Y fue ahí donde se quedo sin tener idea de que decir o hacer más que girarse en sus talones e irse de allí con miles de pensamientos en su cabeza; principalmente el cómo debía asesinar al moreno por tener un ´´corazón´´ muy bondadoso o quizás una mente demasiado estúpida.
***
—Me interesa muy poco lo que vengas a decir, Kai. —después de enterarse que el batero también había estado en esas cosas Reita no lo tomó tan bien como esperaba, sí, entendía que tal vez Uruha lo había manipulado muy bien pero eso no quitaba que fuera un imbécil para dejarse hacer.
— ¿Entonces esto es todo? ¿the GazettE se separa aquí? —preguntó con una cara de suma tristeza y arrepentimiento.
—No lo sé. —Akira suspiró y volteó a ver al vocalista que también caminaba con ellos con dirección a la sala de ensayos—. ¿No vas a decir nada? —dijo al notar que este no pretendía hablar.
— ¿Para qué? ¿Enserio piensas disolver a la banda? —detuvo su andar y los miró a ambos.
— ¿Dices que no importa lo que hicieron? —alzó una ceja, él creyó que Takanori también estaba tan o más molesto que él.
—Yo no dije eso, pero también creo que es mucho para… sé que estás muy molesto Akira, pero piénsalo más detenidamente. Además ¿Qué haremos entonces? ¿Vender globos de animalitos?
—No es como si estuviéramos ganando de esto. —todos tenían que trabajar por su parte, la banda era para el futuro.
—Sí, pero en un futuro todos pensamos depender de crear música ¿No? Yo planeo vivir de ello y cumplir mi sueño, si tú ya abandonaste eso no es mi problema. —volvió a caminar seguido por ambos.
Reita prefirió ya callarse, realmente no quería dejar de hacer lo que amaba pero la idea de perdonarlos y seguir como si nada hubiera pasado tampoco es algo que le pareciera muy atractivo.
Abandonando aquella plática llegaron a su destino y antes de poder entrar se detuvieron al escuchar que de ahí salían sonidos: dos guitarras se escuchaban en aquel lugar.
— ¿Aoi… y Uruha? —Ruki se quedo estupefacto al ver al dúo tocar juntos como si fueran lo de todos los días, como si nada hubiera pasado.
Ambos guitarristas no notaron sus presencias y continuaron con lo suyo interpretando ´´Katherine in the trunk´´ acompañándose mutuamente y siguiendo los mismos tiempos disfrutando de las ambas melodías que salían de aquellos instrumentos.
No fue hasta que terminaron los cuatro minutos con cincuenta y seis segundos que se dieron cuenta que esos tres los miraban con mucho asombro y confusión.
—Ah, ¡Hola! —saludó muy sonriente el moreno, el trío fue entrando en el interior de la sala sin despegar la mirada de ellos, Uruha ante esto bajó su cabeza un poco evitando mirarlos a los ojos.
—Bueno, como veo que nadie va a hablar yo lo hare. ¿Qué hacen aquí y los dos juntos? Además de estar tocando juntos muy felices mientras nosotros estamos pensando en ´´ ¿Cómo nos disculparemos con Aoi por no creerle? —de nuevo tomó la iniciativa el menor de todos.
—Pero tú sí me creíste. —sonrió —. Contestando a tu pregunta: Shima quiere decirles algo. —hizo un ademan con su cabeza hacía el castaño el cual seguía con la mirada baja.
—Te dije que no me llamaras Shima. —infló sus mejillas mientras le veía y este sonreía—. Bueno yo… entiendo lo molestos que deben estar cada uno de ustedes, y serían unos idiotas si no lo estuvieran he aquí un vivo ejemplo—señalo al de cabellos negros que se dedicaba a tocar su instrumento sin estar conectado y al notar que hablaba de él lo miró fingiendo molestia—. Lo siento, sé que eso no resolverá nada, pero espero que el que me marche sí lo haga.
— ¿Te vas? —intervino de golpe el baterista.
—Sí, creo que el estar en su presencia es una falta de respeto y sinceramente no puedo. —dijo negando levemente con la cabeza y sin atreverse a mirar a ninguno de ellos.
—Entiendo. —habló el bajista que lo miraba inexpresivamente, Uruha no necesitó mirarlo a los ojos para saber que eso estaba haciendo pues lo comprendía en su tono de voz, Akira estaba muy molesto.
Sorprendidos porque el rubio no se opuso se miraron mutuamente sin tener idea de qué decir.
