-haaaa… ya extrañaba la cama de Nine- ronroneo gustoso Draak lanzándose a la cama del contrario, saltando y dejándose boca abajo, moviendo felinamente su larga cola reptil, Nine sonrió desde el marco de su puerta, observando las acciones del contrario, cruzándose de brazos, se permitió unos momentos para observar la perfección de su propia cama cuando tenía al pelinegro encima de esta revolcándose como un felino que buscaba atención
-te fuiste por bastante tiempo- dijo Nine entrando por fin a la habitación y cerrando tras de sí, notando como el dragón lo observaba fijamente cambiando esa mirada inocente por una mas opacada, los recuerdos le parecían ahora incómodos comparado con lo que había vivido mientras estuvo lejos, trago duro y se sentó correctamente en la cama, incluso su cola y sus alas estaban gachas y sin movimiento, Nine observo aquello confundido, cerrando sus ojos y sentándose frente suyo en la cama
-¿estás bien? ¿no te hicieron daño?- pregunto, de un modo tranquilo, calmado y tratando de entregarle al dragón la confianza que debía, Draak subió de nuevo su mirada colindando con la esmeralda del castaño y finalmente soltando el aire en sus pulmones con algo más de alivio
-de algún modo logre sobrevivir a eso…- dijo… sin burlas, sin decirlo superior… esta vez, mostrándose tranquilo y algo consternado aun por lo vivido, Nine lo siguió observando en todo momento, notando sus cambios de expresión y deseando poder asesinar a todos los que le hicieron daño a él… pero el ver la mirada azul del dragón le hizo sentir un ligero cosquilleo de tranquilidad al verlo por fin frente suyo
-soy más fuerte de lo que crees, esto no fue nada para mí- se recupero rápidamente, inflando el pecho y mostrando una vez más esa faceta de superioridad a la de un humano normal, Nine sonrío, aliviado de verlo actuar de ese modo y asintió a sus palabras
-realmente eres fuerte- finalizo en un suspiro de enamorado que alcanzo a captar Draak pero que no supo interpretar, solo se quedaron viendo fijamente, notando el mirar del contrario, callados, sin darse cuenta sintiendo un momento agradable y para sorpresa de Nine, que deseaba poder acercarse a Draak y besarlo, observo consternado que la mirada azul de Draak cambiaba ligeramente, no por una expresión, sino por lagrimas que asomaban en sus ojos azules, parpadeando varias veces para cerciorarse que no estaba imaginándolo, noto que el dragón limpiaba con insistencia sus ojos tallándolos con algo de fuerza con ayuda de sus palmas y luego respiraba entre pequeños gimoteos
-Draak- dijo Nine acercándose más al dragón y tomando con cuidado una de sus manos, logrando captar su atención entre las lágrimas, no supo comprender, pero incluso el dragón se lanzó a sus brazos, colocando su rostro en el pecho de Nine y restregándose contra este
-¿e-estas bien? ¿Qué te ocurre?- pregunto preocupad, tratando de ver si estaba herido en algún lugar, sin embargo, Draak solo lo rodeo con sus brazos mientras seguía restregando su rostro
-quería verte… quería volver a casa…- susurro con la voz entrecortada por las lagrimas, Nine pudo relajarse, abrazando de un modo lento al dragón y acariciando suavemente su cabeza para tranquilizarlo, asintiendo
-yo también estaba muy preocupado por ti- mencionó, levantando con cuidado al dragón para que se vieran a los ojos, calladamente, Nine sonrió, de un modo diferente a los usuales, esta vez, su sonrisa trataba de demostrar tranquilidad, confianza y la protección que sintió, en ese momento tanto necesitaba el dragón poderoso, acercándose aun mas al pelinegro, lo abrazó con cuidado, besando de paso su mejilla y tratando de transmitir todos esos sentimientos de alivio que sentía, parando por fin las lagrimas del dragón que moviendo su cola a un ritmo tranquilo, pareciera que ya se había tranquilizado por fin
-¿Qué te parece si dormimos juntos por hoy?- pregunto sonriente ganando un asentimiento de parte del dragón que no mencionó mas
TOC TOC TOC
-¿Quién es?- pregunto Nine repentinamente con un aura asesina a su alrededor que confundió Draak quien por fin había detenido sus lagrimas pero que aun tenía unas cuantas en sus ojos sin derramar
