Mientras el príncipe Nine batallaba junto a sus padres y los sabios del consejo sobre lo que harían ahora para poder destruir la maldición la princesa, sin poder remediar nada, al final terminaron por acudir a los más sabios que se encontraban en las montañas y, pese a su desesperado deseo por poder ser de mayor utilidad los mismos reyes optaron por que descansara y dejara a los más sabios hacer su trabajo mientras el descansaba de su largo recorrido...
Por otra parte se encontraba la princesa Anie detrás de la puerta que daba al interior de la habitación de su hermano mayor tratando de pensar que hacer, su fuerte deseo por entrar y ver de nuevo aquellos hermosos ojos celestes la estaba carcomiendo entera, pero su hermano le había dado la estricta orden de no entrar a aquella habitación y ella, como buena princesa debía de obedecer a las palabras de su hermano mayor...
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*maldito humano ¿quién diablos se cree que es para estar tan cercas?* pensaba mientras con el dorso de mi brazo limpiaba mis labios con insistencia pese a que ya los tenía secos... una vez más tranquilo salí de la esquina donde había dormido parte de la noche, comencé a caminar por toda la habitación notando que en la cercanía a una esquina había un reflejo... si mal no me equivoco, es a lo que los humanos llaman... ¿espejo?... al llegar a este es lo suficientemente grande como para que yo me pueda alcanzar a ver (N/A: era un espejo de cuerpo completo)
Fue la primera vez que me pude ver aun más claro que el agua... moviendo con cuidado mi propio cuerpo, notando una piel blanca como la nieve con la que me gusta tanto jugar... notando extraños pelos brotando de mi cabeza... cabellos llaman los humanos, son negros como antes lo eran mis poderosas escamas, llegan a los hombros y tienen curvas, mis ojos que antes eran del color a la sangre se volvieron azules... ¿así eran en realidad mis ojos?
Parándome entonces con apoyo de mis patas traseras logre notar mejor mi cuerpo desnudo de mis escamas, mi piel blanca era marcada por varias cicatrices de mis anteriores batallas junto con las de la última batalla que había tenido; una vez acabado mi chequeo, el ver mis alas negras expandirse de un modo más que espectacular, el ver mi cola erguida con orgullo, sonreí hacia mi imagen, aun en humano tenía gran porte de poder...
Pero mientras pensaba en eso recordé las palabras de ese humano idiota que me había traído aquí para "supuestamente" ayudarme... suspire mientras recordaba sus insistencias para que caminara como los humanos y el cómo me mantuve firme... aunque terminamos discutiendo por lo mismo... volví a bufar molesto
-¿cree que no puedo hacerlo?- hablé para mi mientras hacía ahora todo un esfuerzo para ponerme en pie... siendo ayudado por aquella cosa que creo que se llamaba espejo, una vez que me pude poner en pie como era correcto me volví a ver, gracias a que me sujetaba por los costados de esa cosa al frente mío podía ver claramente mi reflejo; con trabajo di un paso hacia atrás extendiendo mis alas y tensando mi cola, logré equilibrarme pese a estar en 2 patas, no dejaba de verme en el espejo hasta que luego de unos minutos pude pararme como ese humano, de ese modo en que los humanos se levantan, inflando el pecho, irguiendo mi cola y mostrando levemente mis alas, me volví a ver de nuevo en todo el espejo y decidí que ahora que podía ponerme en pie era hora de hacer algo mas, di un paso y tambalee demasiado, pero no me importó, otro paso, otro mas y luego otro mas... no podía evitar el tambaleo pues era la primera vez que caminaba en mis 2 extremidades... hasta que finalmente logré dar varios pasos consecutivos sin tambalear... una vez que no solo comprendí, sino que también logré caminar como lo hacen los humanos, comencé a explorar las cosas que no alcanzaba a ver en mis 4 patas, al mismo tiempo logré abrir "de algún modo" lo que parecía ser una pequeña habitación, al entrar todo estaba oscuro, tuve que abrir en su totalidad aquella puerta dejando ver que eran muchos trajes y telas que ocupaban los humanos para cubrir su cuerpo, aunque por su aroma eran de ese maldito humano, el tal príncipe que me había derrotado... mi primera derrota...
