él; ambos cayendo al piso.

 

A diferencia de Sehun quien se mantuvo recostado, el chico desconocido se levantó de un salto y rápidamente siguió su camino, dejando atrás al castaño con sus asuntos.

 

El de piel pálida bufó por tal descaro, se levantó pausadamente y él mismo recogió sus valijas, aun aturdido por el dolor en su cabeza, cuando iba a tomar su última maleta, maldiciendo y rechinando los dientes, notó como alguien le entregaba su última maleta.

 

Sehun le observó con más cautela; él presionaba el cuero de la valija con fuerza entre sus dedos y, era el mismo chico con el que se había topado hacía un momento.

 

Su rostro…

 

Su rostro era…

 

“¿Sehun…?”

 

—Sehun… Eh, Sehun.

 

¿Qué eran esas voces que le llamaban en su cabeza?

 

¿Había enloquecido?

 

Por más que intentara, sus piernas estaban entumecidas, como si estuviera ahora mismo sobre una montaña rusa, y al igual que sus brazos, no movió un musculo. Estaba petrificado… solo por ver el rostro de un completo desconocido.

¡¿Pero qué diablos era ese sentimiento de dejavú?!

 

El muchacho soltó la valija dando por concluida su falaz momento de amabilidad y luego de maldecir, se largó a correr, como si estuviera en medio de una persecución.

 …

“¿Qué es esto? Quiero que se detenga.”

 

 Un pequeño haz de luz blanca le cegó por un segundo, y tuvo que frotar sus ojos para cuando los abrió, estaba en el aeropuerto.

 

—¡Hey, Sehun!

 

El castaño parpadeo acostumbrándose al nuevo foque de luz, aquel grito lo sacó de su ensoñación, tan de repente como un baldazo de agua fría. Estaba en medio del abarrotado aeropuerto, la gente aquí y allá, lo aturdían.

Pero se recompuso al divisar un rostro familiar, era su mejor amigo, este traía un vergonzoso cartel entre sus mano mientras sostenía una sonrisa.

 

—JongIn…—suspiró su nombre, acercándose. Le dio un fuerte abrazo, como saludo de bienvenida, extrañaba a su amigo; era inútil negarlo, al separarse notó otra presencia.

 

—¡Oh, claro! Él es KyungSoo-hyung. —Se apresuró a decir, Jongin, al percibir la mirada del castaño.

 

—Soy Sehun.

 

—Sí, he oído de ti. —contestó KyungSoo con una ligera sonrisa.

 

Life |Day 1|

 

El pasado está en los pasos dados, el presente en la acción y el futuro a la vuelta de la esquina y sobre el mismo camino.

 

 

Había despertado de mal humor, sus padres no paraban de gritar, por lo que se duchó y alistó para la escuela. Bajó las escaleras y como siempre los vió discutir por mínimos asuntos.

Comió una galleta en la cocina y se marchó.

 

 

Al llegar al instituto; se sintió inmediatamente perdido, era su primer día e intentó buscar a Jongin con la mirada.

 

Era de primer año y nuevo en ese lugar, por lo que desconocía las rutas incluso con un mapa.

 

Se paseó con notable desorientación por los pasillos, pero examinaba el área, a tal punto de no volver a recorrer el mismo pasaje. Creía que con algo de lógica común no terminaría caminando en círculos.

 

Y es que, así era Oh Sehun, amante del cálculo, todo en su vida tendría un resultado exacto, una respuesta lógica. Su raciocinio estaba programado para apostarle a la razón. Y así había llevado una vida plena.

 

Se encontraba un poco distraído, ensimismado en la arquitectura de la escuela, por lo que no notó a la bala que se aproximaba peligrosamente a él, tacleándolo en el acto cuando chocaron.

Ambos cayeron al suelo, pero el otro se levantó de un salto y siguió andando como si nada.

 

—¡Hey! ¿Sehun, estas bien?—. Jongin, se le acercó para ayudarlo, apareciendo en el momento justo.

 

Pero el castaño ni siquiera le escuchaba, él no había apartado la mirada de la cabeza rubia que se alejaba.

 

—Eh, Sehun, déjalo… es uno de tercero, solo ignóralo.

 

“Ignorarlo.”

 

 

La vida escolar de Sehun se había reducido a detestar a aquel rubiecito imprudente, que le había empujado su primer día.

 

“Luhan”

 

Jongin le había dicho: Solo ignóralo. Pero, no había sido tan sencillo.

 

Lo había estado observando, todo el tiempo, y era de esos que llamaban demasiado la atención. Un rebelde sin causa, y aquello le molestaba tanto, no se explicaba cómo podía haber personas como él; sin ningún propósito aparente.

Aparte, su actitud según él, no lo ayudaba. Era un tipo arrogante.

 

Formaba parte del equipo de futbol en su escuela, y además era considerado un “icono”.

 

Meses después…

 

En la cafetería de la escuela el bullicio acogía a cada alumno en su refrescante almuerzo.

 

—¡Hey! ¡Todos, escuchen! — Luhan, se había parado sobre su mesa, interrumpiendo todo tipo de acto. — ¡Todos ustedes están invitados a celebrar el triunfo del equipo!

 

Luhan a diferencia de cualquiera, se consideraba alguien libre de hacer lo que le plazca, muchos lo seguían por esa actitud. Siempre conseguía ser reñido o molestado por los maestros, pero indiscutiblemente admirado por los triunfos innumerables que le daba a la escuela.

 

El partido no se había dado todavía pero como el vanidoso chico que era, lo celebraría por adelantado.

 

Los alumnos gritaron y crearon bullicio alentando a Luhan, que aún seguía parado sobre la mesa. Estiro su brazo señalando a las mesas de la esquina y habló.

 

—Excepto ustedes, son muy pequeños para beber… así que no se aparezcan. —dijo aquello refiriéndose a los de primero, al terminar su discurso bajo de la mesa y continuó comiendo.

 

 

—Es solo un pobre idiota que busca atención.

 

—¡Vamos, Sehun! Seguro ya notó la mirada de odio que siempre le mandas y ahora está cobrando venganza. —se quejó Jongin, metiéndose una papa a la boca.

.

.

.

 

Life |Day 2|

 

No hay triunfo sin renuncia, victoria sin sufrimiento, libertad sin sacrificio.

 

Libertad.

 

Sehun llego a su tercer año sin ningún problema, después de la graduación de Luhan, todo volvió a ser tranquilo, nadie jamás pudo igualar el revuelto que armaba ese chiquillo.

Las cosas para Sehun se vieron aburridas y monótonas, pero nunca admitiría algo en público.

 

Irse de casa era todo lo que tenía en mente ahora, ya estaba a nada de graduarse, y con ello a reafirmar su independencia.

Esto lo llevó a buscar un hogar, un nuevo inicio, Sehun busco posibilidades, estuvo así por un tiempo hasta que encontró la ganga del año; era un lindo lugar, no parecía tan grande pero si lo suficiente para una persona, la zona parecía agradable y el pago no era mucho. Con dos de sus trabajos a medio tiempo podría pagarla sin molestias.

 

Los problemas que tenía en su hogar lo llevaban al mismo punto, y es que sus padres habían concebido a Sehun un poco adultos, por lo que la adolescencia de este había variado con la edad crítica de sus progenitores, creando un lazo muy extraño entre ellos.

 

Pero supo lidiar con aquello, y afrontarlo.

 

Sehun fue desde muy pequeño alguien racional, sus padres no tuvieron que decirle que algún ser mágico dejaba sus regalos navideños, ya que él pensaba que si algún tipo obeso trepaba su techo con intenciones de ingresar por la chimenea, se consideraría allanamiento de morada.

Dejó de creer que algún monstruo saldría por debajo de su cama para asustarlo, cuando comprendió que los verdaderos monstruos se ocultaban tras un rostro amable. Y jamás tuvo un rasmillón en la rodilla o algo parecido, él decía que eso solo era un consuelo para los fracasados que apoyaba la idea de “tropezar para luego levantarse”, pero esa lógica se volvía inútil, cuando creyó que “no caerías nunca, si vieras bien las piedras y avanzas evitándolas.”

 

 

Life |Day 3|

 

No existe la casualidad y lo que nos parece un mero accidente, surge de la más profunda fuente del destino.

 

Al momento de informarles a sus padres acerca de su decisión sobre abandonar su hogar, estos accedieron sin muchos problemas.

 

No podía sentirse más feliz, ya era un chico nuevo y ahora independiente.

 

Ese mismo día alisto sus maletas y fue a realizar los mínimos trámites, que se requerían.

 

Al llegar la zona como la describían; era agradable, el edificio por dentro era acogedor; el gran pasillo, que le daría la bienvenida todos los días, era una tanto tenebroso, pero viviría con ello. No quería esperar más, al ingresar, las imágenes en el ordenador no mentían, el piso lucia casi idéntico a lo que veía.

 

Entro admirando todo, los cuadros sobre las paredes lo extrañaron un poco, ya que no esperó que estuviera tan bien amoblado, supuso que sería del antiguo dueño, pero los retratos no tenían fotografías de alguien, sino las mismas con las que habían sido compradas, o eso intuyó.

 

“La decoración… puedo cambiarla.”

 

Intentó no pensar demasiado en eso y se adentró revisando cada rincón, estaba realmente emocionado con su nuevo piso, cuando ingreso a su nueva habitación solo lanzo sus maletas sobre la cama sacando todos sus implementos de limpieza, el viaje había sido largo y agotador por lo que se decido a tomar una ducha.

Se deshizo de la ropa sobre su cuerpo e ingreso a la bañera, dejando caer los relajantes chorros de agua temperamentada.

 

En ese momento la puerta principal se abrió.

 

Life |Day 3|

 

 Luhan estaba hablando por teléfono mientras introducía su llave en la cerradura, con total naturalidad, camino su por su sala, hasta su cuarto donde se quitó los zapatos, aun hablando por teléfono.

 

—Sí, te dije que iré, solo esperarme. Me baño y estoy listo. — El rubio arrojo su teléfono sobre su cama, pero este, golpeó contra algo.

Luhan giro su rostro de forma siniestra hasta la maleta que descansaba cómodamente sobre su intocable cama, ahogo un grito y arranchó su lámpara del enchufe, sobre su mesita de noche, levantándola peligrosamente.

 

Escucho ruidos provenientes del baño y se acercó con sigilo y temor por lo que se encontraría.

 

Sehun apago las llaves del grifo y salió de la ducha con una toalla en mano.

 

La puerta se abrió violentamente. Logrando que ambos gritaran de la impresión.

 

Sehun rápidamente se tapó con la toalla tan rápido como pudo, sin saber que ya había sido apreciado por el un buen rato. 

 

—¡Pervertido! ¡Largo de mi casa!— Luhan volvió a levantar la lámpara amenazadoramente y Sehun solo pudo cubrirse el rostro dejando caer la toalla en el momento.

 

Life |Day 3|

 

Ahora todos, ya con la ropa puesta, se encontraban mirándose, como en una batalla.

 

¿Qué mierda había ocurrido?

 

El hombre que le vendió el piso a Sehun había sido un completo loco estafador, ya que ese piso estaba siendo habitado desde hace más de dos años por alguien más. Y era alguien muy irracional.

—No me interesa.

 

—Lamento comunicarte que ahora me pertenece. — Dijo Sehun, pero en realidad no lo lamentaba ni un poco. ¿Esto era karma de vida? Si lo era, sabía grandioso.

 

Quién diría… la única verdad en el mundo, es que este es pequeño.

 

—¿Estás loco? Te acabo de decir que este es mi apartamento. ¡Eres tú el intruso, así que largo! —gruñó Luhan por la falta de conciencia del otro.

 

—Pues me apena mucho, pero no me moveré de este lugar, ya lo pagué, es mío.

 

—¡Pues yo tampoco, me iré!

