Tal y como lo había previsto, era incapaz de moverse, pero no solo tenía hambre, sino que deseaba saber cómo complacer a su amante. Necesitaba saberlo a toda costa, pues eso le revelaría el camino para hacerse indispensable para Sasuke y dejarlo marcado de por vida. Su tiempo juntos, estaba llegando a su fin y por mucho que le doliera, tarde o temprano tendrían que separarse permanentemente y desgraciadamente, él ya se había enamorado del mayor. Incluso se lo confeso, pero Sasuke no daba muestras de corresponderle. Aun así, estaba desesperado por ser amado por él.
-Sasuke- sollozo bajito.
Decidido se dejó caer de la cama, pero falló estrepitosamente al intentar ponerse en pie. Tampoco podía volver a subir en ella y seria humillante que Sasuke lo viera en esas fachas. Colocándose en cuatro patas, se arrastró hasta la pared más cercana y así usarla como apoyo.
-Esto es patético- se quejó.
-Estoy de acuerdo contigo.
Se escuchó la voz de Sasuke detrás de él.
-Aun así, esta posición es bastante sexy, debo admitirlo.
Aun arrodillado, con las manos apoyadas en la pared y su trasero al aire; estaba pidiendo ser tomado en ese lugar y el mayor no contaba con tanto auto-control.
-¡No mires!- Chillo avergonzado.
El mayor sonrió de gusto.
-¿A qué viene el repentino pudor?
Se arrodillo tras él y lo abrazo por la cintura con cuidado de no lastimarlo aún más.
-No hay rincón en tu cuerpo que no haya visto ni tocado antes- susurro en su oído- y aun así, cada vez te veo más hermoso, Naruto.
-Sasuke- gimió de gusto.
Naruto volteo el cuello con la clara intención de besarlo, pero apenas sus labios se tocaron ambas erecciones se hicieron extremadamente dolorosas y por más que lo deseara, Sasuke no quería lastimar su maltrecho cuerpecito. Aun así, le recorrió la espalda con sus manos y besos incontrolables, incapaz de alejarse del menor.
-No tienes que contenerte- dijo Naruto, adivinando sus temores-. Yo también te necesito, Sasuke.
Sin embargo, el azabache se detuvo y con cuidado lo cargo al estilo princesa.
-¡¿Pero qué haces, condenado?! ¡Bájame!- pataleaba el menor, sorprendido.
-Deja de chillar, Usuratonkashi. Tienes que reposar.
-No quiero volver a la cama y además, ¿por qué me cargas como una mujer?- Gritaba ofendido.
-Tu eres el que se abre de piernas cada noche- se burlaba-. Eres la mujer más femenina que he visto en mi vida.
-¡Cállate!
-Ya, no te despeines- lo coloco en la cama, pero el rubio se negaba a soltarlo.
-Quédate conmigo- le pidió juguetón, nuevamente abriendo sus piernas para dar a entender su deseo.
-Entonces, ¿no tienes hambre?
-Tengo hambre de ti- susurro coqueto.
-¿En serio?- Sonrió el mayor.
Sin embargo sus burlas se dispararon en cuanto el estómago del chico lo traiciono.
-Jajajajaja, ¿estás seguro de que es a mí a quien quieres?
Naruto se sonrojo alarmantemente y en lo que su amante buscaba sus alimentos el averiguaba en donde esconder su cara.
-Vamos, no seas niño y come.
Le dijo al bulto que se escondía bajo las sabanas.
-No quiero- su voz salió amortiguada por la cobija.
-¿Te vas a quedar ahí todo el día?- se sentó a su lado.
-Si…
El mayor suspiro molesto; a veces llegaba a odiar ese lado tan infantil.
Paso sus manos por el cuerpo escondido, adivinando por el tacto cuales eran sus puntos de placer. Sus caderas, la línea de su espalda, la cola que lo hacía delirar de placer y bajando un poco más, alcanzando su entrada a través de la tela.
-Si no comes no te recuperaras y si no te recuperas, entonces yo no poder jugar contigo.
Dijo como si nada pero el pequeño brinco de Naruto, le aseguro la victoria.
-¿De verdad?
-De verdad, ¿qué?
-¿De verdad, “jugaras” conmigo?
-Sí, todo el tiempo que quieras.
-En ese caso- se incorporó, aunque no lo miro a los ojos-, quiero que me hagas el amor… como a ti te gusta.
Su sonrojo era bastante evidente, pero el mayor no se quedaba atrás. Él también estaba avergonzado, por tener que ponerse en evidencia.
-¿Aun sigues con eso?
-Hare lo que tú quieras- se apoyó en Sasuke-. Lo que tu desees lo hare para ti.
-¿Por qué?
