La noche había llegado, kurogane observaba atreves de la ventana, de momentos volteaba a ver al rubio; era extraño, sentía una tranquilidad que hace mucho no había sentido ¿Qué era lo que le producía ese chico? Lo había observado desde que llego, desde el momento en que los mayores decidieran que compartirían habitación; cada mañana se levantaba y se cambiaba en el baño, cuando no intentaba hablarle le observaba en silencio, las tardes que no estaba se la pasaba con ese tal ashura y cuando estaba en casa se la pasaba en la habitación, extrañamente juntos, algo que llamo su atención fue la pequeña caja que el rubio observaba antes de dormir, esa que guardaba en la cómoda al lado de su cama ¿Qué era lo que guardaba esa caja? ¿Un regalo de alguien importante? También observo la relación que él rubio tenía con su padre, a simple vista parecían llevarse bien, pero él podía intuir que aunque el rubio le sonriera y este se portara amable, había un abismo entre ellos, tal vez sería por el tiempo que el mayor pasaba en la oficina ¿o era algo más? Decidió dejar de pensar en eso y tratar de dormir, después de todo tenía sus propios problemas
00o0o00ooo000ooo00oo00oooo000ooooo
La mañana se hacía presente y el sol entrando por la ventana, fue el despertador para el moreno ¿Qué hora era? Miro el reloj y vio: 9:09 am, rápidamente se quito las cobijas de encima y comenzó a alistarse para ir al instituto, era normal que se quedara dormido, había estado pensando gran parte de la noche y no pudo dormir
-¿Qué haces kurorin?...- escucho la voz del rubio detrás suyo ¿nunca se cansaba de hacer eso? ¿Por qué no lo llamaba por su nombre? no era momento de enojarse, se le hacía tarde, entonces entro en cuenta ¿acaso el rubio se durmió también?— kuro, hoy es sábado- concluyo el menor, haciendo que al azabache le saliera una gota, era verdad ¿acaso estaba tan distraído? se sentía idiota
-¡ya lo sé!...- le respondió para rápidamente dirigirse al baño y serrar la puerta detrás de sí, haciendo que los hombros del rubio se encogieran del susto por el golpe
-¿y entonces por que trae el uniforme?...- se preguntó a sí mismo el ojiazul
=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=
El desayuno transcurría tranquilo, no era raro que la familia desayunara a las diez de la mañana los sábados, después de todo descansaban de una ardua semana de trabajo y escuela
-así que ayer fue tu cumpleaños kurogane…- le hablo de pronto el padre del rubio- quiero pedirte una disculpa por no haber organizado nada especial
-no te preocupes cariño, a kurogane no le gustan ese tipo de cosas ¿verdad?…- hablaba la morena mayor amablemente mirando al nombrado. Kurogane por su parte le resto importancia y simplemente no respondió ¡Qué sabia ella sobre que le gusta o que no! Después de todo era un lobo disfrazado de cordero. Termino rápidamente su desayuno y se levanto de la mesa
-gracias…- dijo para luego dirigirse a la cocina
-creo que se molesto…- hablo el mayor al ver la actitud de kurogane, ya había pasado casi un mes desde que la nueva familia vivía junta y sentía que no había cambiado mucho la situación desde el primer día
-papá…- hablo de pronto el ojiazul, sacándolo de sus pensamientos
-que quieres fye…- respondió el mayor, tomando un sorbo de su taza de café
-quería pedirte permiso para salir hoy, es que como ashura se va en tres días me pidió acompañarlo a un lugar
-¿y no pudieron ir ayer?...- preguntó seriamente el mayor
-bueno, ayer…
-está bien ve…- respondió su padre, sin que el rubio terminara de hablar, pero este solo le sonrió
-gracias…- dijo alegre, llevo su servicio a la cocina y luego se fue directo a su habitación
-cariño, no crees que la relación que tu hijo tiene con ese tal ashura es… ¿rara?...- pregunto de pronto la mujer, sorprendiendo y molestando un poco al mayor
-¿a qué te refieres? Ashura siempre cuido de fye desde que su madre murió y prácticamente lo vio crecer, es normal que mi hijo lo vea como un hermano mayor ¿no estarás insinuando que mi hijo es raro verdad?...- concluyo poniendo su tasa en la mesa y mirando algo molesto a la morena
-no, si yo no insinúo nada, solo te pido que pongas más atención a tu hijo…- al terminar de hablar la morena se dirigió a la cocina, dejando con unas cuantas dudas al mayor. Souma solo se dedico a observar todo en silencio
000o0o0o0o0o00o0o0oo00o0oo0o0o0o000
Kurogane se encontraba algo molesto, el reloj ya marcaba las 4 de la tarde y no había señales del rubio ¿¡donde estaba!? Extrañamente otra vez se había quedado solo, el padre del rubio, la madre de souma y souma, habían salido de compras, a ellos también se les había hecho muy tarde, pero le molestaba que únicamente se sintiera preocupado por el rubio, tal vez su molestia se debía a que ¿otra vez se quedo sin almuerzo? Que ¿quería que el rubio viniera a cocinarle de nuevo? Se rasco fuertemente la cabeza para no pensar más en ello, agarro un abrigo de color negro, se lo coloco y se dirigió a la salida de la casa, iría a comer algo a la calle
Sus pensamientos no le dejaban tranquilo ¿Qué tanto hacia el rubio con ese tal ashura? Y ¿Por qué le molestaba tanto? ¿Qué era ese sentimiento que crecía en su interior? Preguntarse todas esas cosas le molestaba aun más.
