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Logra tus deseos. por Lizama24

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Notas del capitulo: ¡Hola! Les traje un nuevo capitulo, les agradesco que sigan leyendo. Me siento muy feliz TTuTT ok suficiente.

Agradesco los rws!! Esas personitas que aunque no son muchas siempre me dejan sus opiniones.

Ya pues, pasen a leer.
No pasó mucho tiempo para que el hombre de la banda en la nariz se fuera de ahí terriblemente enojado, sabía que Yuu estaba enojado por su comentario pero él llegó demasiado lejos. Aoi sólo se dedico a observar el lugar por donde el otro se había marchado olvidándose de su acompañante al cual hace escasos segundos había besado sin pensar.

—Idiota. —dijo al fin el más bajó logrando captar la atención del moreno, el cual al verlo se sintió avergonzado. 

—R-ruki yo... —titubeó sin saber que decir. 

—Shh, no puedo creer que hayas querido darle celos a Reita ¡Usándome! ¿Qué crees que soy? —llevó sus manos a la cintura con el ceño fruncido.

— ¡L-lo siento! Yo no quería ofenderte... —no pudo continuar hablando pues fue interrumpido: los brazos del otro rodearon su cuello para bajarlo y plantarle un nuevo beso ahora dominando el rubio.

—No sabes mal —sonrió lascivo —, tienes suerte de que me gustes tanto, ¿Sabes? A mí nadie me besa sin antes salir conmigo, estos labios son SA-GRA-DOS. 

—Entiendo. —no, en realidad no entendía. Estaba tan aturdido y confundido; Ruki era una persona muy peculiar. 

—Entonces ¿Cuando salimos? —ante esa respuesta Aoi quiso golpearse a sí mismo.

—Takanori yo... tú no me gustas y sé que lo que hice, no debí hacerlo. Lo siento. —Ruki no cambio su sonrisa —. No. —dijo para quedar en claro de que no pensaba salir con él. 

—No tienes opción. —rió levemente, era tan divertido ese moreno aún más ver su cara de frustración. 

—Mierda. —susurró.

***


Para Uruha el contar con la suma confianza del pelinegro era maravilloso, aún reía en su interior por la tremenda paliza que le puso aunque Aoi no se hubiera dejado del todo.
Lo único que le molesto fue que dijera de dónde sacó lo que dijo "Uruha" había dicho y en ese momento quiso golpearlo, pero bueno sólo eran detalles.

Detalles que le habían causado un fuerte dolor de cabeza pues Takanori estaba más cabreado que nunca con él cosa que lo tenía por los suelos pues al parecer había perdido toda oportunidad con él. "¿Qué estás ganando entonces?" meditó. 
Ruki estaba molesto, y como no si había corrido el chisme de que Yuu y él habían tenido "algo".
Reita aunque no le había dicho que no le creía estaba dudando.
Aoi... bueno, le venía en gana cualquier cosa que él pensara.
Y Kai, ese tipo era más idiota de lo que creyó y aunque lo tuviera de su lado, este solo no le servía de mucho más de que Aoi no volviera a la banda. Como fuera, no estaba ganando gran cosa y se estaba metiendo en problemas algo que no quería aceptar.

—Entonces, si habló con el encargado del lugar quizás ellos —hizo una pausa al notar la ausencia de atención del castaño —. Uruha ¿Me escuchaste?

— ¿Ah? Sí, sí. —mintió mientras rayaba con lapicero una hoja sin mirarle a los ojos sumergido en su mente.

— ¿Qué te ocurre? —dejó el tema anterior y le prestó su total atención. 

—No me pasa nada, continúa. —siguió garabateando, Kai suspiró y con suavidad retiró la hoja bajo el lapicero del otro logrando que levantara su vista y lo mirará a los ojos —. Estoy... preocupado.

— ¿Por Akira y Takanori?, tranquilo, tú dices la verdad así que estará todo bien. —acarició su mejilla y Uruha forzó una sonrisa. 

—Lo sé. No importa. —dio golpecitos con el lapicero en la mesa haciendo un sonido muy bajo. 

—Uru, sobre lo que dijiste el otro día —tomó la mano ajena entre las suyas —. que te gusto... 

"Oh mierda." pensó Uruha al notar el cariñoso acto del otro, ahora volvía a su memoria lo que tuvo que decir para convencerlo. Vale, tenía que fingir, no había problema para él. 
—A-ah, eso. —recogió un mechón de cabellos detrás de su oreja y lo miró —. Bueno, ¿Qué dices tú?