 

—¡Bien!

 

—¡Bien!

 

Luhan sostuvo desafiante la mirada al otro, de repente la idea de su preciada recamara siendo invadida llego a su mente; desvió sospechosamente su vista de la del castaño, y la redirigió esta su puerta caoba, esa que había sido su guardiana, y protectora.

 

Como en una batalla de vaqueros, Luhan meneó sus dedos y en un parpadeó corrió hasta su habitación.

 

Entonces el menor notó lo que pretendía y lo siguió, pero no fue lo suficientemente rápido.

Cuando el rubio ya se había encerrado en su preciado cuarto.

 

A Sehun no le quedo de otra que alistarse una cama en el sillón.

 

Y así inicio lo que sería la nueva vida de Oh Sehun.

.

.

.

 

 

Life |Day 6|

 

—¡Déjame entrar necesito ir al trabajo! —se quejó Luhan, golpeando la puerta con su puño.

 

Sehun se había apoderado del baño, ya lo había utilizado, ya que había madrugado, pero la idea de torturar al idiota con cabello decolorado le pareció tentativa.

Se encogió de hombros y le dio una mordida a su tostada, sentado cómodamente sobre el lavado.

 

—¡Lo siento tanto! —farfullo Sehun sonriendo tras la puerta.

 

—¡Abre! Maldito idiota, necesito… necesito hacer pis. —susurró Luhan, quien volvía arremetía contra la puerta. Bailando en sus sitio para no hacerse encima. 

 

Sehun no podía sentirse más dichoso y feliz. Esperaría un poco más, solo hasta que la vejiga de Luhan explotase.

 

—¿Por qué no utilizas un árbol?

 

—¡Púdrete!

 

 

 

Marcador

 

Sehun: Ganador.

 

Life |Day 7|

 

Luhan salía de su habitación con ropa limpia y con el cabello aun mojado. Mientras Sehun hacia un crucigrama sentadito en el sillón, ese que ahora era como su cama.

 

—¿Qué haces ñoñito? —saludó Luhan amigablemente al menor; que solo rio irónicamente.

 

—Tal vez no sepas lo que es. —respondió frio.

 

—¡Aww! Voy a llorar…—fingió secarse unas lágrimas y miro por sobre el hombro de Sehun, apoyando su mentón sobre su hombro. ¿Qué es lo que hacía?

 

—¡Q—quítate! — El menor se alteró al sentir a Luhan tan cerca de su cuerpo, empujó su rostro lejos con la palma de su mano abierta, pero, inmediatamente se la quitó al sentir la lengua del mayor sobre su palma. ¿Le había lamido?—¡Asco!

 

Luhan se carcajeó. —Solo es un poco de saliva, tonto, ¿acaso tu especie de humanos no tienen? — le sacó la lengua infantilmente, mientras se levantaba del suelo, limpiándose con el dorso de la mano los residuos de baba que aún quedaban en su boca.

 

—Sigue siendo asqueroso, hippie estúpido. —contraatacó Sehun encogiéndose sobre sí mismo.

 

—¡No soy estúpido! —chilló Luhan con un feo puchero sobre los labios.

 

—Bien. ¿Cuál es la crisis política más perjudicial para la nación? — preguntó sin apartar la mirada de su crucigrama.

 

—¡Esa esta difícil! —se quejó el otro.

 

—Demonios, sí que eres estúpido. —reafirmó, Sehun.

 

—Dime otra, mi relación con esos cerdos no es muy buena. —mascullo Luhan, recordando cuando paso toda una noche en prisión por apoyar una huelga comunista, con sus colegas universitarios.

 

Sehun terminó de rellenar el espacio en blanco del crucigrama y luego, intentó pensar en algo que el rubio supiera para terminar con esa charla inusualmente larga que estaba teniendo con el idiota.—¿Cómo se dice “hermana” en chino? — preguntó Sehun.

Pero no oyó respuesta. Dirigió su afilada mirada hasta el chico parado a solo unos centímetros y le observó por encima de sus gafas de descanso.

 

Luhan tenía la mirada gacha, mientras optaba por una posición cohibida.

 

—Esa es fácil. Oí que eras chino. —Animo Sehun, pero después de un rato llego a la única conclusión. —No puede ser.

 

—Cállate.

 

—¡Eres un maldito chino que no sabe hablar mandarín! — Soltó antes de estallar en risas. Al pasar un buen rato intento calmarse, pero no pudo detener las lágrimas se acumulaban en las esquinas de sus ojos.

Jamás se había divertido tanto.

 

—Deja de burlarte. —amenazó Luhan, harto de su irritante y estridente risa.

 

—Es… no puedo creerlo…—se quedó sin aliento por cada vez que quería hablar y aun le dolían las costillas de tanto carcajearse.

 

—Ajam, ríete, no se mandarín y soy nativo chino. Pero se una lengua que tu no conoces. —Reto caprichosamente Luhan.

 

—Vamos, dímela.

 

—Lenguaje corporal. —respondió, caminando hacia su mochila colocándosela en la espalda, el silencio de Sehun le avisó que efectivamente desconocía ese tal “lenguaje corporal.” Por lo que prosiguió. —Si quieres pudo enseñarte un poco. —Comento mientras se dirigía a la puerta.

 

Sehun le observó en silencio desde el sillón, esperando.

 

—Esto… — Levanto el dedo del medio de cada mano, — Significa “Jódete, Oh” — Y antes de que el menor pudiera decir algo se oyó un estridente portazo, resonando en la pequeña estancia.

 

 

Marcador

 

Luhan: Ganador.

 

Life |Day 8|

 

Su relación no era la más normal, pero la llevaban.

 

Casi siempre Luhan se aparecía en la casa con algún rasmillón o herida leve, y es que este era parte de casi todas las revueltas populares. Y jamás dejaría de luchar por su libertad.

 

Al igual que su infancia, Luhan fue alguien activo y entusiasta, se crio en el este de Corea del Sur con una anciana que le enseño lo bello del mundo verde, a amar a sus semejantes, a los animales, a las plantas. Y así se formó.

 

Su actitud dinámica lo llevo a conocer todo tipo de gente, era un amante nato del peligro o situaciones de riesgo y es que Luhan no vivía atado a nada. Su vida era muy singular y única.

 

 

Luhan intentó releer el párrafo del libro, pero al igual que las treinta y nueve veces pasadas, no pudo concentrarse por la bulla de afuera. Se preguntaba como un supuesto erudito como el taradito Oh, podía ser tan infantil.

 

¿Jugar con una consola?

 

Podía esperarse de un niño, no de un joven adulto.

—¡Está muy alto, apaga esa maldita cosa! — Gritó desde su habitación.

 

Pero no obtuvo respuesta, sus libros vibraron sobre su escritorio debido a las delgadas paredes.

“Esto es suficiente.”

 

 

—Dije que lo apagues. ¡Ahora! — Luhan se mostró enfurecido desde el lumbral de su habitación.

 

Sehun ladeó la cabeza mirándolo de pies a cabeza; una camiseta dos tallas más grandes con estampado de “Star Wars”, unos pantalones morados más idiotas que había visto, una coleta sujetando sus mechones rubios, unos lentes de montura gruesa y un ceño fruncido.

Eso era vida para Sehun.

 

—Define ahora. — Sehun se metió unas palomitas a la boca mientras lo ignoraba.

 

—¡¿Eres un idiota?!

 

—Define idiota.

 

Luhan gruñó, zapateando en su mismo lugar. — ¡Muérdeme!

 

—Defínelo.

 

—Uhg, te detesto.

 

—Defínelo y úsalo en una oración.

 

Agotado emocionalmente Luhan tiro la puerta, logrando una sonrisa por parte del menor.

 

 

 

Marcador

 

Sehun: Ganador.

 

Life |Day 9|

 

Sehun hizo una reunión con sus amigos en su nuevo departamento, después de tanto él tenía derecho de invitar a quien le plazca, por ello llamo a su mejor amigo Kai y a su novio: KyungSoo.

 

Los tres estaban sentados en una ronda en el piso de la acogedora sala de estar, con algunas botellas de alcohol vacías al rededor. Trataban de ponerse al día de todo, se extrañaban y eso era obvio, pero, para Sehun era inevitable no hablar de lo arrogante e idiota que era Luhan.

 

—Sí…, él es un puto chino que nunca ha ido a China y olvido su idioma natal. —Comento burlón Sehun algo sedado por el alcohol.

 

La puerta principal se abrió de repente. Luhan que recién regresaba de su trabajo de medio tiempo, entro con cara de pocos amigos; estaba cansado y solo quería descansar, y al fijarse de que la casa no estaba precisamente vacía lo irrito más.

 

Ese idiota de Sehun no le comento que traería a alguien a la casa. Luhan se tapó la cara y asintió a los saludos que recibía para luego internarse en la cocina.

 

Kyungsoo noto el ambiente que había dejado el rubio y camino hacia la cocina con la excusa de tomar un poco de agua.

 

Cuando entro a la cocina, Luhan estaba golpeándose dramáticamente la cabeza contra el refrigerador. D.O al verlo no pudo contener la risa, efectivamente, Luhan era alguien muy interesante.

 

—KyungSoo, encantado. — El ojón estiro su brazo hacia el suicida, que al notarlo sonrió nervioso y se recostó sobre el refrigerador como si nada hubiera pasado.

 

—Luhan, por si no te lo han dicho ya. — El mayor sabía de qué era capaz Sehun y estaba seguro que el menor solo diría pestes de él.

 

El ojón sonrió amablemente.

 

En pocos minutos ya se llevaban bien, y es que la diferencia de edades no era mucha, ambos se contaron anécdotas graciosas para romper el hielo, como la vez en que Kyungsoo conoció a Kai.

La historia de por sí era hilarante.

 

Ese chiquillo sí que tenía imaginación, la primera impresión que tuvo de él, fue la boda de su hermana, Kai solo entro a la iglesia gritando “¡Yo me opongo! KyungSoo hyung, aun no me conoces, pero no te cases, por favor.”

Y es que ese niño lo había estado observando desde mucho ya, algo así como un acosador. Y cuando se enteró de la boda y que esta de alguna forma involucraba a su hyung comprando un traje y haciéndose cargo de los preparativos, pues no le quedo de otra que armarse de valor e interrumpir la boda, que por cierto era de su hermana y no del pelinegro.

Le costó mucho al moreno enamorar al mayor, y más agradarle a su familia luego de su vergonzosa primera impresión, pero terminó lográndolo.

 

Kai era un muchacho muy celoso e irracional cuando se trataba de amor o su hyung, y su lema era: “Si no haces cosas desesperadas por amor, o ese amor no es real o no te mereces amar.”

Desde hace aproximadamente 1 año que observaba a Kyungsoo, lo miraba salir y entrar a la universidad, y luego al bar café donde trabajaba a medio tiempo. Era su hobby verlo tomar un capuchino cada mañana en el mismo lugar.

 

En esos tiempos su mayor ilusión era que el pelinegro le ofreciera una sonrisa por cortesía cuando sus miradas se cruzaban por causalidad. Pero ahora, podría tenerlo a su lado en cada momento.

 

—¡Soo hyun! —Chillo el moreno.

Estaba charlando tranquilamente con Sehun pero, ya había sentido la ausencia de su chico.

 

 

Dentro de la cocina se oyó, casi como de fondo el griterío que su moreno novio armaba en la sala, el pelinegro le sonrió como pidiendo una disculpa.

 

—Fue un gusto, Luhan. — Soo camino nuevamente a su asiento en el living, pero antes de nada el moreno lo tomo de la barbilla guiándolo a un beso húmedo, y con sabor a cerveza.

Luhan salía de la cocina y pudo ver aquella demostración de cariño.

Kai entre abrió los ojos mirando fijamente a Luhan, como enviando una silenciosa amenaza. D.O se alejó un poco abrumado, mientras su infantil novio lo abrazaba celosamente por la cintura.

