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Ataduras de pasion por lilycha10

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Notas del capitulo:

siento haber tradado tanto tiempo en atualizar. disfrutenlo

A medianoche, Sasuke volvió a retomar su lugar en la cama. Abrazo a Naruto con delicadeza y sin que este fuera consciente de sus actos, comenzó a darle besos en la cabeza, acariciar su cuerpo y dedicarle palabras dulces. Ahora que sabía que ya no sería responsable de su seguridad, un fuerte deseo de llevárselo lejos de allí se apodero de él. No quería entregárselo a nadie y por alguna razón, creyó peligroso siquiera perderlo de vista.

Era descorazonador pensar, que en pocas horas ya no podría tenerlo entre sus brazos.

-¿Sasuke?- pregunto entre sueños.

-Estoy aquí, Naru.

-¿Dónde estabas?-bostezo, el rubio no podía ni abrir los ojos.

-En el lago- beso su frente-. Duérmete amor. Mañana tenemos que levantarnos temprano.

Como única respuesta, Naruto se acurruco en su pecho y lo ato con sus piernas, buscando su calor.

-¿Sasuke?

-Dime- susurro.

-Te amo.

-Yo también te amo.

 

Después de eso, el azabache solo pudo dormir cinco horas como mucho, pues el viaje comenzaría desde muy temprano. La alarma del despertador les acribillaba los tímpanos y para su infortunio, el más cercano al aparato era el rubio.

Este lo atajo con una mano y seguidamente lo estrelló contra la pared más cercana, para poder seguir durmiendo. A su lado, sintió una risita burlona que también lo hizo sonreír a él. Se apretó contra el cuerpo del moreno, negándose a empezar el día.

-Zorrito, tenemos que levantarnos.

-Aún es muy temprano, teme- bostezo-. Vamos a quedarnos un poco más.

Sintió como le peinaba los cabellos rubios.

-Tenemos que regresar a Konoha.

El cuerpo del menor se tensó instantáneamente.

-¿Tan pronto? ¿Por qué?- se hizo el desentendido.

-Al parecer, uno de Akatsuki amaneció muerto ayer y ahora quieren liquidar este asunto, antes de que intenten matar a Deidara también.

-Ese tal Deidara, está en la cárcel. Allí no le pueden hacer nada.

-La corrupción llega hasta los niveles más altos, zorrito- acaricio uno de sus mechones-. Los mismos guardias podrían intentar algo y aunque sea un criminal, debemos protegerlo.

El mayor noto como el tema asustaba y molestaba al menor al mismo tiempo. En ese momento, ingenuamente creyó que el rubio simplemente quería pasar más tiempo con él, pero este simplemente se levantó y comenzó a vestirse.

-¿Estas bien?-se levantó.

Lo abrazo por la espalda. El torso aun lo llevaba desnudo y el pantalón ligeramente abierto.

-Sí, no te preocupes- su voz se notaba ronca.

-No me mientas, Naruto- lo regañó-. ¿Estas molesto?

El menor dudo en responder.

-No quiero volver a Konoha- admitió después de unos segundos de silencio.

Sasuke lo miro confundido.

-Ese es nuestro hogar; aunque ahora se haya convertido en un nido de ratas- se burló.

-¿Lo dices por Akatsuki?- su tono de voz, delato que esa percepción lo molestaba en sobremanera.

Sasuke lo volteo para mirarlo a los ojos.

-¿Tu no piensas igual?- estaba serio.

Naruto desvió la mirada, tímido pero firme.

-Tú mismo lo dijiste- dijo aun sin enfrentarlo-. La basura no solo se acumula en las calles, sino también en el despacho de los políticos, Sasuke.

-Puede ser, pero…

El menor no lo dejo terminar y lo encaro.

-¿No has pensado, que tal vez son los políticos los que hicieron el tráfico de drogas posible?

-La mayoría de ellos, tal vez. Pero hay otros que se esfuerzan por el bienestar de la ciudad.

Sasuke no podía creer que estuviera discutiendo ese tema. Sobre todo con alguien, que estaba bajo amenaza de muerte.

-No te engañes. Yo más bien creo, que Akatsuki nació de la ambición de esa gente. Ellos no son la raíz del problema.

-Pero son los que hacen el trabajo sucio.

-¿Y por eso son los únicos que deben pagar?

-¡Son los únicos a los que podemos agarrar! El FBI no tiene recursos ni autoridad para imponerse a los peces gordos. ¡Esto es lo único que podemos hacer!