—Shima, yo te amo desde hace mucho. —incrementó la fuerza en su agarré, lo miraba fijamente a esos dulces ojos mientras sus mejillas se pintaban de un leve color rosa. 

— ¿M-me amas? —fingió nerviosismo y asombro en su expresión facial —. Yutaka... yo, yo también te amo. —una brillante sonrisa se dibujo en sus labios.

Para Kai escuchar esas palabras lo volvieron el hombre más feliz del mundo, ya no le importaba que se hubiera enamorado de un hombre, ya no le importaba nada más sólo ese hermoso joven frente a sus ojos al cual amaba con locura —y aunque no lo supiera, con estupidez. —. 

El de menor estatura se levantó de su asiento y camino hasta él, Kouyou también se levantó. Los dos estaban frente a frente, Kai llevó su mano a su mejilla y la acarició con dulzura, Uruha se fue acercando a sus labios pensando que era obvio que se besarían, pero eso no pasó: Kai lo abrazo con fuerza mientras sonreía maravillado, feliz.
El castaño al no esperarse un simple abrazo se quedó confundido y poco a poco correspondió. Oh, entonces algo dolió dentro del pecho de Shima: Tanabe tenía tan nobles sentimientos y él, él lo estaba utilizando a su gusto. Mordió su labio al sentir esa sensación de culpa que trataba con todas sus fuerzas bloquear. "Si supieras todo lo que estoy haciendo por ti, Takanori"


*** 


—Después de todo sí podías ser más imbécil. —Aoi acababa de contar lo sucedido a Kotomi. La chica estaba trenzando el ya largo cabello del moreno. 

—Ya lo sé. —bufó —. No estoy cómodo con mis problemas ¡Todavía me busco más! 

—Oh vamos, no puede ser tan malo —rió levemente siguiendo con lo suyo —. ¿Es guapo, no? Preséntame formalmente y te lo quitó de encima. 


—No, gracias. Ya tienes demasiado con un hijo ahí. —señaló su vientre.

—Hmm. —puso una liguita finalizando otra trenza y tomó otros mechones de cabello.

— ¿Quién es el padre? 

—No te diré.

—Kotomi. —el ambiente se volvió tenso. 

—No lo conoces, y no importa. Sólo quiero que no te metas en problemas. 

—Mi tía, ¿Qué te dijo exactamente? —giró su cabeza observando esos enormes ojos negros que la joven tenía. 

—Ya te lo dije, le dije que estaba embarazada y se enfado mucho. Me golpeó varias veces y me dijo que lo abortaría. Papá sólo negó con la cabeza. —sus palabras no sonaban tan dolorosas como las había vivido pero eso ya había pasado y Kotomi no quería contarle a detalle.

— ¿Qué tal si te encuentra?

— ¿Por qué lo haría? Tú le dijiste que no estaba aquí y mamá nunca te visita, le caís mal por dedicarte a la música y ser un "vago". —sonrió divertida.

—Tienes razón, antes muerta que pisar mi casa de cartón. —ambos rieron divertidos.

— Tú me cuidaras ¿Cierto? —término de "peinar" a su primo y lo miró detenidamente, se veía tan gracioso con tantas trencitas.


—Lo haré, siempre lo haré. —afirmó para después girarse y verse en el espejo de su recámara. — ¡Que horror! ¡No te dediques a ser estilista! 

— ¡Malo! ¡Te ves tan tierno! —trató de contener la risa pero falló y estalló en carcajadas —. ¡¡Que feo!! — ambos siguieron riéndose largos minutos.

