El silencio inundo el lugar; por un momento el dolor desapareció y las penas parecían ya no existir, le era difícil describir la magia de ese momento ¿Qué era lo que sentía ahora mismo en su interior por aquel contacto con el más alto? De pronto un pensamiento vino a su mente, un rostro y un nombre, ashura; por lo que empujo al moreno rápidamente y se levantó de ahí asustado de sus propias acciones ¿Por qué correspondió a aquel acto?
Por su parte el moreno se incorporo también, aun no entendía ¿Qué había ocurrido justamente ahora? Veía en dirección al rubio, se encontraba igual de confundido que el
-yo… lo siento, yo…- no sabía cómo disculparse y comenzar una conversación que los sacara de aquel silencio incomodo
-no importa… yo comprare las revistas manga que outan destrozo, así que solo dame los nombres ¿de acuerdo?...- el rubio se oía nervioso, pero trataba de esconderlo y sonar lo más calmado posible. Pronto una vibración llamo su atención, su celular que comenzaba a sonar; al ver el nombre se asombro un poco; era ashura, era lamentable para él, que la única persona con quien no quería hablar en ese momento era precisamente ashura; ahora mismo estaba muy confundido y no podría afrontarlo, mas aun después de lo que acababa de suceder
-¿no vas a responder?…- preguntó el moreno viendo como el rubio se había quedado pensativo mirando el celular
-no…- respondió bajando la mirada y poniendo en modo silencio el aparato para que dejara de hacer ruido; luego se levanto del piso y salió de la habitación, cosa que sorprendió al más alto, ya sabía las cosas que le preocupaban, pero ¿Cómo podría ayudarlo? Para el ya parecía incomodarle esa situación
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Un nuevo día se hacía presente y las horas de clases daban su curso; el maestro de artes explicaba la clase al frente del salón; pero el chico de ojos azules seguía sumido en sus pensamientos sin prestar atención a nada de lo que decía
¿Quién era? Esa pregunta lo carcomía, incluso no lo había dejado dormir estos últimos días ¿Qué sentía por ashura? ¿Qué sentía por kurogane? ¿Había algo que quisiera decirle a su padre? ¿Cuál era la respuesta correcta? ¿A qué se refería kurogane? ¿Cómo podía gustarle al moreno alguien como él? Alguien que ni conoce en verdad…- lo último lo había dicho en voz baja, al momento de poner los dedos en sus labios, recordando el beso del día anterior
-ya deja esa cara…- escucho la voz de souma al momento de sentir un ligero golpe con una hoja de papel enrollada
-¿souma?... preguntó al momento de darse cuenta de que eran los únicos en el curso ¿Cuándo se fueron todos? ¿Acaso estaba tan distraído?
-te vez muy triste últimamente y también he notado que tu y kurogane están más cercanos y a la vez alejados, dime ¿Qué ocurrió el sábado pasado?...- la morena miraba directamente a los ojos del ojiazul al momento de hacer esa pregunta, por lo que el ojiazul solo esquivó la mirada
-nada, no paso nada…- respondió al momento de levantarse y acomodar su mochila para regresar a casa; pero cuando se disponía a salir fue sujetado fuertemente por la morena
-a no, kurogane no quiso contarme nada; tú no te me vas a escapar…- el rubio vio un rostro obscuro en la chica, que miedo, pensó
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-y bien ¿Qué es lo que les preocupa a ambos?...- preguntó estando ambos en el puente, mientras miraban las aguas cristalinas
-¿Por qué lo preguntas?...- respondió con aquella pregunta, la verdad no entendía el interés de souma por saber
-dime ¿tú crees que yo soy mala verdad?...- continuaban los lanzamientos de preguntas, sin obtener respuestas de ningún lado, el rubio la miro para tratar de decir honestamente lo que pensaba de ella, si quería encontrar su yo verdadero, debía comenzar con ser honesto consigo mismo y con las personas que lo rodeaban
-bueno, me trataste inferiormente, me quitaste el trabajo de artes, me encerraste en la azotea para que no pudiera despedirme de ashura, hiciste que tu mamá me diera un golpe; pues no es para no pensar que eres mala…- ante las palabras del rubio, la pelinegra no hiso más que guardar silencio, para luego tomar aire y responder
-es verdad, hice todo eso…- el rubio la miro extrañado, al menos lo reconocía- pero lo hice porque así soy yo- lo ultimo lo dijo sonriendo, aun no entendía la aptitud de la chica ¿A dónde quería llegar?- la verdad no me caíste en un principio, porque te vi como el típico niño rico que nunca ha pasado por nada malo, alguien a quien siempre cumplieron sus caprichos
No sé si lo sabes, pero kurogane y yo crecimos en una casa hogar; las cosas no eran fáciles ahí; siempre nos levantábamos temprano a trabajos manuales para que esos productos que hacíamos fueran vendidos para el mantenimiento del hogar; las fechas navideñas no eran algo especial para nosotros, esas fechas salíamos a las calles a vender tarjetas hechas por nosotros, ahí veía a niños como tú, que tenían todo y llevaban muchos regalos comprados, muchos de ellos se burlaban de nosotros, eso me irritaba
Una vez uno de ellos me empujo con muy mala intención, kurogane se le lanzo a darle un buen golpe en mi defensa, pero el padre del chico puso una queja en la dirección de la casa hogar y por consecuencia tuve que pedir disculpas al chico que me había empujado, mientras que kurogane fue castigado severamente
En ese entonces jure que le haría la vida imposible al primer niño rico que se apareciera al frente mío y con el que tuviera oportunidad de hacerlo y ¡taran! Apareciste tu, que de paso eres rubio como aquel chico, aunque a diferencia tú te vez más debilucho…- una gota había resbalado por la cien del ojiazul ¿le hiso todo eso, solo por ser rubio? ¿Y por algún tipo de venganza? ¿El que culpa tenía?- es infantil lo sé- se rio al concluir
-bueno, un poco…- dijo algo calmado y extrañado ¿Cómo debía reaccionar?
