Capitulo 4
Ya era viernes y en la escuela terminaban las clases de la semana, fye caminaba pensando en lo ocurrido hace unos días, aun no sabía porque el moreno había hecho lo que hizo, se disculpo pero no le dio explicaciones, es más desde ese día había vuelto el silencio ¿Por qué se comporta así? Se preguntaba así mismo. Un coche estacionándose en la puerta de la escuela lo saco de sus pensamientos; era ashura, eso lo alegro
—Sube, le pedí a tu padre llevarte a pasear hoy así que no hay problema…- hablo amablemente el pelinegro abriendo la puerta de su coche para que entrara justo a su lado, el rubio sonrió y lo hizo
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El trayecto era silencioso, al mayor eso le preocupó ¿estaba así porque pronto partiría? ¿O la razón era otra? Tenía tantas preguntas y tantas inquietudes, pero tendría que averiguarlo por sí mismo, conociendo al rubio, sabía que no era del tipo de personas que contaba sus problemas a la gente, incluso ha el mismo solía ocultarle muchas cosas cuando algo malo le pasaba, aun así nada perdía con intentar sacarle algo de información
— ¿te ocurrió algo malo?...- preguntó el pelinegro sorprendiendo al ojiazu
—no, no te preocupes, estoy bien, solo ando un poco distraído…- le sonrió como siempre lo hacía cuando algo le preocupaba, así que esa respuesta no borro sus dudas
— ¿y la relación con tu nueva familia sigue igual? ¿Ya te llevas bien con todos? Tu madrastra no es la típica madrastra ¿o sí?...- insistía preguntando el mayor, realmente quería sacarle información, eso hizo que el rubio solo sonriera
—deja de preguntar, ya te dije que estoy bien, la relación que llevo con todos sigue igual, bueno creo que con el chico es más fría, pero está todo bien, así que ya no te preocupes por mi…- le sonrió al momento de terminar de hablar, por lo que el pelinegro también lo hizo
—dentro de una semana me viajo al extranjero…- eso entristeció al menor— quiero que me prometas que me llamaras cuando algo malo te ocurra, por favor no intentes no preocuparme, porque no saber lo que te ocurre me preocupa más, yo te llamare todos los días…- miro en dirección al menor, este se veía sorprendido, pero sonrió y solo asentó con la cabeza—bien es una promesa
—Tenemos dos…— que dijera eso alegro al pelinegro
—tenemos muchas más y tendremos más porque en un futuro viviremos juntos, incluso si nuestros padres no lo aceptan
—Quizá después de todo si lo hagan…-- hablaban ambos muy animados, mientras el coche seguía su curso
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El moreno entraba a su habitación, se sorprendió al no ver ahí al rubio, ya que siempre estaba ahí insistiendo e insistiendo en hablarle y sacándolo de sus casillas en cuando llegaba, las únicas veces que no estaba en casa era cuando iba con ese tal ashura— ¿porque si no lo conozco ese tal ashura no me agrada y me fastidia y me pone de mal humor cuando pienso en el rubio con aquel sujeto?— Preguntarse eso lo irrito mas, tampoco es que le importara ¿o sí? Se rasco fuertemente la cabeza para no pensar en eso— ¿qué me ocurre? Parezco idiota—se dijo así mismo, para luego dirigirse al baño a aclarar sus pensamientos
—Hoy es mi cumpleaños, pero como era de esperarse nadie se acordó…— pensaba el moreno, al momento de entrar a la bañera—tampoco es que me importe— miro su reloj de pulsera, ya eran las 3:00 pm y aun no había probado bocado, así que se baño y cambió rápidamente, bajo a la cocina y se dispuso a preparar su almuerzo, no tenía ni idea de por donde comenzar ya que nunca había cocinado ni siquiera un arroz, tal vez alguna vez se haya preparado un pan con mantequilla, pero ¿podía llamar a eso cocinar?
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Observaban la inmensa pista de patinaje, el ambiente era hermoso, todo envuelto en hielo, muchos jóvenes de todas las edades se divertían ahí adentro
—A partir de hoy, este será nuestro lugar especial, es la nueva inversión de la compañía heiminton…- hablo orgulloso el pelinegro, mostrando el hermoso lugar al ojiazul, el cual quedo maravillado
—realmente es hermoso
— ¿quieres patinar?...— le ofreció con la mano
—si lo hacemos así, la gente nos vera raro— habló algo nervioso el rubio
—Si quieres puedo ordenar que saquen a todos—dijo confiadamente el mayor, el ojiazul solo negó
—Por supuesto que no, solo actuemos naturalmente…— al terminar de hablar se puso los patines y se dirigió a la pista, el mayor solo lo miro y lo siguió
Ambos se divertían mucho mientras eran observados por los de ahí, no es que estuvieran asiendo cosas raras, más bien a quien veían era a ashura, era una figura pública después de todo, eso ponía algo nervioso al menor
—diviértete fye y no prestes atención a lo demás
—pero te miran mucho
— ¿celoso?...—que el mayor le dijera eso lo ruborizo
—no, bueno, es solo ¿no te molesta?