"Siempre cuidaré de ti" tantas veces le había dicho eso, la primera vez cuando eran niños. Yuu era dos años mayor que ella y técnicamente era como su segunda hermana, tenía una mayor pero era más divertido cuidar de una más pequeña, en Mei habían vivido muchas cosas juntos, siempre estuvo ahí con ella cuando lo necesitaba y jamás la dejó sola. 
Le "espantaba" a los patanes que querían "algo" con ella y aunque al principio Kotomi se molestaba terminaba agradeciéndole. 
Estuvo ahí para que nadie le hiciera daño pero lamentablemente esos dos años Aoi no había estado allí y se dio cuenta que de verdad él era el único que la cuidaba. 
Ahora Aoi juraba protegerla y ayudarla ¿Pero cómo lo haría? ¿Cómo cuidar de ella y en un futuro a ese bebé? De tan sólo pensarlo lo cansaba. Debía trabajar para ganar mucho dinero. Pero lo que más le preocupaba en ese momento era que su tía, la madre de Kotomi, la encontrará y obligará a matar a ese bebé. Pues él conocía perfectamente el carácter y los prejuicios de esa señora, le causaba tanto dolor de cabeza verla o escucharla por teléfono.
Esa señora había tratado de convencer a sus padres de convencerlo de abandonar su más grande sueño argumentando que no le traería nada bueno y que se volvería en un indigente vagabundo, ah y que se drogaría. Por suerte sus padres no eran tan "crueles" como ella y le dejaron viajar a Tokio ignorando todo consejo de su tía. 

—Necesitas hacerte un ultrasonido, ¿Cuántos meses tienes? —regreso al tema del bebé.

—Casi tres meses. Pero... Yuu, no tengo dinero. —susurró avergonzada, pero era cierto, había escapado de casa con sólo una maleta con ropa y pertenencias y dinero tan sólo para viajar a Tokio y comer algo en lo que llegaba a la casa de Aoi. 

—Y yo tampoco. —sonrió mientras desasía las trenzas de su cabello una por una —. Pero sí lo necesario. 

—Gracias, te deberé mucho. Ahora —hizo una pausa —. tú, primo idiota ¿Cuándo vas a disculparte con Reita? —le miró con seriedad y Aoi desvío la mirada. 

—No tengo porque disculparme, no hice nada malo. —cruzó sus brazos sobre su pecho. 

— ¿No?, ah claro, sólo besaste a otro chico para darle celos a otro ¡Nada más! —sonrió incrédula —. Ahora que lo pienso eso te vuelve 100% gay. —rió.

— ¡No es cierto! —gritó avergonzado.

— ¡No puedes negarlo! ¡Te gustan los hombres! —siguió riendo con fuerza. 

— ¡Que no! —sus mejillas se tornaron rojas —. Yo sólo... yo sólo... 

—Tú sólo besaste a dos hombres en un día. —su mirada se volvió picarona avergonzando aún más al moreno —. Eres gay y puto.

— ¡Alto! ¡Que me estas recordando a Uruha!

—Sin embargo, sólo te gusta uno de ellos ¿No? —se miraron en silencio por varios segundos, otorgando la respuesta —. Si sigues con tu orgullo o idiotez, porque desconozco que existe en tu cabeza, vas a perderle ¿Entiendes?

¿Orgullo? ¿Existía orgullo de por medio? ¿Era eso por lo que aún cuando ya no estaba con Ayumi seguía sin aceptar los sentimientos del bajista? no lo creía, más bien no sabía qué hacer, ¿Debería declarársele? ¿Esperar a que Akira se lo propusiera de nuevo? 

—No es mi culpa. —murmuró. 

—Puede que seas muy inteligente para muchas cosas pero en el amor eres un novato. —se burló. 

—Tsk ¿Y? ¿Quién dijo que estoy enamorado?

—No quise decir eso, ¿Sigues temiendo, Yuu? —Kotomi conocía el miedo del moreno respecto a las relaciones formales, es decir, buscar al amor de su vida, por cursi que sonara. 

—No lo sé. —fue su única respuesta. Recién había terminado con la castaña de nuevo, al parecer con la única persona que había buscado algo serio era con ella y no funcionó "¿Es tonto el pensar que así será con todos?" pensó.

—Ayumi es una zorra, ¿Akira lo es? 

— ¿Se supone que deba saberlo?, de Ayumi no lo supe después de tanto tiempo. —quizás en ese momento no pensaba en Akira como alguien capaz de ser infiel pero ¿Y si lo era? 

—No es igual, Akira jamás había tenido sentimientos por un hombre, es más nunca se había interesado tanto por alguien. 

— ¿Y tú como sabes eso? —rió incrédulo, hablaba como si le conociera de toda la vida.

—Porque he hablado con él, muchas, muchas veces. Y se nota que te quiere mucho. —Aoi se sorprendió por tal cosa, nunca había pensado que ellos dos se trataran. 

— ¿…l... te lo dijo?

— ¿Por qué debería decirte? —sonrió triunfante. 

