Ojos abiertos pero párpados cerrados
Capítulo 3: "Beso"
Todos se quedaron callados por un momento, observando a V mientras este intercalaba miradas con todos los presentes. De la cocina salió el peli-castaño con un plato humeante en las manos.
-Bueno,-habló- por algo es el más raro del grupo.-Taehyung frunció el ceño.
-¡Hyung!- se quejó el anaranjado.
-¿Qué?- se defendió- Es la verdad- Se sentó- Ya puede cada quien pasar por su comida.-V, aunque un poco indignado, se paró primero y fue a la cocina- Y tú, alien- dijo refiriéndose a Tae- Ni se te ocurra acercarte a la cocina con esa manía tuya, ¿ok?
-Sí, Sí, hyung. Como digas-contestó con fastidio.
Todos se pararon, excepto YoonGi y el maknae, y fueron a la cocina por un plato para servirse. Yo me quedé en mi lugar mientras observaba al par frente mío.
Jungkook le dirigió una mirada de cachorrito al rapero mayor.
-¿Qué?- le dijo el castaño. El menor intensificó más la “ternura” y juntó sus manos en suplica- No soy tu sirvienta para que te traiga tu comida. Tienes brazos y piernas así que anda, anda. Ve a servirte tú solito.
-No se ofenda hyung, -intervine serio- pero… ¿No recuerda Rookie King?- Contuve una carcajada. El mayor me miró fulminante.
-Tú cállate, Seok. Nadie te habló- Se llevó un bocado a la boca- Mejor ve a buscar tu comida y ayuda al extraterrestre ese a que no se le caigan los platos de nuevo.
Sonreí y fui a la cocina, los demás ya se habían servido e iban de regreso.
Tomé un plato de la alacena y me acerqué a la estufa en donde estaban las ollas. Taehyung trataba de agarrar fideos con un tenedor-cuchara pero se le resbalaban.
-No se agarran así- le dije- Mira-tomé unos palillos y le serví.- ¿Así está bien?
-S-Sí, gracias- Se fue al comedor.
Me serví un poco de ambos platillos y estaba por irme cuando alguien entró. Era Suga hyung murmurando un montón de cosas.
-Maldito niñato mal criado- tomó un plato de la alacena- Es un caprichoso que no puede hacer nada por él mismo…- Se acercó a las ollas y puso comida en el plato.- Lo que hago por…
-¿No que no era una sirvienta?- Me burlé.
-No le estoy sirviendo a nadie, solo quería más comida. Es todo.
-Hyung! ¡Ponle más del estofado, me agrada más como cocinas tú!- la voz del peli-rojo se escuchó desde la otra habitación. El rapero mayor se sonrojó.
-¿Decía?- Él escondió su rostro bajando la cabeza.
-Sólo cállate y ve a comer, tonto.
-_-_-_-_-_-
Ha pasado una semana desde que Tae tomó de reto la extraña costumbre de pasearse por el departamento con los ojos cerrados.
Ha mejorado un poco en su equilibrio al caminar y trata de evitar las puertas cuando anda arrastrando los pies, sólo que Jimin se la pasa haciéndole bromas todos los días.
A veces se le mete en el camino, otras le pone objetos a mitad del pasillo o hasta le lanza cosas “inofensivas” a la cara que llegan hasta él y lo golpean, le hacen perder el equilibrio o bien, le hace abrir los ojos.
El único lugar donde tiene permitido andar así es el departamento.
Había intentado ir así por otros lugares pero Jin hyung y YoonGi hyung se lo prohibieron, poniéndome a mí como “guardián” para que no le pase nada.
Y justamente es lo que hago ahorita. Los demás salieron a comprar el almuerzo mientras que Tae y yo nos quedamos aquí.
Él aprovecha estos momentos, sobre estar sin un Jimin que lo esté fastidiando, para “practicar” y se la pasa dando vuelta por todas partes.
-¿Y no te da miedo caerte?- Me paré frente a él, preguntando curioso.
-¿Jmm?- alzó un poco la cabeza.
-Que si no te da miedo caerte- Me acerqué más y le acaricié la cabeza.
-Pues a veces sí, un poco. Pero la mayoría del tiempo no-Se enderezó por completo.
-¿Y por qué?- Doblé un poco la cabeza al lado derecho y aparté mi mano.
-Porque…- abrió los ojos- Sé que tú estarás siempre…- Sonrió de lado.
En ese momento, sentí algo en mi pecho. Era mi corazón acelerándose.
POV Taehyung
El departamento se encontraba casi vacío, solo por las dos personas que lo ocupábamos en ese momento. Así que aproveché para practicar mientras Jimin no estaba para fastidiarme.
Me encontraba en el pasillo (Según mi mapa mental) y sentí la presencia de alguien enfrente de mí.
-¿Y no te da miedo caerte?- Fue Seok quien preguntó. Mi corazón pulsó con fuerza, así que no pude entender bien lo que me preguntó.
-¿Jmm?- alcé un poco la cabeza.
-Que si no te da miedo caerte- Sentí un movimiento y un calor externo acercándose más, él me acarició la cabeza.
Sentí un ligero impulso de restregarme en su mano, como hacían los gatos con sus dueños…, reí interiormente por eso.
-Pues a veces sí, un poco. Pero la mayoría del tiempo no- Me enderecé por completo.
Era verdad, algunas veces sí tenía miedo de que me pase algo, sobre todo al principio. Pero, desde la primera vez que tropecé (con el bulto de Yoon Gi) hubo algo (o más bien, alguien) por lo que sentí que no debía de temer. Pensé que esa persona me protegería aún y con mis extrañas manías.
Lo sé… ilusiones mías…
- ¿Y por qué?- Apartó su mano de mi cabeza.
-Porque…- abrí los ojos -, sé que tú estarás siempre…- Sonreí de lado. Ok, arriesgado… pero aun así, es la verdad después de todo.
Creo que pude percibir un deje de sorpresa en sus facciones.
Sinceramente no sabía en qué estaba pensando, pero fui acercándome lentamente a su rostro, siendo un poco discreto, supongo, ya que él no se había alejado.
Sentía lo mismo que el día en Rookie King, cuando teníamos que cumplir el reto de besarnos… Aquella vez estaba emocionado interiormente, ya que si lo demostraba sería extraño, aparte de que había cámaras presentes.
¿La razón? Quería hacer eso desde hace ya mucho rato…
Tal vez lo que mi cuerpo buscaba ahora es el mismo tacto que aquella vez, el tan anhelado acercamiento con la persona que me gustaba., porque sí, Jung Ho Seok, J-hope, como quieran llamarle..., era la persona de la cual estaba enamorado.
Estaba a escaza distancia de sus labios, me acercaba lentamente. J-hope no hacía nada más que no apartar la mirada de mis ojos. Cuando pareció que al fin reaccionó, miró mis labios y también se empezó a acercar.
Flexionamos nuestras cabezas de manera alternada y cerrábamos los ojos lentamente, hasta al fin unir nuestros labios.
Mi estómago parecía un tremendo maremoto sin fin. ¡Mi sueño se cumplía por segunda vez!
Él empezó a mover sus labios y yo no tardé en corresponderle… Alcé mis brazos y entrelacé mis manos por detrás de su cuello mientras él posaba su derecha en mi cintura.
Todo era tan perfecto… hasta que escuché el ruido de una puerta abriéndose.