Entro a un restaurant y pidió algo de comer, observaba a su alrededor, quizá y tenia suerte y en una de esas encontraba con la vista a fye, pero vanos fueron sus intentos, lo único que encontró fue ver unas cuantas parejas demostrándo su amor en un beso; sin saber por qué vino a su mente una imagen de fye y ese tal ashura en una situación así, abrió los ojos, estaba impresionado de si mismo ¿¡qué demonios le ocurría!? ¿¡Porque pensaba algo así!? Y lo peor ¿¡porque le molestaba tanto esa escena!? La mesera entregándole el pedido lo saco de sus pensamientos, decidió restarle importancia y comer, a él le gustaban las chicas ¿verdad? Lo cierto era que ninguna había provocado todo ese mar de confusiones en el ¿en solo un día? Ciertamente era más tiempo, negó fuertemente con la cabeza y comenzó a comer, tenía que dejar de pensar idioteces.
Después de salir del restaurant, decidió caminar por un momento, así distraerse un poco, pensó en el día en el que su vida había cambiado, aquel en el que regreso de la escuela y encontró un montón de gente y oficiales al frente de la que fue su casa, cuando se acerco, enseguida supo lo que había ocurrido; un incendio, su primera reacción fue preguntar por sus padres, era normal que nadie le dijera nada, después de todo, apenas tenía ocho años, era más, ese día los cumplía. Ya no quiso recordar más y siguió su camino
Llego a un parque y se sentó en una banca, no durmió gran parte de la noche y el sueño le vencía. Sentía frio, de pronto sintió que alguien lo cubría, abrió los ojos y se encontró con unos azules-¿fye?...- preguntó
-no deberías dormirte en lugares públicos…- respondió el más bajo, sonriendo como siempre, esa sonrisa ¿le gustaba? negó dentro de sí
-¿Qué haces aquí?...- le preguntó, aun teniendo una inquietud dentro ¿Qué era?
-ashura tubo unos problemas con el pasaporte y lo llamaron de emergencia…- respondió el rubio mientras se sentaba al lado suyo, el moreno solo lo miraba- pero dime ¿Qué haces aquí?
-Salí a comer…- respondió serio como lo hacía siempre, claro cuando lo hacía, vio sonreír al rubio, siempre lo hacía cuando lograba hacer que el azabache hable y eso no había pasado desapercibido para el moreno; no se dio cuenta, pero se había acostumbrado aquel chico y le gustaba tenerlo cerca, no tenía dudas, ese chico le…
-kurorin te vas a resfriar…- esa voz y los movimientos de su cuerpo balanceándose de un lado a otro lo interrumpieron, abrió los ojos lentamente ¿había sido un sueño?...- ¿qué haces dormido aquí?...- miro en dirección de la voz que le hablaba y vio a
-¿fye?...- preguntó saliendo del sueño
-ya es muy tarde ¿Qué haces en la calle a esta hora?...- le preguntó el rubio, por lo que el moreno se dio cuenta de la hora que era, ya estaba anocheciendo, se había quedado dormido en la banca ¿Por qué soñó con el rubio? Se preguntaba a sí mismo- vamos a casa- ofreció el menor
-¿Qué haces aquí?...- preguntó el moreno mirándolo, después de despertar por completo
-cuando llegue a casa y vi que todos estaban menos tu, me preocupe y salí a buscarte, camine por un largo momento así que decidí descansar un poco, la verdad fue una sorpresa encontrarte en el parque…- le respondió el más bajo animadamente ¿acaso esa sonrisa nunca se borraba de su rostro?
-¿a qué hora llegaste?...- preguntó el moreno ¿Cuánto tiempo estuvo el afuera? No se dio cuenta de la hora ¿en verdad estaba tan distraído? ¿Cuánto tiempo se durmió?
-llegue a las seis más o menos, la verdad no me fije jeje ¿Por qué?...- respondió animadamente el menor, ¿en verdad ese chico era tan feliz como lo precia? Se preguntó mirándolo, había algo que le inquietaba, pero no era momento de pensar en aquello, de alguna manera la tranquilidad volvió cuando vio al rubio, pero no quería darle más vueltas al asunto ya el tiempo le respondería que era ese sentimiento, más bien sentimientos que producía el rubio en el
-volvamos a casa…- hablo de pronto, no tan seriamente como antes, eso alegro de gran manera al menor
-claro…- respondió sonriendo y juntos emprendieron el camino de regreso a lo que ya era su nuevo hogar