-bien ahora que sabes mis motivos ¿podrías disculparme?...- la morena se oía animada, pero ¿Cómo confiar? La última vez que confió quedo empapado
-yo…- no sabía ¿Qué responder?-… está bien- dijo al fin, sacando una sonrisa a la morena
-ahora dime ¿Qué te pasa que estas tan distraído y con ese comportamiento tan extraño?...- continuo con la interrogación, tal vez después de todo solo quería sacarle información ¿Qué responder?
-ya lo dije, no es nada, yo estoy igual a siempre
-mentiroso…- dijo la morena asiendo que con esto el rubio la viese— no estás igual, tampoco kurogane y no me disculpaste, solo estas siendo amable con migo, sabes, ese es tu defecto, siempre eres amable y nunca dices lo que en verdad sientes…- el rubio abrió los ojos ante las palabras de la chica- a veces es bueno sacar lo que llevamos dentro, si algo te molesta, dilo, si quieres gritar, grita y si quieres llorar, llora, reprimiéndote solo haces que todo se acumule en tu interior, algún día eso te traerá consecuencias- ante esas palabras bajo la cabeza ¿acaso se estaba volviendo transparente?
-…- ¿Qué responder en un momento así? Ahora mismo no sabía ni como debía actuar
-como veo que no hablas, comenzare siendo honesta yo; sospecho que tu y ese tal ashura tienen una relación, también sospecho que kurogane gusta de ti y eso me molesta…- el rubio abrió los ojos de la impresión, esas sospechas eran ciertas; tal vez después de todo no sabía actuar
-¿po… porque dices eso?...- los nervios se hacían presentes y comenzaba a inquietarse, no le era agradable la situación
-entonces es verdad
-¿?...- aun sin entender bien
-lo sabía, kurogane nunca se porta bien con nadie, solo contigo; lo sospeche desde que vinieron a mi habitación cuando los deje en la azotea, kurogane siempre estuvo de mi lado, pero ese día estaba en mi contra y te defendió como nunca lo vi defender a nadie; no es difícil darse cuenta que había algo detrás de esa conducta, dime ¿ya te lo dijo? ¿Por eso estas así?
-…- el ojiazul seguía sin poder pronunciar palabra alguna ¿ahora qué aria? ¿Qué diría? Negarlo no resolvería nada- es verdad, seré honesto; tus sospechas son acertadas, peros las respuestas a las preguntas se reparten entre sí y en parte. Solo te pediré que no le digas nada a mi padre
-¿y porque solo a él?
-porque es el único que sería capaz de matarme si se entera…- la morena vio extrañada al ojiazul, veía que en verdad le tenía temor a su papá, tal vez su padre era del tipo “tradicional”
-no te preocupes, en verdad quiero hacer las paces contigo…- no sabía si debía sentirse confiado, pero ahora mismo veía en la morena honestidad, no importaba, la morena ya sabía lo más grande y si quería hacer algo en su contra, ya lo podía hacer- a mí me gusta kurogane- soltó de pronto la chica, sorprendiendo así al rubio
-¿Qué?
-pero ahora que se que a él le van los chicos, creo que lo mejor es resignación, así que no te preocupes…- sonrió con lo último mientras cerraba un ojo, el ojiazul la veía extrañado- ¿tú que sientes por él?
-¿?...- y otra vez quedaba sin palabras ¿Qué sentía por kurogane?
-si a ti te gusta ashura, ¿kurogane no? O tal vez ¿te gustan los dos?
