Despertó de lo que pudo ser interpretado como un sueño largo después de haber permanecido horas en los brazos queridos pero no.
No es así.
Era de otras noches donde venía el mayor a verlo, irritado por su esposa la paranoica que le había descubierto una infidelidad así que el venía a donde el pelirrojo por consuelo, promesas de amor, promesas de abandonar a su mujer, promesas de casarse.
La última no podía ser creída ni por asomo y se lo dejaba bien en claro.
El de cabellos casi dorados se rendía, no es lo mismo engañar a un hombre en la cama que a una mujer, eso lo tuvo que aprender en algún momento.
El pelirrojo se levantó de la cama con pesadez, se fijo en sus ropas que habían sido doblada y puestas en la silla cercana, "Como intentar quedar bien por parte del indio" Pensó con rabia, cogió su bata y bajo a hacer un café; mientras el agua hervía en la tetera su mente vagaba al encuentro de esa noche
Se suponía que por ser el activo tendría que resaltar mas en lo romántico: Pero no; Sadhil había forzado la cerradura de su casa con maestría y había entrado a hurtadillas hasta la sala donde el pelirrojo descansaba tumbado en su sofá después de una larga jornada, se acercó con cuidado hasta tapar los ojos castaños de su compañero el cual se sobresalto, para cuando fueron destapados sus ojos ya tenía a Sadhil alado suyo con un ramo de flores e intentos de ser un gato mimado con el.
Te felicito: Te estas tomando al pie de la letra el consejo de ser un idiota una vez al año -Arrojó el de ojos castaños no muy contento pero eso no evito el recibir las flores con agrado y dar un beso sonoro a la mejilla del intruso.
¿Que esperabas en realidad, mi adorado? -Bryan rodó los ojos de la vergüenza pura; esperaba algún día hallárselo con aquella prenda que llaman tanga pero eso nunca podría ser pues Sadhil había dejado en claro que las tangas son para el lo que los jeans fueron para Sinatra solo que era en el talle de romance- ¿Y bien?
Algo como que llamarás a mi puerta y no vinieras aquí a pegarme un jodido susto de muerte -Contestó por fin con fingido enojo; busco el quitarse de encima a su compañero y se levantó a preparar algo de té.
-Sabes que eso no es ni será lo mío...
Que tu padre haya sido dulce con sus amante no quiere decir que por esquivarlo tu hagas todo lo contrario -Y ese fue el momento donde quiso que la tierra se lo tragase, giró a ver a su amante que lo observaba desde el sillón donde lo dejo, con los labios entre abiertos; el de cabellos claros se levantó del mueble con un pequeño salto y a grandes zancadas se acercó donde Brayn lo esperaba con el alma en un hilo e hizo lo que no se esperaba tanto como una bofetada.
Lo abrazó por detrás permitiendole seguir haciendo su té, sin decir nada, solo acariciando su espalda con el roce simultaneo de su cabellera contra esta aréa.
Bryan dejo escapar un suspiró pesado antes de voltear para tomar al otro entre sus brazos, el contrario le llevaba quince centímetros pero en los abrazos este se inclinaba un poco para poder esconder su cabeza en el pecho del amado pelirojo que lo recibía con caricias a su rostro como si fuese un niño regañado.
Por que era su niño que solo se dejaba regañar por el.
Tomó con cuidado su rostro para elevarlo a sus labios, besos por su frente, besos en su mejilla, besos en su barbilla y besos en su nariz mientras el otro se dedicaba a reír bajito con cada beso tierno.
De nuevo ese olor a polvora y perfume caro que llegaba a embriagarlo para mas tarde hacerle pasar un dolor de cabeza; terminó de besar cariñoso cuanto angulo del rostro amado y apoyó su frente contra la del de ojos claros los cuales abrió para mirar fijamente los ojos chocolates frente a el.
Unos minutos así, completo silencio y después una sonrisa leve.