-Ya sabes porque- dijo cohibido.
-Porque me amas, ¿no es así?
El menor levanto la cabeza y al ver a Sasuke sonreírle con cariño, lo dejo sin armas para seguir peleando. Ese aire misterioso e inalcanzable que lo caracterizaba, era tan atrayente como la devoción que ahora le dedicaba solo a él.
-Si.
Se acercaron lentamente y dejaron que sus labios se reencontraran, tan desesperados como siempre. Pero en esta ocasión, las caricias eran dulces y seductoras. Acariciándose con la punta de la lengua, remarcando el contorno de los labios del contrario y en ocasiones mordiéndolos levemente. Sus lenguas jugaron zalameras y cuando el calor en sus pechos fue insoportable, reclamaron los dominios de su amante.
Naruto tomo los cabellos azabache, temeroso de que este se separara de él y en el momento en que sus labios se desviaron, Sasuke tomo el cuerpo de Naruto entre sus brazos cual si fuera una muñeca logrando que este se arquera, dejando su cuerpo vulnerable y dispuesto. Besaba y mordía sus pezones, estirándolo con los dientes y dejándolos rojos y erectos.
-Ya te has puesto así y ni siquiera te he tocado ahí abajo- dijo al ver la erección del menor.
-Oh, Sasuke. ¡Por favor, tócame más!
Naruto abrió las piernas al máximo, consiguiendo que el mayor se acomodara entre ellas y agarrara sus caderas para friccionar sus miembros.
-Ahh, Sasuke…., es tan bueno ahhhhh- el pre semen del chico ya comenzaba a chorrear.
-Me encanta tu cuerpo Naruto, eres perfecto.
Se separó de él y ágilmente, se deshizo de todas sus prendas quedando en las mismas condiciones que su amante.
Apenas lo noto, el menor se abrazó a él y empezando por su cuello, se dedicó a glorificar el cuerpo del azabache, con besos llenos de ternura y devoción, pero sin perder su libido. Mordía su clavícula, decidido a marcarlo como suyo y elevando el ego de su pareja. Tomo sus pectorales entre sus manos y bajo en línea recta por su pecho y abdomen hasta alcanzar el vello del pubis.
Su erección exigía atención; tomándolo con una mano y agarrando sus testículos con la otra se lo metió en la boca de una sola vez. Chupando, lamiendo e incluso mordiendo. El mayor había perdido todo sentido de momento y lugar, solo sintiendo como una cavidad húmeda y caliente jugaba con su pene. Se sentía en séptimo cielo para caer directo en los placeres del infierno.
-Ahhh, Naruto, no pares cielo, ahhh.
Tomando sus cabellos, comenzó a embestir en su boca y brincando de gusto al sentir los dientes del menor contra su glande. Meneaba sus caderas inconstantemente y fue una odisea sacársela de la boca cuando sintió que se corría.
-¡Sasuke!
Se apropió de sus labios y otra vez cayendo sobre la cama, se enredaron de piernas y tocaban hasta donde sus manos le permitían.
-Te amo, Sasuke.
Sasuke no respondió, simplemente le dio la vuelta a su pareja y bajo a lo largo de toda su espalda. El rubio no podía sentirse más feliz al sentirse propiedad del mayor y cuando sintió su lengua en su entrada lubricándolo, no pudo controlar sus gemidos.
-Ahhh, no hagas eso Sasu….esta sucio ahhhhh- gritaba sonrojado.
-Es exquisito……, tú eres exquisito Naru.
Colocándose sobre él lo penetro de una estocada, embistiéndolo profundamente siempre buscando su punto de placer.
-Ahhhh, mas Sasuke cógeme más fuerte, onegai.
-Grita mi nombre Naruto- exigió con un fuerte azote-. Di que eres mío.
-¡Soy tuyo! Sasuke siempre…., siempre tuyo. Te quiero ahhhhhhhhh masssss~
-ahhhhh Naruto, Naruto….
Sus estocadas se volvieron más rápidas y fuertes, apoyándose en las caderas del rubio para coger impulso. A duras penas este se incorporó en cuatro patas y arqueando su espalda y elevando su mano, llamo la atención de Sasuke. Mataría por un beso suyo.
El mayor los sostuvo por su pecho para que mantuviera el equilibrio y seguidamente lo beso con un deseo desmedido, sin detener sus embestidas.
Estaba a punto de correrse, tomo la erección de Naruto y lo masturbo hasta que este con fuerte grito se corrió sobre las sabanas.
-Ahhhhhhh, Sasuukeeeeeeee
Agotado se dejó caer sobre las sabanas pero no tardo en ponerse duro, cuando vio que el mayor aún seguía dando contra su próstata sin parar. Incluso le dolía la idea de correrse otra vez, pero es que se sentía tan rico la fricción en su entrada y sobre todo, los jadeos de su pareja anunciaban que estaba próximo a correrse.
