El frio se asía presente y la continua espera en el aeropuerto continuaba para el ojimiel ¿acaso fye no iría? En definitiva, descartaba esa posibilidad, el confiaba en el rubio ¿y si le había ocurrido algo malo? Se negaba a creer en eso, pero aunque no quisiera creerlo se sentía preocupado; ya había hecho que retrasaran el vuelo durante media hora, con las influencias que tenía, no le había sido muy difícil, si en ese lapso el menor no llegaba, definitivamente se olvidaría del viaje, se olvidaría de todo e iría a buscarlo.
Cuando el tiempo de espera se acercaba a su fin, salió afuera por un momento, entonces pudo ver un taxi estacionarse cerca del lugar, grande fue su alegría al ver que quien bajaba de este era el ojiazul, quiso correr a abrasarle, pero entonces lo vio, un chico alto de piel morena y cabellos negros ¿Quién era ese sujeto? Pudo observar que ambos iban mojados ¿Qué había ocurrido? Cuando menos lo pensó, el rubio ya corría en dirección a donde sería su vuelo, eso lo alivio, sin embargo la presencia de aquel joven no le daba buena espina
-¡¡fye!!...- grito ashura llamando al rubio, lo había seguido y vio que este no dejaba de buscarle con la mirada
-ashura…- dijo al ver al mayor que se acercaba corriendo, se sentía feliz por haber llagado a tiempo después de todo
-mira como vienes ¿Qué fue lo que paso?...- miraba con preocupación el estado del rubio, totalmente mojado y con muestras de haber llorado, definitivamente, esa no era la imagen que quería llevarse de el
-no te preocupes, me alcanzo la lluvia eso es todo…- le respondió sonriendo, tampoco quería que el mayor se fuera preocupado por él, este por su parte se saco el abrigo y lo cubrió, sorprendiendo y alegrando un poco al rubio
-cúbrete o te vas a enfermar…- le dijo amablemente, mientras una voz femenina llamaba a todos los que tomarían el vuelo 36, era el vuelo en el que iría ashura, con esa llamada la facción en el rostro del ojiazul cambio a una triste- ya, no quiero verte así- continuo el mayor al verle e hiso que el rubio lo mirara- recuerda, estaremos comunicados todo el tiempo y esto no es un adiós, es un hasta pronto- trataba de alegrar al menor, el cual solo sonrió y afirmo con la cabeza
-te llamare todos los días, lo prometo…- le respondió al fin, tratando de ocultar su tristeza, no quería arruinar el futuro del mayor, pero no podía evitar sentirse egoísta y querer que el otro se quedara
-yo también…- respondió este, para luego abrazarlo protectoramente- por favor, no olvides nuestras promesas- le hablo en el oído, para luego soltarlo delicadamente y dirigirse a su vuelo; iba en silencio y no deseaba mirar atrás, temía que si lo hacía, mandaría todo al diablo y se quedaría, el rubio lo observaba marcharse en silencio
-¡no lo haré!…- respondió después de un momento, mientras sonreía y agitaba su brazo en señal de despedida, viendo como el mayor subía las escaleras del avión; el otro al escucharlo volteo a verle, sonrió e hiso lo mismo, ya no había marcha atrás, 5 años, quería que el tiempo volara rápido
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-¿¡A dónde demonios se fue!?...- Se preguntaba a sí mismo el moreno, se había quedado pagando el taxi y cuando volteo el rubio ya no estaba ¿acaso estaba tan deseoso de ir? Bueno, sabía que era un rotundo sí ¿pero porque lo molestaba tanto? Y tampoco entendía, si iba a molestarse ¿Por qué lo ayudo? Definitivamente, el sinónimo del nombre fye era problemas para kurorin ¿kurorin? Porque se llamaba el mismo así, así lo llamaba el rubio, se rasco fuertemente la cabeza ¿Por qué se sentía tan confundido?
-kurorin ¿te duele la cabeza?...- preguntó el rubio, apareciendo por detrás, se le hacía raro ver que el moreno se sostuviera la cabeza; el otro por su parte volteo a verlo ¿Qué era lo que le provocaba ver a ese chico? Trato de ignorar lo anterior y actuar naturalmente
-¿¡de donde sacaste ese abrigo!?...- hablar así era natural para el
-me lo dio ashura…- respondió el rubio viendo la molestia en los ojos del moreno, el cual no sabía ni lo que sentía ¿Por qué le molestaba tanto que el rubio llevara eso encima? Tan solo miro a un lado aun algo molesto
-vamos a casa que tengo frio…- hablo el mayor, para luego tomar del brazo al rubio y dirigirse a un taxi, el ojiazul no entendía del todo la actitud del más alto
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Al llegar a casa y entrar a su habitación, en seguida pudieron observar sus cosas ahí ¿a caso souma se los había traído?
-¿tienes idea de quién nos pudo encerrar en la azotea?...- preguntó el moreno intuyendo que el rubio supiera algo
-con tu reputación sospecho de todo el instituto…- hablo el rubio sonriendo mientras veía al moreno, la verdad, el estaba casi seguro que era souma, pero no quería más problemas ese día, sentía que ya habían sido suficientes
-fue souma ¿verdad?...- el moreno se veía algo molesto al hablar; el rubio lo miro sorprendido ¿acaso leía sus pensamientos?