Sacando los trozos de tela que cubrían su piel logré encontrar varias suaves al tacto las cuales me gustaron mucho... luego de un rato me fui haciendo a la idea de cómo ponerme esos trozos de tela tan extrañas que incluso incomodaban...
-tks, no entra- dije molesto mientras trataba de ponerme eso que usaba el humano de la mitad de su cadera hasta abajo, pero que no podía pues mi cola no me dejaba, no tenía espacio para poder ponerlo además de que me lastimaba, ni siquiera podía doblar ligeramente mi cola, me estaba lastimando mucho la tela... así que al final terminé por quitármelos de nuevo, suspire frustrado mientras me sentaba de nuevo en aquella cama "según dijo el humano que se llamaba a esa cosa suave en la que dormía"
Cansado y molesto termine optando por quedarme así desnudo… escuchaba fuera de aquella jaula en la que me encontraba pasos, rugí molesto al notar que había alguien detrás de aquella cosa que llamaban puerta, había alguien que no se marchaba, eso no era bueno… ese humano dijo que nadie podía entrar y que yo no podía salir para que no me mataran… espera…
*¿Qué no una mujer y un viejo vinieron ayer?... tal vez sean ellos* pensé dudoso mientras trataba de mover mi cabeza a ver si de algún modo lograba dar con la persona que seguía parado del otro lado de aquella que parecía una jaula para mi… mire los trozos de tela y pensé en algún modo de ponérmelos de nuevo… por nada del mundo me iba a rendir… así que tenía que pensar en algo… aunque todo esto fuera demasiado nuevo para mí…
-ho… hola?- asombrado he saltado de nuevo encima de aquella supuesta cosa llamada cama, he visto entrar de un modo tímido a una mujer… una rubia melena, unos ojos verde agua… esa mujer…
-¿eres la princesa de ese humano idiota verdad?- pregunte luego de que ambos nos hemos visto a los ojos, su rostro ha mostrado un extraño y particular rojo en sus mejillas, es extraño… no hay sangre que le muestre que sangre… aunque le cuesta mantenerme la mirada y la desvía tanto como puede
-A… Anie… me… me llamo Anie… soy… la hermana menor de Nine- dice mientras da una pequeña reverencia… *entonces es su hermana… el lazo es de sangre huu…*
-ese humano idiota no está aquí, salió… creo que fue a ver a… su padre o algo así…- le dije pues sería lógico pensar que solo había venido para ver a ese humano… aunque el rojo de sus mejillas no desaparecía, entró por fin de lleno a la jaula y finalmente cerró la puerta detrás de ella aunque solo miraba el suelo
-lo… lo sé- me dijo tímida, apenas y podía escuchar su voz, gire un poco mi cabeza mientras la veía
-eres más extraña que ese humano idiota… ¿Qué quieres humana?- pregunte al ver que se quedaba en aquel lugar, sin moverse, sin decir nada… de no ser porque respiraba y movía la cabeza a todas partes hubiera parecido un objeto mas de adorno en esta jaula extraña…
-ha… bueno yo… solo… yo solo… solo quería tratar un poco mas contigo…- dijo tímida mientras con timidez y algo de sumisión me miraba un poco, me le quede viendo sin comprender sus palabras… *¿quería tratar mas conmigo?* no tenía sentido, pero… aun así…
-¿Qué quieres tratar?- rugí desconfiado, después de todo, no conocía a nadie y no iba a permitir que ningún humano fuera a matarme… así que por nada del mundo iba a dejar que alguien me atrapara… además, aun tenía que esperar a que ese humano idiota me regresara a mi verdadera forma
-ha… no lo sé… solo… quisiera saber un poco mas de ti… si no es molestia- dijo asustada mientras miraba para todas partes
-¿el humano idiota sabe que estas aquí?- pregunte no comprendiendo nada… no creo que fuera buena idea que esa mujer humana estuviera cercas mío y menos si se suponía que ella no sabía de su propia maldición, por estar pensando en todo eso, no me di cuenta a tiempo, esa mujer humana a estaba muy cercas de mi… estaba a un paso humano de tocarme, al ver eso me hice hacia atrás sorprendido… no me había percatado de su presencia, el rojo en sus mejillas había disminuido, sus ojos, de un extraño color entre el azul del cielo y el verde del bosque me miraban solo a mi… podía verme a través de aquellos ojos suyos…
-yo… solo- decía la mujer humana
-¿qu-que… diablos… haces… mujer…?- preguntaba asustado mientras me hacia mas y mas hacia atrás, aunque ella avanzaba igual que yo impidiendo que pudiera alejarme… cuando me di cuenta ya estaba acorralado con el muro y las cosas metálicas de la cama (barandal) y aquella mujer no dejaba de avanzar hacia mí con una mano suya al frente mío
-por favor… no me tengas… miedo- susurraba bajito sin dejar de verme… aquello… ¿Qué estaba pasando?
