CAPITULO 3 CAMINO A CASA
Loki al salir de su clase especial al pasillo y no es que necesitara de las clases, pero en realidad nunca le gustaba regresar a su casa. Así que prefería quedarse hasta el final de todas las clases aun que viera cosas que ya sabía. Y agradecía a Steve y Tony por acompañarlo, reconocía que para Tony era una tortura que le repitieran una y otra vez cosas que ya sabía, pero gracias a Steve todo era más calmado. Pero como se habían conocido hace años en esas mismas clases era como una especie de protocolo para ellos seguir asistiendo así que caminaron despacio a la salida.
- Así que serás niñera.
- No seré niñera, Tony.
- Vamos Loki. Te pagara para que estés con él.
- Eso suena mal, Tony. – reprendía Steve.
- Corrección me pagara para que le ayude a meter algo en esa cabeza que parece llena de aire. – decía Loki con arrogancia. – Porque si me pagara con estar con él. No lo aceptaría.
- Tal vez ese cabello rubio le ha cocido el cerebro.- dijo Steve, sorprendiendo a ambos chicos por el comentario. Y empezaron a reír. Una genuina sonrisa se dibujó en los labios de Loki.
- ¿Y a ti no?- Tony le daba un codazo leve en las costillas a Steve.
- El mío es castaño-rubio claro natural.
- Oh, disculpe usted. Entonces dices que él se lo tiñe. Acaso le has visto de otro color, me pregunto si fue esa vez que entraste en el baño detrás de él. ¿Debí haberme metido también?
Y la discusión rara y sin sentido hizo reír más a Loki. Porque siempre decían cosas en doble sentido.
- Pero ¿porque puedes que aceptar su dinero?
- Por qué él no me lo está regalando, Tony.
- Yo solo quiero ayudar.
- Sabes bien que no me gusta eso.
- Entendemos que quieras ahorrar Loki, pero también nos preocupamos por ti. ¿Por qué no dejas que te ayudemos? – le decía Steve con una ligera sonrisa en el rostro.
- Chicos ustedes han hecho mucho por mí, me gustaría ganar un poco de dinero por mi cuenta. El dinero que tengo apenas y es suficiente.
- Mientras no te vendas.
- ¡Tony!.- reprendía Steve.
- ¿Qué? Si te llegaras a vender aquí hay unos buenos compradores. – bromeaba Tony mientras le giñaba un ojo y pasaba su brazo alrededor de los hombros de Steve, llegando a la puerta, deshizo el abrazo.
- Adiós, campanita. – dijo Loki ignorando el ultimo comentario. Conocía a Tony desde hace bastante tiempo y reconocía sus burlas, como para molestarse por eso.
- Adiós, niñera.
- Paren. Adiós. – Steve fue el único que le dedico a Thor un movimiento de cabeza como despedida.
Thor vio como estos dos subían a un carro lujoso, seguramente de Tony. Y se marchaban.
- ¿Campanita? ¿Niñera? – cuestiono Thor cuando los jóvenes se perdieron en la distancia.
- Te voy a ayudar con tus deberes. No a platicar de mi vida. – decía mientras retomaba su conducta seria. Si bien iban a pasar tiempo juntos, no quería decir que ya fueran amigos. Pero podría divertirse con el grandote, después de todo, sabía que Thor era una persona bastante amable que le gustaba hacer amigos, y aun que no pensara en hacerse amigo de él, siempre era divertido tomarle el pelo a las personas ingenuas.
Thor no dijo nada más. Si quería ayuda debía mantener su distancia, en sus asuntos personales al parecer.
- Me gustaría llegar a mi casa antes de que sea navidad. Así que si te pones a caminar será más rápido.- escucho la voz mordaz de Loki. Ahora entendía el por qué no se llevaba con más gente.
