Ojos abiertos pero párpados cerrados
Capítulo 9: Posibles opciones
POV J-HOPE
Por fin habíamos llegado al departamento después de esperar media hora por un taxi y luego otra media hora para que lleguemos al edificio.
Trataba de mantenerme al margen con lo demás, debido a la repentina acusación que me habían hecho en el hospital. Aunque yo mismo me creía culpable de todo esto, quería evitar seguir sintiendo este remordimiento quemándome las entrañas.
Durante el camino estuve observando el paisaje, tratando de pensar en alguna posible solución con respecto a esto. Yo era quien buscaba todas las salidas posibles cuando el grupo atravesaba por algún momento difícil, era el más positivo de todos, yendo por el camino del “Sí se puede”… La esperanza para todos.
Pero esta vez era diferente.
Simplemente no podía encontrar ninguna solución a esto. Todo lo que se me cruzaba por la cabeza era descartado por los pensamientos pesimistas que me inundaban la mente.
Al entrar en la habitación que compartía con Tae, cerré la puerta tras de mí y me lancé a la cama. Me sentía frustrado.
Seguí quemándome el cerebro para buscar algo… Después de un tiempo mi cuerpo cedió y entre en un profundo sueño.
Al despertar el día siguiente, resultó que el manager, junto con NamJoon, ya habían hablado con la compañía y arreglado algunas cosas, por lo cual, ambos tenían una ligera marca de ojeras en su rostro.
Al acuerdo que se llegó fue que negociarían con las compañías que se acercasen a la noticia…, proporcionándoles una “pequeña” cantidad de dinero a cambio de que se mantuvieran callados con respecto al estado de TaeHyung.
Los demás protestamos un poco, pensábamos que BigHit se estaba tomando demasiadas molestias con que suspendamos nuestra actividad por un tiempo, o al menos que nos presentemos sin V… y con eso ya era demasiado. Sin embargo, ellos dijeron que era lo mejor que se podía hacer, puesto que si las fans o los medios llegaran a publicar esa información se llegarían demasiados escándalos, muchos más problemas e incluso… el fin de BTS como era conocido hasta hoy.
Lo peor de todo, era que no llevábamos ni un maldito año juntos… y, si se llegará a saber sobre esto, tendríamos que separarnos.
Todo era demasiado para mí. Pero, preferí dejar todos los problemas en el departamento, misma decisión que tomaron mis compañeros, y fuimos al hospital para poder visitar a TaeTae.
Una vez allí nos la pasamos entre bromas y risas. Dejé a un lado la personalidad que había tomado ayer, y disfruté del día con TaeHyung a mi lado. Los demás no dijeron nada acerca de mi repentino cambio de actitud, ya que al mínimo ruido Tae le prestaba atención (Al parecer, su sentido del oído se había agudizado), pero los gestos y señas que hacían para sí o en comunicación con los demás sí eran visibles para mí.
Después de nosotros, llegaban sus padres. Nos íbamos como a las 8:30 de la noche, momento en que ellos entraban, así que no lo estaba solo en todo el día y la noche.
Nuestra rutina se fue formando de esa manera, al igual que mis cambios de humor. Eso era demasiado raro para mí. Cuando estaba en el hospital mi lado más gracioso y bromista salía a la vista de los demás –tratando de mantener alegre a TaeHyung-, pero una vez que ponía un pie fuera del recinto, volvía a mi actitud apática, pesimista de malhumorada que la de días anteriores.
Cuando se hubo cumplido la semana, el doctor nos citó a todos en una misma hora, así que sus padres y nosotros estábamos frente a un Tae y KiHyun nerviosos.
-Muy bien, ha llegado la hora de que veamos qué tal con la operación…
Se acercó más a V y desprendió el clip que mantenía unida la venda a su cabeza. Poco a poco la fue desenrollando de ella y formando una bolita en el extremo de sus manos.
La venda fue retirada completamente pero Tae aún no quería abrir los ojos. Tratamos de convencerlo aunque nuestros nervios estaban a flor de piel, mi estómago estaba dando tantas vueltas que vomitaría en cualquier momento.
Hasta que por fin los abrió.
Empezó a pasear sus ojos por toda la habitación. Todos y cada uno de los allí presentes teníamos la respiración atorada en la garganta. Hasta que Tae decidió hablar:
-Do-Doctor-empezó a decir, con un todo temeroso-… Ya-Ya me ha quitado las vendas completamente, ¿no es así?- puso sus manos frente a su cara, todos los demás nos tensamos ligeramente por la insinuación de su pregunta.
-A-Así es, TaeHyung. La venda ha sido completamente retirada de tus ojos.
-Y… supongo que las luces están encendidas…- empezaron a salir lágrimas de sus ojos… yo me preocupé demasiado y me acerqué a él.
-Tae… es de día. No es necesario tener prendidas las luces. Entra demasiada por la ventana- Le toqué su rostro.
-¿Ho-HoSeok hyung?- preguntó mientras más lágrimas salían de sus cristalinos.