-no… no me… toques…- trataba de sonar amenazante pero… lo único que lograba era que mi voz sonara con miedo… ¿le podría tener miedo a una humana a la cual podría asesinar con facilidad? No… no era miedo porque fuera más fuerte que yo… es solo… que no sabía qué era lo que estaba haciendo y me estaba preocupando…
Al ver que no podía hacer nada para alejar a esa mujer humana de mi cerré mis ojos, ya no tenía a donde escapar de sus ojos o de aquella mano que me quería tocar… no quería, no me gustaba la idea… pero… ya no podía hacer mas… así que, solo hice lo último que podía hacer antes de atacar a un humano… cerré mis ojos con fuerza esperando lo que posiblemente sería un golpe o un ataque de su parte…
-¡Anie!- escuchamos el grito de ese humano idiota, cuando abrí mis ojos lo encontramos en la puerta viéndonos a ambos, aquello me dio el tiempo suficiente, dando un gran salto, trate de alejarme lo mas que pude de esa mujer mientras que el humano idiota la miraba molesto y de un modo desaprobatorio
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-Anie ¿Qué tenias pensado hacer? Te dije que no entraras aquí a menos que te diera permiso- le mencionó molesto mientras la otra luchaba por no llorar y recibir justamente su regaño por su falta, sin embargo, muy dentro de ella no se sentía arrepentida, había podido volver a ver a aquella hermosa criatura que le había robado el corazón desde la primera vez que se vieron… sentía que había logrado algo… al menos había podido estar más cercas… por eso… no se arrepentía…
Aunque Nine estaba algo diferente a lo esperado… estaba molesto, si, pero no por lo que debería… le había dicho a su hermana que no quería que entrara porque sabía lo peligroso que era el dragón cuando era amenazado su espacio personal, el lo sabía por primera mano… pero, eso, aunque en su mente se debatía que era esa la razón por la que debía de estar enfadado, la verdad era que, cuando los había visto en cuanto entro a su habitación… había sido otra cosa lo que había hecho a su sangre hervir…
El ver la mirada asustada del dragón, el ver a su hermana tan peligrosamente cercas del otro… o tal vez que ese estúpido dragón no podía escapar de ella, que le tenía miedo y que aunque le pedía que se alejara no le hacía caso… no… lo que le había molestado había sido que su hermana estuviera a punto de tocar esa piel tan suave como la seda que el solo había tocado y que no quería que nadie más tocara…
El ver como ese estúpido dragón había escapado luego de que les llamara la atención lo alivio bastante… al menos su hermana ya no estaba cercas de esa piel blanca como la nieve… al menos ese dragón estaba a salvo… *un momento… se supone que debería de preocuparme por mi hermana… no por ese estúpido dragón* se regaño mentalmente mientras continuaba con su discurso para con su hermana…
-vete, antes de que alguien más se dé cuenta o que ese dragón te ataque- le dijo finalmente cansado mientras veía a su hermana irse rápidamente… unos segundos más tarde de que la puerta fuera cerrada y que los presurosos pasos de la joven desaparecieran del pasillo, Nine pudo respirar mas aliviado viendo ahora al dragón que no se alejaba del ropero que tenía a su lado… miro ahora su habitación… hecha todo un desastre… quiso gritar he irse en contra del dragón estúpido, pero solo camino tranquilamente al frente suyo…
Se encontraba hecho un ovillo el dragón, rugía y se cubría con sus alas, un así no le dio miedo ni le importó nada, simplemente estiro su mano hacia sus alas acariciando con suavidad mientras le preguntaba si estaba bien y preguntaba si su hermana no le había hecho daño, el dragón, tan confundido como el mismo Nine simplemente asintió a sus palabras sin dejar de ver aquellos ojos esmeralda que tanto le llamaban la atención al dragón