-no importa, al menos trajo nuestras cosas ¿no?...- trato de tranquilizarlo un poco, en este tiempo en el que vivían juntos, pudo darse cuenta de que el ojirojo no era el tipo de persona que se quedaba callada
-hablare seriamente con ella…- después de decir aquello se dirigió a la habitación de la morena, dejando al rubio algo preocupado, que casi de inmediato fue tras el
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La morena se encontraba viendo algunos videos en la computadora, cuando de pronto escucho la puerta abrirse de golpe, cuando volteo a ver, en seguida vio a un muy molesto kurogane y a fye que llegaba detrás de el
-ya, vienen a reclamar el chiste de hoy ¿verdad?...- preguntó la morena aun sin moverse ni dejar de hacer lo que asía
-¿¡dejarnos encerrados en la azotea aun cuando llovía es un chiste para ti!?...- preguntó muy molesto el ojirojo viendo el cinismo de la morena, le daban ganas de golpearla
-mi intención no era encerrarte a ti, tu solito te metiste en el paquete…- seguía con la misma actitud de antes, al moreno eso lo molestaba mucho y cuando iba a responderle por las malas, sintió las manos del rubio deteniéndolo
-no le hagas caso…- le hablo tratando de calmarlo- no vale la pena, solo agrandaras el problema- al moreno no parecía importarle eso, pero al oír al rubio tan preocupado se contuvo
-¿por qué haces este tipo de cosas?...- le hablo nuevamente a la morena- nunca creí que llegarías a ser así- ante esas palabras la morena solo guardo silencio, mientras una cuarta persona se hacía presente en el lugar
-¿Qué es lo que ocurre aquí?...- hablaba la morena mayor al ver la tensa situación
-mamá, ellos no paran de molestarme…- respondió la morena corriendo en dirección a ella- todo el tiempo es lo mismo, ya no lo soporto- termino, kurogane la veía aun más molesto, mientras el rubio solo podía asombrarse al ver todo lo que podía hacer con tal de librarse
-eso no es verdad, señora…- no pudo terminar de hablar pues un golpe se le había hecho presente en la mejilla; eso logro aumentar la ira de kurogane que de inmediato sostuvo la mano de la mayor
-¡suéltame!...- trataba de librarse del agarro de kurogane- niño mimado ¿¡cuando crees que podrás llamarme madre!?- el rubio no pudo hacer más que guardar silencio ¿Qué había ocurrido? Ella no se parecía en nada a la dulce mujer de antes
-¡ni se le ocurra volver a tocarlo!...- era la firme advertencia de kurogane hacía esa mujer, luego la soltó bruscamente y tomo al rubio del brazo para ir nuevamente a su habitación, pasando por el lado de esta que no hiso más que mirar, su farsa había caído
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La noche llego, kurogane observaba al ojiazul que no había dicho ni una palabra desde el incidente ¿acaso le había afectado tanto aquel golpe?
-no es para tanto…- le hablo el moreno tratando de sacarle palabras, se le hacía curiosa la manera en que habían cambiado papeles, ahora comprendía los sentimientos del rubio cuando él no le hablaba, ciertamente era inquietante
-lo sé, no te preocupes…- respondió al fin, el moreno no comprendía pero eso le hacía feliz, su alegría fue interrumpida al ver al rubio caer inconsciente, rápidamente fue hacía la cama de su compañero
-oye ¿estás bien?...- después de preguntar, puso su mano en la frente del menor y noto que tenía fiebre, haber permanecido bajo la lluvia le había afectado ¿Cómo a él no le paso nada? Se preguntó, después de todo al rubio incluso lo habían abrigado, no pudo evitar sentirse preocupado, era de noche y con el pleito de la tarde no podía pedir ayuda a nadie que no fuera el padre del menor, pero este aun no había llegado ¿Qué aria? Entonces se decidió, llevaría al rubio a la clínica. Se puso una chaqueta encima y abrigo al rubio también, para luego cargarlo en su espalda y salir silenciosamente de la casa, sabía que si la mayor lo descubría, tal vez no le dejaría llevarlo
La noche no sé mostraba tan fría, el moreno caminaba a pasos apresurados, le sorprendía que el ojiazul no pesara casi nada ¿acaso no se alimentaba bien? Con razón tenía las defensas bajas, concluyo
-¿A dónde vamos?...- escucho la casi inaudible voz del menor
-a la clínica, tienes fiebre…- respondió tratando de ocultar su preocupación
-tu espalda… se siente bien…- dijo para luego quedarse nuevamente dormido, oír eso puso feliz al moreno, definitivamente, nunca más permitiría que volvieran a lastimarlo
Al llegar a la clínica, fueron atendidos inmediatamente, la enfermera había ordenado a kurogane poner al rubio sobre una de las camillas
-debe bajarle la fiebre…- le hablo la enfermera entregándole un paño húmedo- pase esto por todo su cuerpo yo iré a llamar al doctor- dijo para luego dirigirse a hacer aquello
El moreno observaba al ojiazul con detenimiento, verlo tan indefenso le producía tantas cosas ¿Qué era ese sentimiento que crecía por él? Lo único que podía afirmar era que nunca antes lo había sentido; sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada del doctor, que de inmediato se puso a examinarlo; le puso una inyección y le entrego al moreno unas pastillas, luego de anotar todo en su registro le dijo al ojirojo que podían marcharse.
El moreno cargo nuevamente al rubio en su espalda, le aliviaba el hecho de que no haya sido nada malo, era un simple resfriado, aunque por un momento se arrepintió de haber ido, puesto que el médico le había inyectado a él también después de que le contara que ambos habían permanecido bajo la lluvia; a él no le gustaban las inyecciones, pero se porto valiente, sintió en esos momentos que el rubio le daba valor
-¿Dónde estamos?...- oyó nuevamente la voz del rubio, se oía mas repuesto, eso alegro al moreno ¿Qué les esperaba a partir de ahora? Lo sabrían con el tiempo, sin embargo en esos momentos era innegable el hecho de que estaban juntos, después de mucho tiempo, el moreno sintió que no estaba solo
-vamos camino a casa…- respondió tranquilamente mientras comenzaba a correr, sentía que en esos momentos era el más feliz del mundo.