—Hablaré con él. —suspiró rendido.

—Bien, y de paso con Takanori para que no te siga "acosando". 

—Un paso a la vez. —que frustrante era. 

—Primero Takanori. —al vocal no lo había tratado pero por alguna razón creía que no sería bueno el que se interpusiera, ella lo veía así: Akira y Yuu debían estar juntos y nadie más. ¿Fujoshi? quizás. 

*** 



—Me be-so. —deletreo con lentitud.

—No me importa. —gruño molesto mientras seguía tecleando en su ordenador. 

—Ah claro, estas más celoso que nunca. —sonrió, no iba a ignorar que le gusto probar esos gruesos labios pero sabía que no le gustaba a Aoi, sin embargo era una oportunidad ¿No? y de paso podía molestar con una buena arma al de la bandita. 

—No estoy celoso. Pero dime ¿Entonces en verdad no te acostaste con Yuu? —si lo beso en su cara ¿Qué podía creer? 

— Akira —se dejó de juegos —. ¿Me crees capas? ¿Crees que yo me acostaría con Yuu sabiendo lo que sientes por él? Sí, es cierto que estamos "compitiendo" pero somos adultos o algo así —rió por unos segundos recordando lo infantiles que eran a veces a sus 22 años —. y yo no juego sucio. Akira lo miró no muy convencido, entonces Ruki rodó los ojos y prosiguió.

—Entonces, ¿Crees que si me hubiera acostado con Aoi no te lo hubiera presumido?

—Eso sí lo creo. —sonrió. En verdad no creía capas a ambos de hacer algo así a sus espaldas, pero ahora eso quería decir que Kouyou sí fue capaz de hacer algo así —. Eso quiere decir... ¿Shima lo invento?

—Para mí es claro, yo sé que no tuve sexo con Aoi y si Kai dijo que Takashima se lo dijo y tiene pruebas...

— ¿Qué pruebas puede tener? —interrumpió. 

—Habría que preguntarle.

— ¿Y si las tiene?

—Quiere decir que Kouyou es más listo de lo que pensé. Akira amaba a Kouyou como a un hermano, y quería a Yuu de forma romántica sentía por él cosas muy especiales y no sabía el por qué. ¿A quién debía creerle? Por las palabras de Ruki tenía la idea de que Yuu decía la verdad y entonces Kouyou mentía, cosa que lo decepcionaba en sobre manera. 

— ¿Quieres ir a hablar con él? —propuso Ruki mientras desacomodaba las cosas de la casa donde vivía Reita. 

—Deja eso —gruño —. y no, no sé qué decirle. 

—Ya se te ocurrirá algo. —siguió moviendo las cosas de un lado a otro para distraerse. 

— ¿Y Kai?

—Quizás también esté con él. —se detuvo y lo miró.

—Vamos. —apagó su portátil y la guardo en su recámara, rodó los ojos al ver el desastre que había hecho el más bajo —. Y dices que yo ensucio tu casa ¡Levanta eso! 

— ¡Es tu casa! ¡Levántalo tú! 

Se tardaron en ir por la pelea que tuvieron verbalmente hasta que Akira se rindió y se puso a recojer los lapiceros que había regado, las figuras de porcelana de su compañero de casa, una que otra cosa sin importancia de él y de sus otros compañeros.
Después de eso se dirigieron a la casa del castaño sin antes llamarlo, prefirieron caer de sorpresa para que no tuviera tiempo de idear una mentira o un plan.

Fueron en el auto de Ruki hasta allá, ya era tarde pues pasaba de las nueve de la noche pero aún así había tanta gente en las calles que el tráfico era un infierno. Después de tanto tiempo conducir tan lentamente por las calles llegaron a su destino y prosiguieron a tocar la puerta. La cual se abrió segundos después dejando ver a través de esta al batero el cual un poco extrañado saludo, también ellos saludaron un poco incómodos principalmente el de menor estatura.

Los hizo pasar y los tres caminaron en completo silencio hasta llegar a donde estaba el castaño, al cual habían ido a buscar.

—Hola. —saludó Uruha con un movimiento de cabeza pues sabía que la situación no era la mejor.

—Hola Kouyou. —saludo Reita para después sentarse en la mesa donde estaba sentado el castaño seguido por el otro rubio y el pelinegro.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué han venido? —ya se lo imaginaba pero no quería adelantarse así que pretendió escuchar a que venían de sus propios labios.

