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-Casado con el mismo hombre- por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Lo siento, ayer se me fue la internet. :)

Capítulo 22

“Oliver a solas con los niños”

Aquella noche, Nicolás logró desnudarse frente a Oliver, probándose todo lo que le había pedido. Y mientras lo hacía, platicaron acerca de los nombres que les pondrían a los bebés. Nicolás pensó en ponerle el varón Kellen. Y sí, era por Kelle. Estaba pensando en Kelle y Kellen, pero luego pensó en  Berit para la niña, pero no sonaba muy convenido. A Oliver le parecía bien Kellen, pero también le agradaba Bergen o Berend.

—Y ¿Emil y Ellem? —Nico quedó desnudo por la parte de arriba, pensando. Le gustaban esos nombres también.

—¿Quieres que se escuchen similares? —Cuestionó Oliver, dándole esta vez un sostén de varilla color vino, que le quedaba a la perfección.

—Dereck también me gusta. Y Dominik más. Me encanta como suena Dominik, podríamos decirle Dodo, Domi…Niki —canturreó, sonriendo.

Oliver asintió. A él también le gustaba Dominik.

—¿Entonces los llamaremos como nuestros hijos de peluche? —Rió,  desabrochándole el brasier, esta vez pasándole  el de antes para que pudieran dormir de una vez por todas.  

—También me gusta Jordana. Podríamos ponerles Kellen Dominik y…¿Jordana?

—¿Jordana Berit? —Sin mucho esfuerzo, Oliver logró sacar. También le agradaba el nombre ‘Berit’

—Suena lindo. Me gusta. —Sonrió amplio, sentándose en la cama y acostándose de repente, cerrando los ojos y suspirando alto.  

Entonces, la tranquilidad llenó la habitación, prendiendo fuego en el interior de Noah, quien sentía la mirada de su esposo sobre su cuerpo.

—Te ves muy lindo así. —Entre tanto silencio, Oliver quedó frente a la cama, mirando con mucha más exigencia.  

Los bebés se encontraban en la cuna, y esta vez Oliver había prendido la llama. Noah abrió los ojos, encontrándose con un Oliver muy dispuesto. Nico también estaba dispuesto. Sólo por esa ocasión necesitó de un momento para los dos, en donde sabía de antemano que Oliver lo haría sentir mejor. Quería a Oliver acariciándolo, besándolo, y con tan sólo pensar en ello, un hormigueo se le expandía desde las piernas hasta la barriga. Surcando los labios en una sonrisa lasciva, abrió las piernas para darle paso. Inmediatamente, Oliver entró entre ellas, inclinándose y besándolo con anhelo. El beso fue muy dulce, demasiado entregado, palpable, maravilloso. Fue por ello que de repente Nicolás se relajó, dejándose acariciar con cuidado, permitiéndose gemir alto, dejándose llevar totalmente, estremeciéndose y frotando su cuerpo con el de Oliver, quien lo tocaba con mucho cuidado pero al mismo tiempo ansioso.

 Entre un nuevo jadeo, el pequeño se incorporó, dejándose quitar la ropa, hasta paralizarse al escuchar a sus hijos llorar. Y aunque quisiera ignorar que lloraban, no podía. Los pequeños  tenían hambre y adoraban recibir pecho durante la noche. Y eso era muy desagradable, más cuando debía levantarse rápido, quitarse a su esposo de encima y amamantar. Y no pasó mucho tiempo para que hiciera todo aquello. Suspiró y le pidió sin palabras a Oliver que cargara a los dos bebés, se  terminó de desnudar los pechos y se sentó en la cama para recargarse en las almohadas, recibiendo a los dos bebés, que encontraron el pecho rápido y comieron veloz. Oliver entornó los ojos, alucinante. Amaba a sus hijos, pero necesitaba un tiempo a solas con Nicolás. Pero, en todo caso, no era fácil tener hijos ni mucho menos en los primeros meses.

—Podemos dejar lo otro para después —la voz del pequeño, resonó entre el lapso de la lactancia. Oliver se había puesto un pantalón de tela suave y una playera de tirantes blanca. Ante la propuesta del pecoso, Oliver se le quedó viendo, interrogativo —. ¿Estás enojado?

—No —respondió rápido.

—Parece que sí. Yo siento que también nos hace falta un poco de tiempo a solas, nos falta estabilizar nuestra actividad sexual. Lo sé. Sé todo eso, pero no se puede, no ahora. Quizá…quizá.

—No te preocupes —Oliver intervino, ladeando la cabeza —. Todo está bien, lo importante son ellos. Te amo.

