No había vuelto a ver al niño, no en mi forma humana sin embargo lo vigilaba en mi forma de ángel, prefería no acercarme a él desde lo del beso en mi mejilla, a lo mejor estoy siendo exagerado, pero más vale prevenir que lamentar.
Pasaran las semanas sin nada que hacer, más que vigilar al niño a Shinobu, su rutina, despertar asearse, desayunar ir a la escuela, volver, hacer tarea, comer, leer, leer, leer, bañarse, leer y dormir. Prácticamente eso hacia todo el día, al menos que viniera su hermana entonces jugaba un rato con ella y pero luego volvía a su rutina de leer.
Era muy tranquilo y aburrido, según tengo entendido sus padres quieren que sea un súper genio y al parecer él se lo toma muy enserio, y no puedo decir que este mal pero creo que debería tener un poco más de vida social.
De vez en cuando iba al parque a donde no encontramos y se quedaba sentado allí durante un rato, por supuesto leyendo de nuevo…
Todo era normal hasta que un día Shinobu se quedó hasta muy tarde en la biblioteca, ya era de noche, y para el colmo se le ocurre caminar hasta su casa, todos iba bien, pero de repente escuche un grito aguado y cuando mi di cuenta Shinobu ya no estaba…
Lo busque por toda esa calle hasta que di con él, estaba en un callejón y unos sujetos lo tenían contra la pared…
Sujeto 1: - Muy bien niño… entrégame todo lo que tienes…-
Shinobu: - Bien… le dio su bolsa de compras que hizo en la librería…-
Sujeto 2: -¡Estás jugando!, Eso no es dinero…-
Shinobu: - ¿Qué esperabas? Soy niño…-
Sujeto 1: - Oye ahora que te veo bien no eres hijo de un famoso empresario…-
Sujeto 2: - Es cierto, ¡es él!, podríamos pedir rescate…-
Sujeto 1: - Me parece bien, pero antes podríamos divertirnos un rato con él, ¿No crees?-
Sujeto 2: - Si, que si es lindo…-
Shinobu: - Malditos pedófilos…-
Al escuchar eso el Sujeto 1, le golpeo la cara y lo arrincono contra la pared sujetando sus manos…
Sujeto 1: - Contrálate mocoso…-
Alcance a escuchar lo que le dijo susurrándole al oído, mientras lo lamia… ¡Suficiente!.
Me “materialice” al fondo del callejón, del lado contrario de donde ellos habían entrado… agarre al sujeto que tenía preso a Shinobu y le di un puñetazo en su estómago dejando lo sin aire, note de reojo como su compañero se me acercaba con un barra de fierro, lo esquive fácilmente, le agarre la barra de fierro y la tire lejos a él le di un puñetazo en su cara y callo inmediatamente al piso…
Los dos no se volvieron a levantar. Vi como Shinobu estaba sentado en el suelo recargado en la pared con ojos completamente abiertos…
Miyagi: - ¿Estas bien?
Shinobu: - S… Si…-
Miyagi: - Bien. Ahora… ¡COMO TE ATREVEZ A ANDAR SOLO POR LAS CALLES CUANDO ES DE NOCHE! ¡NI SIQUIERA LAS PERSONAS DE EDAD ADULTA ESTAN SEGURAS, QUE PODRIA HACER UN NIÑO!.
Le grite prácticamente ya que en verdad me había molestado lo que había hecho, a quien en su sano juicio se le ocurre hacer tal pendejada.
Me sentí culpable de haberle gritado al momento de ver como sus ojos se ponían acuosos, él se levantó de inmediato y corrió hacia a mí y se aferró a mi pierna. Suspire. Lo cargue como la otra vez y él se agarró de mi cuello, llorando en silencio, lo saque de ahí inmediatamente.
Caminamos hasta llegar más o menos una zona concurrida, me cerque a una máquina expendedora aun cargándolo, y compre dos una latas, una de café caliente y otra de chocolate.
Me acerque a una banca lo senté allí y yo me senté a su lado, le pase el chocolate él le dio un largo sorbo y luego suspiro.
Miyagi: - ¿Mejor?
Shinobu: - Un poco…-
Los dos estuvimos en silencio algo incómodo, todavía le quedaban las marcas lágrimas en las mejillas acerque mi dedo y se las limpie lo mejor que pude.