 

Life |Day 10|

 

Al día siguiente, Luhan ya había ideado una perfecta venganza.

Observó su reloj de pulso y sonrió cuando la puerta sonó escandalosamente,

Había organizado una reunión en su departamento con todos sus colegas reformistas de la universidad. La pequeña sala se llenó de gente, mientras realizaban nuevas propuestas, las pinturas y los carteles, la música y demasiado desorden.

 

Sehun regresaba a casa cuando vio su apartamento bullicioso y llamativo, corrió escaleras arriba hasta llegar a su piso y efectivamente todo el alboroto provenía de ahí.

 

Intento abrir la puerta pero al parecer algo estaba trabándola, grito llamando a Luhan pero este solo parecía gozar de la fiesta que se llevaba a dentro.

 

—Maldita sea. — Golpeó la puerta con una patada pero fue inútil. — Hippie de mierda…

Le dio una última patada a la puerta, esa noche dormiría afuera.

 

 

 

Marcador

 

Luhan: Ganador.

 

Life |Day 11|

 

Sehun quiso abrir la puerta del refrigerador, pero Luhan la cerró con su pie, siendo un fastidio.

 

El castaño puso los ojos en blanco. 

—Hazte a un lado. — Sehun estaba de un humor de perros.

 

Luhan chascó la lengua.—Mocoso irrespetuoso. Solo quería iniciar una charla — Se quejó de la mala actitud que traía su menor, quitando su pie, y en vez de eso, parándose frente al menor y sonriendo. —No voy a moverme hasta que lo pidas de forma correcta. — Amenazo colocando sus manos en su cintura como una jarra.

 

Sehun miro profundamente los ojos contrarios intentando encontrar la pisca de cordura pero…nada, ese rubio oxigenado lo miraba con furor.

 

—Córrete…, toma distancia, donde te pongas…estorbas. — Dijo de lo más despectivo rodeándolo.

 

Luhan frunció el ceño indignado, y se giró para encararlo.

 

—Tú… eres…eres un…—Luhan tenía las manos a la altura de su rostro haciendo raras formas, como si quisiera estrangular algo.

 

—Sí, vas muy bien…— alagó tomando el cartón de leche. — Necesito de su estupidez para sentirme más inteligente. —Aplaudió Sehun sonriendo de lado.

 

—Si tanto me odias porque no te largas y te evitas “tanto sufrimiento”. — Luhan estaba en su rojo vivo.

 

—Si te odio, pero me gusta el lugar. —Admitió el menor marchándose a paso tranquilo y dejando a Luhan echando humos.

 

 

 

Marcador

 

Ganador: Sehun

 

 

 

Life |Day 12|

 

Ese jodido zumbido que emitía esa tubería averiada del piso dos, seguía retumbando en su cabeza, ¿por qué se oía más fuerte en su habitación no habitación?

Pues había usado la pequeña biblioteca como lugar de estudio, pero esa gotera ni le dejaba un minuto de paz.

Maldijo a Luhan porque fue quien se quedó con la mejor habitación, sin contar con que el seguía durmiendo en la sala.

 

Se puso de pie histérico, por lo menos iba a joder a Luhan, solo necesita su tranquila habitación para terminar de repasar para los parciales. Ugh, iba pedirle un favor a ese inútil.

Eso era denigrante.

 

Empujó la puerta de madera que tenía un letreo que decía: “No ñoños” y con fuerza giró la maltrecha perilla abriéndola de par en par.

—Oye, bastar— empezó hablando, pero al segundo de notar la situación dentro sus mejillas se coloraron de rojo intenso y su voz se quebró.

 

El rubio le daba la espalda, mientras metía sus dedos dentro de su culo, con el móvil pegado a al oreja.

Joder, joder, sexo telefónico.

—¡WHAHH! — Cuando notó al castaño, Luhan se cubrió con las sabanas y soltó su móvil.

 

—Mierda…— jadeó estupefacto Sehun olvidando por completo que hacia ahí. —¿Qué carajo estas haciendo? —preguntó como un bobo.

 

Luhan sonrojado y agitado apretó los labios explotando de la vergüenza. —¡Ve—vete a la mierda, basura Oh!!

 

“¿Qué es esto…?”

Su cuerpo estaba caliente.

Sehun respiraba forzosamente. Aunque quisiera no podía apartar la vista sedienta hacia el mayor sobre la cama. ¿Qué rayos le pasaba a su cuerpo?

 

— ¡No te quedes ahí, imbécil, lárgate! — Chilló el rubio enfadadísimo.

 

Sehun se había obligado a quitar la mirada y luego soltó una carcajada seca. Sus hombros se encogieron haciendo arcadas, con una mano tomando su estómago y la otra tapando su boca, el sonido que realizaba era nauseabundo y actoral.—Lamento interrumpir tu llamada sexual…— dijo sarcástico y burlón, pero en realidad no podía sentirse más presionado. —Esto… es demasiado, incluso para ti. — reiteró, mofándose y cerrando un segundo después.

 

Luhan chilló arrojando todo tipo de cosas contra la puerta. —¡¡Idiota, idiota!!

 

Sehun fue hasta el baño y se encerró, metió una mano dentro de su pantalón y se corrió en el inodoro, teniendo en mente al grandísimo hijo de puta-caliente-cabrón-Luhan. 

 

Life |Day 13|

 

Esa mañana fue demasiado silenciosa.

Luhan salió de puntas de su habitación y cuando encontró al menor sentado sobre la barra comiendo una manzana, sintió su corazón venírsele a la boca.

 

“Mierda.”

 

Se tomó fuertemente el pecho para así intentar regular su precipitado corazón camino a paso indeciso hacia la cocina, tomó su vaso de leche y la bebió ante la atenta mirada del castaño.

 

Sehun lanzó el corazón de la manzana y atinó justo al tacho de desechos.—¿Así que eres un hippie fetichista?

 

Luhan escupió la leche y se limpió la cara.—Voy a romperte la nariz.

 

El menor casi cae de la barra, el rostro que había puesto Luhan había sido demasiado gracioso.

—Vale…— Y con eso último hizo el signo de tijeras con los dedos, siendo lascivo.

 

Luhan se tragó sus palabras y corrió rojo de la ira y pena hasta su habitación.

 

Simple.

 

Marcador

 

Sehun: Ganador.

 

Pero… ¿había realmente ganado?

 Sehun sabía que había caído lo suficientemente bajo, cuando, cada noche que Luhan colocaba el seguro a su puerta, él se sentaba junta a ella escuchándole gemir bajo contra el teléfono, mientras él se masturbaba. 

 

|One Day|

 

Las luces eran muy brillantes, el desorden, alboroto y voces mezclándose entre sí, gente llorando y el olor, todo indicaba que era un...

 

Un hospital.

 

“Bombeen…Vamos respira…”

 

Dos camillas ingresaron al centro al mismo tiempo. Los hombres de blanco intentaban revisarlos en la sala de emergencias.

 

El bullicio era abrazador, casi demente.

 

“Sehun…” Su voz.

 

“Este es—“

 

“Se—Sehun… ¿…Se—hun?”

 

Como una maldita grabadora averiada, se repetía esas palabras enredándose unas con otras.

 

Frunció el ceño.

 

Un pitido le perforó los sesos.

 

Pero no podía moverse.

 

Una de las manos de un paciente a lado de su cama cayó como muerta, junto a la suya. Podía apreciarse como descendían las gotas de sangre desde el brazo hasta la puntas de sus dedos.

 

Dos enfermeras tomaron las camillas llevándolas a destinos diferentes, separándolas.

 

 

Life |Day 14|

Sehun despertó raudo, con la respiración agitada, el pecho le subía y bajaba, y su cabello pegado a su frente.

Eran las tres de la mañana, pero un ruido en la entrada lo alerto. Se quitó el polo ya que estaba mojado y se adhería pegajosamente a su espalda sudada.

—Joder…

 

Camino con parsimonia hacia la entrada, arrastrando los pies. Cuando llego, tanteo sigiloso la pared buscando el interruptor.

 

¿Que era esto?

 

Luhan estaba en el piso aferrándose a la perilla de la puerta como si se le fuera la vida en ello, estaba empapado por la lluvia y lloraba.

 

Sehun dejó caer el control remoto que traía en las manos por si hubiese sido necesario golpear alguien.

 

Desde que había llegado a ese lugar, nunca había visto Luhan llorar, nunca.

 

—Hippie…—Susurro Sehun antes de acercarse.

 

“Patético, desagradable. Cualquiera de esas dos habría encajado con él. Pero en ese momento, pensé por un segundo, que era un poco… lindo.”

 

El mayor casi por instinto se abrazó a las piernas del castaño, fue ahí donde pudo percibir el olor a licor.

 

—Puedes burlarte mañana… ahora necesito un abrazo. — Sollozo patéticamente. —Solo un ratito ¿sí?

 

Sehun arrugó su expresión algo incómodo, pero sin saber porque se inclinó y rodeó la cintura de Luhan con sus brazos acercándolo a su pecho.

Por su lado Luhan se aferró a su espalda desnuda, que solo apretó los ojos; cuando las uñas del mayor arañaron inconsciente la piel descubierta.

              

Después de unos minutos así, Sehun ayudo a Luhan a levantarse, y lo llevo al sillón. Sehun no pregunto, no dijo nada.

 

¿Qué diría?

 

Seguro abría la boca y lo arruinaría.

 

Luhan sorbió sus mocos ruidosamente. —Soy un idiota… Creer que esa relación iba en serio…— Se quejó. —Soy en serio idiota.

Su entrecortada voz llena de desdén, solo demostraban lo desilusionado y triste que estaba.

 

Sehun no sabía si sentirse feliz o enojado.

El dichoso novio le había terminado.

 

Luhan había insistido en comer y beber antes de dormir. Sehun había insistido en llevarlo a su habitación, pero habían terminado viendo dos temporadas de CSI, comiendo helado y bebiendo Soju* y abrazados durmieron juntos.

 

Soju: bebida coreana.

 

 

Cuando el menor despertó, sintió el vacío a su lado, era casi medio día, se talló un ojo comprobando que todo lo que había ocurrido ayer no había sido un sueño, y pues botellas de licor repartidas por el piso lo dejaban claro.

 

 Suspiro viendo a su alrededor, recogió todos los residuos y los tiro a la basura, cuando todo en su parte del departamento estuvo aseado se sentó a jugar con su consola.

 

Todo estaba realmente tranquilo.

 

“Algo está mal…” Pensó.

 

Luhan salió de su habitación y se paseó por la sala como si nada.

 

El menor al notar la presencia del otro se giró para comprobar su estado.

—¿Cómo te— Pero tuvo que cubrirse la boca para evitar gritar. Sus mejillas se pusieron ligeramente rosadas. —¡¿Que mierda estás haciendo?!

 

Luhan acababa de salir de la ducha, completamente desnudo, en búsqueda de su ropa interior.

 

La guerra no había acabado ahí.

 

 

Marcador

 

Luhan: Ganador.

 

 

|One Day|

Luhan corría con la camisa abierta y con la corbata atada a la cabeza. Eran olimpiadas y el rubio era el rey en esa prisión a la que llamaba: “escuela.”

 

Sehun solo evitaba entrar a cualquier tipo de equipo, si tenía que participar se integraba a cualquier deporte que no conlleve correr, saltar o caminar.

 

Y es que eran completos polos opuestos.

 

«No, no hay una fina línea entre el amor y el odio. Lo que está es la Gran Muralla China con centinelas armados a ambos lados»

 

Y eso era lo que siempre le repetía Sehun a Kai, que se empecinaba en emparejarlos sentimentalmente, como elemento sorpresa.

 

Y es que lo único que sentía era odio irracional, odiaba su forma de ser, un odio limpio. Simplemente detestaba todo de él.

