::::::::::::::::: Hiroki :::::::::::::::::
Ya habían pasado algunas semanas desde que conocí al mocoso. Todos los días el mocoso iba a la escuela que se encontraba en la ciudad y cuando regresaba, ayudaba en el orfanato, cuidando de los niños.
Se ve que los niños le tenían mucho aprecio, todos lo veían como si fuera un hermano del cual confiar, supongo que es por su manera de ser tenía muchas cualidades de Zadquiel, pero aun así no me fio nada de él, no entiendo como un mocoso puede cargar con esa responsabilidad.
Nowaki: - Hiro-san~ ¿me oyes?-
Hiro: - ¿Ehhh? ¿qué decías?... un momento no soy hiro-san, ¡me llamo Kamijo! ¡A ver si lo vas aprendiendo de una vez!-
Le grite mientras le daba un golpe en la cabeza.
Nowaki: -Waaa… Hiro-san eso duele, pero… tardaste más en reaccionar que de costumbre, ¿te pasa algo malo?-
Hiroki: - No es nada-
Dije volteando hacia otro lado, note como la luz del atardecer se filtraba entre los árboles, por lo que debería anochecer dentro de poco…
Hiroki: - Mocoso ya te deberías de ir, va a oscurecer pronto. –
Nowaki: - Está bien… pero promete que vendrás mañana…-
Hiroki: - ¿Por qué tendría que prometer algo?-
Nowaki: - ¡¡¡¡ Por favor!!!!-
Dijo con una carita de perrito que a todos convencería menos a mí… bueno tal vez si…
Hiroki: - Tratare…-
Nowaki: - ¡Yay! ¡Hiro-san lo prometio!-
Hiroki: - ¡No es cierto dije que trataría, no es lo mismo que vendría! -
Nowaki: - Bueno es un avance supongo…-
Se levantó dándome una sonrisa. Y se fue rumbo al orfanato. Yo igual me levante y fui rumbo a mi departamento. Hacía días que había sucedido lo de Misaki y Usami estaba de muy mal humor en el cielo, lo sabía porque había algunas veces que me llamaba para quejarse y preguntarme que sabía de Misaki. ¡Cómo se supone que yo lo sepa!.
Mi departamento quedaba en el centro de la ciudad por lo que estaba algo alejado, sin embargo tenía un coche, no uno súper deportivo, pero… con eso me bastaba.
Llegue un poco tarde y lo único que quería hacer era descansar, así que tome un baño con agua caliente para relajarme y poder dormir tranquilo, sin embargo eso me fue imposible ya que no tenía sueño, muchas cosas rondaban por mi cabeza, los demonios se suponen que atacaron a Misaki porque fue al único al que descubrieron, pero atacarían a los demás tarde o temprano.
Podría ser contraproducente eso de permanecer cerca de ellos, los poderes de ellos estaban sellados y así que eran difíciles de rastrear, pero el de nosotros no tanto, admito que lo suprimimos lo máximo posible pero tal vez… no sea suficiente.
Y qué pasaría si descubrieran al mocoso y se le hicieran daño… le juro que le arrancaría la cabeza a cualquiera que… ¡UN MOMENTO! ¿¡por qué supone que me tengo que preocupar por un humano!?, ¡JAMAS!.
Al día siguiente tuvimos muchas cosas que hacer debido al ataque de Inujin por las mañanas, antes que saliera el sol nos encargábamos de investigar por toda la ciudad de una pista que nos pudiera decir el paradero de los demonios, pero nada… Ni un maldita pista.
Terminamos nuestras rondas y después fui a mi departamento, a descansar un rato o mejor dicho a terminar de dormir. Me volví a despertar a las 5 pm. Había dormido más de lo planeado.
¡Rayos! El mocoso. Me levante rápidamente tome mis llaves y me fui rumbo al orfanato, al llegar al árbol donde siempre nos reuníamos, lo vi sentado echo una volita.
No sé porque pero me entristecí al verlo así, me acerque despacio con cuidado de no hacer ruido, y puse una mano en su hombro, él voltio su cabeza lentamente, y me miro con sus ojos llenos de lágrimas.
Hiroki: ¿Hey, que pasa?.-
Dije agachándome hasta quedar en el mismo nivel que él, sin previo aviso se tiro encima de mi abrazándome.