-Apúrate… ohhhhh
-¿Qué pasa zorrito? ¿Ya te vas a correr otra vez?- acelero sus embestidas.
-Si…..ohhhh si más duro dame más…., lléname con tu semen Sasuke…
Esta vez se corrieron al mismo tiempo, dejando su esencia dentro del menor, logrando que este sintiera el líquido caliente acariciar sus entrañas.
El mayor se separó del lentamente, pero enseguida lo abrazo a su cuerpo, reclamándolo como suyo.
-Te amo, Naruto.
El aludido se sorprendió al escucharlo y si bien se sintió feliz de escucharlo, algo dentro de él se apretó en agonía.
-Sasuke te amo- se abrazó a el desesperado-. Por favor nunca olvides eso; que yo haría cualquier cosa por ti.
-No dejare que nada te pase Naru. Tú eres mío.
Se besaron unos minutos y sin embargo ninguno se sentía satisfecho.
-Entonces, esto es lo que te gusta- murmuro Naruto.
-No hay mucha diferencia a lo anterior, ¿no es cierto?
-Te equivocas. Es la primera vez que hago el amor en serio; siendo consciente de los sentimientos de mi pareja.
-En realidad, me gusta todo de ti; así que todavía puedo ser el bastardo dominante que tanto te gusta.
-A mí también me gusta todo de ti, puedes tomarme como tú quieres…, teme.
-Eres una perra astuta.
El menor se lamio los labios con gula, al escucharlo hablarle así.
-No me tientes tan pronto, Uchiha. Ni siquiera me has dejado comer en condiciones.
-Aquí tienes leche de sobra, para cuando se te antoje.
-jajajajaja.
Después de eso, los dos se quedaron dormidos pero una llamada en la tarde, hizo que el mayor de ellos se tensara y lo invadiera una sensación de peligro.
-Diga- dijo en un susurro para no despertar al rubio.
-Sasuke, es Gaara- respondió una voz fría.
-¿Sucedió algo?- Pregunto alarmado.
-Nada en especial- respondió con monotonía-, simplemente quería saber cómo estabas.
-Todo está tranquilo.
-¿Y qué me dices de tu protegido?- Escucho un tono malicioso- ¿Ya te lo tiraste?
-Cuida tu lengua Gaara- miro de reojo que Naruto no lo escuchara-. ¿No serás tú él que no ha mojado el churro en un tiempo?- Se burló.
-Yo prefiero que me lo pases tú, Sasuke- confeso descaradamente-. Los demás no tienen tanto talento en la cama como tú.
-Lo siento pero tendrás que buscar en otro lado.
-No me digas que te enamoraste del rubio- cuestiono sin emoción alguna.
-Puede ser.
Gaara suspiro.
-Que desperdicio- se quejó-. Supongo que tendré que buscar a alguien más.
-Sai estará más que complacido de tomar mi lugar- dijo con sorna.
-No te llamaba para hablar de esto, Uchija- exclamo con molestia.
-Entonces, ¿Qué quieres?
-Tsunade, dice que debes traer al rubio mañana a primera hora.
-¡¿Que?! ¿Por qué tan de repente?
-Al parecer hay algo en su historia que no cuadra y además…, van a abrir el juicio de Deidara.
-¿Deidara? Pensé que esperaríamos a tener a Sasori, su compañero.
-Sasori amaneció muerto en una construcción del centro comercial.
Sasuke quedo en shock al escuchar que uno de los más fuertes hubiera caído.
-Necesitamos el testimonio de tu rubio, si queremos que el terrorista hable.
-Sobre Sasori, ¿Quién lo mato?
Se volteo para mantener a Naruto vigilado, sin saber que este ya estaba despierto y escuchaba con atención.
-No lo sabemos- admitió el pelirrojo-. Al parecer lo traicionaron, pero no encontramos huellas ni tampoco tenemos pistas.
-¿Qué demonios está pasando en Akatsuki?
-No lo sé, pero te necesitamos aquí para continuar la investigación.
-¿Y qué hay de Naruto?
-Alguien más se ocupara de él, no te preocupes.
-Pero…
-¡Ya basta Sasuke! Son órdenes y no hay más que decir. ¿Lo comprendes?
-Si…, entiendo.
Colgó el teléfono y del coraje solo alcanzo a salir de la cabaña antes de que Naruto pagara por las decisiones de otros.
Cuando se supo solo, el menor abrió los ojos.
-Parece que ya empezaron a moverse- una lagrima recorrió su mejilla-. Perdóname…, Sasuke. Esto no debía ser asi.