-----------------Usagi--------------
Al llegar a la casa de Misaki me sentía un poco nervioso, él me abrió la puerta y me dejo entrar me pregunto que si no quería nada, me sorprendió un poco ya que se supone que los niños no debían ocuparse de las cosas del hogar, ya que algunas cosas son muy peligrosas, pero él parcia muy acostumbrado a ello.
Ahí me di cuenta de que Misaki era independiente, él era maduro para su edad, al terminar de poner el agua para el café, se sentó en la mesa y yo me senté en frente de él, se me quedo viendo como tratando de preguntarme algo, y al final se atrevió, me pregunto que como sabia donde vivía y yo le conteste con la verdad, no quería mentirle, no a él…
Así que le conté como había entrado y el me miraba maravillado, sonreí a notar que tenía una mancha de mermelada de fresa en las comisuras de sus labios, le quite la mermelada con mis dedos y lo metí a mi boca para probarlo, no sabía que la mermelada era deliciosa, o acaso ¿era porque había estado en la piel de Misaki?
De repente mi arrepentí de haber utilizado mis dedos, ya que en mi surgió un enorme deseo de haber utilizado mi lengua en vez de mis dedos… ¡no! Deseche esa idea de mi mente, levante mi mirada y vi sus mejillas sonrojadas eso me trajo recuerdos de hace muchos años…
De repente se me ocurrió decirle lo que murmuraba mientras estaba dormido, y decía mamá y papá… cuando se lo dije giro su cabeza rápidamente y vi bajar una lágrima por su mejilla, Misaki lloraba…
Sentí como mi cara cambiaba su semblante a uno de preocupación me levante rápidamente y esta vez no me contuve lo rodee con mis brazos y le dije
Usagi: -¿Misaki? ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
Misaki: -No es nada-
Me dijo mientras trataba de ocultarse de mi mirada, esto me desespero, ¿Por qué no podía confiar en mí?
Usagi: -Misaki, por favor… no te contengas… al menos no conmigo-
Pude notar como mis palabras salían de mi boca con sentimiento, aunque sabía que no era la preocupación de su ángel a su protegido, no…, sabía que esas palabras estaban llenas de sentimientos ocultos…
Él se voltio y se tiro sobre mí, lo recibí con los brazos abiertos, él apoyo su cabeza de mi pecho sentía como sus lágrimas mojaban mi camisa, lo rodee con mis brazos y lo levante, me dirigí hacia el sillón, allí nos sentamos, lo senté sobre mis piernas y el siguió llorando sobre mi pecho…
Misaki: - Yo… yo no tengo padres… mis padres murieron hace un año en un accidente, mi hermano se hizo cargo de mi desde entonces, pero él… se esfuerza demasiado y no tiempo para nada… yo no quiero ser una molestia, ¡yo no quiero que el sufra por mi culpa!-
Misaki… él en verdad tiene un corazón puro… pero… yo me sentía impotente porque no podía hacer nada para ayudarlo, lo único que podía hacer en este momento es acariciarle la espalda para tratar de calmarlo, pero eso no ayudaba en nada.
Siguió llorando un rato más y después se quedó dormido, lo acosté de mis piernas y lo deje dormir en ellas, cuando dormía se parecía mucho a un ángel irónico ¿no?...
Pero aun así, después de tantos años, el no había cambiado en nada, él aun tenia aquellos ojos verdes que parecía una ventana abierta a su alma, su piel que era tan blanca como la nieve pero al tacto tan cálida, ¡el seguía siendo igual!, sin embargo el no recordaba nada, ni un poco de los momentos que habíamos pasado juntos ¡Nada!.
Tenía que ser paciente y esperar para poder tenerlo de regreso… pasaron como dos horas y Misaki comenzó a despertar, le vi fijamente a los ojos y el igual me vio, me sonrió, pero al ver que estaba acostado sobre mis piernas se levantó y se sonrojo, bueno al menos me consuela que algunas cosas nunca cambian…
Misaki: - perdón por dormirme en sus piernas señor, debió ser incomodo-
Usagi: -No importa, Misaki… sobre lo que paso..-
Dije tratando de tocar el tema.
Misaki: -Si… perdón por eso, también-
Usagi: - ¿Perdón? ¿Por qué?-
Me quede perplejo por lo que dijo.
Misaki: -Por mojar su camisa-
Usagi: -Ahh… no te preocupes por eso-
Dije mientras revolvía su pelo y el me mostraba un lindo puchero, al parecer no le gustaba, pero había algo que me preocupaba.
Usagi: -Misaki, ¿te encuentras bien?-
Misaki: -Si, gracias por todo señor-
Señor. ¡AHH! ¡¿Otra vez?!
Usagi: - Misaki ¿podrías dejar de llamarme señor?, no soy tan viejo…-
Misaki: -Mmm… pero no se su nombre.-
¡oh! Es cierto aun no me había presentado.
Usagi: -Muy bien presentándome- dije parándome del sillón –Soy Usami Akihiko, un placer-
Dije tomando su mano y besándola, pude notar perfectamente su sonrojo.
Misaki: - Umm entonces, supongo que es Usami-san-
Me gustaba como sonaba mi apellido en sus labios, pero a la vez me disgusta porque es muy formal.
Usagi: -Por qué no mejor me inventas un apodo.-
Misaki: -¿Un apodo?
Usagi: - Si, por que me gustaría que me llamaras de forma diferente a los demás.-
Dije mirándolo directamente a los ojos.
Misaki: - ¿Aki-san?-
Usagi: -Muy común-
Misaki: -Mi-san-
Usagi: -Muy raro, y femenino-
Misaki: -Ammmm….-
Se me quedó viendo un largo rato.
Misaki: -¡Ya lo decidí!-
Usagi: - A ver, déjame oírlo.-
Misaki: -¡Usagi-san!-
Usagi: ¿Usagi?-
Misaki: -¡Sí! Viene de Usami porque es su apellido y además usted se parece a un conejo por su ¡pelo gris!-
Abri mis ojos como platos ¿en serio me paresco a un conejo?, mis pensamientos se vieron interrumpidos…
Misaki: - Aunque… si no le gusta, puedo…-
Usagi: -¡No! Está bien.-
Misaki: - Me alegro-
Dijo sonriendo…