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Del amor al odio tan solo hay un paso por Anime97

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Notas del capitulo:

Siento haver estado tantisimo tiempo sin subir capi, pero he decidido reanudarlo y seguir con las historias que tengo empezadas, dicho esto, aqui les dejo el cpitulo cuatro, que lo disfruen.

Una vez el coche los hubo dejado en la puerta, el castaño cogió en brazos al pelirrojo, ya que seguía dormido, lo entró en la casa y lo tumbó en el sofá para salir a pagar al taxista el dinero por el viaje. Después de pagar volvió a entrar en la casa, encontrándose en el salón por su amigo desperezándose sentado en el sofá.

-          Oye, ¿Qué es lo que ha ocurrido hoy? no entiendo nada…

-          Yo… Matty…

-          Oh no… ¡Light yagami! ¿Qué has hecho?

-          Matt, enserio, no puedo explicártelo todavía…

-          ¿Y cuándo podré saberlo?

-          No lo sé, pero, necesito tiempo para poder contártelo, de veras, sabes que todo lo que hago es siempre por tu bien. –En ese momento sonó el teléfono móvil de Mail.

-          Mihael me está llamando…

-          Dame el teléfono Mail… es mejor que hable yo con él. –El pelirrojo no tuvo objeción alguna y le cedió el móvil a su amigo, contestando este tras recibirlo.

-          Mira tío, no sé cuántas veces tengo que decirte qu…

-          Hola, disculpa, ¿eres Mail Jeevas? –Esa voz no le resultó conocida al castaño, por lo que dejó el mal humor de lado y contestó un poco más cortésmente.

-          Si este es su móvil, ¿Ha ocurrido algo?

-          Es Mihael Keelh, soy Yuki Keelh, pensé que le gustaría que le informase de que Mihael está en el hospital y le gustaría verlo.

-          ¡¿En el hospital?! ¿Ha pasado algo grave?

-          Es una larga historia, preferiría no contar los detalles por teléfono…

-          Si disculpe, nos acercaremos más tarde.

 

Tras decir esto despedí la llamada y le expliqué a Mail lo que el interlocutor me había comunicado. Él se puso algo nervioso, pero escuchó hasta el final, y ambos decidimos que lo mejor sería ir a verlo al hospital.

Al día siguiente cogimos el coche y conduje hasta la clínica en la que estaba ingresado Miahael, entramos y preguntamos a la recepcionista cual era la habitación.

Una vez frente a la puerta pedimos permiso para pasar y un hombre apuesto de pelo rubio como el oro nos abrió la puerta dándonos la bienvenida, a lo que al instante reconocí en el la voz de la persona que había llamado la noche anterior.

-          Señor Keelh, sentimos lo que haya podido ocurrirle a su  hijo. –Mihael estaba dormido por la anestesia, así que no podía saber que estábamos aquí, Mail detrás de mí entró al cuarto corriendo al ver a Mihael en la cama.

-          ¡Mihael!

-          ¿Quién es este chico? –Me preguntó el padre de Mihael.

-          Él es Mail Jeevas, ayer fui yo quien contestó la llamada, disculpe la confusión.

-          No pasa nada, parece que se preocupa mucho por Mello…

-          ¿Mello? –Preguntó Mail nervioso todavía por el desafortunado reencuentro.

-          Bueno, es un mote que le puse a mi hijo de pequeño, aún sigo llamándole así, al fin y al cabo es mi Primogénito.

-          ¿Usted tiene más hijos señor Keelh?

-          Sí, tengo un hijastro, es el hijo de la mujer con la que me casé al divorciarme de mi esposa, la madre de Mihael, el pequeño se llama Nate, aunque Mello nunca se ha llevado bien con él, siempre han rivalizado mucho… –El padre de Mihael tenía alrededor un aura nostálgica, y daba la sensación de que en cualquier momento podría romper en llanto. Sin embargo en ese momento Mihael pareció estas despertando de su siesta.

-          ¿Pa…dre?

-          Mello… Tienes visita. –Dijo el hombre con una voz dulce y cariñosa.

-          ¿Visi…ta? –Todavía le costaba hablar por la anestesia.

-          Mihael… –El rubio reconoció esa voz al instante, era la voz de su querido Mail, pero no podía creérselo después de ver como el castaño se lo llevaba de su casa.

-          Mail… ¿De…verdad…eres…tú?

-          Si Mihael, soy yo…–El pelirrojo se acercó a la cama del hospital para poder sujetar la mano de su querido rubio, el cual tenía la cara casi morada y llena de moratones.

-          Me…hace…feliz…que hayas…venido. –dijo el rubio intentando formar, con algunas dificultades debido a la anestesia, una sonrisa en su rostro.

-          Será mejor que los dejemos solos, así podré explicarte la situación más detenidamente fuera…–El señor Keelh acompañó a Light a la salida y lo invitó a tomar un café en la cafetería del hospital, mientras le contaba lo ocurrido Mail y Mihael hablaban en la habitación.

-          ¿Mihael, que ha pasado?

-          Yo… Siento mucho…como… me he estado… comportando, nunca quise… hacerte daño… pero las cosas… se me fueron… de las manos.

-          Mihael, yo… lo siento también, todo fue mi culpa, si por lo menos hubiese podido hacer algo por ti…–Conforme iba hablando el pelirrojo comenzaba a empezar a llorar, lo cual destrozaba poco a poco al rubio, que le acarició la mejilla y le secó las lágrimas.

-          ¿Podrás perdonarme?

-          Tengo algo…que contarte, y es…muy importante… que me escuches, pero tendrás… que esperar… un poco… a que pueda… hablar mejor.

-          De acuerdo, a partir de ahora vendré a verte cada día hasta que te recuperes…

-          Eso… me hace feliz…–El rubio se volvió a quedar dormido inevitablemente. Y el pelirrojo se quedó sentado haciéndole compañía y viéndolo dormir durante un rato hasta que el padre de Mihael y Light volvieron a la habitación.

Notas finales:

Espero que les haya gustado si es así como siempre pido dejen Review para saber que les ha parecido, nos vemos en el siguiente capitulo ;)


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