-majestad, la comida esta cérvida, sea tan amable de venir, todos los esperan- mencionó un sirviente marchando de inmediato, había escuchado perfectamente la voz del príncipe y futuro rey y valla que conocía bien ese tono… tenía que correr si quería escapar con vida y con todos sus huesos en su lugar de la furia del príncipe…
-¡comida de María!- grito emocionado Draak, desapareciendo con velocidad sus lagrimas y saltando en la cama, arruinando de paso el momento pero cambiando el ambiente a uno reamente agradable… ahora suponía que daba las gracias a no haberle pedido a Draak que se cambiara… iba a levantarse tranquilo, alegre y apacible cuando sintió como era tomado de una de sus manos con fuerza para al segundo siguiente ser elevado del suelo y jalado a una gran velocidad y agresividad por todo el castillo
-¡maldita lagartija loca! ¡suéltame!- grito alarmado, cayendo casi de bruces al sentir como el contrario se ha detenido bruscamente, al alzar la mirada, dispuesto a golpear a Draak, puede notar su mirada llena de brillo e ilusión, al girar la mirada en la dirección que el dragón observa con tanta emoción puede ver un gran banquete, de esos que solo cuando eran situaciones especiales se veían en su mesa, incluso el debía de admitir que estaba sorprendido de ver semejantes manjares en su mesa y repentinamente, al unisonó, los estómagos de ambos, príncipe y dragón, sonaron en señal de protesta, viéndose entre ambos, Draak soltó una leve risilla entre dientes, mostrando su blanca dentadura y cerrando sus ojos con fuerza, una gran sonrisa de dragón que iluminaba el mundo de Nine y que ahora le hacía ver de un modo atontado al dragón que ya había dejado de verlo
-¡bienvenidos!- escuchó solo Draak la voz de María (Nine seguía embelesado por la felicidad del dragón) sonrió gentilmente mientras señalaba el gran banquete
-es bueno volver a verte tesoro… así que el rey y la reina nos pidieron que hiciéramos un gran banquete de bienvenida- sonrió María ganando que la cola de Draak se moviera ahora como la de un perro, cerrando sus manos a forma de puño y colocándolos a los lados de su pecho con emoción, sus ojos brillaron con avidez y antes de que pudiera hacer o decir algo, alguno de los ya presentes, Draak volvió a tomar la mano de Nine y correr en dirección a la mesa para hacer al castaño sentarse y luego sentarse el a su lado, en el lugar que acostumbraban… antes de comenzar, Draak noto algo diferente que hasta el momento se daba cuenta
-¿y la bruja mala?- preguntó a María quien estaba caminando para comenzar a servir, la chica lo miro con sorpresa para luego soltar una leve risilla… valla que extrañaba la inocencia de Draak y sus preguntas igual de inocentes
-la señorita Jun se fue de vuelta a su reino, no volverá a visitarnos en un par de meses- explico gentilmente con esa sonrisa, notando aun mas felicidad de parte de Draak quien, rápidamente ha girado a ver a Nine y hablarle con emoción
-¡¿oíste Nine?! ¡esa bruja mala no volverá a molestarte! ¡genial!- grito emocionado, subiendo sus brazos en señal de victoria y notando por fin que todos los presentes reían bajamente, contentos de volver a ver al dragón de vuelta en sus vidas, incluso los reyes se veían contentos de verlo de vuelta
-todos te extrañamos mucho aquí, joven Draak- la primera en hablar, entre la comida fue Anie, quien sonriendo contenta observaba feliz al dragón comer ávidamente y moviendo su cola de reptil con la misma felicidad que muestra su rostro, aun así, Anie sonríe al ver que el dragón le ha prestado atención pues sube su mirada y asiente, cambiando su alegría por un rostro más serio, baja un poco la mirada y come con algo más de tranquilidad, tragando y quedándose quieto; ahora, todo el mundo lo observa en silencio
-algo me había halado… solo recuerdo… que trate de ir al llamado de Nine pero… algo me tomo y cuando me di cuenta, ya estaba atrapado en una jaula para humanos, con otros humanos más… lo demás… solo… cosas… cosas que pasaron…- su voz, que aun había sonado algo baja, entre mas hablaba, se volvían murmullos audibles, pero murmullos de todos modos, incómodos, confusos y deprimentes que hizo callar el buen ambiente para volverlo uno de silencio y pesares
-pero, también conocí gente extraña y amable… supongo que no fue tan malo si pude volver a casa- respondió repentinamente con tranquilidad, apartando todos esos pensamientos y mostrándose imperturbable ante la situación, cambiando una vez más el ambiente y mostrando una sonrisa tranquila ante todos