—Yo también te amo. Dodo y Beri te aman también —complementó, sonriendo en grande. Oliver asintió, esperando a que sus hijos terminaran de comer para ir a dormir después.

Lo grandioso de ese día había sido encontrar los nombres de los bebés, nombres que les recordaban al pasado y al presente, nombres que significaban algo íntimo, un recuerdo y mucho amor.

 

*

Durante el primer mes de nacimiento de Dominik y Jordana,  todo fue tranquilo, hasta cierto punto claro estaba, pues el cumpleaños de Nicolás les llegó exactamente en la fecha del primer mes. El pelirrojo ahora podía gozar de 17 años, podía… podía celebrar un poco, pero no tan exageradamente. Oliver lo festejó muy íntimamente, llevándolo a pasear junto a los niños, disfrutando de una cita larga y cálida. Cenaron en casa y en compañía de Kelle, Tomás, Caroline y Salomón, recibiendo también una llamada de Ana y Olivia. Entre los regalos materiales, obtuvo  ropa, zapatos, un celular nuevo y una cadena por parte de su esposo. Y aunque fue simple el festejo, se sintió feliz, porque estaba completo Y no se esperaba más regalos, con sus hijos bastaba, pero aun así su entusiasmo aumentó.

Otra situación importante fue que la menstruación de Nicolás había llegado exactamente a los 28 días después y que eso significaba que era regular. Ser regular era algo muy bueno porque así podría darse cuenta de la falta de su periodo o mejor todavía, lo ayudaría a estar preparado. Sus días de regla eran cortos, duraba menstruando aproximadamente 4 días y no le daban cólicos por el momento. En todo caso, se sentía bien con sus cambios, con su nueva etapa, y aunque todavía tenía el cabello largo, se lo había rebajado un poco.

Cuando iba por las calles las personas lo miraban como chica y le parecía divertido, pero muy en el fondo poseía sus manías masculinas. Y aunque se suponía que los cambios de humor estarían a flor de piel, no era así.  Tal vez era por la alegría que los bebés le provocaban, pero estaba bien. Se enojaba como normalmente alguien lo haría y lloraba poco, sonreía mucho y se la pasaba bien.

En el primer mes, de su propia mano, Nicolás logró perforarle las orejitas a  Jordy, poniéndole unos hermosos aretes de oro. La bebé había llorado mucho, pero logró estabilizarse perfectamente bien al terminar. Por el contrario, Dodo era el más inquieto de los dos. A pesar de su poco tiempo de nacido, hacía pucheros, y era también el que comenzaba a jadear y a sonreír como loco mientras dormía, por supuesto.

Hubo pocos cambios y más experiencia en lo que correspondía a cambiar pañales, bañar a los bebés y en darles de comer. En lo que correspondía a darles chupón, los bebés lo habían odiado. Así que el chupón no estaba en sus vidas. Por otra parte, Nicolás había agarrado más peso, torneando su cuerpo y levantando su trasero con ejercicios sencillos que hacía en casa.  Practicaba yoga cuando los bebés dormían y daba vueltas por todos lados, recordando el ballet. También cantaba y tocaba instrumentos para dormir a los bebés. Oliver hacía lo común, ayudaba en todo lo que podía y mantenía todo bajo control.

Eran una familia similar a otras, con conflictos, con nuevos proyectos y llenos de actos cotidianos. Sus vidas no eran diferentes de otras personas y su situación sexual estaba comenzando de nuevo, más cuando los bebés cumplieron dos meses.

Con apenas dos meses de edad, Dodo y Jordy habían subido de peso, se les miraba mucho más pronunciado el color de sus ojos, y se miraban saludables. No tenían ningún problema hasta el momento, y Nicolás tampoco. Oliver se había dejado un poco de barba por petición de Nico, y aunque no era mucho vello, Oliver se miraba diferente y mucho más guapo. Parecía barba de cinco días y un poco de bigote. El vello facial se le miraba bien a Rudel y cada vez que Nico lo veía con pelitos en la cara, se derretía. Le gustaba mucho. Demasiado.

Kelle seguía visitándolo, quedándose algunas veces a dormir ahí, ocupándose de llevar a Noah a la locura. Y qué decir de los bebés, éstos amaban a Kelle, más Domi, que sonreía cada vez que escuchaba la armoniosa voz de la mujer. Salomón también visitaba muy a menudo a su hijo, la mayoría del tiempo se la pasaba platicando con él, llevándolo a comer y manteniendo su lazo más endurecido, excelentemente reforzado.

