Antes de que pudiera comprender que era lo que ocurría, observé como aquel reino estaba ardiendo en llamas, pero no eran llamas carmesí comunes y corrientes, no eran igual de intensas como mi fuego, ya que este fuego era de un extraño color verde… lo conocía, era el fuego maldito de una bruja, muchas veces lo vi cuando estaba bajo las ordenes de Felicia pero… era imposible, Felicia estaba ya muerta ¿no? Ella ya no era mi dueña, por eso estaba con ese humano de Nine… y aun así… y aun así… ahí estaba todo… ahí estaba el fuego… rodeando, consumiendo… acabando…
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-¡sus tierras serán mías!- gritaba de un modo desquiciado una mujer bastante madura de tal vez poco mas de 40 años, con ropas andrajosas, de cabello desalineado y reseco además de un mirar lleno de odio hacia todo aquel que la viera directamente, aquella mujer, que justo en esos momentos flotaba entre las casas lanzaba fuego por las manos y atacaba directamente a las personas y a sus hogares quemándolo todo y volviendo a las personas en cenizas rápidamente aun entre gritos de agónico dolor…
-¡¿Qué está pasando?!- Draak escucho detrás suyo un grito que conocía levemente, al girar hacia sus espaldas pudo ver al mismo hombre, al miso castaño lacio de piel morena y ojos chocolate viendo con preocupación un par de pasos lejos de él, el fuego que se creaba y consumía todo, Draak decidió entonces volver a girar la mirada viendo a todos lados
-es fuego de una bruja mala- respondió descendiendo por fin a la tierra pero sin dejar de ver la destrucción que se abría por todos lados, Caleb había llegado hasta su lado, caminando lento para no asustar a la criatura, llegando a su costado y viendo lo mismo que el dragón… su reino incendiándose por llamas verde toxico, Caleb, quien mira alternadamente su hogar también observa al joven dragón que mira todo con un mirar perdido entre sus recuerdos y el momento actual, quiere preguntar qué es lo que ocurre pero recuerda que entre los pequeños comentarios, cuando le explico que era un dragón en realidad, había dicho que había sido maldecido por una bruja… y si las leyendas de que algunas brujas se hacían con la esclavitud de un dragón para ordenarle… no le extrañaba que ese chico de nombre Draak conociera sobre ella
-¿sabes de alguna forma para acabar con esto?- pregunto luego de habérsele quedado viendo por largo rato sin decir nada, Draak giro su mirada y observó fijamente los ojos chocolate del contrario, observando a tanto detalle podía la mirada de aquel que tenía frente suyo, sintiendo un sentimiento agradable provenir de el además de aquel sentimiento que reflejaba su mirada; preocupación, suplica y tal vez un poquito de temor por la situación actual… desvió la mirada hacia el fuego una vez mas y suspiro tratando de hacer memoria
-no se revertir la magia de una bruja, lo siento- responde en suaves susurros, haciendo sus manos puños y bajando la mirada impotente, Caleb puede ver aquel sentimiento del mismo, el también desvía la mirada para que el mismo dragón no vea la decepción de este, pero, así como la desvía, puede ver que las alas de Draak que estaban encogidas se extienden de golpe de un modo fascinante y sorprendente, Caleb da un par de pasos hacia atrás y lo observa con sorpresa, Draak aun muestra su rostro desviado hacia el suelo a su costado, pero su mirada ya no muestra impotencia también ni decepción… sino seriedad, seriedad con la que mira al caballero
-pero sé cómo acabar con su fuego maldito- dicho esto alza de un modo agresivo el vuelo, una honda de viendo se crea, Caleb se ve obligado a cubrirse con su antebrazo para no ser lastimado y ve después como en los cielos Draak comienza a rondar por donde yace el fuego
