…::: Hiro :::…
Hernest: - Bueno Kamijo-sempai, aquí está todo la información de Zadquiel-sempai.-
Dijo Hernest mientras me entregaba una carpeta de un grosor considerable, él era el ángel encargado del mocoso mientras me encontraba fuera.
Hiro: -Gracias Hernest, bueno mañana continua con tus actividades normales y reporta lo que suceda al anochecer.-
Hernest: -Perdón Kamijo-sempai pero Urahara-sama me ordeno que dejara de vigilar a Zadquiel-sempai desde hoy y me encargo una zona de Tokio.-
Suspire.
Hiro: -Está bien, supongo que no queda de otra que hacerlo yo mismo, ya puedes retirarte.-
Henest: -Ok, gracias.-
Y desapareció dejando destellos de color blanco en el lugar donde se encontraba antes.
Para mi desgracia estaba de vuelta en el mundo humano para cuidar del mocoso, después de maravillosos 11 años de descanso. Urahara insistió de que ya era la hora del despertar, tardaría aproximadamente una semana en llegar y nos ordenó acercarnos a ellos antes de que sucediera para poderlos ayudar en su determinado momento.
El problema es que yo no quería estar cerca del mocoso, ya que odio a los humanos, antes tuve lastima de él porque era un niño, pero ahora debería ser un adulto ¿no?, alguien que puede valerse de sí mismo, así que no entiendo porque razón veníamos una semana antes, es más incluso con nuestra presencia podríamos ponerlos en peligro.
Nadie sabe en verdad como funciona la mente de Urahara.
Supongo que lo único que me queda es resignarme a cuidarlo, pero no me voy a aparecer en frente de él hasta que no me quede de otra, por lo tanto mi plan era cuidarlo a la distancia.
Me senté en el sofá de mi sala y empecé a leer el informe, en el decía que ahora tenía 21 años, y era un pediatra, también venia información como horarios de trabajos, costumbres, padres que según informes fallecieron hace dos años en un accidente, dirección y todo lo necesario para vigilarlo.
Que molestia. Cerré con enojo la carpeta y me dispuse a dormir, sin embargo me sentía tan cansado que me dormí en el sofá.
El primer día todo salió bien, lo vigilaba a la distancia y solo me alejaba de el para comer algo en la calle, no pasó nada fuera de lo normal, por lo que fue un día aburrido.
El segundo día tampoco paso algo relacionado con los demonios, pero sí que paso algo curioso y era que el a veces volteaba a ver a donde yo estaba, no creo que me haiga podido ver, pero tal vez si sentir y eso no me gustaba para nada.
Y el tercer día, todo mi plan se fue al infierno…
Deje de vigilar a Nowaki para ir comer a una tienda cercana y entonces todo empezó a temblar.
Todas la personas salieron rápido del establecimiento para ponerse a salvo en la calle, incluido yo, el temblor se detuvo al cabo de unos minutos y pude evaluar el daño hecho, algunos edificios cercanos se cayeron y habían algunos heridos con golpes y rasguños que sangraban, sin embargo puede notar que no era nada grave, aunque algunos actuaran como si se estuvieran muriendo por ello.
Como siempre los humanos son unos exagerados.
Recorrí las calles cercanas, tratando encontrar una pista que causara el temblor, los humanos creen que los temblores son causados por las placas tectónicas, lo cual es cierto, sin embargo esas placas pueden ser movidas tanto por ángeles como por demonios, con el hechizo correcto.
Con el despertar cerca no puedo renunciar a la idea de que los demonios lo ocasionaran. Y no estaba tan equivocado pude notar un círculo mágico que se utiliza para el hechizo, deberían ser cinco en total. Y dentro de esos círculos que unidos formaran un pentágono debe estar la ciudad en la que se quiere hacer más daño. Por lo que el círculo siguiente debía estar en zona alejada de donde me encontraba, hice mis cálculos y quedaba justo en la zona de Usami, por lo que lo llame y le dije lo que averigüe, él dijo que lo buscaría.
Iba a ir pero me encontré a una señora arrodillada en el suelo respirado con dificultad, al acercarme más, me di cuenta de la señora estaba embarazada y parecía que tenía 8 meses.
No me gustaban los humanos pero no podía condenar una vida que aún había nacido, por lo que me acerque para ayudarla.
Hiro: -Señora ¿Qué le paso?.-
¿?: -uff… Me caí durante el temblor y… uhh… ahora… uff me duele …mucho el… vientre uff…-
Parecía muy agitada y sentí que en cualquier momento empezaría a gritar, coloque mi mano en la de ella y sentí sus emociones, preocupación y miedo de perder el bebé, le puse un poco de magia para que tranquilizara. Al mismo tiempo puse mi otra mano sobre el vientre y pude notar que aún no era el momento de nacer del bebé, y tampoco había señas de aborto, por lo que era solo el susto.
Se tranquilizó en seguida y antes de soltar su mano añadí otro poco de magia para que se le quitara el dolor.
Hiro: -¿Se encuentra bien?
¿?: -Si gracias, no sé qué fue lo que me paso? Antes me dolía mucho, pero ahora el dolor simplemente desapareció…-
Hiro: -Es sorprendente.-
Dije pareciendo asombrado.
¿?: -Si… mi nombre es Sherry.-
Dijo extendiendo su mano.