Otro maravilloso resultado de todos los esfuerzos de Nicolás, había sido lograr que ambos gemelos aprendieran a decir mamá y papá. A los tres meses, la mujercita soltó un ‘pa’, seguido de varios ‘pa, pa, pa’ y logrando pronunciar perfectamente ‘papá’. Dodo también había aprendido y ambos sabían decir ‘papá’ a los tres meses. La palabra ‘mamá’ también la balbuceaban, pero muy poco y generalmente cuando tenían hambre. Pero, sinceramente, los bebés seguían prefiriendo a Oliver y sabían distinguir entre mamá y papá. Ellos adoraban a su papá Oliver, y cómo no, si él lucía hermoso siempre y poseía una voz demasiado perfecta, seria y gruesa. Lo más maravilloso había sido que pronto dijeron ‘papá’ y ‘mamá’, ambos padres festejaban su aniversario de bodas.

 

Cuando los bebés cumplieron cinco meses y medio y estando a mediados de noviembre,  dieron señales de querer gatear y para los seis meses gatearon. Eran tan fuertes que Nico no sabía si estaba bien o no, pero luego leyó que cada bebé tenía su proceso y que unos empezaban antes que otros, y que el promedio a los 7 meses. En todo caso, Dodo y Jordy eran muy listillos y aprendían rápido, Nico y Oliver se sentían orgullosos de eso.

Actualmente el calendario marcaba 16 de diciembre y eso significaba compras para Nicolás, que se dirigió de improviso a la empresa de su adorado marido. El personal lo saludó bien, acariciando a los niños, pues también los llevaba. Cargó consigo los tapetes especiales para que gatearan y también llevó una especie de corral plano para que se mantuvieran dentro de él y no se perdieran.

—Te hemos venido a visitar —dijo Nico muy animoso, plantándole un dulce beso en los labios a su esposo. Oliver sonrió, besó a los pequeños y no pudo evitar poner rostro de interrogatorio.

¿Qué hacía Nico ahí? Yael recordaba haberle dicho que estaba muy ocupado ese día por la información recolectada de la empresa, pero ahora parecía que haría más lento su trabajo. Amaba ver a sus hijos y a su hermoso esposo, pero…tenía que terminar los reportes y terminar de verificar las ventas.

—Kelle y yo hemos decidido hacer las compras para decorar la casa. Pero hace mucho frío allá afuera y estaba pensando en dejarte a los niños mientras consigo todo lo necesario.

—¿Por qué ahora? Estoy trabajando y…

—Pero ellos se la pasaban diciendo ‘papá…papi’ Y sabes que no se refieren a mí porque me ignoran todo el tiempo —añadió, besando a Domi y jugueteando con los moñitos de Jordy. ¿Eso tenía sentido? Ahora Nico estaba usando eso a su favor. No parecía justo. Pero lo cierto era que Nico necesitaba salir y además Oliver jamás se había quedado al cuidado de sus hijos. Lo más justo era darle la tarde libre al pelirrojo para que se despejara.

—De acuerdo. Ve y compra lo necesario.

Nico sonrió.

—Ok. —Asintió como sargento, dejándole los bebés a Oliver para comenzar a armar el tapete y poner los límites —. Cuando te digan ‘papá’, les das su papilla ¿Sí? Traje su favorita. Está  en el recipiente, hay dos secciones, se las vas a dar al mismo tiempo, pero ojo, a Domi le das la primer cucharada, porque se enoja. Jordy puede esperar, pero Kellen no. Cada uno tiene su cuchara y su babero. No te olvides de ponerles el babero, Oliver, luego comienzan a agarrarse la cara y a embarrarse todo por todos lados. No tienes que preocuparte, son muy tranquilos y se ponen a jugar entre ellos. No hay nada de qué preocuparse, ¿verdad? —Esta vez le habló a sus dos gorditos rubios. Dodo sonrió, y seguido la nena lo hizo. Se despidió con un beso, prometiéndoles que pronto volvería y les traería un regalo. Oliver observó aquello perfectamente bien. En estos meses, Nico se había vuelto muy cuidadoso y jodidamente adorable. Eso era muy lindo —. También te cuidas tú, hace mucho frío allá afuera y no traes contigo una bufanda ¿traes los guantes? —Oliver negó—. Pasaré a la casa primero, lo traigo todo y luego vengo y nos vamos juntos ¿eso está bien? —Sin dudarlo, Oliver asintió, besándolo en los labios—. Te amo. Nos vemos luego, amor.

—Te amo. Te estaré esperando.