Nowaki: - Pensé que no vendrías, tu no me abandonaras como lo hicieron ellos, ¿verdad?-
¿ellos? Tal vez se está refiriendo a sus padres…
Hiroki: - No lo hare… No me iré a ningún lado, hey ¿A dónde quedo el niño fuerte que siempre me recibe?-
Dije tratando de hacer que sonriera o por lo menos que dejara de sollozar al parecer funciono, un poco…
Nowaki: - Perdón… es que me da miedo quedarme solo…-
Hiroki: - Tú no estás solo, tú tienes a todos los del orfanato, y a tus padres puedes ser que no los veas pero estoy seguro que ellos te están protegiendo, además… me tienes a mi supongo…-
¡no puedo creer lo que acabo de decir! Y al perecer Nowaki igual creía lo mismo porque solo me miraba con los ojos bien abiertos, de la nada se empezó a reír…
Hiroki: - ¡Hey!-
Dije sintiendo como me ponía rojo.
Nowaki: - Lo siento Hiro-san, es que… JAJAJAJA, se ve tan tierno.-
Hiroki: - No digas estupideces mocoso.-
Nowaki: - ¡Pero es verdad!-
Hiroki: - Mocoso!-
De la nada se me volvió a tirar encima y ¡Me beso! ¡El mocoso me beso!. Lo separe inmediatamente y volví a sentir como me pose rojo.
Hiroki: ¿¡qué crees que haces!?-
Nowaki: - ¿Besarte?-
Hiroki: - No eso está mal, ¡no puedes hacer nunca más!-
Nowaki: - ¿Por qué?, se supone que eso se hace con la persona que amas, ¿No?, me lo dijo la sensei de la guardería.-
Hiroki: - ¡si!, Exacto por lo tanto no debes hacerlo conmigo, debes esperar hasta crezcas y encuentres alguien que te guste. Y tampoco se debe hacer entre dos hombres!.-
Nowaki: - No quiero, yo amo a ¡Hiro-san!.-
Hiroki: - Eso está mal.-
Nowaki: - ¡En la guerra y en el amor todo se vale!.-
Hiroki: - Aun eres muy joven, ¡idiota mocoso!, ya vasta vete a cuidar de los niños.-
Dije todo enojado, acaso estaba loco, no podía permitir que la mente de un niño y muchos menos de un futuro arcángel tuviera esos pensamientos, tan… tan… ¿extraños?.
Nowaki: - Promete que vendrá mañana, si no, no voy a ninguna parte.-
Hiroki: - Yo… *suspiro* bien…-
Nowaki: - Te estere esperando…-
Dijo mientras se iba. Llegue a mi departamento, ese idiota en que pensaba, ¿que él me ama?, muy joven, demasiado joven, eso es imposible.
Pero, por alguna razón, muy pero muy en el fondo de mi corazón me alegraba un poco que pensara en mi… Maldito Urahara, ya me contagio lo del sentimentalismo humano.
Al día siguiente hice lo normal de todas las mañanas… Excepto que todo cambio a la hora de ir a ver al mocoso…
Iba a comprar algunas cosas en el supermercado para después ir con el mocoso, cuando al momento de entrar algo capto mi atención. Un chico de unos 20 años con el cabello plateado y ojos rojos salía al mismo tiempo que yo entraba. La sensación que me causo era un repugnante como si por inercia nos repeliéramos, al parecer el sintió lo mismo ya que solo se me quedo viendo mientras pasaba, pero no duro mucho el siguió con su camino y yo con él mío.
Al salir de hacer las compras me dirigí a mi auto como cualquier persona, pero lo que me encontré ahí me sorprendió, el mismo chico de antes estaba recargado sobre mi auto viéndome con una sonrisa divertida en su cara.
¿?: - Vaya, vaya… miren quien tenemos aquí si el arcángel Jofiel, jajaja así que eras tú.-
Hiroki: - No crees que es una desventaja para mí, no se quién eres.-
Pero si puedo decir que no eres exactamente un humano.
¿?: - Mmmm… pero si puedes decir quién soy yo…-
Hiroki: - Un demonio por supuesto, pero me refiero a tu nombre.-
¿?: - AJAJAJA soy Mammon, y por cierto he notado una presencia estos últimos días afuera de la ciudad, y al parecer coincide con la tuya, no será que escondes algo, Jofiel.-
Me quede como piedra, no puede saber de la identidad del mocoso aun cuando sepa a donde este. Esto se está volviendo muy peligroso…
Mammon: - al parecer estoy en lo correcto… no me interesa el mocoso que escondes, por ahora….-
Y desapareció, es como me lo imagina ellos no podían rastrearlos, sin embargo a nosotros si, permanezco más tiempo con el mocoso, lo encontraran, y eso no puede ser.