—cuando eres acosado continuamente, estas cosas ya no te molestan
— ¿Acosado?...—el ojiazul se sorprendió por esa palabra, pero no tuvo mucho tiempo de analizar, pues el mayor lo tomo de la mano y lo arrastro con el
— ¿Qué estas asiendo? Nos están viendo…— el menor se encontraba totalmente avergonzado y temeroso de la situación ¿si se lo decían a su padre?
—tranquilízate fye, ahora mismo solo parece un hermano mayor cuidando a su pequeño hermanito…— decía tranquilo el pelinegro
—tú no eres mi hermano mayor, todos lo saben
—a que ingrato ¿no recuerdas que yo te cambiaba los pañales? Eso me hace tu hermano mayor, bueno ahora soy más que eso…— habló seguro avergonzando mas al rubio
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Patinaron por un largo momento hasta quedar cansados, por lo que tomaron asiento en una banca del lugar
— ¿podrías ir por unos refrescos? Lo aria yo pero no puedo moverme…— sugería el pelinegro totalmente agitado a un rubio totalmente rojo— ya tranquilízate, tampoco se vio tan mal que te cargara ¿te caíste no?
—Sí, bueno, tienes razón, iré por los refrescos…— se dispuso a hacerlo, pero aun no estaba tranquilo
Camino hasta la máquina de bebidas y depositó las monedas para sustraer dos, cuando vio acercarse a souma y sus amigas ¿acaso tenía un radar? ¿Por qué estaba aquí? Bueno tampoco era como que siempre le anduviera persiguiendo, pero su presencia le tenía intranquilo. Cuando esta se acerco, el solo se escondió detrás de la máquina para evitar que le viera
—Este lugar es nuevo, me pareció buena idea venir aquí hoy…— hablaba ella a una de sus acompañantes
—dijiste que hoy es el cumpleaños de tu hermano ¿no piensas felicitarlo?...— preguntó una de ellas, eso sorprendió al rubio ¿era el cumpleaños de kurogane?
—si conocieras a kurogane sabrías que esas cosas no le importan, tal vez lo haga en la noche, que les parece si dejamos de pensar en cosas y nos divertimos…— sugirió la morena y todas accedieron contentas y se retiraron de aquel lugar; el rubio a un no salía de su impresión
— kuro está solo, ni papá ni la esposa de papá están en casa ahora ya que se encuentran en una reunión y no llegaran hasta tarde ¿papá lo sabía?, souma está aquí y se quedara aquí hasta tarde y yo— Se sintió mal por no haber sabido de esa fecha antes— si lo hubiera sabido antes, al menos le hubiera preparado un regalo— pensaba él, mientras se dirigía donde ashura llevando las bebidas; se sentó a su lado y le entrego una bebida quedándose el con la otra
Guardaba silencio, como si le preocupara algo, eso incomodaba y preocupaba al pelinegro ¿Qué le ocurría? Lo miro un largo momento, mientras el menor seguía sumido en sus pensamientos
— ¿ocurrió algo malo? ¿O estas así por la cargada?...- preguntó de pronto sacándole de sus cavilaciones
—estoy bien no te preocupes…— le miro sonriendo, no podía dejar a ashura, porque momentos como ese les quedaban muy pocos, al menos por un buen tiempo y sin embargo no podía quedarse tranquilo ¿Qué hacer?— ¿puedo pedirte algo?— preguntó sorprendiendo un poco al pelinegro
—Claro, pide lo que quieras…— le miraba amablemente
— ¿podemos continuar esta cita mañana? Es que hoy tengo que hacer algo muy importante…— no podía avisarle que quería ir con kurogane ya que el mayor malinterpretaría eso
— ¿hay algo más importante que estar juntos?...— que preguntara eso lo sorprendió
—Claro que no, nada es mas importante que estar juntos…— el mayor sonrió al escucharlo decir eso— solo que esto es más urgente— el pelinegro le miraba y veía sus expresiones, realmente quería hacer eso “importante” no le quedaba otra, fye era muy listo
—está bien, pero resuelve todos tus asuntos hoy o lo que queda del día, ya que mañana te quiero solo para mi…— el rubio se puso muy feliz al escuchar que tenía el permiso, asi que asentó con la cabeza y se marcho; el mayor solo lo veía alejarse ¿hizo lo correcto? a veces hay que dejar ir lo que quieres para no perderlo ¿Por qué había pensado en esa frase ahora? Eso lo incomodo, de alguna manera creía que era mejor ¿no dejarlo ir?