Hiro: -Mi nombre es Hiroki Kamijo y será mejor que la lleve al hospital.-
Sherry: -Pero si estoy bien, no duele.-
Hiro: -Aun así es mejor que la chequen y le curen esos rapones de la rodilla.-
Sherry: -Pero el hospital me queda lejos como para andar con una panza de 8 meses.-
Dijo quejándose como una niña pequeña, ¡porque los humanos son tan molestos!.
Hiro: -Si la cargo hasta el hospital… ¿dejaría que la vea un doctor?.-
Sherry: -Como si eso fuero posible.-
Dijo viéndome de arriba abajo, me enoje y la tome en brazos tratando de no hacer daño al bebé, ella me vio sorprendida, y en estos momentos agradezco de tener la fuerza de un ángel.
Corrí hacia el hospital más cercano, nos atendieron enseguida al ver a una mujer embarazada con rapaduras, me indicaron que vaya a una habitación, y así lo hice, pude a ver a varios enfermeros y doctores atendiendo a las personas heridas y sin embargo seguía sin ver una herida grave aunque actuaran como si tuvieran una, resople.
Llegue a la habitación indicada, que por cierto estaba vacía, por lo que la deje en la cama, afortunadamente no me veía cansado, ya que si no fuera así me sentiría avergonzado.
Sherry: -No pensé que pudieras, al parecer tienes más fuerza de lo que parece.-
Hiro: -¿Gracias?.-
Sherry: -De nada, por cierto cuanto tardan en atenderme, es que me van a dejar esperando una eternidad.-
Pero si acabas de llegar… pensé.
Hiro: -Tranquila, muy pronta vendrá a ayudarla un doctor.-
De repente se abrió la puerta y vi a Nowaki muy sorprendido, ¡Maldición! Se me había olvidado que este es el hospital en el que trabajaba. Pensé que me había notado pero al parecer pase desapercibido ya que toda su atención se centró en Sherry, gracias a dios. Decidí quedarme a un lado y estar lo más callado posible para que siguiera sin notarme.
Nowaki: - Mucho gusto señora soy el doctor Nowaki, discúlpenos por no haberla atendido antes, ¿Qué le paso? ¿Cuáles son sus síntomas?.-
Sherry: - Mucho gusto, mi nombre es Sherry y solo me raspe las rodillas en que me caí, no siento ningún malestar, pero el caballero de aquí, me vio caerme y dijo que será mejor que me revisara un doctor, ya que podría ser peligroso para él bebe, yo creo que exagera, entonces me trajo aquí.-
La vi incrédulo, ¿es que los humanos no tienen capacidad de leer la atmosfera? Y para colmo sonaba ofendida, en vez de que dijera que le estaba haciendo un favor.
Nowaki: - No él tiene razón, es peligroso enseguida vendrán enfermeras para hacerle algunos estudios…-
Dijo sin verme mientras apuntaba algo, en que imagine seria el historial médico. Lo cual quería decir que ya mero se iría…
Hasta que voltio a verme…
Nowaki: - Hiro-san…-
Sherry: -¿se conocen?.-
Nowaki: -¡Sí!...-
Hiro: -¡NO!.-
Nowaki me veía sorprendido, mientras que yo esperaba verme molesto y Sherry confundida.
Sherry: -¿Entonces?... –
Hiro: -No conozco a esta persona, tal vez me confundió con alguien más, bueno ya me voy, tengo algunos pendientes, cuídese Sherry.-
Dije haciendo una ligera inclinación, para salir de allí rápidamente, no voltee atrás aun no era tiempo de verlo, mejor dicho yo no quería verlo, ni en pintura.
Entre en elevador esperando a que se cerraran las puertas y en ese momento sale el idiota de Nowaki corriendo de la habitación y dirigiéndose hacia donde yo me encontraba, ¿¡Es que las malditas puertas no se podían cerrar más rápido!?.
Para mi desgracia llego justo a tiempo…
Nowaki: -Hiro-san…-
Hiro: -No te conozco.-
Dije tratando de ignorarlo.
Nowaki: -No lo puedes negar, en estos 11 años no has cambiado en absoluto ¿Cómo es posible?.-
La pregunta sería ¿cómo es que me recuerdas?, sin embargo no dije nada.
Nowaki: -¿Puede ser de que no te acuerdes de mí?...-
Nuevamente me quede en silencio ignorándolo.
Nowaki: -Soy el niño que veías en bosque en el que se encontraba un orfanato.-
Y más silencio…
Podía ver la cara de desesperación de Nowaki, bueno al menos de este incomodo momento ganaba algo de diversión torturándolo.
Aunque de repente pareció tener una idea… una muy mala idea…
Nowaki: -Bueno
~ ya que no te acuerdas de mí, tal vez recuerdes esto…-
De repente se me tomo de la nuca y las caderas, y acercando su cara peligrosamente a la mía, tan cerca, pero tan cerca, hasta que ya no lo soporte…
Hiro: - ¡Aléjate de mí mocoso!.-
Dije mientras recibía el impacto de la cachetada en su cara.
Nowaki: -Vez que si me recuerdas Hiro-san.-
Dijo mientras sobaba su cara, perecemos casi de la misma edad ahora así que no debí haber utilizado ese vocabulario.
Trague con fuerza…
Acabo de cavar mi propia tumba…