El joven rubio comenzó a caminar, pasando frente a Loki para mostrarle el camino. Ya que el pelinegro dijo que prefería caminar a tomar el bus, Thor no entendía el por qué pero avanzo. En el camino, parecía que estaba solo así que se puso a pensar. ¿Sería la actitud del joven pelinegro la que alejaba a las personas? Pero si fuera así ninguno de esos dos seria su amigo. ¿Por qué lo eran? ¿No? Ambos sujetos no eran tan cerrados como aquel que ahora iba a su lado. Recordaba a Tony y a Steve en algunas de las fiestas, escolares, pero nunca a Loki. Podría ser que en realidad al pelinegro no le gustaran las fiestas o simplemente quisiera alejar a todos ¿Pero por qué seria? ¿acaso no le gustaba convivir con las personas?
Mientras Thor se llenaba la cabeza con preguntas de su nuevo “maestro” en verdad quería hablar, no era de los que se quedaba en silencio mucho tiempo. Así que lo hizo.
- Lamento no tener carro. Mis padres me lo suspendieron, por aquel incidente hasta nuevo aviso.
- Me preguntaba cuanto tiempo tardarías sin hablar. Lo hiciste bien por dos cuadras. Después de la escuela. Te felicito. – decía con su tono burlón. - Y no hay inconveniente yo camino a mi casa todos los días.
La verdad Loki estaba esperando el momento de que el mayor hablara, siempre lo había visto conversando hasta por los codos, así que se preguntaba que tanto tiempo se tardaría en hablarle a pesar de comportarse groseramente.
- ¿Así?- pregunto algo sorprendido. Era algo de él que le decía por cuenta propia y no lo desaprovecharía.- entonces cuantas cuadras caminas antes de llegar a tu casa.
- Después de la tienda “Howard” unas dos manzanas.- un poco de información no haría daño.
- Oh. Si está retirado. Esa tienda está a cinco minutos de mi casa. Así que probablemente pases por mi casa todos los días.
- Tal vez. Nunca me fijo donde paso. – eso era algo falso, el sabia donde vivía exactamente. Después de todo Thor Odison era algo popular y la ciudad no era exactamente tan grande.
- Pero, ¿no existe una ruta que te deje en menos tiempo en tu casa? – el rubio quería seguir obteniendo información, aunque esta fuera mínima.
- Sí. Pero me gusta caminar. – mientras se encogía de hombros restándole importancia.
- Si te lo permiten tus padres. Está bien. ¿Cuánto tardas caminando?- y el rubio no vio como el menor se tensaba mínimamente ante sus palabras.
- Dos horas y media. – respondió secamente. Pasando desapercibido nuevamente.
- Oh. Es mucho. ¿Siempre llegas tarde? ¿No te dicen nada? – quería saber más, en verdad, una parte de él le insistía que debía seguír conociéndolo
Thor se quedó callado esperando, miro a su lado para ver a Loki, quien no le daba respuesta alguna.
- No. - Respondió finalmente después de un rato.
Y ya no hablo por otra cuadra ya que sentía que había metido la pata. Ese sencillo “no” tenía algo que no identificaba. Y lo puso tenso.
- Como soportas caminar todos los días. Ya me duelen los pies.- decía Thor en modo de berrinche al darse cuenta que desde que se hubiera quedado callado su acompañante entro como en otro mundo. Uno donde él no tenía cavidad y no le gustaba.
- Y se supone que aquí el fortachón eres tú. – Loki se burlaba, sin ni siquiera voltear a verlo, su actitud de hasta hace un momento desapareció tan rápido que Thor se sintió confundido.
- Si pero no me gusta caminar.- respondía intentando sonar normal, y no viera su desconcierto.
- Bueno es tu casa, tú dime cuanto falta para llegar.
- Solo una cuadra más.
- Ya está, son como siete casas. Así que como no te gusta caminar correr te parecerá mejor, te propongo algo. Si me ganas hoy es gratis y si yo gano me darás veinte dólares más.
- ¿Qué? De que hablas.
Thor no pudo preguntar más ya que vio a Loki salir corriendo en línea recta. Y entendió de qué se trataba. Por un momento quedo en shock, Loki corriendo era algo que no se esperaba ni en un millón de años así que cuando salió de su asombro, salió tras él. Gritando que no había aceptado aun.
Recuerden que este es mi mundo y yo hago lo que quiera, a pesar de todo a Loki le gusta divertirse como un niño, inocentemente. Entenderán después. Además que por alguna razón me gusta Loki como un niño tierno: 33 o algo parecido jajajaja