El detective acaricio la frente de su padre y abrió el diario para leer una página que encontró gracias a una flor seca.
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Agonda, India
-Sin fecha-
“De nuevo estoy acompañando a Laufey, estoy tranquilo, esta vez vinimos a una playa, es enorme y muy hermosa… El camina descalzo por la orilla mientras mete sus delicados dedos en el agua fría, yo lo miro a la distancia y suspiro.
¿Qué pasa conmigo?
¿Cómo creo que esto será para siempre?
Detesto mirarlo y amarlo más… ¿Qué será de mi cuando el por fin vuelva a su mundo de alta sociedad…? Cuando vuelva a los brazos de su familia y yo me quede solo… Lo voy a extrañar, me volveré loco sin él y tal vez, después me quite la vida.
Dios perdone mis palabras, pero no puedo vivir ya sin él.”
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-¿El Conde…? –Balder miro a su madre y salió a ver quién era, los dos sujetos de cabello negro y piel pálida lo inquietaron- ¿Quiere ver a mi padre?
-Si… -Dijo Laufey y su caballo camino hasta la entrada, el salto de la silla y sus finas botas se llenaron de lodo.- ¿Puedo pasar mi lady? –pidió permiso a Frigga, quien asintió y este entro quitándose el saco, olfateo el perfume barato de Thor que reconoció de la vez que Loki lo presento y fue directo a la habitación de Odín donde el rubio detective lloraba sobre el viejo que apenas respiraba- ¡Odín! –grito el conde y corrió a su lecho- ¿Odín? –Dijo sonriente y tomo su mano, le acaricio la frente y después su parche- Vaya… Ha pasado tiempo… Dejaste de ser pelirrojo…
-Hace mucho… -contesto con una sonrisa- Estas canas… llegaron sin avisar… -Aun tenía su único ojo cerrado, pero con sus pocas fuerzas apretó la mano del Conde.
Laufey se sonrió lloriqueando, estaba muriendo y no sabía que pasaba.
¿Cómo pudo ausentarse de su vida y en su lecho de muerto poderse ver?
El conde le beso la mano y lo miro
-Pensé eras más necio… Como para dejarte vencer… -Dijo sonriéndole y froto su áspera mano contra su aun fino y suave rostro.
El viejo suspiro y abrió su ojo.
-Lo soy… Pero… Ya no puedo más… Lo siento… -Contesto cansado y sonrió de lado.- Hace mucho me quitaste las ganas de luchar…
-Lo siento… -Se disculpó Laufey y se inclinó para besarle los labios frente a Thor, quien salto de su silla y salió de ahí para encontrarse con Loki que bebía un té al lado de su madre.
-¿Loki? –Se inquietó, pero su inquietud pronto cambio a gusto, corrió y lo abrazo fuerte.
El rostro de Balder se descompuso y miro a su madre
¡¿Qué demonios pasaba ahí?!
Loki se reía mucho.
-Nuestros viejos… -le decía al oído
-¡Lo sé! –Thor no paraba de reírse, era una casualidad tan divertida como triste que los unió incluso antes de nacer.- Son… son un par muy triste… -Dijo soltándolo y suspiro para voltear a la habitación de su padre, donde Laufey y el hablaban en el idioma nativo de la india.
-N-nunca me imaginé esto… -Comento Balder.
-Lo se… Todos estamos igual… -Dijo mirándolo.- Por cierto… Soy Loki… -Le dijo a Frigga quien le sonrió estrechando su mano y después estrecho la mano de Balder.
La señora estaba muy sorprendida, no sabía que ese tipo era el tal Laufey que a veces llamaba su viejo esposo en sueños.
-¿Ellos… fueron algo…?
Thor suspiro y asintió
-¿Qué cosa? –La mujer apretó un pañuelo con sus manos, no se veía mal, solo curiosa.
-Pues… -El rubio levanto el diario- Solo amigos…
-¿Íntimos?
-Pues… Un poco… -El rubio no quería romper el corazón de su madre, pero teniendo a su padre al borde de la muerte, no era quien para juzgarlo, estaba en su derecho de despedirse de todos.
Mientras, en la habitación, Laufey se levantó y cerró la puerta para regresar y acostarse a su lado.
-Aun eres de espalda ancha… -Dijo sonriéndole como no lo hacía con otros, solo para su viejo amante, solo Odín merecía esa sonrisa.
-Mmh… -Dijo el viejo, pero no se podía mover para darle el espacio que él quería darle.
-¿Odín…?
-¿Dime…?
-¿Recuerdas el tigre que vimos…?
-Si… Tuve miedo…
-¿De qué?
-De que te mordiera… y te volvieras uno… -Dijo divertido el viejo con sus casi escasas fuerzas
Eso hizo sonreír a Laufey y unas lágrimas salieran de sus ojos.
-Me hubiera hecho inmortal… Y vagaría por los bosques…
-¿Y me dejarías solo?
-No… Volvería a buscarte en las noches… -Dijo en su oído.- Para morderte…
Odín solo se sonrió, era divertido recordar eso con el pequeño Conde, pero su tiempo estaba por terminar. Tomo su mano y la llevo a sus labios, eso hizo crispar la fuerza de Laufey, sintió como sus manos temblaban.