-¿eh?...- ¿qué clase de pregunta era esa? ¿Gustarle los dos? De ningún modo, pero ¿Qué sentía por cada uno?
-te pondré un ejemplo; ahora ashura está en el aeropuerto, dispuesto a irse para siempre y solo tú lo puedes detener, pero ocurre un accidente, en el cual kurogane sale gravemente herido y está en el hospital, y necesita verte ¿Dónde irías?...- el menor pensó por un momento, ese no era un ejemplo fácil
-…- seguía sin responder
-al parecer estas más enredado que una montaña rusa; si vas a quedarte con kurogane ponte osado eh, porque no quiero verlo infeliz... de los ejemplos, el segundo si paso…- el rubio la miro atento al escuchar eso ¿entendió bien?
-¿a qué te refieres?
-kurogane sufrió un accidente al en su clase de deportes, mamá llamo para decirme que está en el hospital y yo quise decírtelo antes de ir yo…- al momento de hablar le entregaba al rubio una nota con la dirección del hospital- espero que con esto ahora si confíes en mi
-gracias…- fue la respuesta que dio para emprender la carrera, tomo un taxi y se dirigió a aquella dirección
Iba sumido en sus pensamientos y preocupaciones ¿kurogane estaba bien verdad? ¿Qué aria si no lo estaba? No quería ni pensarlo. De pronto una vibración se hiso presente en su bolcillo, era su celular; cuando vio el nombre de la persona vio que era de larga distancia, sin duda era ashura, al principio no quiso responder, pero el aparto insistía tanto, que termino por contestar
-hola…- trataba de que su voz se ollera calmada
-¿fye? que bueno, no me has contestado desde hace una semana, me estaba preocupando; dime ¿estás bien?...- el menor oía la voz del mayor atentamente ¿Qué responder? Ya había perdido la cuenta de las veces que quedo sin palabras ese día- ¿fye estas ahí?
-sí, no te preocupes, solo eh estado ocupado por la escuela y no he podido responder lo siento, dime ¿Cómo va todo para ti haya?
-aun no me acostumbro, aun es pronto y ya siento ganas de regresar contigo ¿tu padre no te ha hecho nada verdad? Es que noto tu voz un tanto apagada
-no, no te preocupes, anoche no dormí bien, es todo…- el rubio veía en dirección a la ventana al momento de hablar por el celular con ashura; veía su reflejo a través de la ventana, por lo cual bajaba la vista ¿Qué tipo de persona era?
-no te desveles si, y no olvides tu promesa con migo…- aquello alerto un poco al ojiazul ¿Qué promesa era esa? Ahora mismo… no la recordaba, su preocupación iba asía otro lado, aun así
-no la he olvidado, no te preocupes…- ¿se podía ser más ruin? Pensó- tengo que colgar, te llamo luego- y con lo último bajo la mirada y colgó ¿Qué rumbo estaba dando su vida? ¿El era así? Yuui comenzaba a desagradarle
El coche paro en frente de una clínica, no era momento de pensar en más, de lo único que ahora estaba consciente, era de querer ver bien al moreno, aunque el sentimiento de culpa por no recordar aquella promesa hecha a ashura y las preocupaciones que rondaban su cabeza no lo dejaban tranquilo
Cuando entro, nadie supo decirle nada, de lo único que le afirmaron era de que no había un paciente con tal nombre; comenzaba a asustarle pensando que quizá souma le dio una dirección equivocada ¿ahora qué aria? Se sentó en la sala de espera por un largo momento analizando que hacer, cuando de pronto oyó un pequeño alboroto, regañaban a alguien por correr por los pasillos, volteo su vista a esa dirección y ahí estaba, era kurogane, pero lo veía perfectamente bien, solo se veía preocupado
Por otra parte, el moreno al ver al rubio, rápidamente fue en dirección a él y sin pensarlo lo sujeto de los hombros
-¿estás bien?...- preguntó el mayor algo angustiado
-yo soy el que debería preguntar eso, souma me dijo que sufriste un accidente en la clase de deportes…- dijo aun sin salir de la impresión ¿Qué sucedía?
-a mi me dijo que te atropello un camión…- respondió el moreno; ya lo entendía, todo era una trampa de la chica ¿Por qué lo hiso? A un así, le alegraba que haya sido una mentira, por un momento había experimentado el peor miedo. Vio al rubio, eran contadas las veces que lo había abrazado y ahora era una más
-no te quiero perder…- dijo más para sí mismo, pero aun así fue audible para el menor que solo correspondió el abrazo, comenzaba a notarlo, estar con kurogane asía que sus penas desaparecieran, ojala pudiera estar así siempre, pensó
Esta vez el acto de la morena ¿fue una mentira dulce?