—Necesitamos hablar, Takashima. Sobre lo ocurrido hace unas horas ¿Entiendes? —Ruki le miró con seriedad a lo que el otro nervioso sólo se limitó a asentir.

— ¿Y bien? —esta vez hablo Akira.

— ¿Qué? —dijo para ganar tiempo en lo que pensaba.

—No te hagas el desentendido, por favor. —la cara de Ruki era fría, si bien quería mucho al guitarrista lo que hizo había convertido ese cariño en decepción—. ¿Por qué inventaste que yo tuve algo más con Aoi? Sabes que no es cierto.

— ¡Claro que lo es! —intervino el batero que estaba sentado también escuchándolo todo.

—No te metas Yutaka, estamos hablando con Uruha. —habló el bajista.

—Yo…—lo admitía, jamás pensó en las consecuencias. Si tan sólo Kai no hubiera dicho que fue él. No podía en ese momento decir ´´Claro que es cierto´´ pues no ganaría nada, no tenía más armas que seguir mintiendo, seguir utilizando mentiras y más mentiras, pero ¿Ganaría algo?

—Te escuchamos. —insistió el vocalista.

—Aoi me lo dijo. —mintió, una vez más mintió.

— ¿Qué? —rió dando a entender que no le creía nada.

—Lo juro, yo tengo una grabación. —sacó el celular de su bolsillo y se puso a buscar.

— ¡Espera! Kouyou, tú me dijiste que te había dicho Ruki. —de nuevo tuvo ganas de golpearle la cara al chismoso de Kai ¿No podía cerrar la boca?

—Te dije eso para que me creyeras, sabía que si decía que Yuu me lo dijo tú dudarías.

— ¿Qué pruebas tienes? —prosiguió Takanori al ignorar lo anterior, más sólo fingió que lo hizo.

—Esto. —volvió a reproducir una vez más la grabación que tenía en su celular, la cual se alegraba de no haber borrado después de mostrársela al pelinegro.

—Eso es mentira. —afirmó Takanori.

— ¿Te consta que lo sea? —dejó el móvil sobre la mesa y lo miró.



— ¿Tú qué piensas, Akira? —hasta ese momento Reita se había quedado en silencio sin tener idea de que decir.

—La grabación… ¿Es real? —Uruha frunció el ceño ante tal respuesta de su mejor amigo, le había pillado, era el único que había pensado en si era falsa o real.

— ¡Claro que lo es! —se defendió.

—Entonces no creo que te moleste que nos prestes tu celular y la chequemos más detenidamente ¿Verdad? —Akira podría querer mucho a ese castaño pero se dio cuenta de lo manipulador que podía ser con Kai, entonces ¿Quién dice que con él no?

Ruki sonrió, al parecer Akira no era tan idiota como aparentaba. Uruha se quedó callado, no podía decir que sí puesto que si la revisaban se darían cuenta muy pronto de que era falsa y si decía que no quería decir que estaba mintiendo.

—Estoy muy decepcionado Kouyou. —después de ver que no respondía rápido ya no necesitaba una respuesta.

—Espera, Akira. Aún no he contestado. —se apresuró a decir.

—No necesito escucharla, si fuera verdadera esa grabación que muestras no dudarías en dárnosla, porque sabrías que dices la verdad ¿Qué significa tu silencio entonces? Ya basta de mentiras Takashima Kouyou. —Reita estaba triste, decepcionado, pero su voz era seria y firme.

— ¡No, espera! Aki, te juro que digo la verdad. —no, no y no, su mentira no podía estar cayendo.

— ¡Cállate, Takashima! —gritó molesto—. ¿A qué quieres llegar? ¿Hasta cuando quieres seguir mintiendo y engañándonos a todos? ¿Qué quieres ganar?

El castaño se quedó callado, podría gritar cualquier cosa en ese momento ´´No miento´´ ´´Por favor créeme´´ pero nada serviría. Akira lo miraba con una mirada que jamás en su vida había visto en él, lucía molesto pero al mismo tiempo se veía que quería llorar.

— ¿Qué? —insistió Takanori.

—Alejarlo… quería que Yuu se largara de nuestras vidas. —admitió descendiendo la mirada—. No soporto ver como él se lleva la atención de todos ustedes, ¿Y yo? ¿Dónde quedo la atención para mí? —trató de cubrir sus ojos que empezaban a llenarse con los mechones que caían de su frente, así era él realmente cuando quería llorar: no permitía que lo vieran.