-¿Vas a dejarme?
-Lo siento…
-Deja de disculparte… -Exigió el Conde para calmar su voz quebrada.
Laufey le quito el parche para ver su ojo lastimado, recordar como lo había defendido, como ofreció su vida por él, lo hizo temblar.
-¿Odín…?
Pero el viejo no respondió, lo abrazo fuerte.
-¿Odín?
Tembló nervioso, ¿Ya se había ido?
El fuerte y valiente guardia… ¿Se rindió tan rápido?
-Ya viejo… No me asustes… -Laufey se sentía como el pequeño que fue en aquel entonces y le beso el hombro- ¿Sabes? M-me acuerdo de tantas cosas al estar así contigo… Ese horrible lugar, fue lo mejor… Fue lo mejor de mi vida… Porque tú estabas ahí… Tu… Siempre me hiciste ser mejor persona…
El viejo no se movía y eso destrozo a Laufey, se cubrió la boca.
-Te amo Odín… Mucho… -Hundió su cara contra su cuello y lloro muy amargamente.- Te amo tanto… Yo no pude decirlo… M-me rompes el corazón de nuevo… N-no se… Porque lo haces… Y ahora… Ya no puedo hacer más… Porque no puedo alcanzarte…
Tembló y apretó su brazo que ya no se movía.
-M-mi… mi amor… Vuelves… Dios… ¿Por qué tiene que ser tan injusto? –Dos lagrimas cayeron de sus preciosos ojos verdes al ver que su pecho ya no se movía, sus labios estaban entreabiertos y el Conde por fin comprendió que con su último aliento, pidió perdón.
Se aferró con fuerza al cadáver de su viejo amante y lloro todo lo que necesito, lo amaba tanto que no sabía que hacer ahora.
Antes fue fácil
Sabía que vivía en alguna parte
Que era un viejo que tal vez tuvo hijos o no
O que terminaría siendo un granjero tuerto…
Ahora…
Lo miraba y no podía creer que ahí terminaba su historia, su romance siempre fue condenado por el cielo a no cumplirse.
-Espérame donde estés… Cuando mi tiempo llegue… Volveré a tus brazos… Solo espérame… ¿Si? –Le acaricio el rostro y tembló buscando se moviera.- ¿Odín? –Lo movió un poco, pero no reacciono.
Devastado volvió a aferrarse a él.
Mientras afuera, todos se quedaron callados al oír los sollozos de Laufey. Loki abrió la puerta y con sus conocimientos de medicina, lo reviso y solo negó cuando Frigga entro con sus hijos.
-Lo lamento… -Dijo acomodando el brazo del viejo sobre su pecho.
-Oh no… Odín… -La mujer se acercó al otro lado de la cama para abrazar el cuerpo, lo más que pudo porque el Conde quería tenerlo solo para él.
Thor se pasó la mano en el cabello rubio para quererlo acomodar y no llorar la pérdida de su padre, en cambio, Balder si lloro apenado de perderlo. Loki se acercó a su amante y le sonrió para abrazarlo y darle fuerzas, no le prestaba atención a su padre que lloraba como un niño, solo quería consolar a Thor, era el único que le importaba realmente.
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En el puerto de Bombay, Odín ayudo a Laufey a subir su última maleta a un barco, muy a pesar de las quejas del niño, el soldado, no se iba a retractar.
-N-no quiero irme… -Dijo el pequeño con la voz quebrada.- ¿Tanto así me detestas? –Volteo a verlo
Pero Odín solo suspiro.
-No te detesto… Solo no quiero que te lastimen… Esta colonia se está volviendo peligrosa… -Le sonrió triste, era difícil verlo ir.
-D-deberías dejarme quedarme… Podría ser entrenado como militar y ayudarte… -Pidió queriendo un momento más a su lado.
-Los condes no reciben entrenamiento militar… Tu solo debes ser el Conde… Y yo defenderé las tierras que son tuyas…
-La casa que tengo aquí es horrible… -Dijo aun molesto.
Pero Odín levanto su rostro.
-No digas eso… Es un lugar maravilloso…
-¿Lo crees?
-Si… ahí… Estuve contigo… Y… -sonrió con las mejillas rojas.
Laufey sonrió también sonrojado. Se entendieron y amaron en ese lugar tan caótico, la separación les dolía, pero era necesaria, pronto estarían juntos, Laufey exigió un guardia para su viaje, pero no pudo ser el cambio tan rápido, pasaría un mes o dos para que pudieran liberarlo, ya que la revuelta de los Cipayos parecía estar por explotar.
El capitán del barco le pidió a Odín que bajara, ya era hora de salir del puerto.
-N-no por favor… -Laufey se aferró a su uniforme, pero el Capitán tosió molesto para que el militar lo dejara ahí.