Draak recuerda que alguna vez leyó “fuego contra fuego” en alguno de los libros de la biblioteca de Nine, bien, era ahora que podía comprender esa frase… fuego contra fuego… magia contra magia… era lo que podía hacer por ahora…
Sus manos se incendiaron en sus incandescentes llamas, observo sus manos detenidamente y sin más, lanzó aquellas llamaradas de fuego justo hacia las llamas verdes, muchos gritaron aterrados, suponiendo que la bruja tenía a un sirviente demonio, a lo lejos, Zareb y Caleb podían observar claramente a la criatura, Zareb con cierta molestia, suponía que la criatura se habría liberado pero no que atacaría también… claro, su odio seria mucho, es normal ver que los pocos guardias que lo vean supongan aquello, pero Caleb puede ver con asombro la determinación que muestra la criatura
-el fuego… desaparece- susurra sorprendido, observando que el fuego carmesí del dragón apaga al contrario hasta desaparecerlo por completo; sus ojos se abren, Draak sigue con el siguiente fuego, pronto, comienza a ser rodeado por fuego todo su cuerpo, vuelta imponente, genuino y aun, en medio del caos, mostrando una majestuosidad que nadie más puede demostrar ni mucho menos dejar de admirar aun en esos momentos de tensión y terror, algunos han dejado de gritar para observar a la criatura, Zareb está igual de sorprendido y embelesado… haber comprado a esa criatura resultó más beneficioso de lo que el mismo puede suponer
Draak continúa lanzado fuego, ¿Cómo no va a conocer como acabar con esas llamas? Es incluso más sencillo desaparecer esas llamas que las que hacia la bruja Felicia, aun recuerda lo mucho que le costaba desaparecerlas para que las mismas no se expandieran por lo que quedaba del maltrecho castillo, suspiro unos momentos, aun en esos momentos los momentos de la bruja llegaban pero… por suerte no llegaban solos… pues recordaba la batalla que había tenido con Nine y como este le había ayudado, como se conocieron después de eso, cuando se volvió un humano y… aunque se sintiera ligeramente molesto con eso, no podía evitar mostrar una sonrisa en sus labios, realmente era un fastidio lo que había pasado, pero gracias a eso no solo había conseguido su libertad, sino que también podía mostrarse como era frente a los demás… podía ser el mismo sin las ataduras de una mala persona
-casi se extingue el fuego- responde Caleb al ver a todos lados que el fuego verde casi ha desaparecido, he, incluso por donde ha pasado el fuego de Draak no hay rastros, ni siquiera está caliente la zona; sin lugar a dudas, para todos es un gran milagro lo que está pasando… el chico “de apariencia demoniaca” ha dejado de ser un espíritu maligno “a vista de los aldeanos” para volverse su salvación, Draak sonríe más alegre, escucha ahora a la gente que le anima a que derrote al fuego, a que los salve, incluso ve a pequeños humanos saludándolo y saltado llenos de emoción al verlo, se siente contento por lo que hace… por una vez se siente contento de ser lo que es…
-¡¡¡haaaaaa!!!- grita, lo que no había visto es que, por acabar con el fuego, la bruja que lo creaba le había atacado llevándolo hasta estrellarse contra un puesto de verduras, Draak esta adolorido, lo atacaron con una bola de magia oscura, se soba su costado y alza la mirada viendo a la mujer andrajosa viéndolo con todo el odio del mundo, traga duro, aun le tiene miedo a esas personas, a esas brujas… después de todo ellas lo esclavizaron… mira asustado como la bruja grita desquiciada el odio que posee y muestra un cetro frente suyo
