Iban silenciosamente dentro de un taxi que habían tomado al salir del hospital, el silencio era confuso, de algún modo la tranquilidad rondaba en esos momentos, el rubio no podía dejar de pensar ¿Por qué la morena le mintió? No tenía porque hacerlo ¿acaso quería provocar un encuentro de infarto?
Miraba por la ventana, pasaban arboles y casas rápidamente, ¿Cuánto tiempo duraría esas confusiones? ¿Qué debería hacer en realidad? Nada parecía importar en verdad; había vivido mucho tiempo fingiendo aquella vida, salir de esa realidad y acoplarse a la verdadera, sin duda no sería fácil; pero en esos momentos, estando cerca del moreno, de algún modo sentía que podía sacar su yo real ¿Qué pasaría en el futuro? Solo el tiempo lo diría, por el momento contaba con el apoyo del mayor
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Un nuevo día se hacía presente; el rubio se había levantado muy temprano a hacer el desayuno, no había logrado hablar con souma la tarde del día anterior, y había un par de cosas que quería preguntarle
-en la escuela…- se dijo más para sí mismo, era extraño, ninguno de los dos adultos había llegado al hogar la noche anterior ¿una junta? Tal vez
Acomodo el desayuno en la mesa, de alguna manera algo de tranquilidad había vuelto a él; deseaba… ¿Qué deseaba en esos momentos? Era confuso, aun así, lo había analizado mucho y había algo de lo que quería hablar con el moreno
-¡¡te eh dicho que me lo digas!!...- se escuchaba la alzada voz de kurogane, al parecer ya se había levantado ¿a quién le hablaba? Lo más seguro a souma
-ya kurogane, no tienes que gritar ¿Qué no entiendes el significado de la palabra broma?
-¡eso no era para nada una broma!...- continuaba quejándose el mayor
-ha, fye, con qué hiciste el desayuno…- hablo emocionada la morena, ignorando así las quejas del azabache
-sí, solo estamos los tres, por eso solo hice tres porciones
-se ve delicioso…- al terminar aquella frase rápidamente tomo una de las porciones y la alisto para llevársela
-¿Qué no desayunaras aquí?…- preguntó algo extrañado el moreno al ver el acto de la muchacha
-lo siento, pero tengo que encontrarme temprano con alguien, de hecho ya es tarde…- y con las últimas palabras rápidamente se dirigió a la salida y salió de aquel lugar
-está más rara ¿verdad?...- hablo de pronto el rubio, mientras tomaba asiento
-a mi no me engaña, está tramando algo
-¿tú crees? Será mejor que no lo pienses tanto y tomes tu desayuno, que se va enfriar
Al moreno le era difícil que una persona pudiese cambiar repentinamente de la noche a la mañana, sin embargo el chico rubio tenía razón, era mejor no pensar tanto en aquello; tomo asiento en una de las sillas y comenzó con aquel momento; aun cuando estaban en silencio, cualquier momento juntos era especial
-¿hoy tienes tiempo en la tarde?...- hablo de pronto el ojiazul
-sí ¿Por qué?
-porqué hay algo que debo hacer i que quiero hacer ¿podemos ir a mi antigua casa hoy?
-…- el moreno no entendía muy bien ¿Por qué quería ir a su antiguo hogar? Para él había quedado claro que ese lugar para nada traía recuerdos alegres al ojiazul, no obstante dio un sorbo a su taza y asintió con la cabeza
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Las clases transcurrían tranquilas, era extraño, parecía como si se hubiese saltado muchas de ellas, no entendía la lección y eso era algo raro en él; copio todo lo escrito por el maestro del pizarrón, ya después repasaría el libro para adiarse ¿en verdad estaba tan distraído los últimos días? Tal vez sí ¿Qué lo había sacado de su distracción?
La hora de salida había llegado, no logro entablar una conversación con la morena, pues esta a pesar de tal vez ya haber hecho las paces con él, no mostro muchos cambios en ese día, parecía la misma de siempre, no, de algún modo era algo distinto ¿Quién podría saber con exactitud los sentimientos y pensamientos de otra persona?
Continuaba su camino, cuando de pronto vio al moreno esperándolo en la salida, aquello lo sorprendió un momento, pero casi inmediatamente recordó que había sido él el que le pidió ir por la tarde a aquel lugar el día de hoy
-¿llevas esperando mucho tiempo?...- con esas palabras saludo el chico de ojos azules, asiendo que el más alto volteara a verlo casi de inmediato
-sí, bueno acabo de llegar también…- hablaba tranquilamente el moreno
-tú has cambiado
-…- para el mayor era incomprensible aquello ¿cambiar? ¿A qué se refería?