—No eres un niño pequeño y nosotros no somos tus padres como para que trates de llamar nuestra atención. —aparte de Reita y Uruha nadie más hablaba, Kai porque estaba aturdido y Ruki simplemente quería presencia la ´´conversación´´ de ellos dos para darse cuenta hasta que punto Reita podía llegar.

—Ya lo sé. —admitió— Sin embargo yo me siento como tal, y no permitiré jamás que Takanori tenga otra pareja, no a menos que sea YO—levantó la voz en la última palabra, entonces Yutaka supo que había sido engañado una vez más; Uruha no lo amaba.

—Basta, Shima. —suspiró un cansado bajista—. ¿No te das cuenta? Ruki jamás te creyó, Takanori fue el único que desde el principio confió en lo que Yuu decía. Fue el único que no cayó en tus juegos.

¿Triste? ¿Cruel? Quizás ambos, pero era verdadero. 
Kouyou podía manipular a la persona que estaba enamorada de él, podía engañar a su mejor amigo, a todo el mundo excepto a una sola persona. Porque esa persona era la única que lo conocía de pies a cabeza, por dentro y por fuera, su carácter impulsivo y calmado, su mente despiadada y bondadosa.
Oh, y cuanto amaba a Ruki por ello, porque con él no existían mascaras, porque podía mostrar cada una de sus caras y Takanori había aprendido a tolerarle todas.
Y aún cuando el rubio estaba molesto o decepcionado… lo aceptaba.

—Lo siento. —estaba acabado ¿Qué más podía hacer? Ya nada, estaba acabado, hundido, ya nada más importaba había perdido a las personas que más apreciaba. 

Así como su mentira había comenzado de un momento a otro, esta había terminado de igual forma. Jamás fue tan astuto como pensó pues olvido que había otra persona aún más inteligente que él la cual sabía exactamente qué estaba pasando, si mentía o si decía la verdad: Akira.

Salió de ahí dejando al trío en su casa, tenía mucho, mucho que llorar o lamentarse.

— ¿Entonces lo de la audición también fue obra suya, o no? —preguntó de la nada el más bajo.

—Sí, pero también mía. —confesó Kai, mientras sonreía levemente.

— ¿Tú también? —preguntó en un susurró el de la bandita.

—Sí, Uruha me dijo que sería lo mejor para todos… yo simplemente quise creerle, yo simplemente no quería verlo triste. —mantuvo una sonrisa en su rostro en todo tiempo mientras tenía la mirada baja sin atreverse a mirar a ninguno de ellos.

—Entiendo, después de todo el amor te vuelve idiota. —ahogo una risilla Takanori también tenía su mirada baja.

—En exceso. — afirmó el batero mientras recordaba lo feliz que se había sentido hace unas horas cuando el castaño se había confesado diciéndole que lo amaba al igual que él, lo idiota que había sido al creerle cada una de sus mentiras y lo imbécil que se sentía en ese momento al tener el corazón destrozado después de escucharlo decir que no permitirá que Takanori tuviera otra pareja, lo cual confirmaba que… Uruha amaba con locura a Ruki, al grado de dañar hasta a sus propios amigos sin importarle nada más.

***


Se sentía tan ridículo, pero aún más que vergüenza lo que sentía en ese momento era indescriptible. 
´´Takanori jamás cayó en tus juegos´´ y él estaba consciente de ello, de que jamás podría hacer nada, absolutamente nada para que Takanori se interesara por él.
Y es que nada había funcionado, cuando se comporto dulce con él no funciono y ahora que quiso ganar a la mala tampoco. Takashima simplemente no existía en el corazón de rubio.

Comenzó a llorar teniendo esto en su mente mientras se sentaba bajo un árbol y el cielo nublado de aquel día apartado de todas las personas que descansaban a esas altas horas de la noche en ese pequeño parque.
Puede que su hubiera comportado de manera estúpida y lo sabía, pero no se había arrepentido pues lo hacía con un solo propósito, él sólo quería tener el amor de una persona de una persona que jamás en la vida se fijaría en él.
No importaba que hiciera, a quien dañara pues jamás tendría el amor de ese joven al cual amaba en sobre manera.