-Bien… Toma… -El militar se quitó el saco y lo abrigo con este.- Deberás cubrirte bien… Dicen que las aguas del sur de África son frías… -Le dijo y sonrió
Laufey se cubrió con el saco y le sonrió también. No se pudieron despedir con un beso como quisieron, solo un movimiento de manos y así el barco se fue alejando del muelle y de Odín. Laufey solo se recargo en el barco para llorar, sabía que no lo vería en mucho tiempo o tal vez nunca en su vida.
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Después de un par de horas del fallecimiento de Odín, Laufey por fin se levantó cuando Frigga le ofreció un poco de té caliente, quería hacerle tantas preguntas, pero verlo igual o más destrozado que ella, la hizo callar. Thor y Loki habían ido a conseguir un sacerdote y un lugar donde sepultarlo, mientras Balder consiguió una caja.
-¿Sabes…? No me sorprendió que se casara… -Comento Laufey, su voz era tan elegante que rápido le hizo sonreír a la mujer
-¿No?
-No… Él siempre fue un caballero… Muy guapo… -El Conde volteo a verlo y suspiro.-Imagino que fueron felices…
Frigga sonrió y asintió
-Dos hijos y una granja… -El Conde le acaricio el pecho a Odín y se levantó, ya no temía demostrar el amor.- Se dieron una gran vida… ¿No?
Frigga no sabía cómo tratarlo, el Conde miraba toda la habitación, hasta que se topó con una medalla que le dio la reina a Odín por su servicio, la acaricio y suspiro.
-Creo que estoy molestándote… -Comento y la mujer solo sonrió
-No… Para nada… -Contesto la mujer tranquila.
Laufey asintió.
-Podría ayudarles si no tienen dinero… -Dijo bajando su rostro y acariciando la foto de la boda de la pareja.-Tengo dinero y tierras… No me molestaría…
-M-mis hijos me ayudan… Además… Creo me iré a vivir con mi Balder… No tendría valor para quedarme sola en esta granja…
Laufey volteo.
-Véndemela… Y déjame sepultarlo aquí… -Pidió muy serio, a lo que la mujer asintió
-Dudo los muchachos quieran este viejo lugar…
-Lo se… Ellos deben tener su vida en la ciudad…
-Si… -Sonrió la castaña y suspiro.- Gracias…
-¿Por qué?
-Por venir… Mi marido… Te busco tantas veces… Pensé que estaba loco pero… Verlo aquí y que por fin pudo “cerrar” ese ciclo… En serio lo aprecio mucho… -Dijo la castaña y le sonrió cálida.
-V-vine por una casualidad… Loki y Thor… Son “buenos” amigos… -Le sonrió.
Pero la plática de sus hijos, se vio interrumpida por la entrada de Balder.
-Madre… Ya estamos listos… -Dijo y suspiro.- Vestiré a papá con su uniforme…
-Déjame ayudarte… -Dijo la mujer y el Conde solo hizo una reverencia para salir de ahí, hacia la cocina donde Thor tomaba café con Loki
Los miro muy severo como siempre, pero con un poco menos de ganas de matarlos.
¿Sus sentimientos cambiaron por la pérdida de Odín?
O… ¿Seguiría…?
-Loki… Comprare esta propiedad… -Le anuncio a su hijo, lo que extraño a Thor.- La señora muy tranquila la ofreció… -Le dijo a Thor, quien solo apretó el diario en su bolsillo.
-Si ella no se opuso… Esta bien… -Comento el rubio, esperando ganar algo de simpatía frente al Conde, pero este solo lo miro y asintió.
Afuera tres hombres hacían un hoyo para poder enterrar al viejo soldado, Laufey los miro por la ventana y puso su mano en su pecho, su corazón se aceleró, no estaba resignado a perderlo, por eso compraría ese lugar, para convertirlo en una casa, vivir ahí solo y tal vez convivir con el fantasma de su amante.
¿Alguien podría entenderlo?
Estaba convencido que no.
Nadie nunca podría comprender su amor y desesperación.
Después de unos minutos, metieron la caja a la casa, acomodaron a Odín dentro de ella, Thor se acercó con el diario, lo iba a acomodar en sus manos, pero Laufey corrió y se lo arrebato.
-¡E-esto es mío! –le grito y después miro a Odín con lágrimas en los ojos, se fue al cuerpo para abrazarlo de nuevo- ¡Te odio! ¡¿Por qué estas necio en alejarme de ti?! –Le reclamo golpeando su pecho, pero no obtuvo una respuesta.
Thor y Balder lo alejaron del cadáver y cerraron la caja.
-N-no te vayas… Maldito viejo… -Loki fue a abrazar a su padre para calmarlo, sabía que no se llevaban bien, pero lo entendía, el estuviera igual o peor, si Thor fuese el que estuviera dentro de una caja a punto de perderse en el interior de la tierra.
Después de un par de palabras del sacerdote, la caja fue bajada con lentitud y la viuda, al lado de Laufey, dejaron caer un poco de tierra sobre Odín.
-Espérame… Yo te buscare cuando sea mi momento…-Dijo el Conde y cuando cubrieron toda la caja, se dio la vuelta para buscar su caballo e irse solo, el solo apretaba el diario contra su pecho, era lo único que le quedaba y se aferraría a eso hasta que no pudiese más.