-de ser un chico serio que siempre andaba con el seño fruncido, a ser alguien tierno…- sonrió al terminar la frase, causando que la vena del moreno saltara de su frente
-¿¡que!?...- dijo molesto, pero se dio cuenta, entonces se detuvo, era verdad, hace mucho que el menor no hacia sus “bromas” y que no sonreía, ¿volvería a ser de nuevo aquel chico con sonrisas falsas? No, la sonrisa que había mostrado ase a penas un momento atrás, era diferente a todas sus anteriores y lo volvía a hacer
-vamos, no te molestes…- y con esto último el chico comenzó a caminar, seguido por el moreno que iba detrás suyo
Llegaron a aquel sitio, el lugar se veía vacio pero tenía una vista maravillosa; para el moreno era extraño siquiera pensar que aquel lugar que era casi un paraíso, era el lugar donde el rubio había pasado por tantas cosas tistes y malas
-¿Qué es lo que quieres hacer aquí? …- el moreno rompió el silencio con aquella pregunta
-continuar
-…- de nuevo no lograba entender a que se refería el más bajo; de pronto lo vio sacar de su mochila aquella caja donde el menor guardaba los restos de su hermano ¿Qué pretendía hacer?
-¿tú crees que si libero a fye pueda recuperar mi vida?
-…- ¿había escuchado bien? ¿Recuperar su vida? ¿Eso era lo que quería?, aquello si lo había comprendido; se acerco a él y puso una mano sobre la caja que el rubio sujetaba con ambas manos- quizá no
-…- se cambiaban papeles, ahora era el rubio el que no comprendía, o tal vez sí, eso hiso que bajara un poco la cabeza
-pero sin duda es un gran paso para que por fin fye pueda descansar en paz y para que yuui por fin despierte de aquel sueño largo al que fue obligado a someterse…- continuo el moreno haciendo que el menor lo mirara
Ambos se acercaron al gran mar que sus ojos les mostraba, fye abrió la caja, para él sin duda sería difícil decir adiós al que un día fuese su querido hermano gemelo, pero entendía que si quería encontrarse así mismo, antes debía dejar a fye irse para que después de tantos años, por fin pudiese descansar en paz
-adiós fye, siempre serás mi querido hermano, pero es momento de dejarte ir, lamento todo esto, pero te prometo que a cambio yo estaré bien
El rubio hablaba a aquellas cenizas mientras el más alto solo observaba en silencio, de pronto el viento comenzó a soplar, como una ráfaga acogedora; fye supo que aquello era su hermano diciéndole por fin después de tantos años adiós, soltó las cenizas las cuales rápidamente se fueron con el viento y se esparcieron en el agua, de algún modo una paz se apodero de su interior
-hiciste lo correcto…- hablo el moreno viendo como el rubio se había quedado pensativo viendo asía el mar
-gracias por acompañarme, estando solo no habría tenido el valor…- respondió el rubio para luego voltear a verlo y ofrecerle una cálida sonrisa, al moreno aun le era difícil descifrar si esa sonrisa era falsa o verdadera
-¿tú sonrisa es falsa?...- preguntó el mayor casi por inercia
-no existe tal cosa
-¿Qué?
-una sonrisa es una sonrisa, aun cuando la persona que la muestre no se sienta feliz, si sonríe, su sonrisa no deja de ser sonrisa, lo único real son las sonrisas que se dan cuando una persona está feliz y las que se dan cuando alguien sonríe aun sin estarlo, podemos llamarlas sonrisas verdaderas y sonrisas sin sentido, ahora dime ¿Qué sonrisa te muestro ahora?
-…- no había duda, el chico delante suyo había enloquecido… no, no era verdad, de algún modo era como si fuese la primera vez que lo veía ¿acaso el era yuui?
-que te parece si para agradecerte el favor de acompañarme hoy, mañana que por fin de nuevo llega el fin de semana, vamos de paseo
-¿de paseo?
-así es, iremos al parque, nunca he jugado en un parque de diversiones y quiero ir mañana… contigo
-…- sin entender porque, aquello llenaba de alegría al ojirojo, ¿mañana tendrían una cita?