-Cla-Claro que sí, Tae. Estoy aquí- las palabras se quedaban en un nudo que florecía en mi garganta.
-Yo… No… No logro distinguirlo…- sus sollozos se hicieron más fuertes. Levantó las manos y las llevó a mi rostro, pasándolas suavemente. Tomé su mano.
Sin embargo, de un momento a otro su mano ejerció una fuerza innecesaria en mi mejilla, actitud cambió por una violenta. Casi rasgo mi cara con sus dedos al quitarlos rápidamente. Empezó a aventar las cosas que tenía cerca.
Los demás no sabíamos qué hacer. Noté que el médico apretaba un botón mientras decía “Código rojo, habitación 78”. Me acerqué a él, esquivando algunas cosas que lanzaba, JungKook y JiMin vinieron detrás de mí, los tres intentábamos tranquilizarlo, pero él simplemente no respondía. Sus lágrimas habían inundado su rostro.
La puerta se abrió con un golpe y una enfermera se notó en el umbral, tenía una especie de aguja en la mano y se acercó hasta la camilla.
-Sujétenlo bien- fue lo único que nos pidió KiHyun, antes de que la mujer incrustara aquel objeto en el brazo de TaeHyung y vertiera su contenido en él.
Después de eso, la fuerza que ponía contra nosotros disminuyó considerablemente, y al poco rato quedó inconsciente.
-¿Qué fue lo que le pusieron?- me acerqué a la enfermera, cuestionándole demandantemente.
-Es un tranquilizante. Dentro de media hora despertará… Es para su propio bien, así no se lastima a sí mismo o a otros...
Iba a comenzar a reprocharle a aquella mujer, si NamJoon no hubiera interferido a tiempo.
-Doctor KiHyun… ¿Qué es lo que acaba de ocurrir?
-Bueno…- comenzó-. Creo que era exactamente lo que me temía… Al parecer las cuestiones con el uso de la retina no será como les había dicho. Durante esta semana, el proceso de curación tal vez no se haya llevado a cabo como debería y por eso surgió este problema. Es lo que a primeras me imagino, pero tras hacer unos cuantos análisis hoy y mañana, sabremos con certeza qué es lo que ocurrió en el interior del ojo.
-¿A qué se refiere con “problema”?- dijo YoonGi.
-¿Vieron cómo reaccionó?
-Sí- respondí todos, aún con el shock en mi mente y corazón.
-La razón por la que haya preguntado por la venda y la luz, es porque obviamente no alcanzó a ver nada de lo que había aquí… HoSeok, cuando se dirigió a ti, aún con la cercanía en la que estaban, él dijo que no lograba reconocerte. Es por eso que digo que esta situación es más grave de lo que me imaginaba.
-¿Qué tan grave?- la voz de la madre de Tae se escuchó un poco gangosa, gracias al llanto.
-El rango de tiempo de 1 año o año y medio que les di después de la operación, se ha reducido a nada. Simplemente creo que el chico ha perdido la vista completamente. No hay nada que podamos hacer…
-¿Y el trasplante que había sugerido?- el padre habló- ¿Qué hay con esa opción?
-Les mencioné que esa opción es sencilla a descarte, puesto que los donantes son muy escasos y también tendríamos que verificar la compatibilidad que existe entre el donante y el paciente.
-¿Y nosotros?- habló la madre desesperadamente- ¡Somos sus padres! Tal vez si nosotros nos convertimos en los donantes, haya mayor posibilidad de compatibilidad y-
-No- interrumpió el doctor.
Eso provocó una discusión entre ambos progenitores y el profesionista. Tanta habladuría llegó a hartarme y decidí salir de la habitación.
Necesitaba ordenar todo lo que sentía en ese momento.
NARRADOR
Al día siguiente, KiHyun solicitó la presencia de todos en el hospital a las 8:00 am en punto. Cuando dio la hora, las 9 personas ya estaban afuera de su consultorio en espera de indicaciones.
La puerta se abrió, desde su interior provino la voz del médico:
-Pasen, por favor.
Al estar dentro, se inició una extensa plática-explicación del estado de TaeHyung. Se les mostró los resultados de varios exámenes hechos, entre ellos estaban los expedientes médicos de los padres del paciente.
Después de todo, la razón por la que no se pueda hacer el trasplante es por el tipo de sangre. Extrañamente, TaeHyung no había heredado el tipo de sangre de sus progenitores. KiHyun ya estaba al tanto de esta información el día anterior, y por eso se había negado al ofrecimiento de la madre.
Todos en la habitación se preocuparon. Era demasiado frustrante que ninguno lograra hacer algo.
Al final de eso todos se retiraron, excepto HoSeok. Se acercó al médico y le dijo:
-Disculpe…- KiHyun estaba acomodando los papeles en un cajón detrás de su escritorio, regresó la cabeza cuando escuchó la voz que le llamaba.
-¿Qué ocurre, HoSeok-ah?
-Con respecto a lo de compatibilidad en la sangre… Conozco a alguien que es compatible con TaeHyung- el hombre alzó ambas cejas.