-además... Nine fue a salvarme- dijo ahora observando directamente al mencionado que ha dejado todo lo que hace para ver con sorpresa al dragón… ambos se han olvidado de sus alrededores y se miran fijamente, con suaves sonrisas y deseando acercarse, por suerte, el carraspeo del antiguo rey los hace salir de su ensoñación, Draak se emociona cuando ve que le entregan un nuevo plato de carne y se lanza a comer felizmente mientras Nine solo desvía la mirada y continua comiendo “tranquilo” sintiendo la mirada de todos los presentes
-por cierto ¿están listos para ir con el sabio de las montañas?- aquella pregunta confundió a Draak quien, deteniendo su manera tan habida de comer, gira para ver a los reyes confundido y luego viendo a Nine
-¿iremos ya con el sabio?- pregunto confundido, Nine asintió a su comentario y con sonrisa tranquila explico que ya era momento de ir, habiendo acabado con el tiempo que había pedido el contrario el entrenamiento seguramente comenzaría, para suerte o desgracia, tuvieron que acabar con aquella conversación cuando notaron el interés en la hija más pequeña
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-¡haaaa! ¡esa fue una deliciosa comida!- ronroneaba contento, entrando a la habitación del humano y estirando mi cuerpo entero, escuche una leve risa de parte de Nine, pero ni siquiera sonaba como si tratara de hacerme burla, así que no le tome atención… me detuve unos momentos para ver la habitación, no había cambiado nada desde que desaparecí y eso me había alegrado… en especial cuando supe que esa bruja se había ido… parecía que todo volvía a ser bueno de nuevo
-vamos, es hora de dormir, ya es tarde y mañana saldremos- escuche la voz del humano mientras se dirigía a su cama y se sentaba para cambiar sus ropas humanas, me le quede viendo y asentí, arrodillándome en el suelo, comencé a caminar a 4 patas como acostumbraba, observando todo con interés, rápidamente me deshice de aquella ropa humana y estire mi cuerpo, realmente me sentía bien sin esas cosas y volviendo a ser lo que era… un dragón verdadero
Camine en dirección a donde tenía el montón de almohadas y telas para pasar las noches y deje las ropas en su lugar, me quede unos momentos en silencio, observando a Nine terminar de cambiarse y posteriormente, una mala imagen volvió a mi… aquella donde aquel humano me había encerrado apenas se entero que era un dragón… me había tomado como si fuera un objeto
*que malos recuerdos me llegan a la mente* gruñí con enfado, estrujando las ropas humanas después de todo, no era algo que quisiera recordar realmente, pero simplemente, era algo que asaltaba mi mente… aunque… después de eso, también habían ocurrido muchas, demasiadas cosas como para quedarme solo con esa molesta imagen…
-¿Draak?- escuche su voz, al lazar la mirada, el me veía desde la cama, parpadee un par de veces confundido y mire a todos lados, seguía en su habitación… si, solo había sido un recuerdo
-¿estás bien? Estabas gruñendo al vacio- me dijo, yo asentí y aleteando con fuerza subí a la cama
-recordé cosas molestas de cuando estuve fuera- fue todo lo que dije, viendo fijamente al frente, Nine solo asintió y entre ambos nos acomodamos… las telas de aquella cama cubrieron nuestros cuerpos y sin poder evitarlo, abrace su cuerpo, restregando mi rostro en su brazo, sintiendo la calidez y el aroma de su cuerpo
-hoy estas de mimoso- escuche su voz, mientras se giraba viéndonos a los ojos, pasando su brazo por debajo de mi cintura, me apego a él y restregué mi rostro en su pecho una vez más, ronroneando sin poder evitarlo
-¿es malo mimoso?- pregunte confundido luego de reaccionar a una palabra que no comprendía, pero ahora su rostro estaba rojo y negando suavemente, sin dejar de verme de un modo extraño… parecía nervioso
-no… así como estas, es bueno- fue todo lo que digo, apegándome más a su cuerpo, cerré mis ojos lentamente, sintiendo el calor de su cuerpo transmitiéndose al mío, un agradable sentimiento nació y por fin, en un tranquilo suspiro cerré mis ojos