-no comprendo… ¿no deberías de estar preocupado porque le hubiera hecho algo a tu princesa humana? ¿Qué caso tiene preocuparte por mí que soy tu enemigo?- dijo finalmente notando que la mirada esmeralda el otro le miraba tan fijamente mientras pareciera que le desnudaba y lo reflejaba solo a él… igual que había hecho la mujer… solo que con más insistencia, con más fuerza… con mas… con un extraño sentimiento que hacía que todo en su interior se revolviera y sitiera necesidad de escapar de esa mirada pero que al mismo tiempo le inmovilizaba por completo
-no… sé que no le harías daño a ella- fue todo lo que dijo Nine mientras la mano que acariciaba sus alas se estiraba para poder llegar a sus cabellos donde con cuidado y suavidad acariciaban tocando suave he intencionalmente la mejilla del dragón que sentía a su corazón latir con demasiada fuerza mientras veía al humano acercarse mas y mas hacia el
Su corazón se aceleró aun mas cuando notaba que aquellos ojos no dejaban de verlo solo a él, solo a sus propios ojos, mientras de manera lenta, demasiado lenta se acercaban a él, en un extraño momento… como si quisiera volverse hipnótico… no… aquello no era bueno, aquello tenía que detenerse… pero… su cuerpo no le respondía, su corazón le gritaba que escapara pero se negaba a moverse, el fuego que brotaba en su interior… aquel fuego que serbia para atacar a los que lo atacaban ahora pareciera inútil… tenía que escapar de aquel tipo… de aquella extraña opresión en su cuerpo, en su pecho… en su alma…
-ba… basta- susurró bajito al notar la cercanía del otro mientras cerraba sus ojos asustado, fue entonces que Nine pudo comprender lo que estaba haciendo, se alejo de golpe del dragón notando como su cola estaba entre sus piernas, sus ojos cerrados con fuerza, sus manos sujetando su pecho con miedo mientras temblaba bastante… aun no podía comprender que era lo que había pasado… hasta hace unos momentos había estado todo normal… había tratado de calmarlo y luego… solo quiso besar sus labios… callar sus gruñidos y volverlos pequeños gemido o ronroneos de placer mientras lo abrazaba contra sí mismo demostrando que tal vez… solo tal vez realmente le pertenecía solo a él… pero… que sus ojos fueran cerrados con fuerza, que su cuerpo temblara con miedo… que se tratara de alejar de él asustado… no era lo que había pensado… ni siquiera estaba pensando cuando lo hizo
-lo siento… no quería asustarte- dijo acariciando rápidamente su cabeza, desordenando un poco sus cabellos y luego levantándose de su lugar para alejarse del otro, en cuanto la distancia volvió a predominar, el dragón pudo abrir sus ojos y ver con duda al humano… ahora lejos suyo, sentado en la cama mientras se tomaba la cabeza con ambas manos y suspiraba agotado
-no importa- fue todo lo que dijo el dragón desviando la mirada del otro y suspirando tranquilo
-por cierto… ¿mi hermana no te hizo nada malo a ti?- pregunto Nine recordando lo que había visto hasta hace unos momentos… el dragón giro su mirada hacia el príncipe… ahora que lo pensaba…
-no lo sé… me hizo lo mismo que tú me estabas haciendo… ¿eso cuenta como malo?- pregunto saliendo por fin de aquel escondite en el armario y comenzando a caminar para volver a tomar los trozos de tela y ver que podía ponerse… pero Nine estaba sorprendido en demasía… aquello… no podía ser cierto… pero… ese dragón no sabía mentir… lo que significaba que… ¿Anie quiera besarlo?!!!!