El tono de voz se iba elevando poco a poco y la discusión entraba en un calor incómodo.

-¿Tú estás de acuerdo con eso?- lo acuso con los ojos aguados, pero sin rebajarse a llorar frente a él.

-¡Claro que no me agrada la idea, pero no soy el maldito dueño de la ciudad! –lo sacudió levemente, para llamar su atención- ¿Qué es lo que quieres que haga, Naruto?

-¡Quédate aquí conmigo!- grito- No regreses a Konoha y olvídate de Akatsuki. ¡Quédate conmigo!

Sasuke entro en shock, al ver que la preocupación y el desespero en el menor, eran genuinos. Sus lágrimas se lo confirmaron.

-No…me pidas eso, Naruto- dudo-. Esto es lo que soy.

-No quiero que te hagan daño- lo abrazo con fuerza-. No puedes confiar en nadie, Sasuke. ¡En nadie!

-Puedo confiar en ti- levanto su barbilla.

El menor dejo otra de sus lágrimas caer. Beso los labios del moreno en un toque efímero y suave.

-Te amo, Uchiha- reiteró-. Al menos, puedes confiar en eso.

 

Desayunaron sin muchos ánimos y media hora más tarde, ya estaban en la carretera. Konoha y sus inmensos edificios, eran visibles desde la lejanía, aun si les faltaban dos horas para llegar. Tras la discusión con su pareja, el mayor observo la ciudad con nuevos ojos; casi acusadores. Esa ciudad era la culpable, de que Naruto estuviera sufriendo en soledad y el fuera incapaz de ayudarlo. Aún más, temía que fuera la culpable de que ellos dos se separaran.

Era consciente de que la corrupción en Konoha ya estaba muy arraigada y la policía no se dio cuenta, de cómo esto pasaba bajo sus narices. Pero al menos, si atrapaban a Akatsuki, el flujo de drogas se detendría por un tiempo indeterminado. No solo en Konoha, sino en todo el país.

Para el, hacía más de cinco años, que aquella situación se había vuelto algo personal.

-Estas muy callado, Naruto- observo al menor, el cual miraba el paisaje.

Aun se encontraban atravesando el bosque, por lo que mantenían un mínimo de intimidad entre el follaje.

Naruto no respondió.

-Cuando todo esto acabe, iré a buscarte- fue como hablar como una pared, pero Naruto se estremeció al escucharlo.

Sasuke sonrió.

-¿No quieres?

-¿De qué me serviría?- murmuro con un nudo en la garganta.

Aquella respuesta descoloco a Sasuke. Una amargura bastante familiar, se alojó en su pecho.

-¿Entonces no quieres?- se sintió patético- Pensé que…

-No sé cuánto tiempo me quede en Konoha- trago duro y su voz vacilo-. No tengo planeado quedarme, después de testificar.

Sasuke aminoro la velocidad a 30 k/h.

-¿Cuándo pensabas decírmelo?- le reclamo.

Naruto no le daba la cara, al contrario.

-¡NARUTO!

-Te lo estoy diciendo ahora, ¿no?- tartamudeo- ¿Cuál es la diferencia entre ahora o más temprano?

Sasuke aparco a un lado del bosque, decidido a sonsacarle información.

-¿Por qué tienes que irte? ¿No dijiste que querías estar conmigo?-Naruto no decía nada- ¿O acaso todo eso fue mentira?

-No fue mentira- murmuro tan bajito que el mayor no pudo escucharlo

-¡Naruto, no seas cobarde y mírame a la cara!-el mayor tenía un fuerte nudo en la garganta que amenazaba con salir entre sus gritos-. ¡NARUTO!

-¡NO FUE MENTIRA!

El rubio se volteo, furioso con el mayor, gritando todo lo que se agolpaba en su pecho y casi deseando desquitarse con un fuerte golpe. El mayor por otro lado, se sintió incluso aliviado al ver al menor llorando a lágrima viva, con los ojos rojos y una expresión de dolor incalculable.

-¡No fue mentira!- lo tomo del rostro desesperado por darse a entender-¡Ya te lo dije! ¡No fue mentira!

Se acercó a su rostro uniendo sus frentes, tratando de demostrar la agonía que sentía por dentro.

-Cualquier cosa menos eso- murmuro sobre sus labios y Sasuke se pegó a su cuerpo instintivamente-. Puedes creer cualquier cosa, excepto eso.