Su impotencia se había convertido en odio hacía el moreno, en algo físico que pudiera manipular con sus manos y tal vez conseguir lo que deseaba, pero ese ´´tal vez´´ no había sido suficiente.

Siguió tirando lágrimas por un largo rato, mientras sollozaba y descargaba toda su frustración, todo ese dolor interno que no pudo aplacar en todo ese tiempo, todos sus pensamientos que le habían gritado una y otra vez que hacía mal. Gritó con fuerza al sentirse tan miserable en ese lugar, era tan idiota que no sólo no pudo destruir a Aoi, aparte se había destruido a sí mismo y de qué manera.

Se levantó de su asiento aún con los ojos llorosos y comenzó a caminar, debió verse realmente mal pues muchas personas que le preguntaban si estaba bien, a todos ignoró y siguió con su camino a ninguna parte. A esas altas horas de la noche era el único idiota que caminaba por las carreteras sin importarle ser aplastado ¿Qué podría importarle en ese momento? 

Olvidó que a su alrededor existía algo más y se concentro sólo en su mente rememorando todo lo malo que había hecho, empezando por Yuu, recordó como este había intentado agradarle tratándolo bien aún cuando él le gritara, después recordó su última mirada; esa mirada llena de ¿Odio? ¿Asco?, no lo sabía pero el moreno simplemente había pasado de ser su compañero a su enemigo y podía jurar que el odio—que antes sólo había sido suyo. — era mutuo.

En medio de su caminata recordó el lugar en donde vivía Yuu, y sintió unas enormes de ganas de ir allá con él. 
Por primera vez en toda su vida tenía ganas de correr y disculparse con alguien a quien había dañado.
No le importaba si este lo agredía o golpeaba, aceptaría cada una de esas palabras o cada uno de esos golpes sin interponerse pues, él más que nadie sabía que se lo merecía.

Muy tarde entendió que lo que había hecho no le traería nada bueno.

Caminó a paso lento bajo la oscuridad de esa noche sin ninguna estrella, no podría decir soledad pues en Tokio no estaba en ningún momento la calle sola pero para él no existía nadie más alrededor, para él sólo estaba un camino, un largo camino que lo dirigiría a la casa del moreno para disculpares y asegurarle que jamás volvería a causarle problemas pues no estaba dispuesto a ver las caras de sus amigos una vez más.

—Lo siento. —dijo en cuanto la puerta fue abierta—. Entiendo lo enojado que debes estar conmigo y que nada servirá para que me perdones, si yo fuera tú no lo haría. —sonrió levemente—. Pero sólo quería disculparme, no puedo hacer nada más, me alejaré de ti y de todos y no volveré a causar molestias ¿Vale? Te admiro pues aún cuando te hice la vida imposible tú… seguiste en pie. Animo, con la excelente banda que tienes y el genial guitarrista que eres conseguirán otro contrato y yo no estaré ahí para arruinarlo, y ya todos saben la verdad…

Se giró después de decir todo esto, no estaba esperando respuesta, esperaba que en medio lo que decía Aoi le gritara o golpeará pero como eso no pasó entonces decidió irse. 

—Espera…—susurró no muy convencido el moreno logrando que Uruha volteara, en su rostro y expresión le era fácil ver que había llorado y lo destrozado que estaba, aunque Uruha le hubiera hecho todo eso sintió lastima.

— ¿Qué quieres? ¿Golpearme? Hazlo. —su expresión y voz inexpresiva le dolía y no sabía por qué. La idea de golpearlo sonaba tentadora.

Con su puño golpeó con fuerza el rostro de Shima, este retrocedió un poco pero no dijo nada.

—Estamos a mano. —sonrió. Uruha le miró aturdido ¿Qué acababa de decir? ¿Eso significaba que no estaba molesto?

— ¿Qué?

—Te odio mucho, pero creo que puedo dejarlo pasar. Al menos yo.

Después de eso le cerró la puerta en la cara y Uruha se quedó ahí afuera, confundido, ¿Aoi era o muy bueno o muy imbécil?
Notas finales: ¿Creen que la mentira cayó muy pronto? La verdad yo no lo creo más bien creo que ya me había tardado, la historia avanza muy leento ¿O no?

Bueno, gracias por leer y déjame un rw si gustas.

Acepto críticas, opiniones, consejos, etc etc.

Hasta el próximo jueves! Quizás.

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