Él se sonrojo ante tal acto, pero no dijo nada término de beber su chocolate al mismo tiempo que yo termine de beber mi café, me levante del asiento y no dijo nada. Suspire…
Miyagi: - Sígueme, tengo el auto cerca te llevare hasta tu casa.-
El me miro por unos segundos y luego sonrió y asintió energéticamente…
El camino a su casa no fue nada silencioso el me platicaba de lo que le pasaba últimamente y me decía que se sentía solo, de alguna manera me da baba un poco de pena, pero que más podía hacer… hubo algo que llamo mi atención…
Shinobu: - Sabes, me importa hacer a mis padres feliz después de las decepciones que sufrieron cuando mi hermano se casó a muy temprana edad con su novio, aunque a mi hermana le fue bien en su relación mis padres no lo aprobaban, supongo que es por eso que me tienen muy controlado, por miedo de que haga algo similar en el futuro, pero…
Viro a ver hacia otro lado…
Shinobu: - Se siente muy solitario… a veces me gustaría tener a alguien con quien platicar, aunque usted no lo crea voy muy seguido al parque donde me salvo para poder hablar con usted, pero nunca lo encuentro…-
Miyagi: - Entonces quieres hablar más conmigo…-
Shinobu: - Si, usted parece aterrador pero es un persona amable…-
¿De dónde soy aterrado?...
Conduci unos minutos más y llegamos a su casa, no me fui hasta que él estuvo adentro. Pensé en lo que me había dicho, él en verdad me daba pena, pero que podía hacer…-
Hay una cosa que podía hacer pero… Me odiaría por ello más tarde ¡maldita sea!.
Me asegure que era una hora donde sus padres no entraban a su habitación. Él estaba leyendo en su escritorio, le toque el hombro.
Él se sobre salto y se voltio en seguida, abrió los ojos como platos cuando me vio y no lo culpo ya que aparecí en mi forma de ángel… Nosotros podemos controlar quien nos ve y quien no, es por eso que decidí que Shinobu pudiera verme…
Shinobu: - ¿Miyagi-san?-
Miyagi: - No el rey de roma…-
Dije con ironía…
Shinobu: - PUF!... JAJAJAJAJAJA!-
Miyagui: - ¿¡DE QUE TE RIES MOCOSO!?-
Shinobu: - Lo siento es que sus Alas no quedan nada con su figura…-
Solo mire hacia otro lado indignado.
Shinobu: - Perdón, no quise ofenderle…, pero porque tiene esas alas…-
Miyagi: - Porque por increíble que suene se supone que soy tu ángel guardián…-
Shinobu: - No pareces tener mucha ilusión por ello ¿Verdad?-
Miyagi: - No tanto, lo admito pero… llevémonos bien ¿Vale?.-
Shinobu: - Ok…-
Desde ese entonces pasaba casi todo el día en el cuarto de Shinobu, escuchando los problemas emocionales del niño, cosa que era muy cansada, pero bueno, lo necesitaba.
El al parecer estaba muy alegre de que estuviera allí para él, de verdad… Entre más tiempo pasaba con ese niño me daba cuenta de que es un egoísta, un idiota, y muy inocente que era difícil creer que todavía existieran personas así, pero al mismo tiempo tenía un lado amable, reconocía cuando se equivocaba, y tenía buen corazón, aunque no lo pareciera.
A pesar de prácticamente estar casi solo y con un gran peso sobre sus hombros no se quejaba de sus obligaciones, al contrario las cumplía al pie de la letra, lo cual era impresionante para un niño de su edad, 7 años, un año menor que los otros…
Sin darme cuenta empecé a admirar a ese niño, en verdad era muy fuerte pero al mismo tiempo con un alma muy frágil…
Muchas veces su mamá lo regañaba porque hablaba solo cuando en realidad estaba hablando conmigo, cosa que a él le hacia reír, pero a mí no me hacía mucha gracia que digamos…
Un día su madre se molestó tanto que se comportara de una forma infantil respecto su “amigo imaginario” refiriéndose a mi, le pego…
Entonces decidí que sería mejor apartarme de Shinobu por un tiempo y así lo hice, Deje de darle el permiso para que pudiera verme.