Como pensé lo mejor será cuidarlo desde las sombras y no acercarme mas a él, es lo mejor tanto para su salud mental como para que este a salvo… Sin embargo ¿Por qué duele tanto?.
:::::::::::::::::::::: NOWAKI ::::::::::::::::::
Como todas las mañanas fui a la escuela y al regresar ayude con los niños, estaba muy nerviosos y no podía dejar de pensar en lo que le dije a Hiro-san, en verdad lo sentía, bueno al menos eso creo… Pero Hiro-san se enojó por lo que le dije, bueno al menos me vendrá a ver hoy en la tarde….
Pasaron las horas jugando con los niños hasta que lego la hora de nuestro encuentro, fui corriendo al árbol con mucha emoción de verlo, no me importaba si él aun seguía enojado, me agrada solo permanecer a su lado…
Pasaron una, dos, tres… hasta cinco horas y Hiro-san no llegaba… y nunca llego… Me canse de esperarlo y con resignación y una gran tristeza me fui al orfanato ya que tardaba más de seguro llamarían a la policía…
Miles de escenarios pasan por mi mente, Hiro-san nunca faltaba a una promesa, aunque dijera que él no prometió nada, él era muy bondadoso, una persona de muy buen corazón aunque se trate de hacer el fuerte y parezca un cascarrabias, estoy seguro que en realidad es una persona muy frágil que se preocupa por los demás… Ese es el Hiro-san que conozco… y que quiero…
En la noche no pude dormir, afortunadamente nadie se di cuenta de ello ya que no compartía el cuarto, y cuando lo hice me quede profundamente dormido, hasta que sentí una mano que me acariciaba la cabeza, abrí lentamente mis ojos y ahí estab Hiro-san, sentado a un lado de mi cama, con unas hermosas alas en su espalda sonriéndome tiernamente, al parecer no se había dado cuenta de que estaba despierto…
Nowaki: - Hiro-san… ¿Por qué no llegaste?...-
Murmure quedadamente, pero aun así en mi voz se podía escuchar reproche y tristeza, Hiro-san abrió los ojos sorprendido, pero aun así siguió acariciando mi cabeza de una manera tranquilizadora….
Hiro-san: - Shhh!... cállate y duérmete mocoso…-
Había algo raro en él, agarre su mano libre.
Nowaki: - No me dejes hiro-san…-
Dije esas palabra sin pensar, pero sentía que tenía que decirlas, por alguna razón sentía que nunca volvería ver a Hiro-san…
Hiroki: -No lo hare…-
Nowaki: - Prométemelo…-
Hiroki: -Lo prometo… y lo siento…-
Nunca volví a ver Hiro-san.
Ya había pasado muchos años y ahora era un doctor, específicamente pediatra, sin embargo el hospital estaba abarrotado de personas debido a un fuerte sismo que hubo en la ciudad. Así que aunque no era mi rama ayudaba en lo que podía…
Estaba andando en los pasillos del hospital buscando un paciente el cual atender, y de pronto escuche una conversación proveniente de una habitación…
¿?: - Tranquila, muy pronto vendrá ayudarla un doctor…-
Esa voz…. ¡No puede ser!. Me acerque más a la puerta y lo primero que note es que adentro había una mujer embaraza en la camilla de esa habitación, tenía tierra encima, lo más probable es que haiga sido durante el sismo, por el tamaño de abdomen le calculaba ya ocho meses de embarazada, lo cual era muy riesgoso.
Entre corriendo a la habitación, y me pare a un lado de la cama
Nowaki: - Mucho gusto señora soy el doctor Nowaki, discúlpenos por no haberla atendido antes, ¿Qué le paso? ¿Cuáles son sus síntomas?.-
¿?: - Mucho gusto, mi nombre es Sherry y solo me raspe las rodillas en que me caí, no siento ningún malestar, pero el caballero de aquí, me vio caerme y dijo que será mejor que me revisara un doctor, ya que podría ser peligroso para él bebe, yo creo que exagera, entonces me trajo aqui.-
Dijo sonando un poco ofendida, pero es verdad que podía ser peligrosos, y más si su embarazo estaba adelantado, pero ella estaba muy calmada.
Nowaki: - No él tiene razón, es peligroso enseguida vendrán enfermeras para hacerle algunos estudios…-
Dije mientras apuntaba en historial médico todo lo que me había relatado, y apuntando unos estudios solo por prevención, me vire hacia el que la había acompañado o encontrado para preguntarle si él había resultado herido para empezar a tratarlo, pero lo que vi me sorprendió…
Nowaki: - Hiro-san…-