-¡espera! ¡¿eso es cierto?!!!- pregunto alarmado obligando al dragón a verlo a los ojos mientras lo sujetaba con fuerza de los hombros obligándolo a verse directo a los ojos... pero esta vez era diferente... esta vez su mirada preocupada y alarmada le miraba asustado de que su hermana pudiese hacer algo... además, no era momento para pensar en otra cosa... pudo haber pasado algo peor... quisiera o no , fuera humano o no ese dragón, no se negaba que era un macho y su hermana una mujer... tal vez aun no podía tomarse por completo como una mujer, tal vez era eso lo que más lo alarmaba... que su pequeña, dulce e inocente te hermana no era una mujer... sino una niña pequeña su... no apta para algo así... no apta para meterse con alguien mas... no apta para algo como un beso con alguien que no fuera de su familia...
Y aun así, un nuevo ataque lo hizo salir de su ensoñación... el dragón, ya mareado y molesto de la repentina agresividad hacia su persona termino por atacarlo, morderlo tan fuerte pudo para posteriormente dar un salto lo suficientemente largo como para tener una buena distancia entre ambos... sacudió entonces un poco su cabeza y le miro molesto
-¿a ti que te pasa humano idiota?... si, es cierto lo que te dije pero no tenias por que atacarme así... humano bastardo...- le dijo enfadado mientras se alejaba, ambos se vieron y suspiraron algo ya más tranquilos... se miraron entre ellos y fue mejor Nine quien sentado en la cama se volvió a poner en la misma posición sujetándose la cabeza con pesar...
-lo siento... la noticia me sorprendió bastante...- le dijo, el dragón pudo respirar un poco mas aliviado y finalmente también terminó por bufar cansado
-el sorprendido soy yo... ustedes los humanos están locos sin lugar a dudas- sentencia mientras le mira, mas el momento se detiene... unas tripas rugen con fuerza... ambos miran el estomago del dragón y este suspira resignado
-¿por qué no me dijiste que tenias hambre?- le pregunta-reclama mientras lo observa, el dragón parece resignado a lo que está por pasar...
-no es como que la bruja me fuera a alimentar... además... "esto" es algo que tengo por una ocasión de cachorro que le pedí que me alimentará... estoy acostumbrado a soportar mucho tiempo sin ningún tipo de alimento... estaré bien- menciona con pesar luego de mostrar detrás de su nuca una gran cicatriz... tal vez la más grande y la más mortífera que el dragón pudiera tener...
Sin más que decir Nine ha salido de la habitación con un rostro sombrío... sin lugar a dudas, cada día que pasa se vuelve aquello más sorprendente... primero ser arrancado de los brazos de su madre... luego ser obligado a servirle como un esclavo y ahora alimentarse hasta que la bruja se acordara de algo tan importante... aquello fue sorprendente... cuanto había estado soportando aquella pobre criatura a la cual había atacado solo por creerlo su enemigo...
-se te ve mal hijo mío- al girar la mirada hacia sus espaldas se encontró con su abuelo quien le miraba sonriente
-¿qué te ha puesto de ese modo mi niño?- preguntó dulce mientras le acaricia la cabeza con la dulzura digna de un abuelo cariñoso, Nine, con un suspiro de agobio le contó todo lo que había estado descubriendo sobre su invitado dragonesco, asombrando por igual a su abuelo quien con un nudo en la garganta asentía a las palabras de su nieto y luego volvía sonreír con algo de tristeza
-entonces hijo mío... te toca mostrarle el lado hermoso del mundo... así tal vez se alegre también - dijo en tono solemne
-pero... ¿cómo lo voy a hacer si no lo puedo sacar de mi habitación... y ya viste que no sabe usar ropa humana y lo más seguro es que cuando lo vean lo quieran matar…- dijo con fastidio mas el abuelo le palmeo con más fuerza de la necesaria su espalda casi tumbándolo...
-déjame eso a mi mí niño... aun así... lo mejor será que vayas a darle algo de comer antes de que muera de inanición- Nine asiente y se va con velocidad mientras piensa en que llevarle de comer al dragón mientras su abuelo a lo lejos lo ve correr pensando que tal vez tener a ese dragón de su lado como un aliado no sería una tan mala idea... o tal vez... algo mas... y mejor... pero para su nieto a quien considera un hijo...