Se besaron necesitados de consuelo, ya que sabían que su tiempo estaba siendo cronometrado. Sus labios se fundían con ferocidad, sus manos no se estaban quietas y los gemidos inundaron el auto.

-No te vayas, entonces- susurro entre besos-. Si me amas, quédate conmigo.

-Si me amas, no regreses a Konoha- le devolvió.

Sasuke dudo seriamente en hacerle caso, pero se maldijo mil veces por no ser capaz de hacerlo.

-Tengo que hacerlo, zorrito- dijo resignado.

-Y yo debo irme- le beso la nariz-. Mi familia me necesita.

-¿Ese hermano que nunca ha dado la cara?

-Veo que has leído mi currículo- sonrió con tristeza.

-Debía saberlo todo sobre ti, pero…me doy cuenta de que no se ni la mitad.

-Sabes que te amo- se sentó sobre sus piernas, echando el espaldar hacia atrás para tener espacio-. ¿No te basta eso?

Se apoyó en su cuerpo y lo miro directo a los ojos. El mayor no se dejó intimidar por ese intenso azul.

-¿A ti te basta?- lo tomo por la cintura.

-No- admitió.

-A mí tampoco.

Nuevamente empezaron a devorar sus labios como si fuera la ultima cena de sus vidas y negándose a tomar aire.

Sasuke acariciaba su espalda de arriba abajo, alcanzando sus hombros y subiendo lentamente por su cuello, hasta tener su rostro entre sus manos. Naruto estaba sonrojado y deseoso, con la respiración agitada y los ojos velados.

El menor alcanzó el miembro del mayor, notando lo duro que estaba.

-Hagámoslo Sasuke.

El rubio lentamente empezó a despojarse de su ropa ante la mirada apacible del mayor.

-Hazme el amor.

Inclinaron los dos asientos hasta formar una pequeña cama para ellos y el menor acabo quitándose sus vaqueros, demostrando que bajo ellos no llevaba nada más.

Sasuke lo miraba igual de deseoso y se excito mucho más, al ver las marcas de propiedad que el rubio, tenía por todo su cuerpo. Se incorporó, dejándolo acostado del otro lado y se dedicó a glorificar el cuerpo del menor. Segundo a segundo, comenzando desde la punta de sus pies, pasando por sus rodillas entre mordiditas, alcanzando la ingle a la que apenas le presto a atención, hasta llegar a sus pezones.

La humedad que se extendía por su cuerpo en forma de besos y mordidas posesivas y celosas, tenía a Naruto sumido en la locura mientras gemía el nombre de su pareja.

-Sa…Sasuke- gimoteaba bajito-. No me tortures más… ahh!

El mayor alcanzo el lóbulo de su oreja izquierda mientras torturaba los pezones de Naruto.

-Eres exquisito, Naru.

El pene del nombrado, presionaba contra su abdomen, clamando atención. Atención que no tardo en ofrecerle con una mano.

-Ah! No seas… cruel.

-¿Cómo quieres que lo haga entonces?- beso sus labios.

El rubio alzo una de sus temblorosas manos, colocando uno de sus dedos en la boca de Sasuke.

-Aquí- susurro.

Empujo el dedo hasta que estuvo dentro de la húmeda cavidad. La lengua salió a su encuentro.

-Métetela aquí- jalo su labio inferior levemente para abrirle la boca.

El mayor sonrió satisfecho y obedientemente, bajo para hacerle una felación.

Comenzando con pequeñas mordidas por la base, embadurnándolo con la lengua para sin más rodeos, metérsela en la boca.

-¡Dios, Sasuke! –sus piernas se abrieron como pétalos agradecidos.

Este mordía el glande con poca fuerza, lo acariciaba con la parte baja y superior de su lengua o simplemente chupaba, consiguiendo que la carne de su glande se estirar para delirio del rubio.

-¡CARAJO! Sasuke… ¿Qué haces?

-¿No te gusta?- abandono su tarea y Naruto sintió deseos de llorar como una nena.

-¡NO PARES! Síguemela comiendo…, ah! Maldito- arqueo su espalda para el mismo embestir en su boca.

Sasuke volvió a mamársela sin interrupciones y después de masajearle los testículos, halándolos o lamiéndolos por un rato, dejo que uno de sus dedos se deslizara dentro de Naruto, buscando su punto de placer.

Siendo estimulado por los dos lados, Naruto grito con fuerza una y otra vez, sintiendo la leche en la punta del glande, pronta a salir disparada.