 

Pero ahora debía reconocer que su cuerpo no estaba tan mal.

 

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.

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Life |Day 15|

 

El humor de Luhan se veía siempre desequilibrado, en muchos momentos se le notaba feliz, pero en cualquier otro se le apreciaba la ira en ese brillo peculiar de su mirada.

 

Como ahora.

 

—Niño, necesito estudiar. —Mascullo con molestia Luhan, que acababa de salir de su habitación, para acabar con el bullicio de la consola del menor.

 

Este solo se encogió de hombros y le bajo tres rayitas al volumen.

 

El rubio poseído por la ira, tomo la consola y la lanzó contra la pared tirando de los cables y mandos.

 

—¡¿Que rayos te ocurre?! — Ladró Sehun al ver la atrocidad que había cometido el rubio menopaúsico, en cámara lenta. —Hippie idiota, ¿sabes cuánto me costó esa mierda? 

 

—Bien, ahora ya no vale nada. —Se cruzó de brazos. —Además, esa estupidez trastorna tu mente, deberías agradecérmelo.

 

Sehun avanzó dos pasos enfrentándolo, y Luhan no se quedó atrás, sino que más bien lo encaró plantándose a solo unos centímetros de su nariz. Era una batalla de egos y ninguno estaba dispuesto a ceder.

 

—Hippie de mierda.

 

—Ñoño sin vida.

 

—Voy a matarte.

 

—Puedes intentarlo.

 

Las puntas de sus narices se rosaban insinuantemente, era casi estimulante.

La ira recorría el cuerpo del más alto, lo llenó de adrenalina.

 

Luhan bufo en la cara del menor dándole la espalda.

—No he terminado contigo. —Rugió Sehun, tomando su brazo.

Tiro violentamente de su muñeca, apresándolo por la cintura, sus cuerpos chocaron, y lo besó.

Fue uno muy brusco ya que sus labios se estrellaron estrepitosamente haciéndolos jadear a ambos por el golpe, pero el menor se recuperó rápidamente, sosteniendo la mandíbula del rubio obligándole a corresponder su lengua incitadora.

 

El rubio abrió desmesuradamente los ojos, al sentir la excitante lengua del castaño invadiendo su boca, junto todas sus fuerzas y lo apartó de un golpe, plantando su rodilla en el estómago del menor, después de ver al castaño retorcerse de dolor, caminó inseguro de lo que había pasado hasta su cuarto.

 

Esa noche ninguno pudo dormir.

 

 

Marcador

 

Ganador: ¿?

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Life |Day 16|

 

—Y es que no sabes cuánto lo odio. —Comentaba Sehun, tomando su café acaramelado.

 

—Ten cuidado, ya sabes que tanto odio puede—

 

—Ni lo digas. — Sentencio el menor. Ambos estaban tomando algo en Strabucks, cerca del departamento del menor.

 

π

 

 

—No lo soporto en serio, tiene el poder de sacarme de quicio y… Solo quiero estrangularlo. —Decía Luhan a una de sus amigas, haciendo gestos de estrangular algo.

 

Estalló en risas. —Yo diría que hay algo más que ganas de estrangular al pobre.

 

—Se supone que debes apoyarme no maldecirme. — Puchereo infantilmente.

 

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Life |Day 16|

 

Sehun tenía preso al mayor contra la barra de la cocina, el mayor tenía una sartén en alto la cual dejo caer para rodear el cuello del más alto, ambos fundiéndose en un intenso beso, las luces eran tenues, y solo se dejaban llevar por los instintos más bajos del hombre; la pasión.

 

El menor delineo con curiosidad el cuerpo del rubio quien gimió entre el beso. Se abrazó a su delgado cuerpo, presionándolo con fuerza.

 

Y es que relativamente, solo se “odiaban“.

 

El tiempo no transcurrió en vano, cada vez que discutían terminaban juntando sus labios con furor. La confianza que nacía era cada vez más justificable, ahora tenían derecho sobre el cuerpo del otro. Y era fantástico.

 

Life |Day 17|

 

—¿Puedes decirme porque revisabas mi teléfono? —Sehun entro a la habitación del mayor mostrando su móvil.

 

En ese momento Luhan iba a gritarle por entrar sin llamar antes, pero al oír la pregunta se tragó todo lo que quería decir.

 

 —No sé de qué me hablas. — Evadió el tema dándose vuelta sobre su cama.

 

—Luhan, mírame te estoy hablando. — Amenazo un poco enojado por cómo estaba siendo ignorado.

 

—Me duele el cuello de tenerlo levantado, maldito púber prematuro. —Gritoneo saliendo de la cama y pretendiendo huir de la incómoda situación.

 

¿Cómo le diría que, si efectivamente había husmeado en su móvil?

 

—Luhan…— Menciono como advertencia —Luhan ¡Responde! —Sehun ya se estaba hartando de las evasivas del mayor lo tomo fuertemente del antebrazo deteniéndolo.

 

—¡Solo tenía curiosidad!

 

—¡¿De qué?!

 

—Estaba celoso ¿Bien? — Luhan había explotado penosamente, su rostro se teñía lentamente de rojo. —Estás completamente metido en ese sucio aparato y quería saber qué era tan divertido.

 

Sehun soltó una risita, enternecido.

 

Luhan era demasiado posesivo.

 

Lo atrajo a su pecho y lo abrazo, casi ahogándolo.

 

—Eres un tonto.

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Life |Day 17|

 

—¡Se libre Pi’!~ — Luhan le hablo altivamente mientras se levantaba del sofá, iría a la cocina por alguna botana.

 

Sehun plenamente no se sentía atado a nada. — ¡Hah! Y dime ¿tú eres libre? —dijo irónico. — Vagando por todos lados, y quebrantando reglas.

 

—¡Exacto! Quebrantar las reglas, no romperlas. — Guiñó engreídamente antes de tirarse sobre las piernas del menor.

 

 

...

 

 

—¡Luhan deja de gritar! Estas exasperándome. — Sehun estaba llamando al mayor por su nombre, ya no se refería a él como: “hippie” “idiota” o “Sub-normal”

 

Y es que en realidad el rubio no era tan estúpido, como creía Sehun. Luhan conocía más de 320 especies en animales y plantas exóticas. Simplemente su fuerte no era la lógica.

 

—Voy a ser el primer hombre en escalar la montaña más grande del mundo. — Si, esa era la nueva meta del rubio, había escuchado a su profesor en la universidad que escalar montañas era sinónimo de superación. Pero este lo había dicho como un tema metafórico, cosa que Luhan no comprendió. Y ahora él lo haría. Cuando llegó a casa corrió hasta su habitación y desarmo uno de sus marcos fotográficos, saco la foto y escribió detrás de él.

 

“Escalare todas las montañas del mundo”

 

Luhan era un aficionado, tenía una obsesión por los marcos de fotos, pero curiosamente no las cambiaba por fotografías propias, simplemente las dejaba puestas, la mayoría de estantes en la casa estaban llenos de esos marcos, y lógicamente llenos de todos los sueños del rubio.

 

—Ya loco bájate de ahí. —Sehun intentaba alejar a Luhan que se había parado sobre el sillón. —No podrás hacerlo, eso es imposible. —Lo atrajo a la realidad con sus frías palabras, y es que era humanamente imposible escalar la montaña más alta del mundo solo, para eso se necesitaría todo un equipo sin contar que el aire era mucho más denso cuando se hallaba en la cúspide.

 

—Esos querido Pi’ son sueños, ¿nunca tuviste uno? — Luhan brincaba sobre “la cama” del menor. —Sueña. —le aconsejó amablemente, con tono de madrina mágica.

 

—Para eso necesito estar dormido, tontito. — Respondió irónicamente Sehun y es que ese era el, sin sueños estúpidos e imposibles.

 

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Life |Day 18|

 

—Tienes que hacerlo.

 

—Moriremos, estoy muy joven aun.

 

—Estaré contigo.

 

—Eso no me ayuda.

 

Sehun y Luhan estaban sobre un tajo, el mayor había casi arrastrado al castaño a saltar en parapente. Y Sehun le había dicho a Luhan que jamás había hecho cosas que desafiaban la lógica humana, que más estúpido que saltar de dos en un parapente que solo aguanta un peso.

 

—¡A las tres! — Grito Luhan y el menor solo se abraso a su cintura.

 

—Uno… dos…

 

—¡Espera! Si no vivo quiero decir que: te odio tanto.

 

—¡Tres!

 

Y como lo predijo Sehun al saltar sus pesos hicieron que este no aguantara y descendieron muy rápido, estrellándose contra el pasto de las instalaciones. Luhan reía como loco, mientras Sehun se tocaba cada parte del cuerpo buscando alguna fractura. Poco a poco la tela los cubrió por completo, Sehun se había rendido, pelear con Luhan sería estúpido. Lo observo por unos minutos y le acompaño con la risa, cuando se detuvieron, ambos se acercaron y se unieron en un beso.

 

 

 

Desde aquel día Luhan intento hacerle ver la vida desde su punto de vista. Uno donde lo estúpido e irracional era un estilo de vida. Donde no había arrepentimientos.

 

Y así ambos se complementaban, haciendo una persona perfecta.

 

Luhan se cambiaba de ropa arrogándola al suelo, cuando Sehun venia minutos después y la levantaba para dejarla en la lavandería.

 

Aprendieron a vivir el uno con el otro, hasta que ya no pudieron vivir el uno sin el otro.

 

 

 

π

 

|One Day|

 

—Si mañana no despierto… Te amo.

 

—No digas cosas estúpidas.

 

—¿De qué hablas? Si esa es mi tarea.

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Life |Day 19|

 

—¡Hey Pi’! Cómprame esto. —Luhan tenía un feo puchero mientras apuntaba una caja de chocolates de café.

 

Sehun se acercó con el carrito de compras a ver que tanto era ese escándalo.

 

—Tú eres mayor, deberías comprar cosas para mí. —Regaño el castaño viendo discretamente el precio para comprarlo.

 

—¡Por favor! ¡Por favor! Pi’ te prometo no pedir nada más. — Jalaba molestamente de la manga de Sehun.

 

—¿Y si quiero algo a cambio? — En serio Luhan se veía tierno cuando actuaba infantil y Sehun había descubierto una mala manía: excitarse cuando el mayor actuaba así.

 

Luhan sonrió pícaro y asintió eufóricamente.

 

Ahora la caja de chocolates estaba en el carrito de compras, al igual que Luhan y no había ente en este mundo que lo pudiera bajar así que Sehun solo arrastraba el carrito con Luhan dentro.

 

Cuando casi la lista estaba vacía una irritada voz se dejó oír.

 

—¿Luhan? —La incredulidad en su tono de voz hizo que ambos chicos se giraran. Pero solo el rubio palideció al ver de quien se trataba.

 

—¿Kris…? Tu qué haces—

 

—¿Quién es ese tipo? — Dijo Sehun parándose defensivamente frente al carrito.

 

—Te aconsejo mantener la boca cerrada, mocoso. —Rujió con irritación, intentando ver por sobre el hombro del castaño a Luhan, que solo se encogía sobre sí mismo.

 

—No me hagas reír maleante, ahora piérdete o llamo a seguridad. — Sehun sabía que contestar de esa manera iba en contra de la lógica humana, provocar a un oponente potentemente cargado de testosterona, hormonas como; androides y ACTH. Sería casi suicidio.

 

—¿Quién es este idiota, Luhan? — Pregunto con desdén el más alto.

 

—Solo vete Kris, hablaremos después—.

 

—No, no hablaras con él. Nos vamos. —Sehun dio vuelta al carrito caminando molestamente a las cajas registradoras.

 

—¡¡¡Luhan!!!— Grito ferozmente, haciendo estremecer el cuerpo del rubio.

