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Ataduras de pasion por lilycha10

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Notas del capitulo:

Siiiiiii, lo se. Pero regrese! Nunca ha sido mi intencion abandonar un fic pero ahora tengo trabajo, escuela, novia y muy poco tiempo.

Si pudieran perdonarme por la espera????????!!!!!!!!!!!!

Luego de que un anciano de largo cabello blanco lo llevara hasta una oficina atosigada de papeles, se había quedado completamente solo. Creyó recordar que su nombre era Jiraiya, aunque uno de los oficiales lo llamo Ermitaño ¿o era Sapo?
“Me pregunto…, como le llaman a Sasuke”
A través de un cristal lo suficientemente ancho como para controlar todo lo que sucedía en el departamento, vio como un pelirrojo muy apuesto se acercaba a Sasuke. Su personalidad parecía ser la misma y el trato que se daban el uno al otro, aunque aparentemente frio, escondía una delgada capa de complicidad.
Aun así, no se molestó en ponerse celoso. Por alguna razón confiaba en que el Uchiha no lo traicionaría. Pero su malestar se evidencio cuando Sasuke abandono el departamento, despidiéndose de el con un vago ademan.
Apenas tuvo tiempo de despedirse, antes de que Tsunade entrara en el despacho.
- ¿Cómo estas, niño? ¿Disfrutaste tu estancia en la cabaña?
-No necesariamente. Sasuke-san no me dejaba salir ni al portal. Es un tirano- se encogió de brazos e hizo un puchero.
- Lamento escuchar eso -sonrió de lado-. Es un sujeto un tanto complicado, pero confío en que no te hiciera daño.
El rubio solo negó con la cabeza.
-Bien. Escucha -la mujer entro en materia-, me imagino que sabes por qué te trajimos aquí.
- No exactamente. Creí que faltaba una semana, antes del juicio.
- Y así es, pero no previmos que Akatsuki personalmente, se dedicaría a eliminar a sus puntos débiles.
El rubio se tensó.
-Le sucedió algo a …umm… el rubio terrorista.
-Deidara- aclaro la mayor-. Y no, él está a salvo en las celdas del segundo piso. Allí tienen mayor seguridad. Pero, su compañero, Sasori, fue asesinado ayer.
- ¿Ayer? - el rubio dio un brinco.
- Bueno, más específicamente, lo descubrimos ayer. Pero los forenses creen que lleva al menos unos cuatro o cinco días muerto.
- Eso es… horrible.
La rubia lo miro detenidamente, con una expresión grave.
-Escucha, Naruto -cruzo los dedos frente a su rostro-. La verdad es que quiero preguntarte, si el día de la revuelta en la que te viste envuelto, viste a Sasori.
-Umm, no estoy seguro -sus ojos azules se entrecerraron.
La rubia coloco una foto sobre la mesa, en la que figuraba un pelirrojo de piel pálida, de unos treinta años. Golpeo la foto con un dedo, dándole a entender que ese era Sasori.
- ¿Lo recuerdas?
Naruto dudo un poco.
- ¿Por… por que quiere saberlo, si ya está muerto?
La mujer suspiro.
- ¿Tal vez viste algo más ese día? ¿Había alguien más junto con Akatsuki u otro testigo?
- No. ¿Por qué?
Los puños de la mujer se apretaron con furia mal contenida.
Estaba al límite de su control. Todo le estaba saliendo mal. No solo estaba luchando contra la burocracia de los corruptos que exigían que liberara a Deidara, sino que ahora no sabía quién estaba asesinando a los miembros de Akatsuki.
Si lo liberaba, estaba segura de que al día siguiente amanecería muerto. Al menos en la celda todavía podía usarlo para desarmar al grupo de contrabandistas, antes de que todo se le viviera encima.
Naruto era su última oportunidad y odiaba poner tanta presión sobre un niño.
-No es nada -sonrió cordial-. El fiscal vendrá pronto a buscarte. El juez está al tanto de lo que sucede y accedió a adelantar los tramites. A más tardar, serás capaz de atestiguar en contra de Deidara y Akatsuki, a eso de las cinco de la tarde. ¿Crees que puedas hacerlo?
- ¡Por supuesto!
-Me alegro -se incorporó-. El oficial Kisame se encargará de cuidarte. No abandones el edificio, pero eres libre de explorar.
Apenas dijo esas palabras se retiró del despacho, dejando a Naruto solo con un hombre de una tonalidad de piel nada saludable.
- Entonces, -sonrió mostrando una hilera de dientes afilados-, ¿eres el nuevo juguete de Sasuke? Ese sujeto nunca pierde la oportunidad de llevarse a un tipo a la cama.
Hasta ese momento, Naruto no perdió de vista los movimientos de Tsunade a través del cristal, pero al escuchar la voz de Kisame, su concentración se enfocó en él.
- Deja de jugar, Kisame – se acercó a él con movimientos deliberadamente calculados. Se nos acaba el tiempo. ¿En dónde está?
El mayor sonrió nuevamente.
- Dicen que Gaara lo coloco en una celda del segundo piso. De lo único que estoy seguro.
El rubio medito sobre eso.
- Y yo digo que es mentira -dijo con convicción-. Están demasiado nerviosos, como para dejar a ese terrorista suicida tan cerca de la entrada.
- ¿Entonces?
- El último piso es un almacén abandonado, pero nadie nunca va ahí. Es perfecto.
Se acercaban al elevador con paso desinteresado.
-¿Cómo sabes eso?
Ambos subieron a la cabina y marco la tecla del último piso.
- Sasuke me lo dijo -dijo mientras se cerraban las puertas.