-¡Así! Así, sigue…ah! –gemía descontrolado y agarrando los mechones negros con fuerza-. Me vengo…ah Sasuke…me vengo- embestía en su boca.

Sasuke aumento la velocidad y el clímax, llego cuando alcanzo el punto G de Naruto. Sintió una explosión de leche en su boca. Desperdigándose sobre su lengua, para el mismo impulsarla hasta su garganta. No se separó del rubio hasta que acabo por sorber hasta la última gota, chupando, lamiendo el tronco y de paso, consiguiendo que Naruto se mantuviera duro, al ver a Sasuke tan atento y ¿sumiso?

El azabache lo miro a los ojos y se incorporó.

-E...eso fue ma…-respiro con dificultad- maravilloso Sasuke.

Se volvieron a besar como poseídos por el mas lujurioso de los demonios y al momento ya se posicionaba para tomar sus roles.

Naruto con las piernas abiertas, los brazos en forma de estrella y un fuerte sonrojo en sus mejillas; mientras veía al azabache embadurnándose los dedos para prepararlo.

-Hazme tuyo, amor- se acarició su entrada para tentar al mayor.

-Te vez tan hermoso así, Naruto- Sasuke no perdía detalle, con los ojos afilados y prepotentes de siempre.

El menor cerró los ojos al ver como Sasuke se inclinaba levemente, pensando que ya lo iba a preparar. Espero a sentir los dedos en su interior, el calor de ese cuerpo sobre el suyo y los labios de Sasuke reclamándolo.

Entonces se escuchó un gemido de dolor dentro del auto y a Naruto le costó asimilar, que ese gemido no provenía de el…, sino de Sasuke. Abrió los ojos asustado incorporándose con los codos y viendo incrédulo, como los dedos de Sasuke se incrustaban en su propio ano.

-¿Qué haces?- grito perplejo.

Intento detenerlo, pensando que podría lastimarse al ser la primera vez que era profanado.

--¿Tú qué crees que hago, idiota?-lo aparto de él.

Se encontraba en cuatro patas, estimulándose con uno de sus dedos con palpable incomodidad.

-¿Por….Por qué…?-El menor tomo una de sus mejillas con cariño y preocupación.

El mayor tenia pequeñas lágrimas de dolor y un fuerte rubor, por creer que lo que hacía era humillante.

-Quiero tenerte dentro de mí- dijo como si nada, pero la vergüenza lo superaba.

-¡Sasuke!

El Uchiha lo miro a los ojos y se adelantó para besarlo.

-Yo ya te hice mío zorrita- sonrió de lado-. Ahora quiero ser tuyo y de nadie más.

Nunca había dicho algo tan cursi y bochornoso, pero así se sentía.

El rubio sonrió ampliamente, recuperando algo de altivez varonil que había perdido al ser el uke de su dominante pareja

Naruto se acomodó detrás de él, una vez repuesto de la sorpresa y agradecido por la entrega de su novio, decidió aceptarla.

-En ese caso- se inclinó-, déjame ser yo quien te prepare.

Antes de que Sasuke pudiera responder, sus dedos fueron retirados a la fuerza para ser reemplazados por la lengua del Uzumaki.

-¡AHH!-grito el azabache.

Su cuerpo se arqueo en medio de estremecimientos. Esa lengua estaba haciendo maravillas.

-Ahhhh…Naruto…mgmmmm-dejo que sus caderas se movieran a su antojo, contra la lengua del rubio.

-Esto es un sueño- escupió en la entrada del mayor que estaba levemente dilatada. Pero no lo suficiente-. No sabes cuánto he deseado pedirte esto, Sasuke- gimió aun sin creérselo.

-La próxima vez ahhhh…no esperes a que sea yo el que se ponga en cuatro, baka.

Ninguno de los dos, capto el mensaje, de que esperaban que hubiera una próxima vez.

El rubio lo ignoro y dejo que su pulgar entrara en el anillo de carne, embistiéndolo con facilidad o tirando de la carne. Estaba listo.

-¿Qué haces, Naru…? AHHHH!!!!!!!!!!!!

El rubio lo había embestido de una sola vez y por sorpresa, quitándole el aire y obligándolo a dejar caer su torso sobre el cuero de las sillas. Dolor. Sentía un dolor terrible. No recordaba que el pene de su pareja fuera tan grande y gordo.

Intento insultarlo o simplemente golpearlo, pero su cuerpo no reaccionaba de ninguna manera. Sus ojos seguían dilatados por el sorpresivo placer que lo recorría y su boca no dejaba de inhalar desesperado.