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-te extrañe… Nine- susurro antes de que su respiración se acompasara, aunque, esta vez, Nine no cayó dormido tan rápidamente como acostumbraba… de hecho, aun sintiendo el sueño calarle hasta los huesos, pues el no dormir desde que el dragón desapareció le impidió cerrar un ojo… ahora, parecía que mágicamente el sueño y el cansancio de días desaparecía y se volvía una increíble energía que nunca en su vida había sentido… después de todo… Draak había aceptado que lo había extrañado… había incluso dicho su nombre con esa dulce voz suya que hipnotizaba al contrario…
Así que lo único que pudo hacer, entre el remolino de alegría y energía, fue estrechar con mas cercanía el cuerpo desnudo del dragón, pegando su rostro a la coronilla del pelinegro besando su cabeza con ternura
*dragón inocente… ¿puedes hacerme acaso más feliz aun?... supongo que querrás matarme de felicidad* dedujo contento, cerrando sus ojos y permitiendo grabar en su mente el agradable momento que pasaba justo ahora, sintiendo el calor de ambos cuerpos combinarse en una temperatura perfecta, sintiendo el respirar acompasado, incluso el tranquilo palpitar de su corazón sincronizándose a la perfección con el suyo propio… oliendo ese aroma suyo tan único y atrayente… disfrutando del modo más inocente y dulce, la creación de la cama junto a la persona-criatura que le había robado su corazón…
E incluso en ese momento, lo último que podía pensar era en esos pensamientos “pecaminosos” donde lo único que pensaba era en poder tomar de un modo más… “carnal” al dragón, ahora se borraban y dejaban paso a ese único pensamiento… juntos, ambos, abrazados… durmiendo inocentemente en esa cama que antes a Nine le parecía tan gigante y ahora, perfecta para 2… si, realmente se sentía a desfallecer de alegría
Nunca se creyó tan afortunado como en ese momento… y mientras la alegría lo embriaga, sus ojos y el cansancio por fin lo derrotan… después de todo, ha estado varios días sin descanso buscando a su amado dragón… ahora que lo tiene entre sus brazos, puede dormir aliviado a su lado, aunque su corazón desee poder verlo toda la noche mientras duerme tan dulcemente, su cuerpo no puede más, ahora, ambos duermen abrazados, respirando el aroma del otro y soltando un agradable suspiro de alivio… por fin, hay paz y tranquilidad en sus corazones ahora que están juntos nuevamente
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TOC TOC TOC
-… ¿majestad?- se escucho desde el otro lado de la puerta una voz tímida llamando insistente… pero parecía que no había nadie del otro lado, pues aunque ya llevaba un par de minutos llamando, nadie respondía
-¿ocurre algo Alma?- pregunto María llegando al lado de la sirvienta quien con mirar apenada desvía su mirada de la puerta que tiene ahora a su costado y luego hacia la persona que le llama
-hammm… llevo un tiempo llamando, pero su majestad no contesta… es extraño… ¿estará enfermo?- pregunta apenada, viendo preocupada ahora hacia la puerta, María, asintiendo a sus comentarios coloca gentilmente una mano sobre el hombro de la chica y sonríe amablemente asintiendo
-no te apures, yo me hago cargo de levantar a su majestad, tu mientras continua con tus labores linda- unos momentos en silencio pasaron y la chica asintió amablemente, dando las gracias y despidiéndose de María para seguir con sus labores; un leve suspiro de risa se mostro en María para finalmente tocar con algo más de fuerza
-príncipe Nine… ¿está despierto?- pregunto… al no recibir respuesta volvió a tocar… y al ver que nadie respondía gruño levemente
-voy a entrar- anuncio, entrando con cuidado, no quería ver algo indebido… pero su rostro preocupado y tal vez un poquito asustado cambio a uno de ternura al ver la imagen que tenia frente suyo…
Ambos, príncipe y dragón se encontraban tiernamente abrazados, siendo apenas cubiertos por las sabanas a mitad de espalda, las alas de Draak se encontraban encogidas levemente, el dragón se encontraba encima de Nine, ambos abrazados, por sobre las sabanas se podía ver que las piernas de ambos estaban enredadas y al tratar de ver algo mas, María ha visto que Draak abraza el cuello de Nine, ambos, uniendo sus mejillas en una respiración acompasada
-hooo… ternuras- se dijo cubriendo su boca para no soltar un gritillo de ternura, carraspeo y reaccionó lo más rápido que pudo y con algo de pena por tener que mover a ambos, tomo el hombro de Nine y el de Draak con su otra mano, moviéndolos suavemente
-majestad… Draak… arriba par de perezosos… ya casi es medio día- susurro bajito, tratando de no alterarlos