El terror lo congela, lo observa aterrorizado como la bruja la apunta y crea de aquel artefacto una esfera negra con truenos carmesí, asustado, escucha de un momento a otro un llanto infantil, al girar su mirada en busca de aquel llanto puede ver no muy lejos de donde él está a un pequeño niño de no más de 4 años llorando y aferrando un pequeño peluche, Draak entonces vuelve a ver a la bruja que aun continua reuniendo su poder en aquel ataque…
*si ese ataque llega aquí acabara con el humano* deduce en un santiamén, al girar su mirada, sin siquiera tiempo a ponerse a pensar en lo que hace, se ayuda de sus alas para salir de donde se encuentra, lanzando un ataque de fuego sobre la bruja, esta sale disparada lejos, aun flotando por los cielos mientras Draak ocupa por primera vez sus alas con todas sus fuerzas, toma al pequeño aun llorando y lo aprieta contra su pecho, aletea tan rápido le permiten sus alas, encuentra pronto al resto de los humanos que corren en dirección al castillo, puede ver entre ellos al humano al que se supone debe de llamar príncipe y dueño… ese pelirrojo de nombre Zareb…
Desea gruñirle pero no hay tiempo, desciende rápidamente frente suyo, aun cargando al pequeño, se miran a los ojos por unos momentos, turquesas contra azul vibrante, se miran fieramente y por fin Draak libera al pequeño de su agarre para dejarlo sentado frente del príncipe, una última mirada mas y Draak alza de nuevo el vuelo, esta vez en dirección hacia la bruja, se miran unos momentos, la mujer se muestra verdaderamente molesta y grita desgarradoramente, Draak traga seco, realmente no quiere pero…
-¡ya no le tendré mas miedo a los seres como tú!- grita molesto, alzando ambas manos suyas lo más alto que puede al cielo, crenado una enorme esfera de fuego con todo su poder, la bruja hace lo mismo, elevando su cetro hasta dejarlo en lo más alto de sus manos y creando ella también un esfera de oscuridad, la misma que había tratado de lanzarle en un primer punto al dragón… se miran ambos fijamente, todos los aldeanos comienzan a llamar insistente al dragón apoyándolo, finalmente, los ataques son lanzados…
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El fuego es algo que siempre he aprendido a hacer, es algo que está en mi ser como el ser mismo un dragón… pero hacia tanto que lo había olvidado… ¿vivir entre los humanos es algo bueno para mí? Y aun así, el fuego se crea extrañamente con los sentimientos que tengo… entre mas fuertes sean, es más fácil para mí el crearlo… a mi ente debe de llegar un recuerdo, ese recuerdo se vuelve sentimiento, el sentimiento en poder y el poder en fuego…
Y lo único que puedo pensar justo ahora es el ese humano despreciable y bastardo de Nine, sus sonrisas y la manera en que siempre me ha llamado, las veces que podemos estar juntos y el simple deseo de querer volver a su lado… yo realmente quiero estar con él otra vez, quiero volver a sentarme bajo la sombra de aquel gran árbol y comer sus manzanas junto a ese humano, escucharlo reírse o pelear con el… yo solo… quiero verlo
Para antes de que nadie pueda saber nada, ambos ataques, el de aquella bruja y el mío colisionan, ambos chocan y ahora se mantienen, si no hago algo, esa bruja acabara con ese reino… el reino se parece al de Nine… no quiero que a Nine le pase algo malo si puedo detenerlo ¿cierto? Ese humano ya me ha ayudado mucho… quiero hacer algo también por el… y también…
-¡ya no le tendré miedo a las brujas como tú!- grito… sin lugar a dudas, las brujas ya no me dominaran… jamás volverán a tomarme como a un sirviente… Nine dijo que podía tener libertad y ya me acostumbre mucho…
-¡¡¡No volveré a esos días otra vez!!!