-¿Estas bien?- grito preocupado.

-Estoy bien…-respiro hondo- pero espera un poco…, Naru.

El rubio le dio besos en la espalda para relajarlo, besando su lóbulo o masturbado su pene. Sasuke no podía evitar gemir con sus atenciones pero por ser su primera vez, seguía demasiado tenso.

Naruto lo comprendió, así que decidió salir de él, lentamente.

-No lo hagas…-intento detenerlo.

-Demo…

Como única respuesta, Sasuke se embistió el mismo. Esta vez gimió de verdadero placer.

-Muévete….ahh- movía sus caderas en círculos.

Naruto reacciono y empezó con un movimiento suave que no tardo en volverse violento, cuando se dio cuenta de que el dolor le gustaba a Sasuke. Fuerte, constante, marcando sus huellas en la piel pálida y asegurándose de que Sasuke lo sintiera bien dentro.

-Estas tan rico, Uchiha.

 

-Mgmmm, ahhhh- Sasuke quería callar esos gemidos agudos, pero el roce en su recto no lo dejaban pensar.

Naruto se regocijaba al ver como su pene entraba y salía de ese cuerpo y entonces, como si por primera vez fuera consciente del hecho, se dio cuenta de que Sasuke era suyo en su totalidad. Cada gemido que lanzaba era por él. Era su nombre el que clamaba.

-Eres mío, Sasuke- le susurro al oído-. Hijo de perra, ahora sí eres mío…

Sasuke sonrió satisfecho. El idiota se dio cuenta al fin.

-¿Prepotente ahora…, Naruto? Ahhhmm…

Chillo como perra en celo cuando su próstata fue golpeada con fuerte.

-AHHHHH NARUTO…..AHI….DAME AHÍ…

-¿Ahí donde?

-METEMELA BIEN FUERTE….NARUTO….AHHHHH!

-¿Quién es la perra de quien ahora?- no se contuvo de darle un sonoro azote en el trasero.

Golpeaba el mismo punto en su interior, una y otra vez.

Sasuke gritaba como nunca, empinando el culo como todo buen uke y gritando el nombre de su seme. Deseoso de ver sus expresiones, Naruto lo volteo de frente, para seguir castigando su entrada y masturbarlo al mismo ritmo.

-Te gusta?...Ah?

-Mucho…Ahh! Que rico… me coges…-decía al borde del orgasmo-. Me vengo…..ahh Naru

-Espérame….yo también….

Se movían frenéticamente  y a los pocos segundos el semen de Sasuke los bañó a los dos, mientras Naruto se corría dentro de él. El rubio no quería para de moverse y alargo su orgasmo cuanto pudo, antes de salir de Sasuke muy despacio y seguidamente acostarse a su lado.

Se abrazaron en silencio, escuchando como un carro los pasaba de largo a toda velocidad.

-Por los pelos- dijo el rubio.

Los dos se echaron a reír, jocosos.

Naruto se acomodó en el pecho del azabache. Le gusto ser el activo, pero aun así, necesitaba la protección y el calor del mayor. Sasuke acariciaba sus mechones, observando a la nada.

-¿Fue bueno?-pregunto el rubio.

-No estuvo mal, para ser tu primera vez.

-Tú también te portaste bien, para ser tu primera vez.

No sabían que más decirse. Parecía ser que el sexo era la única forma que tenían para comunicarse, porque el azabache no sabía de qué forma, convencer a Naruto de quedarse a su lado.

-Cuando lleguemos a la comisaria, será como si esto nunca hubiera pasado.

-Lo sé.

-Otro detective se hará cargo de cuidarte y tal vez no podamos vernos hasta después de tu testimonio. Tal vez…, ni siquiera entonces.

-Sasuke…-levanto la cabeza.

-No digas nada.

-Pero…

-Voy a buscarte, te guste o no- lo beso y lo miro con determinación-. Cuando todo el asunto de Akatsuki acabe y los tenga tras las rejas, iré a buscarte.

-¿Cómo me encontraras?-sonrió sin muchas esperanzas.

-No tendré que buscar mucho- lo abrazo a su cuerpo-. Tú me vas a dejar encontrarte.

-¿Por qué estás tan seguro?-reafirmo el agarre y cerro los ojos.

-Porque soy tuyo… y tú eres mío.

Notas finales:

reviews? No creo que me haya portado tan mal y en lo personal creo que merzco al menos uno... por fis.

Gracias por leer, besitos


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