 

—¿No entiendes? Ya no te quiere. Míralo. — Sehun freno, y encaro al tremendo idiota que no dejaba de gritar por el nombre del mayor.

 

—¡¿Y tú quién mierdas eres?!

 

—Soy su novio, ahora piérdete.

 

Kris sonrió de medio lado, mirando nuevamente al rubio asustado. —¿El? ¿En serio Luhan?

 

Lo observo de pies a cabeza y luego dio vuelta sobre sus propios pasos dejando el súper. El pecho de Sehun subía y bajaba, respiraba forzosamente por la nariz y tenía las manos apretando las manidas del carrito.

 

No hablaron en todo el camino de regreso solo se veían de reojo.

 

Cuando llegaron desempacaron todo, guardando cada cosa en su lugar.

 

—¿Ese era tu ex? —Pregunto Sehun sin verlo.

 

—S-sí. —Titubeo un momento al responder.

 

—Ya veo. —El menor se acercó a la nevera y de esta saco tres latas de cerveza. —Ven.

 

Luhan comprendió y ambos se sentaron alrededor de la pequeña mesa ubicada en la sala.

 

—¿Y… desde cuando somos novios? — Pregunto un titubeante Luhan, que por el alcohol tenia las mejillas rosa y miraba penosamente la lata entre sus dedos.

 

Sehun observo por largos segundos al mayor. ¿Qué haría con él?

 

Mordió inconscientemente su labio, algo muy creativo se había instalado en su cerebro beodo. Atrajo al rubio lentamente, posándolo sobre sus piernas estiradas.

 

Una cosa llevo a la otra y ahora estaban ambos en el suelo, Luhan sobre Sehun, compartiendo un excitante beso, el licor en la sangre circulando agresivamente por sus cuerpos. El mayor se restregó sobre el regazo de Sehun mientras se quitaba la sudadera, el menor miraba con detenimiento cada movimiento.

 

Expectante, excitado.

 

La noche fue larga para ambos, pero igual de placentera.

 

—Pi’ Ngh… Sí.

 

 

 

...

 

 Life |Day 23|

 

 

Después de aquella noche, sus actitudes no variaron mucho, pero definitivamente el trato era otro.

 

Luhan supero su odio desmedido por quien tocaba o siquiera se acercara a su preciada cama. El primer “gran” paso para el rubio fue permitir al menor acostarse en su cama. Parecería tonto o simple, pero era importante para Luhan.

 

—¡Pi’, ven rápido!— Luhan gritó desde su alcoba.

 

Sehun al oírlo caminó perezosamente a la habitación del mayor.

 

—¿Ahora qué?

 

—Siéntate. —Aquellas simples palabras le supieron a mierda a Luhan. ¿En serio permitiría a alguien sentarse en su amada?

 

Sehun lo miro raro, pero luego tomo asiento al lado de Luhan, se notaba que el mayor estaba algo angustiado. Por lo que Sehun le sonrió ligeramente colocando su mano sobre el dorso de la del mayor.

 

 

 

Ahora ambos estaban echados en la misma mullida cama, Sehun estaba de costado y Luhan boca arriba.

 

—Si pudieras cambiar algún hecho en tu vida ¿Lo harías? —Sehun siempre se preguntaba, si el “gran” Luhan vivía con arrepentimientos o algo.

 

El mayor llevo su índice a sus labios pensando.

 

—No.

 

—¿Cómo qué no? Debe haber alguno. — Se quejó Sehun.

 

—Es que no. — Respondió con simplicidad.

 

—O sea ¿tu vida es como siempre quisiste? — Dijo derrotado Sehun.

 

—No es exactamente. Pero si pudiera… quisiera cambiar el rumbo de las cosas, imagínate nacer a los 90 años, y aprender a andar sin un bastón, luego llegar a los 70 y caminar por el mundo, hasta donde tus débiles piernas te den, llegar a los 50 y trabajar hasta los 30, con todo lo ganado en ese tiempo vivir sin preocupaciones hasta los 17, disfrutar de la juventud sin arrepentimientos, hacer cosas estúpidas sin miedo a envejecer por qué si la vida se pasa… seria solo para darte más juventud. Después, volviendo a caer y aprender a gatear a los brazos de tu madre. Beber de su pecho para alimentarse y por ultimo… morir en un excitante orgasmo.

 

Luhan lo decía tan libremente que enamoraba a Sehun con cada frase que sus labios dejaban escapar.

 

—Eres raro.

 

—Gracias. ¿Y tú que cambiarias?

 

Sehun sabía exactamente, cual fue el error, tal vez más grande de su vida. Nunca haber enfrentado a Luhan en la preparatoria, tal vez ahora su destino hubiese sido otro.

 

—Pues en la escuela, había un chico al cual detestaba, pero nunca tuve el valor de decirle abiertamente cuanto me molestaba. —Sehun decía eso, recordando los momentos en los que deseaba caminar hacia Luhan y patearle el trasero.

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Life |Day 24|

 

—Todo en los números es aburrido. Entonces ¿por qué sonríes? — Luhan estaba comiendo uvas mientras el menor se preparaba para su examen de ingreso.

 

—No es aburrido. —Reto Sehun desde su lugar en el mesón.

 

—Vamos Pi’. —Alegó el rubio alargando las palabras como un niño. —Ese Ensten* se murió, seguramente de aburrimiento.

 

*Luhan mencionó mal el nombre de Einstein.

 

Sehun rio de la estúpida teoría que le había lanzado el mayor. —Es Einstein, y experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal. — Dijo volviendo a su libro.

 

—Y reafirmo; aburrido y sin chiste.—El mayor se estaba agobiado de ver la cara de Sehun, así que optó por lanzarle las pepitas de sus uvas, como medio de entretenimiento.

 

—Luhan, basta.

 

—Juro que moriré de aburrición. —Chillo.

 

—Ven, siéntate aquí. — Indico el menor acercando una silla a su lado, Luhan obedeció. —¿Ves esto de aquí?- Pregunto, señalándole el libro.

 

El menor quería explicarle a Luhan que no todo era aburrido, eso solo dependía de cuando esfuerzo le ponías a lo que querías hacer.

 

—Números horribles con letras. Uhg. Ya siento mi cerebro vomitar.

 

Sehun bufo, y continuo. —Esa es la ecuación más bella que hay, su nombre es “soneto matemático” Está compuesto por un numero irracional, al igual que tú, elevado a un número imaginario, que serían todos tus sueños.- Siguió el menor. —Multiplicado por “π”, que vengo a ser yo. Y sumado a 1 que es una persona; todo eso da como resultado zero, que simplificado es un número sin valor alguno. Como nuestra estancia en este mundo.

 

Luhan escuchó atento la improvisada, pero muy bonita historia contada por el menor.

—Entonces ¿esa es mi ecuación? —Preguntó ilusionado Luhan.

 

Sehun se sorprendió un segundo por la inocencia del segundo, y con una sonrisa asintió.—Sí, te la regalo. — Sehun dibujo la ecuación en una hoja y se la tendió al mayor para que jugara con ella.

 

 

+ 1= 0

 

 

Lo mejor de la existencia está en darse cuenta de los pequeños detalles que pueden cambiar el destino de toda una vida.

 

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Life |Day 26|

 

Para el cumpleaños de Kyungsoo, todos se reunieron en un bar. Necesitaban celebrar, Sehun llevo a Luhan, sorprendiendo a sus amigos.

 

—Sabía que todo esto pasaría. —Kai levanto un vaso relleno de alcohol, agitándose por la falta de equilibrio. —Siempre, te dije que acabarías así.

 

Kyungsoo, intentaba evitar que su novio se dé contra alguna silla, por su lado, Sehun dormía plácidamente en el hombro de Luhan que veía con gracia a Jongin.

 

 —Puedes callarte de una vez. —Amenazaba D.O a su novio lengua suelta.

 

—¿Por qué? Tú ya debes saber que has vivido acosado por ese engendro, pero definitivamente el destino es una perra, ¿Quién junta a las personas que más se odiaron en la preparatoria y los ata a una convivencia?

 

El hipo no dejaba escuchar bien lo que, prácticamente gritaba, pero Luhan llego a entender.

 

Ellos se conocían desde antes.

 

¿Cómo no lo recordó?

 

|One Day|

El primer día de clases para Luhan fue épico, con alguno de sus amigos relleno el auto del director con pintura. Pero al parecer el estacionamiento no estaba vacío ya que la maestra Jung los vio.

 

—¡Ustedes! Malandros. —Apunto desde lo lejos la maestra, mas ciega que un topo.

 

—¡Q correr, perras! —Rugió uno de ellos, Luhan fue el primero en salir casi volando, corría por los pasillos sin ver atrás, sintiendo la adrenalina, recorrer cada vena de su desgraciado cuerpo. No noto siquiera al niño que se le puso enfrente, ya era muy tarde para frenar, ambos cayeron estruendosamente al piso, Luhan con dolor en la quijada se levantó y siguió corriendo.

 

Ignorando por completo al alumno que embistió, en el pasillo, aquel que lo odiaría hasta un futuro no tan lejano.

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Life |Day 28|

 

En las veredas de la una Seúl calurosa se hallaban Luhan y Sehun como siempre: Peleando.

 

—Sera divertido.—Canturreó Luhan intentando convencer al castaño.

 

—No.— Dijo taciturno.

 

—¡¿Por qué no?!— Berrinchó.

 

—Absolutamente no.

 

—¡Pero, lo prometiste! Dijiste que saldríamos por mi cumpleaños.—Le recordó tirando de su brazo, peor siendo ignorado olímpicamente.

 

—Maldición.

 

Luhan mordió su labio inferior mirando con recelo a su ¿novio?, bueno según Sehun lo eran.

 

Sin poder controlar su temperamento de infante, el mayor se sentó en el piso de plena vereda con los brazos cruzados y un feo puchero. Sehun se detuvo al dejar de sentir la molesta presencia del rubio y cuando se giró a buscarlo lo encontró en tal posición bochornosa, avergonzándolo.

Ya que un universitario obstruyendo el paso a los transeúntes, pues no se ve todos los días.

 

—¡¿Qué haces?! Levántate.— Ordenó con molestia a flor de piel.

 

—No.

 

—Luhan, están mirando, joder—Advirtió, viendo a los lados, por si no venía ningún guardia a arrestarlo por ocasionar desorden público.

 

—Solo si prometes ir conmigo.

 

—Dije que no.

 

Luhan entrecerró los ojos viéndolo desafiante.

 

Life |Day 31|

 

Tres días después…

 

—Te odio tanto. —Masculló con presente molestia.

 

Luhan cantaba a todo pulmón.

 

—Nos vamos de paseo lalalalala~ no es un auto viejo lalalalala~

 

Sehun aún no podía creer como había accedido a acompañar al demente del rubio a acampar en pleno otoño. O bueno, los labios del rubio sobre sus caderas y pelvis lo hicieron recordar, como lo logró.

 

Luhan conducía una camioneta-camping, mientras Sehun se quejaba de que no sabía la ruta.

 

—Luhan, solo sigue el maldito GPS. — Sugirió el menor al notar la obvia desorientación del rubio.

 

—Olvídalo, me rehúso a usar esa cosa, yo puedo llegar solo, el hombre no necesita ayuda de una máquina para hallar su camino. — Dijo con el pecho inflado Luhan.

 

—Tal vez el hombre no, pero tú sí. —Susurro Sehun, no podía definitivamente con el genio de su novio.

 

Sin saber cómo, llegaron a una linda pradera, lejos de la concurrida Seúl. Todo era  tranquilo y silencioso, traía paz al castaño que sin notarlo ya estaba disfrutando del exultante viaje.

 

—¿Quieres? — Luhan se había cambiado ya que el sol daba acto de presencia pero es no quería decir que este cumpliera su rol: calentarlos.