Una intensa luz cegó los cielos… logre alcanzar a escuchar a lo lejos un grito desgarrador de esa mujer… cuando abrí mis ojos ya no vi a nadie… acaso… yo…
-¿gane?- pregunto sorprendido, observando fijamente el cielo y viendo que la mujer ya no está… bueno, creo que si gane…
-¡no puedo creerlo! ¡gane! ¡gane! ¡gane!- no tengo interés en detener mi felicidad, solo vuelo, por los cielos gritando lo que he logrado, ¡le gane a una bruja malvada!... al ir volando, anunciando que he ganado puedo ver a Caleb cercas de ese príncipe, bajo muy emocionado, corriendo a tomar las manos de Caleb y saltando lleno de felicidad
-¡Gane! ¡gane! ¡yo le gane a una bruja mala! ¡gane!- grito emocionado, el me mira con una gran sonrisa y asiente contento, acariciando mi cabeza con bondad
-sí, todos lo vimos, eres increíble- responde el, al verlo sonrió aun mas emocionado
-¡¿viste Nine?! ¡le gane!- giro ahora a quien tiene a su lado, pero me detengo al ver a ese pelirrojo… mi felicidad se detiene y observo que se trata de ese otro príncipe que me mira fijamente… doy un par de pasos hacia atrás unos momentos y el solo sonríe de medio lado cerrando sus ojos y encogiendo sus hombros
-supongo que eres más fuerte de lo esperado… le tengo envidia a ese tal Nine- me responde, yo lo veo sin comprender, desviando la mirada hacia los humanos que celebran que he derrotado a aquella bruja, miro a Caleb y regreso mi mirada a ese humano príncipe
-voy a volver con el humano que debo… Nine está preocupado por mí, así que debo de volver… el me prometió destruir la maldición de la bruja- le respondí, el me miro por unos momentos sorprendido y luego me dio la espalda, comenzando a caminar hacia los demás humanos y alejándose de mi
-Caleb, andando, tenemos que ver cuántos problemas ocasionó la bruja con su ataque, buscar a la gente desaparecida y reunir a los fallecidos- respondió mientras marchaba, el humano de nombre Caleb asintió a sus palabras pero antes de moverse giro a verme con una amable sonrisa como las de María, nos vimos a los ojos otro momento mas y el acaricio mis cabellos de mi cabeza
-creo que podremos interpretarlo como tu libertad… ve con cuidado pequeño Draak, ojala nos volvamos a ver alguna otra vez- me respondió, al verlo, sonreí también asintiendo a sus palabras, me acerque a él y lo abracé, parecido a como hacia María conmigo pues era mucho más alto que yo, de todos modos, el también correspondió mi abrazo y por fin, me fui de ese reino
-adiós Caleb y gracias- respondí, por fin, marchando de aquel reino que conocí y que casi me atrapa…
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Luego de que Draak hubiera sido perdido en la distancia entre las nubes, Caleb se dirigió a su rey quien aunque se mostraba tranquilo y sereno comenzando con sus deberes, el mismo caballero puede observar a la perfección ese brillo de tristeza en su mirada, suspira y sonríe suavemente dando una cálida y tal vez fraternal caricia en los pelirrojos cabellos del contrario quien, luego de reír un poco y apartar con algo de burla y brusquedad la mano de su caballero le sonríe normalmente para así, comenzar con lo correspondiente para que su reino se repusiera tan rápido fuera posible
Por su parte, Draak, que por fin volaba gustosamente a sus anchas sonriendo tranquilo, bajaba la mirada algo confuso… bien, ahora que estaba libre de volver a ser apresado y que volaba por los cielos para no ser atacado… era la pregunta más importante que se podía hacer en su situación… ¿Qué hacia ahora? ¿A dónde debía de ir para volver con Nine?
-si logro llegar a la biblioteca de Aya podre volver al castillo de ese humano idiota y entonces habré vuelto a casa- responde luego de suponerlo, suspira algo cansado, tiene que buscar primero que nada un bosque pero… tan siquiera… ¿en done esta?
-¿Cómo voy a llegar a la biblioteca de Aya si no se ni siquiera en dónde estoy?- bien, sabía por aquellos mapas ilustrados que el mundo era bastante grande y había viajado mucho desde que lo secuestraron… no tiene ni idea de donde esta, la mayor parte del camino estuvo inconsciente o le impidieron ver el camino… esto era malo…
Y fue peor, cuando desde más arriba de donde el volaba sentía como una pesada red de cadenas caía sobre el lastimándolo y obligándolo a caer en picada hacia la tierra, asustado, cerro sus ojos y luego de sentir un terrible golpe, pudo darse cuenta que había sido tirado de los cielos… al tratar de enderezar su lastimado cuerpo puede ver a lo lejos a la misma bruja que él creía ciegamente ya había derrotado, solo que esta le veía con una media sonrisa llena de oscuridad… lo último que puede alcanzar a ver es como aquella mujer se acerca a él mientras ríe de un modo que le hace saber, que al parecer ha vuelto a caer en las garras de una bruja malvada…
*Nine… ayúdame…*