Este aun funciona como prólogo...
Cap. 2
Los tres hermanos se encontraban a la espera de las mascotas.
Esa tarde llegarían y ya tenían sus habitaciones preparadas.
No estaban del todo contentos por la llegadas de los hijos de su padre, ya que los tendrían con ellos, ocupando espacio.
El timbre sino y un empleado fue a atender la puerta por ella pasaron cuatro personas.
El abogado y otros tres chicos.
Los hermanos se pusieron en pie para recibirlos mientras el empleado desaparecía con un ligero rubor en sus pálidas mejillas por algo dicho por el abogado que tenía una sonrisa de satisfacción.
-deja de acosar a David- habló serio el hermano de en medio.
Ignorándolo el abogado habló-ellos son sus mascotas-
Los hermanos eran altos no avía duda en ello pero se sintieron gigantes al ver a los tres chicos delante de ellos.
-él es Ezequiel- señaló a un joven de cabello largo y plateado, ojos azules, con orejas de conejo, su mirada era seria y reflejaba sabiduría. Su estatura era muy baja, tal vez de 1.70 que no era nada a los 1.90 de hermano mayor. Sus facciones eran finas, un chico muy hermoso.
-él es Bruno- señaló al chico rubio de ojos miel, su cabello era corto con orejas de perro y una cola peluda que se agitaba con alegría, y su estatura era unos centímetros más bajo que el conejo. Tenía una hermosa y juguetona mirada. Y parecía que una luz lo iluminaba.
-el más pequeño es Cristiano- el garito era una cositas chiquitita, no media más de 1.60, era castaño y sus ojos eran verdes. Tenía una mirada seria pero no como la del conejo si no como la de un niño que avía sido regañado. Su cabello era algo largo y en forma de hongo. Tenía orejas de gato al igual que una cola.
-sus amos-señaló a los hermanos-Sebastián- señaló al mayor de 30 años, alto de piel morena, cabello y ojos negros y muy guapo.
-Mateo-el hermano del medio de 28 años, media 1.85 también moreno, de ojos cafés oscuros y cabello negro.
-Carlos- de 25 años, con 1.80, cabello negro, piel oscura y ojos negros.
Los hermanos eran muy parecidos entre sí.
Después de las presentaciones el abogado se fue y los tres hermanos y sus mascotas fueron a la mesa por el almuerzo.
-sucede algo?-preguntó con voz apagada y monótona el mayor.
-es solo que nuestro antiguo amo no nos permitía comer con él o sentarnos a la mesa- habló el chico perro con entusiasmo y melancolía.
-a partir de hoy desayunaran, comerán y cenarán con nosotros en la mesa-demandó el mayor.
-una empleada trajo con sigo la comida, era bistec acompañado de papas y zanahorias cocidas.
Todos empezaron a comer pero algo que llamo la atención a los hermanos fue que el gatito cedió su plato al perro y el perro le dio las papas y zanahorias al conejo y el conejo paso su bistec al gatito, quedando de la siguiente manera.
El gatito con una bistec pequeño, el perro con dos bisteces grandes y el conejo con triple ración de papas y zanahorias.
También algo que llamo la atención fue llama forma en que comías.
El conejo utilizaba correctamente los cubiertos y daba pequeños sorbos de agua a su copa.
El perro comía de una forma vulgar, aún que usaba los cubiertos no usaba los indicados.
El gatito comía con elegancia y asiendo cara de desagrado a la comida.
El perro bebió mucha agua, el conejo solo una poco y el gatito no bebió nada.
-David les mostrará sus habitaciones-dijo el mayor levantándose de la mesa seguido de sus hermanos. El hermano mayor y el del medio se metieron al despacho y el menor salió de la mansión.
Las mascotas siguieron a un joven bajo de estatura, caballo y ojos negros y piel blanca, vestido con un pantalón de vestir negro, camisa blanca y un chaleco negro al igual de los zapatos.
-bien estas son sus habitaciones, la primera es la suya- le indicó al conejo que solo asintió- esta es suya y aquella es la suya- le dijo al perro y al gatito respectivamente.
El perro agradeció con amabilidad y el gatito solo hizo una mueca.
-para lo que me necesiten con gusto les atenderé- sonrió-sus cosas están ordenadas- se despidió y se fue.
El conejo entro a su habitación seguido del perro y el gatito.
-esta casa es enorme!-exclamó el perro tirándose a la cama.
-es mansión tarado. La nuestra era más grande-dijo el gatito presumido.
-no era nuestra, era nuestro amo. Tenemos la fortuna de tener nuevos amos y de las comodidades a las que estamos acostumbrados, solo abra de enterarnos de las reglas-dijo el conejo.
-tú y tus reglas bunny* relájate viejo*-dijo el perro y el gato río.
-compórtense respetuosos con los amos que no sabemos que manías o fetiches tengan-
-sí, viste como se fueron? Ni si quiera me acariciaron mis orejas-se quejó con un puchero el gatito.
-y que aremos? Vamos a ver la casa, sip!-dijo el perro.
-mansión idiota!, yo igual quiero ver-
-bueno solo vallamos al jardín, no creo que los amos se molesten-murmuró el conejo.
...
....
........
Bunny, por el famoso conejo.
Viejo, por el típico saludo del conejo " que hay de nuevo viejo"
Espero y les haya gustado n.n