 

 Ya que el viento helaba se colocó un gorro de esquimal y salió de la casa rodante para encontrarse con el menor que miraba todo con detenimiento, buscando el “porque” a todo.

 

—Huh—Sehun desvió su mirada cansada al mayor que le ofrecía pan dulce. —Ahora no. Sera mejor que arreglemos todo para la fogata, esta noche no será especialmente tibia.

 

—Pero, podemos hacerla caliente si quieres. —Dijo insinuante antes de subir al vehículo con las mejillas ardiendo.

 

Sehun sonrió lascivo antes de seguir al mayor.

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Destiny |Day 1|

 

Luhan trabajaba en Starbucks a medio tiempo, cuando salía temprano de su facultad, pero estos últimos días, se notaba cansado y muy distraído.

 

—¡Hey, Xiao! ¿Estás bien? —Uno de sus compañeros lo vio trastabillar.

 

—Sí, sí, estoy bien…—Dijo el rubio con una sonrisa que tembló inseguramente en sus labios. —Estoy en parciales y eso me trae loco.

 

El otro asintió.

 

Sehun estaba esforzándose mucho por pasar los últimos exámenes de la universidad, unos días atrás le habían confirmado la beca y estaba más presionado que nunca. Cuando llego a casa vio la maleta de Luhan, pero como estaba con la mente en otro lado, no se preguntó que hacía en casa tan temprano.

 

 A esa hora debería estar en uno de sus muchos trabajos de medio tiempo.

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Destiny |Day 2|

 

Los días pasaron y los incidentes con Luhan iban prolongándose, ahora ya no podía dormir, el menor terminaba acurrucado a su lado para así darle calor, al menos así podía descansar, ambos tenían sus problemas.

 

El desgaste físico, no era tan soportable como antes y eso enfurecía a Luhan, lo hacía sentir inútil. El rubio tuvo que dejar tres de sus trabajos. Ahora pasaba mucho tiempo en casa y Sehun nunca pregunto ¿Por qué?

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Destiny |Day 3|

 

—Luhan, ya es tarde. Levántate. — El menor agitaba al rubio en su cama, el muy perezoso no iría a la facultad.

 

El chico de aspecto pálido ni se movió un centímetro, incluso pareció que había dejado de respirar.

 

—Hey, Luhan, despierta ya. —Siguió moviéndolo, pero este no respondía, la gracia abandonó el cuerpo del menor, que acerco su rosto a los labios de este. Su respiración era casi inexistente. Sehun corrió hacia el baño, resbalando en el proceso, pero cuando tuvo el vaso de agua se lo echo en la cara.

 

—¡Waah! —Luhan regresaba en sí, tosiendo por el agua que se bebió. —¡¿Enloqueciste, mocoso?! —Grito Luhan observando el desastre.

 

El castaño lo vio con desesperación, para luego abrazarlo.

 

—¿Qué…?—murmuró completamente confundido. —Te estoy mojando. —Dijo Luhan un poco sonrojado por la repentina acción.

 

—No importa. No importa.

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Destiny |Day 4|

 

Sehun no quería decirle a Luhan que Kris había estado merodeando su facultad, él pensaba que el mayor ya tenía suficientes problemas con lo de sus parciales.

 

El primer día que Sehun hizo acto de presencia en el recinto se halló con la mala noticia de que Kris, el exnovio de Luhan, también cumplía sus estudios en la misma universidad, al principio lo tomo muy a la ligera, pero después se dio cuenta que tal vez había cometido un error al tomárselo tan bien.

 

La noche era demasiado oscura, ni tan fría ni tan cálida. El menor demoro más de lo previsto en la biblioteca, sabía que Luhan lo mataría, ese chico se había esforzado en una cena especial.

No sabía bien que le tenía preparado, pero no quería llegar más tarde.

 

Cuando vió el atajo, tal vez más irracionalmente peligroso, no dudo en ir por él. Cruzó la desierta esquina estrecha, aferrando su mano en puño a las sogas de su mochila y soltó un soplido gélido. Era una fría noche del viernes.

Pero no cualquier día.

 

Sehun sintió a alguien seguirlo, un paso tras otro y luego como se multiplicaban. No quiso girarse, solo saco su teléfono marcando al primer número en su lista de contactos.

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Destiny |Day 5|

 

Luhan estaba preparando la cena, como nunca, ahora que ya no trabajaba. Quería desesperadamente sentirse útil. Cortaba las verduras con parsimonia, ya que no se llevaba muy bien con eso de la cocina, pero hoy quería hacer una linda cena para Sehun.

 

De repente todo se volvió borroso, como si sus gafas estuvieran empañadas.

 

«Un segundo…»

 

Luhan no usaba gafas.

 

Llevo su diestra a su cabeza, intentando calmar el nauseabundo mareo.

 

Su celular vibró sobre el sillón, prendiéndose y apagando, con un tonito alegre, que en estos momentos le taladraba la cabeza.

Se giró en dirección al aparato sobre el sillón y camino hacia él. Antes de tomarlo perdió el control en sus piernas y cayó como un plomo, su diestra resbalo sobre el sillón y cuando golpeó la superficie de la alfombra no volvió a moverse más. .

 

El teléfono dejo de vibrar.

 

 

 

π

 

 

 

Las puertas en vaivén de la sala de emergencia se abrieron estrepitosamente, dando paso a dos camillas, los enfermeros guiaban a cada uno a sus respectivas habitaciones.

 

El Dr. Ahn cargo de la sala de emergencia le echo un ojo a ambos.

 

—Conecten las básculas, bobeen, hasta que llegue a un 70...

 

El Dr. Se movía rápidamente hasta que una habitación en el área de emergencia fue desocupada.

 

Los cuerpos inertes sobre las camillas recibiendo la atención necesaria.

 

—Están libres. — Grito uno.

 

Las camillas avanzaron rápidamente, las ruedas volviéndose locas.

El otro de ellos dejo caer su mano sin vida, ensangrentada. Al momento de separar las camillas. Cualquier loco diría que el cuerpo lleno de golpes no quería dejar ir al otro ser inactivo.

 

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Destiny |Day 6|

 

Las luces eran nocivas para su débil vista, los sonidos se incrementaban cada vez que sus parpados se despejaban de sus mejillas.

 

Movió su cabeza intentando entender.

 

—¡Sehun! ¡Dios que susto! —La voz de Jongin hiso eco en aquella habitación.

 

—¿…Qué? ¿Qué paso? — Murmuró el castaño intentando sentarse en la camilla, sintiéndose desorientado.

 

—¿Qué, qué paso? Idiota, casi me matas del susto. — Se quejó cual anciano, el moreno.

 

—¿Qué hora es? Luhan me ahorcara si no llego para la cena. — El menor intentaba quitarse esas terribles agujas clavadas en sus venas.

 

—Sehun… Dormiste dos días. — Comento con pena en la voz.

 

—Mierda, esta vez sí me matara. —Refutó ansiosos.—Necesito ver a Luhan.—Murmuro el de piel lechosa, cuando un doctor irrumpió en la estancia.

 

—Sr. Oh, ya despertó, mil disculpas, al parecer le administramos suero, más de lo debido. Puede irse cuando quiera. Conforme al Sr. Xiao—

 

Jongin, se levantó, impidiendo que el hombre de edad pudiera decir algo, caminaron hasta el lumbral de la puerta bajo la atenta mirada del menor. El Dr. solo asentía y negaba a todo lo dicho por el moreno, mientras Sehun se cambiaba.

 

—¿Qué quería? — Dijo Sehun levantándose, aun sintiendo un pinchazo en su costilla. Y es que esos vándalos le habían molido a golpes, dejando inconsciente del dolor.

 

Ambos menores salieron de la habitación, uno de ellos en completo silencio. Sehun caminaba apoyado en las paredes, mientras Jongin desviaba la mirada constantemente.

 

—¿Quieres ver a Luhan? —Preguntó con tono furibundo. — Ven. —Dijo Kai metiéndose al elevador, Sehun lo miro confundido, pero pronto llego a la conclusión de que Kai le guiaría donde Luhan.

 

Jongin marco el botón 7; Área de hospitalización. Inconscientemente, el castaño frunció el ceño, la cafetería estaba en el piso 3.

 

Cuando el mayor dejo la caja de metal, Sehun permaneció ahí, viendo el tablero, buscando un error pero no, estaban en el área de hospitalización. Ninguno de ellos había sufrido alguna operación o algo. ¿Por qué estaban ahí?

 

No cuestiono más y solo siguió al moreno. Este se detuvo frente a la habitación 107 y giro la perilla con lentitud.

 

Al ver que había tras la puerta, el moreno se exalto y corrió a abrazar a su novio, que lloraba en silencio a lado de ¿Luhan?

 

—Soo Hyun… ¿Qué paso? — Jongin intentaba calmar a su escandalizado novio.

 Y es que Kyungsoo estaba cuidando a Luhan, pero este convulsiono frente al pobre D.O, llenándolo de nerviosos y pánico.

 

—Es imposible, ya no puedo seguir aquí… El muere, Jong…—Susurro con los ojos abiertos y dilatados, por completo víctima del pánico.

 

Sehun veía con mirada vacía la cama.

 

Su brillante novio, se veía extraño, con todas esas intravenosas por todo el cuerpo, el contorno de su boca estaba de un tono muy rosado, y eso se debía qué minutos atrás había convulsionado.

 

El bullicio que armaba Kai, se hacía cada vez más lejano.

 

¿Qué paso aquí?

 

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Destiny |Day 7|

 

—¡Exijo saber qué es lo que le pasa al paciente Xiao Luhan! —Sehun ingreso, evadiendo cualquier tipo de seguridad.

 

El Dr. Ahn que descansaba en su gran silla se exalto al verlo.

 

—¿Quién es usted y cómo entró?

 

—¡Soy el esposo del paciente Xiao! — Masculló irritado, rebelando esa mala costumbre que aún no lograba quitar de decidir por su cuenta, cosas importantes como… ¡matrimonio!

 

El hombre se acomodó las gafas y lo invito a tomar asiento mientras se encogía sobre el cajón metálico lleno de archivos específicos.

 

—El estado del paciente es grave. —Comenzó con voz clínica y fría. —Padece un tipo de tumor anaplásico, su evolución es rápida, temo decir que… él lo ha cultivado desde hace tiempo ya.

El anciano se aclaró la garganta al notar los ojos desorbitados de Sehun humedecerse. —No aseguro una recuperación inmediata, peor si usted está de acuerdo con conectar al paciente Xiao…

 

—¿Conectarlo…?— Repitió incrédulo, Sehun.

 

El hombre asintió tomando algunos folletos de “Quimioterapia.”

 

Sehun moridlo con fuerza pulsante sus labios y negó ferviente. —No. —Sentenció.

 

El licenciado abrió los ojos patidifuso. — ¿De qué habla?

 

Sehun sintió su garganta seca y hecha un nudo. —No… conectaré a mi esposo a nada.

 

—Pero, pero si no lo hace morirá. — Advirtió con sobresalto el médico, casi perdiendo la compostura.

 

Sehun se estrujó la camiseta a la altura de su pecho y lo observó con lágrimas desbordantes. —¿Morirá? —Repitió en tono reajusto. —Usted exprimió mis esperanzas hace un momento, pero ahora me dice que… si no lo someto a ese infierno… ¿morirá?

 

No podría, jamás le haría algo así a Luhan. El hermoso rubio, que alardeaba de nunca estar atado a nada, de ser libre. Jamás lo sujetaría a un respirador artificial.

 

—Le está negando una segunda oportunidad de vivir a su esposo. — Dijo con firmeza el doctor muy decepcionado del tipo de “amor” del otro.

Y es que el nunca sabría la verdad, no conocía a Luhan, no sabría que eso solo sería muerte en vida, tirar la belleza de una vida normal, sus días de libertad para deberle todo a una cama, estancado por lo que el queda de vida.

