Llegue con el demasiado tarde, él estaba perdiendo el conocimiento, mientras yo me transformaba en humano para poder ayudarlo de alguna manera… lo tome entre mis brazos y le llamaba por su nombre
Usagi: –Misaki… MISAKI-
Le llamaba desesperado la gente se empezaba a reunir alrededor diciendo cosas como “pobre niño” o “¡solo traerá problemas en el trafico!” sin embargo nadie hacia nada para ayudar… él niño empezó a abrir sus ojos. Sus orbes eran hermosos de un color verde y miraban directo hacia mí. Con una voz débil me dijo.
Misaki: –¿Quién eres?-,
Al escuchar así al niño me rompió el corazón lo abrase mas fuerte y le dije
Usagi: –Soy tu ángel guardián-
Sonreí para tratar de transmitirle confianza, él me devolvió la sonrisa, sin embargo, cayó en la inconciencia de nuevo. Me desesperaba cada vez más, ¿él iba a morir a tan temprana edad? ¿De que servía venir desde el cielo a protegerlo?, ¡es verdad! Mi deber es protegerlo.
Lo cargue y lo lleve a mi departamento, la gente no le dio importancia, por fortuna mi departamento estaba en el edificio de enfrente, lo acosté con suavemente en al enorme sillón rosa de mi sala; puse mi mano en su frente y me concentre totalmente en curarlo… poco a poco sus heridas fueron desapareciendo y al final Misaki quedo ileso como si nada de lo anterior hubiera sucedido, solo dormía del cansancio.
Me senté a un lado del sillón saque un cigarro y empecé a fumarlo, el primer día de conocerlo y ay me causaba problemas pensé con ironía. Sin embargo ya me di cuenta de que en verdad no quería que nada malo le pasara, no cometeré le mismo error otra vez, a mi mente vinieron todos los recuerdos amargos que he querido olvidar…
Mi grande remordimiento, no poder proteger a mí ser amado “Gabriel”, mi mirada se volvió nostálgica y triste tantos momentos que habíamos pasado juntos y no tuve la fuerza ni el valor para protegerlo, me sentía como basura…
Sentí como unos brazos rodearme por la parte de atrás, lo cual me hizo abrir mis ojos con sorpresa, voltee mi cara y vi a Misaki el cual me regalo una sonrisa mientras acariciaba mi cabeza
Misaki: –Ya... ya… No estés triste-
Vi directamente a sus ojos que me miraban con ternura sin quererlo las saladas lagrimas empezaron a recorrer por mis mejillas, lo abrace ocultando mi rostro en su hombro, el me devolvió el abrazo tratando de consolarme, en ese instante pensé al fin tengo de vuelta a mi querido “Gabriel” no… a MI Misaki
Misaki:–Señor no... No me deja respirar…-
Sin darme cuenta lo había apretado demasiado, lo separe de mí
Usagi: -Perdón.-
Misaki: -No importa, ¿ya está mejor?-
Usagi: - Si, gracias-
Misaki: -Señor usted en verdad es mi Ángel guardián-
Usagi: -Si lo soy, pero es un secreto, ¿vale?-
Lo dije cerrando mi boca como si fuera un cierre, Misaki sonrió, pero después cambio a una de duda.
Misaki: -Señor, no se supone que los ángeles deben tener alas?-
Dijo mientras movía sus manos tratando de dibujar las alas en el aire, se veía tan gracioso que no pude evitar reiré y carcajadas, lo cual es muy inusual en mí, incluso sería muy raro si alguien me viera sonreír.
Usagi: -Eso es porque estoy en mi forma humana pero en realidad me puedo convertir en un ángel.-
Misaki: -Ohh!!! Ya entiendo…, por cierto, ¿en dónde estamos?-
Oh… es verdad no le había dicho nada acerca del accidente o de donde nos encontrábamos.
Usagi: -Bien te lo voy a contar-
Le dije todo acerca del accidente, como lo había curado y que nos encontrábamos en mi departamento que estaba en frente del edificio donde vivía.
Si se preguntan como conseguí el departamento, es porque lo compre, aunque seamos ángeles, tenemos una cuenta bancaria en casos como estos, donde tenemos que quedarnos un largo tiempo aquí, aunque la mía había crecido enormemente sin darme cuenta.
Al terminar de contarle todo lo note confundido, pero lo comprendió al final. Le compre una ropa cualquiera en una tienda que estaba a lado del edificio de donde vivo, mientras que Misaki se bañaba, para quitarse la sangre y hacer como si nada hubiera pasado.
Le deje a ropa fuera del baño, así cuando salió se la puso, después nos sentamos en la sala para que le ayudara a secarse su pelo, ya que no quería que se refriara, después de eso se fue. Tenía que llagar antes que su hermano o si no dijo que le daría un infarto.
Lo deje en la puerta de su casa, no quería que anduviera solo de noche, aun si vivía en frente. Al llegar a su departamento abrió la puerta.
Misaki: - Adiós señor y gracias-
Después entro y cerró la puerta. De camino a casa pensé en todo lo que había ocurrido y note que Misaki no paraba de decirme señor, y eso no me gustaba, no estoy tan viejo, bueno… no parezco tan viejo.
Al llegar a mi departamento pedí servicio a la habitación, ya que no soy bueno cocinando. Mientras esperaba decidí bañarme, tocaron a la puerta con mi cena, me senté a comer solo. A penas termine; me transforme en mi forma de ángel y fui a la casa de Misaki.
En esta forma nadie me podía ver, ni el propio Misaki. Al llegar vi que Misaki estaba cenando con un muchacho de pelo azul y ojos azules, tenía lentes y un uniforme negro de la preparatoria, creo… ,él debería ser su hermano. Ellos estaban cenando solos, ¿y sus padres?, me asegurare de preguntarle a Misaki mañana.
Su hermano estaba muy animado contándole su día a Misaki tratando de hacer que sonreirá, él parecía ser un buen hermano… Después de la cena Misaki se lavó los dientes y fue a su habitación.
El cuarto parecía muy maduro para su edad. Misaki se metió al baño y cuándo salió tenía una pijama de conejitos y osos que lo hacía verse muy tierno. Empezó a escribir en una libreta, me acerque a ver lo que era y era su tarea de matemáticas, trataba de hacerlo lo mejor posible, pero ese no significa que no salieran bien las cuentas.
Al terminar se acostó en la cama y se durmió en el acto, me acerque al escritorio de Misaki y vi que tenía un foto de él junto a sus padres…
Misaki: Mmm… mamá… papá…
Decía entre sueños, me acerque a él y lo tape bien, le di un beso e beso en la frente.
Usagi: -Buenas noches mi Misaki…-