Capítulo 2: “de onnegata a chico de imekura”
-…Len-kun.
-…Len-dono.
Solo por su actitud y palabras me di cuenta de que ellos me habían amarrado y que no pasaría una buena noche.
Gakupo se puso entre mis piernas y me levanto el camisón hasta mis costillas:
-te ves realmente muy bien vestido domo una chica, eres realmente muy sexy. Desde que te vi vestido así me has excitado, hoy por fin sentiré como es estar en tu interior, algo que siempre he soñado.
Las lágrimas resbalaban por mis mejillas, mientras el me desgarraba mi ropa interior.
Me levanta mi pelvis hasta colocarla sobre sus rodillas levantas hasta la altura de sus hombros… lamio su dedo índice y rodea mi entrada hasta que lo introduce, lo mueve en mi interior: sacándolo e introduciéndolo… sentía un dolor insoportable, sin poder hacer nada, solo me trato de retorcer… cuando el dolor estaba mitigando, siento como saca su dedo y al ver que lame otro dedo más muevo mi cabeza, negando que haga eso de nuevo, solo me ve y sonríe, metiendo nuevamente los dedos dentro de mí, esta vez deja de doler más rápido, pero los movimientos eran tan lentos que era una tortura… pero luego fueron más rápidos; los metía, sacaba y abría, en forma de tijeras… solo podía llorar.
Ya los sacaba de nuevo y no podía pensar que ellos eran mis compañeros a los que conocía desde que tengo memoria… ¡¡¡no pueden ser los mismos!!!
Lame tres dedos y los introduce, duele de muerte, es mucho, siento como si me estuviese partiendo, los mueve, los saca, los introduce y los abre en mi… los movimientos eran lentos, unos momentos al parecer se le hizo más fácil, porque los movía de forma más rápida e intensa; me sentía tan indefenso y expuesto…
Se me hacía raro que fuese un dolor tan grande al principio y luego se sintiera tan bien…
(lo sé, era muy inocente… hasta ese día ¬///¬)
Yo ya no tenía más lágrimas que derramar y gemía mucho cada vez que introducía sus dedos en mí, él tenía una gran sonrisa en sus labios cuando al parecer termino su trabajo, giro en mi por última vez sus dedos, haciendo que cerrara con fuerza mis ojos y soltara un gemido que la maldita mordaza ahogo para mi suerte y dijo:
-ya estas dilatado, ahora te lubricare…
No sabía si lo hacía porque era necesario o solo para torturarme…
Levanta mi pelvis nuevamente, esta vez hasta la altura de su boca, su lengua era una fuente de placer y dolor cuando se introducía y giraba dentro de mí, se sentía raro y húmedo…
-estás listo, Len-dono.
Bajo mis cadera hasta que mi espalda que do apoyada en sus rodilla y sentía su erección en mi trasero, me sentí incómodamente ansioso; no podía hacer más que mirarlo con horrorizada confusión (N/A: no se acaso eso existe XP).
-quiero que tú nos pidas, nos supliques que te lo hagamos; Len-dono.
Sentí un gran alivio cuando él dijo eso, porque yo pensaba que nunca diría eso (cuan equivocado estaba).
Pero al terminar de decir eso el empezó a tocar mi cuerpo, me retorcía, porque mi piel ardía donde sus manos me tocaba y rozaban nuestras pieles, mi cuerpo entero se estremecía de deseo cuando sus manos rozaban mi genital, cuando Kaito apareció frente de mi (no sabía si había estado mirando en algún punto ciego de mi campo de vista o había llegado recién de algún otro lugar), y me saco las esposas de mis muñecas y la mordaza de mi boca…
Pero yo no podía gritar, solo podía gemir y jadear en busca de aire, dentro sentía mucho calor y deseaba que me tocara más.
Cuando nuevamente Gakupo me roza (esta vez intencionadamente) mi genital ya erecto, mi cuerpo se estremece y aprieto las sabanas soltando un gemido/grito de placer:
-¿te excita que te toque aquí?-nuevamente lo roza, sonriendo de forma perversa.
-¿en… en qu-que estas… pensando?-la pregunta fue un quedo gemido bajo.
-nada… pero me pregunto: ¿Qué pasaría si lo toco… demasiado?
¡no…!