Una hora después
-¡DONDE ESTA! -Grito Sasuke.
Entro como una exhalación dentro de la oficina de Tsunade con Gaara pisándole los talones, en donde encontró a la rubia sentada sobre la mesa con una botella de sake en la mano.
-Desapareció -respondió sin más, sirviéndose otra copita.
-¿¡COMO QUE DESAPARECIO!? ¡Tsunade, ¿dónde está Naruto?!
-Nos tomaron por sorpresa, chico- Jiraiya puso su mano sobre el hombro del moreno.
Este se zafo sin tener en cuenta que trataba con una superior.
- ¿Qué sucedió? -Pregunto Gaara.
Tsunade no respondió.
-¿Qué sucedió, Tsunade? -Presiono Sasuke.
- Escucha niño -ella ya estaba cabreada-. Tengo dos cadáveres en la morgue, un edificio entero patas arriba y al alcalde dándome ordenes sin parar. No tengo tiempo para encargarme de ti también.
-¿Por qué no? -Gaara no entendía nada- ¿No necesita que atrapemos al responsable de todo esto?
Jiraiya fue quien respondió.
-El alcalde y el gobernador personalmente dieron ordenes de no tomar acciones con respecto a este tema. Aparentemente, si dejamos que esto se dé a conocer al público, su autoridad se verá en peligro.
Sasuke todavía no recibía la respuesta que realmente le incumbía.
- ¿Dónde está Naruto?
- ¿Cómo pudo salir de aquí? - Gaara flipaba.
- Hackearon el sistema, desactivaron las cámaras de seguridad y cortaron la energía de todo el edificio -respondió Shikamaru, entrando en el despacho.
Todos le prestaban atención, pues ni siquiera sus superiores sabían exactamente lo que había pasado.
-Tardamos en reaccionar porque esperábamos un ataque más físico por parte de Akatsuki, pero todo se llevó a cabo con tal discreción, que ni siquiera escuchamos los balazos del último piso.
- ¿El último piso? -Gaara estaba al borde del desmayo - ¿Cómo supo ese niño que reteníamos a Deidara en el quinto piso?
-¡Eso no importa ahora! -susurro Tsunade-. Tal vez alguien de dentro le facilito la información al rubio. En todo caso, ahora debemos encargarnos del cuerpo de Deidara y Kisame. ¿Ya los trasladaron a la morgue, Shikamaru?
-Si, pero hay algo que deben ver.

Sasuke aún no salía del shock.
Todavía no podía creer, que Naruto, su rubio, solo lo hubiera utilizado para llegar a su objetivo. De hecho, ¿si quiera tenía un objetivo? Era imposible, el sería incapaz de hacerle daño a alguien. ¡Por amor al cielo y a lo que allí espera, Naru solo era un niño!
Todos estaban en un error. Se negaba a creer que el fuera tan estúpido, como para enamorarse de un asesino, ¡un mercenario a sueldo!
Karin se acercó a ellos con la piel pálida, deslizándose a través de dos mesas de metal, en las que reposaban dos cuerpos cubiertos.
-Niña -advirtió Tsunade-, no me des malas noticias. Ya fueron demasiadas por un día.
La joven advirtió que su jefa estaba derrotada, pero las circunstancias no se presentaban para ocultar la información.
Se limito a acercarse a una de las camillas y sin mayor ceremonia, levanto la sabana revelando el cuerpo de Kisame. Su complexión estaba intacta y no mostraba ninguna señal defensiva; lo único que dañaba la imagen era el disparo que había perforado su ojo derecho y abandonado el cerebro por el hemisferio izquierdo.
El Uchiha sintió deseos de vomitar.
-Fue un disparo limpio y a corta distancia -explico Karin-. Pareciera que Kisame miro hacia abajo en algún momento y justo en ese momento, el asesino aprovecho para disparar hacia arriba. La estatura de este debía ser considerablemente más baja que la de Kisame, por eso creo que recibió una cuantiosa cantidad de sangre sobre su rostro.
- ¿Algo más?
-Nadie pudo encontrar la bala de este cuerpo o del otro valga la redundancia, pero si sabemos que no era una de nuestras armas. Debió traer la suya de alguna forma.
-Imposible -respondió Sasuke-. Todos deben pasar por una revisión antes de entrar aquí.
- ¿Alguien reviso a Naruto cuando llego aquí? - Pregunto Jiraiya.
“! ¡No fue Naruto!”
Shikamaru bajo la cabeza.
-Mis disculpas -bajo levemente la cabeza-. Uzumaki Naruto estaba acompañado por Sasuke, así que no se le examino. No lo creímos necesario.
Sasuke recordó que él y Naruto habían estado juntos antes de llegar a Konoha y en ese tiempo, él no podría haber escondido una pistola entre sus ropas.
- Yo lo examine antes de entrar en el edificio, pero no había nada sospechoso.
Nadie dudo de su palabra.
-En ese caso -Karin prosiguió-, alguien de adentro le facilito un arma de fuego muy potente.
A ninguno de ellos le gustaba la idea de que uno de sus compañeros, fuera capaz de una traición.
- ¿Tienes algo más? -Pregunto la rubia, impaciente.
-Me temo que si -miro de reojo a Shikamaru.
Se acerco a la otra mesa y descubrió el cuerpo de Deidara.
-¡No puede ser! -Dijeron todos al unisono.
Notas finales:

Que pasa con el cuerpo de Deidara?

Acaso esta completamente desfigurado o sigue vivo o sera que, es naruto quien esta sobre esa mesa?

 

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