El primero en despertar fue Draak quien, abriendo sus ojos perezosamente solo le dio la espalda a María y ronroneo mientras se aferraba aun mas a Nine, notando como el castaño, aun dormido abrazaba por la cintura al dragón… poco falto para que a María le saliera un sangrado nasal junto a un prominente grito de emoción, pero, gracias a su habilidad para controlarse, solo los continuo moviendo
Tardo varios minutos donde solo escuchaba gruñidos de molestia, hasta finalmente ver a ambos despertarse realmente, sonrió contenta y les saludo
-¿Ma-María?- pregunto Draak tallando uno de sus ojos y levantándose levemente del pecho de Nine
-par de perezosos… ya es medio día… recuerden que hoy parten a su destino- les guiño el ojo y por fin salió de la habitación, con un rosa en sus mejillas he imaginando cosas un tanto indebidas para con ambos jóvenes… si, no podía negar que hacían una bonita pareja juntos… así de juntos y tal vez un poquito más juntos…
-señorita María… señorita María… … … ¡¡¡Señorita María!!!- un fuerte grito la hizo salir de su ensoñación, notando a la sirvienta de hace rato; trato de tranquilizar su asustado corazón para verla
-Alma… ¿Qué ocurre linda?- pregunto tratando de recuperar su templanza, la chica solo la miro inclinando un poco su rostro y negó levemente
-le estoy hablando desde hace rato pero no me contestaba… puso un rostro extraño… ¿se siente usted bien?- pregunto por fin, notando la negatoria divertida de la morena y una leve risilla
-lo lamento linda, solo estaba fantaseando con cosas indebidas- le dijo mientras le guiñaba un ojo y finalmente seguía con sus ocupaciones, dejando confundida a la chica que, viéndola partir, corrió para ponerse a su lado y comenzar a recibir órdenes para los labores de ese día
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-vamos Draak, hoy tenemos que ir a ver al sabio de las montañas- dije mientras notaba como el contrario aun se retorcía entre las sabanas como a un felino que se negaba a despertar
-buaaaaaaa- bostezó, por fin colocándose a 4 patas y estirando su cuerpo, extendiendo sublime sus alas y levantando su cola, dejando ver junto al hermoso brillo de la mañana que pasaba por las ventanas y las cortinas blancas, su hermosa silueta siendo descubierta por la sabana que por fin caía dejando ver su cuerpo enteramente desnudo
-dormí bien- dijo sentándose por fin en la cama… yo solo tuve que desviar la mirada con velocidad y tratar de no centrarme en esa hermosa imagen que he visto hoy… si, hoy comienzo increíblemente el día
-vamos, tenemos que desayunar, ya vamos muy tarde- trate de reclamarme, el solo bufo en asentimiento y escuche que bajo de la cama, al girar, pude ver apenas su cabeza y como se movía para comenzar a colocarse su ropa… suspire enamorado y continúe con lo mío. Pronto, salimos de mi habitación, juntos, el aun tenia sueño por lo que veía, pero al menos ya estaba más despierto que hace poco
-¡ho, es cierto!- dijo levantando su mirada ya bien despierta repentinamente, me detuve a verlo y el corrió en otra dirección, si mal no me equivoco… tal vez…
-espérame en el comedor Nine, voy por mis libros ¡ya vuelvo!- grito… si, iba hacia la biblioteca para recoger sus cosas… respire profundamente mientras hacía mis cabellos hacia atrás riendo levemente
-¿Por qué no podías ser simplemente un humano?- me pregunte mas a mí que a quien sabia, ni siquiera estaba por asomo de cercas… pero bueno, el era un dragón y ni siquiera podía tomarlo para ser mi esposo… además, no creo que le guste la idea del matrimonio… aunque no niega que sería hermoso vivir a su lado para siempre, después de todo, ahora parece que mi mente solo piensa en él y en nada más que en el…
*me siento el idiota del reino* deduje llegando a la sala y notando que al igual, Draak llegaba con sus libros en brazos y sonriendo alegremente
-valla, hasta que se levantaron, supusimos que se habían unido a la cama- se burlo mi abuelo, Draak con su hermosa inocencia solo inclino su cabeza a un costado por no haber comprendido nada, sin embargo, yo me sonroje fuertemente… él había hecho una broma con doble sentido y eso se podía ver bien al ver su rostro burlesco y lleno de maldad a sus palabras