Demasiado tarde replico su pregunta… pues Kaito había desatado las esposas de mis tobillos(no se en que momento) y Gakupo rápidamente me voltea quedando boca-abajo con mis brazos a los lado y las piernas extendidas y abiertas…
Gakupo estaba arriba mío y me frotaba de forma sincronizada mi miembro y pezón… no sabía que fuese sensible en tales zonas, pero el placer que sentía me hacía jadear y gemir mucho, mi genital cada vez s endurecía más y más… mientras me excitaba aún más al sentir su erección en mi trasero y saber que Kaito estaba viéndonos… no sabía que fuese tan pervertido, aunque atribuía al momento todas aquellas sensaciones y no a mi extraña mente de joven.
Cuando después de un momento haciendo aquello, y Gakupo ya se había entretenido con mis dos pezones los cuales estaban doloridos de forma exquisita y erectos, me voltea y me besa de forma apasionada, su lengua se enredaba con la mía y recorría cada centímetro de mi boca; esto solo consigue que me excite aún más y sienta que el final de mi resistencia estaba cerca.
No contento con esto el baja sus besos y lame mi cuello, siento que besa cada vez más fuete en algunos lugares como mi yugular y me estremezco… luego sigue recorriendo lamiendo cada centímetro de piel, llega a mi pezones y empieza a lamer y succionarlos, no sabía en qué momento sus manos se habían alejado de mi miembro y me acariciaban las caderas y muslos, con su cadera cerca de mi entrepierna… cuando una acción inesperada suya hace que suelte un gritito de doloroso placer:
-¡¡¡ah!!! ¿¡Que… que estás haciendo!?-le pregunto… pues el muy maldi** me había mordido mi pezón.
Sin decir nada continua mordisqueando mi pezón, cuando empieza a frotar su erecto miembro con el mío… jadeo una y otra vez, corrientes eléctricas de placer recorren mi cuerpo sin cesar, gimo fuertemente hasta que sucede lo inevitable…colapso.
-¡¡¡¡¡¡AH…AHHHH!!!!!!-grito fuertemente.
Me corro y Gakupo complacido también se corro, quedamos con nuestros pecho manchados, y mi cuerpo temblado de forma incontrolable y débil queda aplastado por el de Gakupo.
-¿en qué piensas?... yo solo en cuantas formas estarás gimiendo mi nombre-me dice de forma sucia y sensual.
-yo… yo solo es… estoy pensando en un reciente deseo prohibido.
-cuál es ese deseo-me pregunta sonriente… a él siempre le gusta cómo me expreso.
Ya preso de la lujuria, la pasión y el deseo anudo mis piernas a su cadera, rozando de nuevo nuestros miembros, mientras le daba un profundo y caliente beso; perdiendo de forma abrumadora y penosa contra mi decencia…
Jadeando por el beso que robo nuestro aire le digo pervertidamente:
-el deseo de entregarme entero a ustedes, desde la forma más inocente hasta la más pervertida… de ser suyo de todas las formas posibles… ser su esclavo sexual y ser el único que ocupe el lugar debajo de ustedes en sus camas… ese es el único deseo que tengo.
-ese deseo se puede realizar con solo unas palabras que tus labios acaricien. Todas las noches que desees, solo dilo…
No le deje decir nada más, acerque mis labios a su oído… y le susurre de manera delicada:
-hazme tuyo… háganme suyo, por favor… se los ruego, penétrenme de una vez… hagan lo que deseen conmigo… ¡¡¡pero háganlo rápido!!!-y muerdo suavemente su lóbulo, provocando un escalofrío en su cuerpo y una excitación en su entrepierna.
Desde allí supongo que podemos imaginar lo que me paso…
Me desnudaron totalmente, viendo con deseo y lujuria mi cuerpo, provocando que el libido me subiera nuevamente excitándome nuevamente… me besaron todo mi cuerpo, mis labios hinchados pero deseando más besos, y ellos me complacían besándome de forma frenética, son importarles el aire que nos apretaba el pecho cada vez que me besaban.
Toda la noche me penetraron bestialmente, saciando este deseo, el deseo que no existía antes de esta noche, toda la noche con Kaito y Gakupo… solo son ellos dos.
Ya eran las 07:30 y ellos después de un gran orgasmo, se habían quedado inmóviles, había quedado con ellos dentro de mí: eso me impedía moverme, sintiéndolos dentro mío cada vez que me movía, haciendo que ahogara gemidos.
Me levanto lentamente, me dolía mi cadera a morir, casi caigo varias veces, con mucho esfuerzo y mis piernas temblando llegue al baño… me sentía sucio…
Realmente sucio; así estaba… manchado y humillado… Estaba roto y sucio.