El primer día lloro casi todo el dia, es como si le doliera mucho, cosa que no entendía, el segundo ya no lloraba, el tercer día volvía a llorar, el cuarto día salió muy enojado de su casa y se fue al parque donde nos conocimos…
Lo seguí. Se sentó en la misma banca en que nos habíamos sentado, decidí aparecer, hacer tanta bilis le iba a hacer daño… digo no es como si me preocupara o algo así…
Miyagi: - ¿Qué te pasa, Porque tan enojado?-
Shinobu: - Me voy…-
Miyagi: - ¿ A dónde?-
Shinobu: - Australia…-
Miyagi: - ¿Ah?...-
Shinobu: - Mis padres insistieron que ahí el programa de educacional es mejor, así que me mandaran a un internado allá… ¿me acompañaras, verdad?-
Miyagi: - Yo…-
Shinobu: - Eres mi ángel guardián…-
Miyagui: - Así es pero no me puedo ir de aquí… hay muchas cosa por hacer…-
Encontrar a los demonios… matarlos… proteger a las personas… Etc…
Shinobu: - ¡PERO!-
Miyagi: - Lo más seguro es que te pongan otro ángel guardián allí.-
Shinobu: - Otra vez no tendré a nadie…-
Dijo con la voz rota aguantándose el llanto…
Miyagi: - No es cierto, eres un chico muy capaz Shinobu, si tan solo te expresaras más podrías hacer todos los amigos que quisieras, despégate un poco de tus libros y ve la vida por lo que es… Un juego de prueba y error. Si te caes solo levántate y aprende de la herida resultante.-
Shinobu me miro sorprendido pero es lo que en verdad pensaba, Ahora que él se iría estaría más a salvo ya que al parecer lo demonios rondaban normalmente por aquí, en Japón, eso me calmaba un poco y conociendo a Urahara, no es como si le otorgara cualquier Ángel guardián de seguro sería un de las más fuertes que estuviera a su disposición así que no había motivo para preocuparme, pero por alguna razón aun no podía estar tranquilo…
Miyagi: - Cuando te vas…-
Shinobu: - Hoy en la noche…-
Miyagi: - Ya veo… bueno ahora tengo cosas que hacer…-
Dije disponiéndome para irme cuando Shinobu me tomo de la manga…
Shinobu: - Podrías llevarme a mi casa…-
Miyagi: - Vamos…-
El viaje fue en silencio… nadie hablo durante el camino, tampoco es como si hubiera muchas cosa que decir, el mosco se iba eso era todo.
Me estaciones a de la esquina de su casa como siempre lo hacía, al parecer el mosco estaba recio a irse…
Miyagi: - ¿No te piensas bajar?-
Shinobu: - Miyagi-san, hay una cosa que me gustaría decirte….-
Miyagi: - Dime…-
Shinobu: - amm bueno yo…-
Dijo de pronto sacudió su cabeza como si intentara alejar esos pensamientos…
Shinobu: - ¿Cuándo vuelva… dentro de diez año… podría volver a verlo…-
Miyagi: - Por mi está bien…-
Shinobu: - Gracias…-
Salio, iba a cerrar la puerta cuando de pronto entro otra vez y me volvió a dar un beso en la mejilla.
Salió corriendo y se despidió con la mano….
Ese era el adiós…
Diez años habían pasado exactamente, y yo tenía cosas que hacer con la hermana del mocoso, nos conocimos por una conferencia en la ciudad de Tokyo y desde entonces nos hicimos muy buenos amigos.
Se supone que la tengo que ver para ayudarla escoger el menú de su boda, se iba a casar por tercera vez y su comprometido no pudo venir por cuestiones de trabajo, según ella, él y yo tenemos los mismos gusto, así que por eso recurrió a mí.
Ella llego más temprano para escoger otras cosas con la coordinadora, mientras yo salía del trabajo, actualmente trabajaba en una universidad junto con Hiroki.
Iba a entrar en el elevador cuando vi que una pelea se llevaba a cabo, justo en el elevador que debía abordar, Tres brabucones estaban abusando de alguien menor que ellos, solo de eso me pude fijar.
Jale al que tenía sujetado al menor y lo eche del elevador junto con sus dos compinches, y pulse el botón al que debía ir, justo a tiempo para que la puerta se cerrara frente a sus narices.
Entonces recordé al muchacho que antes estaba siendo abusado, me gire para preguntarle como estaba, pero de repente mis sentidos se paralizaron por un abrazo que no me esperaba…
Baje mi cabeza para mirar quien era el que me abrazaba, fue mala idea ya que el otro sujeto me agarro de las solapas de mi abrigo y me jalo hacia abajo y me… ¡Beso!.
Aturdido pero con un poco de cordura me fije bien en su cara, tenía los ojos fuertemente cerrados y con algunas lágrimas escapándose de ellos, pero aun así reconocería esa cara donde fuera era ¡Shinobu!.
Ese maldito terrorista volvía ha hacer de las suyas…