-¡A-Abuelo! ¡por favor! ¡sea tan amable de abstenerse a ese tipo de comentarios!- gruñí molesto, el solo rio abiertamente, burlándose de mi mala manera de pensar, gracias al cielo, mi madre interrumpió la incómoda charla involuntaria que se había creado para hacer at todos sentarse a la mesa; la comida llego rápidamente y pronto, estábamos comiendo sin problemas, en una tranquilidad agradable, incluso Draak esta vez no comía con la misma avidez, sino que lo hacía lentamente, saboreando cada bocado con felicidad; un silencio agradable apareció en el lugar hasta finalizar la comida
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-bien, nos vamos- menciona Nine a su familia, todos lo miran, ya encima de su caballo blanco, yo estoy a su costado, aun prefiero volar a tener que ir sobre esa cosa, todos le despiden y le desean suerte en su viaje, el caballo relincha y por fin partimos ambos
-el camino comienza- escucho después de un rato su voz, confundido, me acerco a su nivel
-¿has dicho algo?- le pregunte confundido, no comprendí bien a qué se refería, el me miro y negó suavemente… el silencio se hizo entre ambos y por fin, entre el camino que era cuidado por el hermoso sol que tanto amaba, llegamos esta vez mas rápido a donde se encontraba el anciano, ya esperándonos con una gran sonrisa
Algo incomodo aun por saber de su gran poder, me hice un par de pasos detrás de Nine, aun no puedo estar tan seguro que sea una buena idea estar con alguien que tiene tanto poder como para volver a encerrarme y esclavizarme, Nine palmea suavemente mi cabeza y susurra para mí que “todo estará bien” aun si no deseo hacerlo, creo en sus palabras… caminando a su lado, aunque tomando su brazo, preparado para correr de ser necesario
-veo que se tomaron su tiempo ¿estás bien criatura?- me pregunta el anciano viéndome con esa sonrisa, trago duro y asiento
-pude volver al castillo del humano- murmure bajito, observando que ahora reía suavemente, asintiendo a sus palabras y dándonos la espalda después de sus risas, invitándonos a entrar a su humilde casa, incluso parecida a la de María, nos invita a sentarnos y comienzan las explicaciones
-para toda magia, es necesario obtener ciertos artefactos mágicos, así que comencemos pronto… les explicare lo que deberán obtener… pero primero, esto demorará un poco, así que será mejor que les dé un lugar donde dormir- explico paseando de un lado para el otro de la pequeña casa y por fin saliendo, guiándonos a ambos hasta su costado, donde un granero algo pequeño se podía ver, confundido, observé que Nine estaba en la misma situación que yo, suspire, era la primera vez que veía un granero… ya los conocía gracias a los libros que había aprendido a leer con trabajo, pero no creí ver uno realmente… según recuerdo, ahí guardan semillas, herramientas y otras cosas que por ahora no recuerdo
-¿Qué hay aquí?- pregunte confundido al ver que habría el lugar, el anciano solo rio y se hizo a un lado para que ambos pudiéramos ver mejor su interior
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-ustedes 2 dormirán aquí- dijo el sabio mientras nos dejaba entrar a ambos… si bien, incluso yo sabía que no podría ser cualquier cosa, vi un lugar apenas con lo necesario para que pudiéramos vivir… prácticamente, aunque lucía como un granero por fuera, por dentro, era si bien, mas grande que mi habitación, en sí, era “una casa” dentro de un granero…
Draak había entrado primero, para observar, gracias a la altura del techo, podía volar libremente y quedarse de pie sobre las vigas, examinando todo con interés, pero, mientras veía a Draak observar a sus alrededores, yo comencé a caminar, pasando al lado del sabio, logre escuchar su voz ligeramente acusadora
-así podrás quedarte con él cuando lo necesite- le escuche murmurar, gire a verlo y el solo se hizo el desatendido y salió para darnos nuestro tiempo y que pudiéramos acostumbrarnos
… … …
-hey sabio… ¿ya comienza?- apareció desde los arboles, el zorro Ian saludando jovialmente, aquel hombre, sonriendo del mismo modo, corresponde el saludo asintiendo
-espero puedas seguir ayudándome con el dragón, al parecer le tomara un tiempo más el poder confiar en mi… así que te lo encargo- le guiño el ojo al cual, el zorro asintió inflando el pecho
-tu déjamelo a mí, que yo me hago cargo- dicho esto, entre suaves risas, ambos regresan a la casa del sabio, esperando para comenzar con el entrenamiento