De nuevo en el sofá con el necesitado de cariño con su barbilla hundida en su hombro, el pelirojo con los ojos cerrado dejando pasar por su rostro una de las flores traídas en aquel ramo. La flor que en en color asemejaba al yoghurt le hacía sentir maravillas, caricias de ensueño contra su piel ¿O era su amante el que le hacía sentir esas maravillas? pensó mejor en lo segundo cuando los labios rosa palido se posaron sobre los suyos color durazno; como lo había hecho con la rosa sus labios pasaron por algunas siluetas de su rostro teniendo como objetivo aumentar el temblor de los labios del de cabello rojo.
Y lo hizo.
Llego el momento donde ya quería atrapar esos labios entre los suyos
Y lo hizo.
En cuanto los labios que hacían el trabajo que había sido de la rosa se acercaron a su mentón pudo atraparlos, tomó al mayor de la cintura y lo fue arrinconando en una esquina del sofá hasta tenerlo sumiso al movimiento de sus labios contra los suyos
El mayor quiso acelerar un poco mas el proceso de desnudarse incitando la entrepierna ajena pasando su mano sobre esta pero fue detenido por un gruñido al cual no tuvo mas opción que hacer caso y calmarse
Por que Bryan quería hacer el amor. No tener sexo.
Los besos armoniosos siguieron solo que ya no en los labios sino en su cuello, mas besos suaves a esta área, mas palabras cariñosas dichas contra su piel. Repentinamente pararon. Un llanto mudo apareció en Sadhil que se encogía en si mismo y dejaba escapar algunas lagrimas.
El sabía por que. Solo el. Eso lo ánimo a seguir.
Lo obligo a volver el rostro hacía el y recibir un beso de una manera torpe por la pequeña confusión pero al final lo supo recibir, recibió de misma manera sus caricias en su torso que buscaban deshacerse de su camisa. Botón por botón una palabra amorosa con la que el llanto era calmado hasta que pronto desapareció y volvió al juego de caricias.
Dejo la camisa descansar sobre los hombros del mayor los cuales pronto atacó con besos, con su mano pasando por encima de sus abdominales, de arriba a abajo hasta detenerse unos segundos donde la atención a los labios del mayor era pedida.
Y era concedida.
Un gemido se ahogo en medio de aquel beso: Bryan sin mucho cuidado había parado con su mano en la entrepierna del mayor el cual, por increíble que parezca,no quiso saber nada sobre esas áreas tan desatendidas, prefirió sentarse sobre las piernas del pelirrojo sin ningún propósito morboso, solo quería que lo abrazarán, Bryan lo abrazó tan suave como pudo y se quedaron de nuevo en silencio por unos minutos antes de que en medio de su calma el mayor empezará a desabrochar la camisa del menor que no dudo en ayudarle deshaciendo el nudo de su corbata.
Terminaron ambos completamente desnudos de la cintura para arriba, con mas besos por la piel descubierta y aun mas caricias, por supuesto, con calma. El pelirrojo obligo a que su compañero se recostará en el mueble donde estaban sentados para permitirse el jugar con sus pezones con mas libertad. Esto hizo sonreír de manera triste al mayor.
-La gran estatura no siempre es provechosa
Depende de quien lo vea: Por mi parte tengo mas piel que besar -Consoló el de ojos castaños recibiendo como premio un beso corto en los labios. Volvió su boca a los botones rosados en el pecho de su amante el cual dio uno gemidos cortos con cada lamida y uno mas largo con la succión a uno de estos.
-No encontrarás nada ahí...
-Si es así ¿Por que gimes tan lindo?
El de cabellos claros prefirió no contestar y en cambió siguió profiriendo mas gemidos; llego el momento donde sintió que era el único recibiendo amor lo cual le molesto sin duda alguna.
Intentó incorporarse para desnudar por completo al menor, quería tomar ese miembro suyo entre sus manos para arrancar los gemidos mas delirantes de boca del pelirrojo pero este no se lo permitió, se desnudo por su propia mano, arrojando la ropa a un sitió cualquiera, fundiéndose en un nuevo beso cariñoso con el mayor, con su corazón latiendo mas, se sentía como en las películas, con su amor con pasado cruel, con el como único alivio, intentando hacer el amor y con la luna como única luz en el sitió.