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Llego a su nuevo hogar y se dirigió a la cocina; se sorprendió al ver el enorme desorden de esta ¿acaso había pasado un huracán por ahí? Las ollas en el suelo, harina y masa regada por todos lados, fideos quemados llenando el basurero, aceite regado por el suelo y el arroz hecho masa colado en la olla
— ¿kurogane hiso esto?...— se pregunto el rubio a sí mismo, se acerco mas y vio la bolsa del pan y la mantequilla abierta, al menos había logrado hacer su almuerzo; se puso un delantal y comenzó a arreglar aquel desorden
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Kurogane practicaba kendo en su habitación cuando escucho los ruidos provenientes de la cocina
— ¿habrá entrado un ladrón?...— pensó él, después de todo sabia que estaría solo el resto del día, así que bajo las escaleras silenciosamente, entro a la sala y no vio nada, cuando escucho que el ruido provenía de la cocina se acerco silenciosamente a ese lugar, abrió rápidamente la puerta con claras intenciones de dar con el palo a quien quiera que se encontrara ahí, pero se detuvo al ver al rubio totalmente sorprendido
— ¿Qué haces kuro? ¿Ibas a golpearme con eso?...- el moreno solo bajo el arma
—No creí que fueras tu…- escucharlo hablar después de una semana alegro al rubio, pero en esta ocasión no se lo dijo
—te prepare un plato especial, solo hice dos porciones ya que estamos solos…— le sonrió mientras el moreno lo veía extrañado, entonces vio la cocina y noto que ya no estaba el desorden que había dejado- ¿lo recogió el?- se pregunto sabiendo la respuesta— ve a lavarte las manos para poder ir a la mesa— ofreció amablemente el rubio
—creí que estarías con ese tal ashura ¿Por qué estás aquí cocinando?...— pregunto mirando seriamente al rubio, el cual solo sonrió
—hoy es tu cumpleaños y no quería dejarte solo, así que siéntate por favor, claro después de lavarte las manos…— el moreno lo miraba sorprendido ¿Cómo supo sobre esa fecha? Al principio dudaba si acceder o no, después de todo no había celebrado su cumpleaños desde aquel incidente en el que el fuego le arrebato a su familia, estaba por negar cuando vio las manos del rubio, traía una banda en el dedo anular ¿se la hizo cocinando? Lo más probable era sí; aun sin saber porque accedió y fue al baño a lavarse las manos, luego se sentó en la mesa como se lo había pedido el ojiazul
El rubio llevo los platos a la mesa y le entrego uno al moreno, el cual solo lo miro en silencio. Cuando lo vio se sorprendió ver a las bolas de arroz ¿le daría eso en su cumpleaños? Bueno era mejor al pan con mantequilla que comió como almuerzo, así que probo una y se sorprendió al sentirla deliciosa, era realmente buena, en verdad era bueno cocinando
— ¿y como esta? ¿Te gusta? Perdón por no haber hecho algo mas especial, pero no tuve tiempo de comprar ingredientes y otras cosas, además encontré la cocina hecha un desastre…- al escuchar eso el moreno se sintió avergonzado, bueno era su culpa
—No te preocupes esto esta delicioso…— lerespondió, por lo que fye se alegro
El tan retrasado almuerzo continuaba; el moreno veía por momentos al ojiazul, aun no comprendía que era eso que crecía dentro de él, solo no quería que aquel chico se alejara nunca, por más que a veces le sacara de sus casillas; tal vez en esos momentos sentía eso por la nostalgia del momento
—feliz cumpleaños…— le dijo de pronto el rubio, el moreno seguía mirándolo, dirigió la mirada al plato levanto una bola de arroz y se dispuso a comerla
—gracias…— le dijo sin mirarlo, pero sin embargo esa respuesta le alegro mucho y se puso a comer también, era curioso pero en esos momentos era muy feliz y a pesar de todo se sentía muy tranquilo