Luego de eso, Noah se fue, despidiéndose con las manos. Y al verse a solas con sus hijos, Oliver respiró profundo, echándoles una mirada de vigilancia. Regresó hasta su escritorio y se ocupó de revisar papeles, mirando a cada minuto a sus bebés, escuchando que balbuceaban, que hablaban entre ellos mismos. Y aunque no supiera qué se decían, era muy entretenido verlos así. Y así pasaron unos cuarenta minutos en los cuales Jordy jugó con su hermano, moviéndose por todo el tapete, siguiéndose uno a otro, incluso soltando risillas chistosas, hasta que Jordana pronunció la palabra, mirándolo seriamente:

—¡Pa! ¡Pa…pá! ¡Papá! —Y seguido, Domi también decía ‘papá’ hasta que ambos dijeron esa palabra juntos, en unísono.

En cuestión de segundos, Oliver se puso de pie, fue hasta la pañalera doble y se ahí sacó dos baberos, el recipiente y las cucharas. Puso todo en su escritorio, despejándolo, fue por sus bebés y le puso los baberos  a uno por uno, luego  se sentó en su lugar de trabajo, poniéndose a cada personita en una pierna. Destapó el recipiente y fue entonces que los bebés comenzaron a moverse locamente, al parecer estaban muy ansiosos.

Agarró la cuchara de Jordana primero, pero luego recordó que Dominik se enojaba si no le daban primero, así que tomó la de él. Entonces, fue así como comenzó a alimentarlos  como un experto, tranquilamente y sin prisa. Sin embargo, cuando se dedicaba a darle a Jordy, Domi metió la mano en el recipiente, y luego situó  eso en su cara, llenándose y manchando el traje de su padre. Oliver abrió los ojos como platos. Eso realmente no se lo esperaba, así que no dudó en espetar los dos nombres de su hijo varón, dejándolo paralizado.

Nicolás nunca les hablaba tan seriamente, de hecho tenía un tono de voz muy confianzudo para con ellos, pero Oliver era diferente. Sabía que era un niño, pero Dominik parecía hacerlo a propósito, para jugar nada más. Por el rostro que llegó a poner Dodo, diría que estaba ‘sentido’ Pero no importaba, manchar a su papá cuando traía puesto el traje estaba mal. Incluso Oliver podía dejarse manchar pero en casa y con ropa más común y corriente, pero en el trabajo nunca. Sin embargo, se tranquilizó y trató de arreglar las cosas, hablándole a su niño, animándolo a seguir comiendo, y lo logró.

Fue así que ambos pequeños comieron su papilla y mientras Oliver los cargaba para llevarlos de nuevo al tapete (con Dodo ya limpio), escuchaba que sus hijos ronroneaban y balbuceaban: ‘mamá’ ¿La extrañaban? Oliver alzó una ceja, asimilando que sí. ¿Quién no extrañaba a su madre? No obstante, siguió trabajando y mirándolos, hasta que dieron las seis y escuchando  que la puerta de su oficina se abría. Era Nicolás que venía chapeado, muy entusiasmado.

—¿Cómo se portó la princesita y el principito? —Le preguntó a los niños, antes que a Oliver—. Bien ¿verdad? —Insistió, cargándolos con facilidad, les besó la frente y esta vez observó a Oliver, que lo miraba muy atento —. Se portaron bien ¿Cierto? —Fijó su vista en la mancha que Oliver traía en el traje —. ¿Fue Dodo, cierto? —Asumió con facilidad. Ya sabía que su hijo era muy travieso.

—No es nada, todo está bien. ¿Cómo te fue?

—Muy bien. —Sonrió mucho—. Compré muchas cosas, luego te las enseño. ¿Nos vamos?

—Sí, ya he terminado.

Así mismo, Nico arropó a los pequeños, poniéndoles gorra y guantecitos. Iban muy monos con sus chaquetas y todo, más con el estilo particular de Nico. Ya cuando estuvieron todos listos, Oliver cargó a los bebés e inmediatamente Noah se encargó de ponerle la bufanda y  los guantes que había prometido traer,  exagerando como siempre. Pero Oliver ya estaba acostumbrado a verlo exagerar. Pero al final fue bueno que los llevara, que fuera prevenido, porque afuera hacía un frío de los mil demonios. Oliver estaba agradecido por tener a un esposo tan eficiente. No dudó sonreír como un estúpido.

 

Notas finales:

Subié cap puntual el fin de semana. :) Dos caps.

Kelle se pronuncia KELLA

Y Kellen se pronuncia KELLAN XD

Se viene algo bien chidillo xDD


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