 

Sehun se tomó la cabeza con ambas manos riéndose histéricamente de la ingenuidad del médico.—No, eso no sería vida. —Alegó. —Por lo menos no para Luhan. —Esas palabras eran demasiado para Sehun, estaba actuando maduramente.

 

Sabía la respuesta del mayor. Y siempre sería un no.

 

—Todos necesitamos de algo para poder seguir. —Refutó el hombre completamente a la defensiva. Veía la Quimioterapia como un milagro de la ciencia, ciencia a la que le había entregado su vida y estudios. Un mocoso egoísta y arrogante no le diría lo contrario.

 

Sehun lo miró de soslayo aun sintiendo el terrible agujero en su pecho. —El gran error de la humanidad es pensar que se necesita algo para seguir. —Contraataco Sehun, y es que no cambiaría su respuesta, no sería tan inmaduro de hacer lo que quiera con la vida del rubio. No actuaria de forma egoísta, no esta vez.

 

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Destiny |Day 8|

 

—El tumor que está instalado en su cerebro no le permitirá realizar diversas cosas. Lo extraño está en que gracias al último estudio descubrimos que es uno viejo, por lo que es imposible extirparlo a menos que procedamos a conectarlo…

 

—Dije que eso no sucederá.  —Sehun aguantaba las ganas de llorar con todas sus fuerzas.

Maldición, todos lo miraban como el villano de la película. ¡Él no quería dejar a Luhan! No era sencillo pararse frente a la oportunidad de verlo vivo unos meses más, no era malditamente sencillo estar de pie. Si fuera su decisión, si fuera por completo su decisión haría lo que fuera por traerlo de vuelta.

Pero no era así.

 

Luhan ya había decidido. Y no, era la respuesta.

 

“Es patético prolongar la vida artificialmente”

 

Fueron sus palabras que una vez le dijo a Sehun, y este jamás las olvidaría.

 

—Bien. —Renegó el médico. —Paulatinamente ira perdiendo ciertos accesos, como el caminar y hablar…— Sehun sollozo en silencio al oírlo, peor cubrió su boca con su puño. —Son casos que pueden tratarse, pero al parecer este no será uno, las facultades del paciente se irán desconectando desde el interior, en pocas palabras; su sistema inmunológico se apagará y ese será el final. Una gripe común podría ser fatal.

 

Sehun mordía con desesperación el dorso de su mano, cubriendo sus gemidos.

 

El pasillo parecía enorme y solitario, ninguna mano se estrechó sobre su hombro, y descubrió la enorme pesadez de amar con tanta pasión a alguien. Y también lo cruel que era el mundo.

¿Porque tenía que ser tan cruel?

 

 Él no había elegido.

 

—Como podrá entender, en una condición como esa, su tiempo de vida se aorta a un mes. Eso es todo Sr. Oh. Podrá ver la paciente en los siguientes días.

 

Sehun titubeo un segundo de cambiar su veredicto por un; sí. Pero eso sería tan injusto para el rubio.

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Destiny |Day 9|

 

Camino a paso muerto a la habitación 107, respiro hondo y entro. Luhan estaba jugando con la intravenosa.

 

—¡Sehun! — Luhan había notado a Sehun ingresar a la habitación y se alegró al verlo, esos últimos días, el menor lo frecuentaba demasiado.

 

—¿Luhan, te sientes mejor? —Tomo asiento en una silla al lado de su cama.

 

—Sip. — Respondió con simplicidad. —¿Ya te dijeron que será de mí? —A veces parecía que Luhan no se tomaba en serio lo de su vida, pero actuaba así por Sehun. Odiaba verlo tan angustiado.

 

—Huh, esto…— Sehun desvió la mirada. No tenía corazón para decirle a Luhan cuando estimaban su muerte, ni el mismo podría decirlo en voz alta. —A-aun no me han dicho nada concreto.

 

Luhan sabía que algo andaba mal.

 

—Dame tu teléfono. — Dijo de repente Luhan.

 

—Sabes que no podemos tenerlos prendidos, este es un hospital Luhan. —Intento razonar, pero el mayor parecía un niño.

 

—Que me lo des, de seguro me estas engañando, quiero verlo. —Siseó con los brazos cruzados.

 

Sehun resopló, pero aun con una débil sonrisa se lo entrego.

 

Luhan con un mohín empezó a revisar el aparato, lo curioso es que no revisaba ni llamadas ni masajes, solo se fue directamente a “calendario” Si lo conocía tan bien como pensaba sabría que ahí encontraría algo. Y si, 21 días desde hoy estaban marcados, Luhan contuvo las ganas de llorar y asintió con una sonrisa.

 

—Al parecer ya borraste los mensajes, cada vez te haces más astuto. — Dijo sorbiendo su nariz. Y esa era una de las cosas que más amaba de Sehun, querer tener el control de todo, era muy organizado.

 

—Por supuesto. —Siguió el juego el castaño, tomando una de las manos de Luhan acercándola a su rostro como una especie de caricia.

 

Como lo amaba.

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Destiny |Day 13|

 

Los días pasaban rápido, y para desgracia de Sehun parecían horas, cansado de eso, el menor dejo la universidad y su trabajo, solo para centrarse en Luhan que cada día se veía más y más agotado, pero jamás perdería ese hermoso brillo en sus ojos avellanas.

 

Sehun entro a la habitación de Luhan solo para verlo con los ojos cerrados débilmente, los días transcurrían el tiempo como su enemigo, cargando sobre sus hombros la muerte de su amor.

 

Se sentó a su lado y abrazo una de sus manos, sin poder más, soltando las lágrimas, aquellas que nunca había mostrado a Luhan, su pantalla fuerte se desmoronaba poco a poco, con los hermosos recuerdos que vivieron juntos, los días que pasaron correr.

 

Luhan abrió los ojos con cansancio, cuando noto a su único sustento para seguir, cayendo a pedazos no, no lo permitiría.

 

—¡Sehun! ¿Por qué… por qué lloras? —Luhan se exalto arranchándole la mano.

 

El menor no podía parar sus lágrimas estas tenían mente propia y su decisión era abandonar de una vez los ojos del menor.

 

—Si no te detienes… dejare de respirar. —Amenazó Luhan sintiendo ganas de llorar también, y mucha frustración al ver ese estado en su novio. —¡Juro que lo haré!

Luhan tomo una bocanada de aire para luego dejar, efectivamente de respirar.

 

Los pitidos del respirador indicaban estrepitosamente que Luhan no permitía llenar de oxigeno sus pulmones.

 

—¡Luhan! Mierda, no juegues. —El menor secó patéticamente sus lágrimas. —Mira, mira, ya no estoy llorando. Por favor. —Suplicó en susurro, completamente acabado, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. —Vive, te lo ruego…— tomo su mano y la besó como si pidiera un deseo.

 

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Destiny |Day 21|

 

Siempre que Luhan encontraba a Sehun llorando lo amenazaba con dejar de respirar.

 

Tan aniñado… tan dulce…

 

—¡Hey, Hey! Pi’—Luhan llamo débilmente a Sehun que veía como muerto por la ventana. —Nunca conocí a alguien de tu familia. —Era cierto, Sehun sabía que Luhan no tenía a nadie, pero el castaño no quería presentarle a sus abominables padres. —Me siento un novio terrible…

 

—¿Qué te parece mañana? —Dijo Sehun volviendo a sentarse a su lado.

 

—Eso me gustaría. —Luhan estiro sus labios y Sehun no dudo un segundo en besarlo.

 

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Destiny |Day 22|

 

 

Al día siguiente Sehun se comprometió a recoger de la escuela a las gemelas de su tía, las llevaría a ellas a conocer a Luhan.

 

—¿Quiénes son? — Dijo Luhan al verlas paradas a cada lado del castaño.

 

—Ellas son muy importantes para mí. — Sehun las motivó a avanzar, la primera se acercó a Luhan y acaricio su cabello. El mayor sonrió por el gesto, la otra llevo sus dedos al rostro de Luhan casi rozándolo con las puntas, enmarcando su perfecto perfil.

 

—Tío, parece una muñeca. — Comento una de ellas estirando la camiseta del menor para susurrarle en su oído, a Sehun se le escapo una risa triste y los dejo a solos.

 

Se reunió con Kai, con el si podía descargar sus lágrimas, el moreno sufría al verlo así.

Nunca le había puesto tanto interés o sentimiento a algo… o alguien y ahora lo veía despedazarse frente a sus ojos. Se desvanecía como arena en sus manos, tan débil.

 

 

Cuando regreso a la habitación, vio a Luhan sonriendo, a una de las gemelas pintando sus uñas y la otra estaba sentada sobre su regazo haciendo peinados extraños en su cabello.

Al menor casi se le sale el corazón.

Maldición, maldición, en esos momentos Luhan era tan frágil como una hoja. No podía cargar a una niña de más de siete años.

 

—¡¿Qué están haciendo?! ¡Largo! — Sehun las corrió y ambas niñas gritaron dramáticamente recogiendo sus cosas y metiéndolas en sus maletas.

 

Luhan miró con sorpresa la reacción explosiva del menor. —Solo se estaban divirtiendo. —Dijo.

 

Sehun negó con la cabeza sintiéndose un lunático. ¡¿Acaso era el único que notaba su estado?!

 

Luhan seguía tumbado en la camilla, movió sus dedos bailarines: en modo de despedida a las niñas que huyeron.

 

Sehun se acercó a Luhan limpiando sus uñas con su camiseta, histéricamente mientras algunas silenciosas lagrimas abandonaban las comisuras de sus ojos, Luhan no podía tener las uñas pintadas. Si hasta el tinte de su cabello se estaba cayendo, no podía…

 

Tenerlas pintadas…

 

No podía comer desde una cuchara…

 

No podía ir al baño solo…

 

No podía…

 

No podía…

 

Luhan estaba muriendo…

 

—No te enojes con ellas. — La voz suave de Luhan lo sacó de sus pensamientos paralizantes. —Solo quería… verme atractivo para ti, no es culpa de ellas…

 

¿Por qué tenía que pasarles esto?

 

Luhan no era un tipo malo. ¿Por qué morir?

 

Sehun sorbió los mocos de su nariz y le miró a los ojos tan directamente, como no había podido esos últimos días.—Eres el más sexy para mi. —Dijo tragándose el jadeo de contener un sollozo. —Eres lo más hermoso que existe.

 

—Bésame.

 

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Destiny |Day 30|

 

—Sehun… ¿Estoy perdiendo mi belleza? —La inseguridad había llenado la cabecita de Luhan de dudas. En los matutinos paseos por el hospital escucho como otros pacientes comentaban el cambio de Luhan desde que entro internado hasta el día de hoy. Y es que era obvio, Luhan estaba enfermo, pero seguía siendo bello ante los ojos de Sehun, eso siempre.

 

—¿De qué hablas? — El menor tomo asiento a un lado de Luhan acariciando su rostro.

 

—Es que…—Hubo un silencio incomodo en el que solo el ruido del pulsador se oían. — Olvídalo. —El mayor peino su cabello con sus manos y luego le sonrió.

 

Sehun había estado pensando en eso dicho por Luhan la noche entera. En casa, todo lucía demasiado espacioso y vacío.

 

Caminar por ahí era surreal y agónico. Sacudió la cabeza intentando concretarse en una manera que hiciera sentir a Luhan menos inseguro de sí mismo.

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Destiny |Day 31|

 

La siguiente mañana dejo una flor en su habitación, aún era demasiado temprano y el rubio no despertaba.

Cuando el mayor despertó vio la hermosa planta en un largo florero de cristal, cortesía de las enfermeras.

 

—¿Esto…?—Preguntó con una sonrisa automática, Luhan.