Encantador... -Salió de los labios de Sadhil una vez que terminó el beso; Bryan no pudo estar mas de acuerdo y se lo hizo saber sonriendole, aun en medio de la oscuridad podía notar los ojos resplandecientes de su amor. Río para su adentros, tan cliché el momento pero no le importo, besó reiteradas veces su cuello y paseó de nueva cuenta su mano por su torso torneado hasta su pantalón de vestir el cual desabrochó y bajo con cuidado como si quitase unas medias de seda.
Cuando terminó de quitarlas había terminado a la altura de las rodillas del d ojos resplandecientes, se fijo en el, entre su flequillo pelirrojo notó como su niño regañado desviaba la mirada claramente abochornado, esbozó una sonrisa y se acercó lento a besar su pierna por la cual subió con besos hasta donde aun estaba la ropa interior que sol bajó a sus muslos comos lo tuviera premeditado.
Adoraba esos momentos donde su amor era eso. Solo su amor.
Tuvo que inclinarse un poco para tomar su pantalón del suelo alado de sofá donde descansaban, esa inclinación la aprovecho su compañero para morder su manzana, el de ojos color chocolate reprimió un quejido y se enderezó entre las piernas de su amante al cual mostró el preservativo, el otro rodó los ojos y tomó la mano donde poseía el condón el cual abrió con sus dientes sin quitar la mirada de los ojos chocolates frente a el.
¿Sabes que se puede romper si haces eso? -Mas que una pregunta era una afirmación; se distrajo unos momentos al colocarselo.
¿Con quien crees que tratas? -Fue la única respuesta que recibió de su niño; separó las largas piernas de este para acomodarse mejor entre estas, acercando la punta de su miembro al orificio de su compañero en el que rastro de altanería ya no había, solo la vergüenza de hace minutos al saberse próximamente penetrado.
Dudo unos segundos en penetrarlo: Acercaba un poco la punta y después retrocedía. Aun así el menor no quería mirar, desviaba su mirada mostrándose tenso; Bryan termino rindiéndose y empujándose con suavidad en el interior de su adorado el cual soltó un gimoteo nervioso que fue callado con el nuevo beso implantado.
Tuvo que respirar profundo para no descontrolarse, internándose lento en el, escuchando sus quejidos apagados mientras se distraía en aspirar su aroma, lo cercano de su nariz al cuello ajeno resultó en unas risitas acalladas abruptamente por un movimiento de caderas suave
Moverse suave. No había limite de parte suya. Podía ser lo mas tierno que quiera. Se repetía mentalmente entre estocadas sin prisa hasta terminar en una mas profunda, con aun mas sentimiento que ninguna anterior.
Cada una de las estocadas fueron recibidas con un corto gemido, el mayor desconectó su mente por completo así que no había burla alguna acerca de la sensibilidad, solo estaban los hechos de besar su mejilla cuanto pudiera.
Todo terminó en el orgasmo que vino tan despacio como había llegado el momento de la penetración, Bryan con un suspiro prolongado al momento de venirse y Sadhil con un gemido igual de prolongado
Hay iba ese recuerdo que a Bryan no le gustaba, el momento donde su pareja abandono su departamento rápidamente después de una llamada, contarle apenas el principió de una plan macabro contra un periodista y el guiño coqueto que le dirigió antes de irse. No le gustaba en lo absoluto.
Fue devuelto a su ahora cuando el pitido de la tetera se dio y retiró la tetera de la estufa; en ese momento su celular sonó así que mientras se servía su taza de café contestó la llamada.
-¿Si...?
-He terminado antes mi trabajo y mi esposa esta en el mundo de morfeo, ¿te parece si paso el día contigo?
-No me digas que hiciste huir al pobre hombre...
-Y del país, ¿paso el día contigo si o no?
Pero ahí estaba su amor al cual dentro de unos minutos recibiría con algún otro cliché de película romántica.
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