 

La enfermera sonrió con nerviosismo pero se aclaró la garganta. —No lo sé, el Sr. Oh me dijo que no era suya. —Dijo insinuante de que fuera un admirador secreto.

 

Luhan por instinto mordió su uña, sonriendo.

 

Y así hiso Sehun cada mañana dejando una flor en la mañana, todas las mañanas sin falta, una de las enfermeras lo atrapo pero prometió no decir nada. Sehun hasta celaba a Luhan preguntando cínicamente quién demonios era ese tal “admirador secreto”.

 

El mayor solo le restaba importancia, pero reía, y su risa era hermosa, sin importar sus ojos cansados o las intravenosas en ambos brazos, se veía hermoso, y quería que Luhan lo notara, y no lo olvidara nunca. Lo hermoso que era.

 

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Destiny |Day 32|

 

El día había llegado, Luhan se sentía impaciente, no salía el sol, las nueves rellenaban el cielo, dándole un aspecto; soso. Era temprano, pero la lluvia se hacía presente, como si un ente inexistente estuviera de luto. Las gruesas gotas de lluvia golpeando su ventana, el rubio estaba sentado en una silla de ruedas cerca al ventanal.

 

Con el vaho escribió algo en la ventana antes de que la puerta se abriera.

 

+ 1= 0

 

Era suyo. Sehun se lo dio, y como esa ecuación su vida era como el resultado de aquel hermoso soneto.

 

—Luhan, me dijeron que podría pasar la noche contigo. —Susurró. Aunque quisiera ocultarlo, el mayor podía ver las ojeras debajo de esa ligera capa de maquillaje, sus parpados resentidos de tanto llorar y su voz titubeante, de seguro su garganta estaba lastimada.

En la habitación el desahuciado parecía otro. Porque una parte del castaño se iría con Luhan. Y no podía hacer nada al respecto.

 

Nada.

 

Pasaron todo el día, hablando de cosas sin sentido, riendo de lo que sea. Tenían derecho a ser felices. Lo tenían. Incluso si esa alegría no duraría mucho.

 

—Pi’…— Murmuro Luhan cuando le sintió levantarse, el menor camino hacia la puerta cerrándola con seguro. —¿Qué haces?

 

Sehun se giró hacia Luhan, sus manos desabrochaban cada uno de sus botones. Luhan quedo con la garganta seca, al ver el pecho de Sehun. Se acomodó dolorosamente sobre la camilla, disfrutando del espectáculo que le había armado el menor.

 

Definitivamente el silencio, la lluvia, todo era perfecto, no importaba que pasaría mañana. Porque su hoy seria para siempre.

 

Luhan gimió al sentir sobre su cuerpo al ser caliente que era Sehun.

 

Beso tras beso tras beso, se sentía amado, deseado. La lengua traviesa del menor se paseaba por todo el cuerpo del otro.

 

—Mhg, Sehun…

 

Sehun acarició sus mejillas mirándolo a los ojos tan cerca. —Te amo.

 

—Ngh… Se—

 

El sexo se convirtió en algo simplemente bello, desafiando el instinto animal. Las lágrimas del menor resbalaban por los muslos de Luhan, que apretaba sus ojos conteniendo el placer que ahora mismo lo recorría, estimulando cada una de sus células. Agradecidas.

 

Sehun lo llevaría a un orgasmo.

 

Los dos cuerpos bañados en sudor se abrazaban fuertemente, no dejándose ir. Jamás.

 

Las horas transcurrían, el reloj marcaba exactamente las 2am. Luhan lloraba en los brazos de Sehun, porque sabía lo que pasaría, y estaba asustado, no quiera morir. No lo merecía.

 

No quería morir.

No quería.

No quería.

No quería.

No quería.

Dios, no quería.

 

—Tengo miedo—Susurro para sí mismo, y en voz alta, ya sin poder tragárselo más. Sehun dormía y lo agradeció. —Tal vez mañana no pueda verte… Te amo. — Acarició la mejilla de Sehun con su débil mano.

 

En ese momento Sehun apretó su agarre, besando sus cabellos.

 

En algún instante de la noche, la máquina que media el estado cardiaco de Luhan se detuvo.

Aquel pitido quedo grabado en la mente del menor que lo escuchó.

 

En realidad estuvo despierto todo el tiempo.

 

Luhan tenía miedo.

 

Él sabía lo que pasaría y lo tomo tan tranquilamente solo para… para evitarle más dolor.

 

Sehun lo abrazo, lo arrulló en sus brazos hasta después de su partida. Por qué lo amo hasta después de su muerte.

 

Esa noche Sehun perdió todo su mundo. Pero, el mundo ni siquiera parpadeó ante su dolor.

 

Destiny |Day 33|

 

Sehun huyó del entierro, no podría ver a su Luhan en una caja, encerrado, sepultado bajo tierra. No podría ser.

 

 Luhan era el ser más libre que había conocido jamás.

 

Cuando llego a casa, abrió la puerta con dolor. Camino por los pasillos, solo recordando. Reviviendo todos sus momentos.

 

¿Por qué no le dijo que lo amaba cada mañana?

 

La cocina, el sillón, su habitación todo le recordaba a “Luhan”

 

El menor había tomado un marco de fotografía, una lagrima cayo patéticamente sobre la luna de este, sin soportarlo más lanzo el objeto al suelo. Minutos después la culpa lo invadió, él sabía que tan importantes eran esos portarretratos para el mayor. Se arrodillo frente al desorden que había armado y aun con lágrimas en los ojos recogió el desastre, pero antes de intentar reparar el marco noto algo escrito en el revés de la fotografía.

 

“Escalare todas las montañas del mundo”

 

Esa caligrafía era de Luhan.

 

Sehun sonrió débilmente, pero después observo a su alrededor. Habían más de esos portarretratos en la habitación, por instinto camino hacia su mesita de noche y desarmo el objeto viendo en el revés de la imagen.

 

“Conoceré al Barcelona :) ”

 

“Domare lobos sin necesidad de un látigo :3”

 

“Iré a China”

 

 

 

Y muchas de cosas más. Porque Luhan no moriría ahí, el iría a cada uno de esos lugares. Cumpliría cada una de sus metas. Todas y cada una.

 

 

Life |Day 1|

 

Sehun viajo a Singapur para unirse a la revuelta, su cuerpo estaba pintado y encabezaba la protesta con orgullo y ganas de ser escuchado.

 

—¡¡No!! ¡¡No más!! —Gritaba con todas sus fuerzas. Conjunto con más estudiantes revolucionarias.

 

Life |Day 25|

 

 

Escalo 10 de las montañas más altas en el continente asiático, dejando en cada una la marca de Luhan.

 

—¡Lo lograste, amor! — El castaño gritaba al cielo, desde esa altura tal vez Luhan lo pueda oír. —Lo lograste…

 

Life |Day 41|

 

 

Sehun viajo al último partido que ofrecía el Barcelona, en serio le costó demasiado poder siquiera acercarse a ellos.

 

—Disculpe… Disculpe. —Hablaba Sehun por sobre todas esas voces, conseguiría esa firma sea como sea.

 

//En el diario sección deportiva.//

 

“El hombre más afortunado del mundo, conoce a toda la liga del Barcelona en su último partido amistoso, pero solo pide un autógrafo…”

 

Life |Day 71|

 

 

Sehun hizo las cosas más estúpidas que algún humano se le pudiese ocurrir, corrió en Alaska, escalo montes, viajo por el mundo…

 

Sehun cumplió cada una de las metas de su amado, convirtiéndolas en suyas, vio cosas que jamás se imaginó, salvo vidas y muchos salvaron su vida… Luhan lo salvo.

 

Le rezo a todos los santos, a todos los dioses, estudio cada religión, conoció mucha gente: buena y mala, y de todas aprendido un poco.

 

Pero aun no era libre. No completamente

 

Cuando estuvo en Malasia recibió un telegrama… Era de Kai. ¿Hace cuánto que no sabía de su mejor amigo? Se preguntó.

Tal vez un año atrás…

 

«Sehun, no sé si esto llegue a ti, pero me casaré en unas semanas y me gustaría verte por aquí, KyungSoo también te espera… Sabes lo sentimental que es. »

 

Sehun sonrió.

 

—Por supuesto, tonto…

 

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|Life&Destiny|

|Día 1|

 

El viaje fue largo pero, tenía que llegar a esa boda.

Salió del avión y la luz abrumadora del cielo taciturno le cegó un segundo.

 

“Pasajeros del vuelo con destino a Shanghái se le recomienda…”

                                               

“El vuelo con destino a Gusan ha sido cancelado…”

 

 

—Disculpe. Mi nombre es Oh Sehun y aún no he podido recibir mi equipaje. —Comento el castaño con una imperceptible sonrisa a la dama frente a él.

 

La mujer, aparto la vista del monitor para prestar toda atención al muchacho que le hablaba, coloco su mejor sonrisa y tecleo con rapidez.- Si, Oh Sehun, pajero del vuelo de tres escalas Kuala Lumpura - Hong Kong a Seúl, disculpe por la demora, aquí están sus registros. Gracias por viajar con nosotros…

 

De nuevo esa brillante sonrisa, tan grande que hasta daba miedo, el castaño realizo una inclinación y fue a recoger sus valijas. Cuando las tomo, sintió que perdía el equilibrio, tenía su pequeño papeleo entre los dientes mientras que sus pesadas maletas descansaban en cada brazo.

 

Tenía recuerdos de todos sus viajes…

 

Camino con cuidado de no caer hasta que visualizo la salida; sonrió para sí mismo aun con esos estorbosos papeles entre sus labios.

 

Un terrible pitido resonó en su cabeza, ensordeciéndolo, soltó sus maletas para cogerse la cabeza de alguna manera tratando de acallar ese abominable sonido, miró a su alrededor pero la gente seguía caminando y conversando entre sí, algunos se comunicaban por teléfono, pero no entendía…

 

¿Solo él podía oírlo?

 

 Se arrodillo e intento levantar sus maletas, pero en ese preciso momento alguien tropieza inevitablemente con él y ambos caen al piso. A diferencia de Sehun el chico sigue su camino dejando al castaño con sus asuntos, el de piel pálida bufa por tal descaro y levanta el mismo sus valijas, aun tonto por el dolor en su cabeza.

 

El muchacho con el que tropezó antes, se giró y al ver al pobre chico que casi tacleo, y arrepentido corrió de vuelta hacia él, recogiendo su última maleta y tendiéndosela.

 

Sehun al levantar la vista no puedo responder, sus piernas no se movían al igual que sus brazos. Se sentía petrificado.

 

El muchacho maldijo en voz alta y dejo la maleta de Sehun en el piso.

 

—¡Detengan a ese maleante, deténganlo! — Los guardias de seguridad corrían a una velocidad de chiste. El chico vio a Sehun suplicante.

 

El castaño aun fuera de sí, se hizo a un lado, como dejándolo huir. El otro comprendió y se echó a correr fuera del aeropuerto.

 

—¿Qué rayos te ocurre? ¡Lo dejaste ir! — Reprendió el guardia del aeropuerto.

 

Pero Sehun no escuchaba nada, sus ojos estaban plantados en aquel menudo cuerpo que empujaba todo a su paso para avanzar.

 

“¿Luhan…?”

 

 

Si alguien está destinado a permanecer en tu vida, tarde o temprano regresara.

 

Lovely π

 

Notas finales:

Es mi primera vez escribiendo algo asi, JAMAS en mi vida pense hacer esto, mi lado es el humor, pero por ahi dicen, Nunca digas de esta agua no bebere, porque te puede dar sed.

Y como ven aqui me tienen. Que le haya gustado. Mi fin era un tipo de entretenimiento. 

Bueno cada uno interpretara el final como mejor le paresca, por eso quisiera saber que final cree que tenga.

 

Cuando lo conte me salieron mas de dos finales y pues me da curiosidad.

 

Las Amolo ♥____♥


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