—Sólo venía a eso, creo que ya debo de irme. —se propuso a guardar su instrumento en su funda y ponerlo en su hombro y detrás de su espalda—. Cuídense. —dijo con la mejor sonrisa que le fue posible y salió de ahí sin recibir una mirada tan sólo el ´´Adiós´´ proveniente de Yuu.
— Me alegra que todo se haya resuelto pero ¿En verdad piensan dejarlo ir? —habló después de varios minutos en silencio en los cuales nadie se atrevió a comentar ninguna palabra.
— ¿De verdad no estás molesto con él? ¿Ni un poco? —interrogó Akira quien no terminaba de creerse que Aoi se comportara no como antes si no hasta mejor con el castaño.
—Por supuesto que sí, le dije que no estaba molesto porque no ganaba nada diciéndole lo contrario, sin embargo soy un completo idiota que pretende darle a Shima una segunda oportunidad, después de todo él siempre me agrado y ustedes le quieren mucho ¿No? Puede que esté haciendo mal. —ahogó una risilla.
—Eres increíblemente pendejo, Shiroyama. —esbozó una enorme sonrisa mientras terminaba de escuchar todo aquello, aún increíble para el vocal.
—Lo sé, Takanori. Pero Uruha lo ha sido mucho más, mira que tratar de dañarme con simples mentiras que no terminarían en nada, y sí arrebatarme primero la oportunidad de crecer en la música pero que termino mal para todos por la culpa de cierta persona. —Ruki mordió sus labios y giró los ojos.
— ¿Conmigo… estás molesto? —preguntó en un hilo de voz.
—Mmm quizás, Kai, quizás. —después de esa respuesta volvió el silencio, Yuu harto volvió a romperlo. — Si no se dan prisa Kouyou se marchara y ya no le verán nunca más ¿Enserio quieren eso? Démosle otra oportunidad, si yo puedo ustedes también. No será lo mismo al menos no para mí pero es mejor.
Akira no dijo nada, tan sólo se echo a correr en dirección a la salida de la sala en busca de Uruha, se estaba haciendo el fuerte, se estaba haciendo el enojado cuando en realidad estaba decepcionado pero no por eso pretendía dejar ir a su mejor amigo para nunca más saber de él.
Kai tardó un poco más en reaccionar, aquello no haría que Kouyou lo amara, aquello no arreglaría nada pero aquello haría que pudiera tenerlo cerca al menos como su amigo, él también salió dispuesto a perdonarle con el tiempo, claro era que no en ese momento pero al menos tendría la certeza de que podría algún día perdonarle.
— ¿No piensas ir? —preguntó al de cabellos rubios que fue el único que no se movió de su lugar.
— ¿Por qué haces esto? Cualquiera en tu lugar lo despreciaría y hasta se vengaría. —caminó lentamente hacia él.
—Cualquier otro, exacto, sin embargo soy yo —seguía sonriendo, se le veía tranquilo —. y bueno, Kouyou sólo es un idiota.
—Anda, vamos por Shima. —finalizó mientras se giraba en dirección a la puerta. Aoi era tan o más idiota que Uruha, pero eso se debía a sus buenas intenciones, a diferencia del castaño.
***
Al primer lugar que se les ocurrió ir fue a su casa, al llegar y tocar los recibió una sirvienta que les dijo que su jefe ya no estaba ahí y que le disculparan pero ya debía dejar la casa e irse a la suya pues Uruha le había despedido ese mismo día. Akira y Yutaka bufaron, ¿Y ahora?
—El aeropuerto. —exclamó el pelinegro al momento que corría a su auto y el otro le seguía. Justo cuando se subieron vieron el auto de Ruki frente a ellos con él y Aoi, condujeron y al estar al lado el uno del otro Kai habló —. No está en casa, vamos al aeropuerto.
Ruki asintió y condujo para después darse la vuelta y seguir el otro automóvil.
— ¿Te dijo a dónde iba? —le preguntó a su acompañante mientras conducía.
—No me lo quiso decir. —Takanori suspiró.
El tráfico no estaba de su lado, parecía estacionamiento toda la carretera como si ese preciso día quisieran no moverse de su lugar. Estaban nerviosos ¿Qué tal si no llegaban? ¿Qué tal si Kouyou se iba y ellos no podían impedirlo? ¿Qué harían si ni siquiera sabían a dónde iba? Al fin, después de tortuosos minutos conduciendo llegaron a su destino, Akira y Yutaka antes de los otros por lo que el par tuvo que bajarse y correr a buscarlos, pero al entrar y no encontrarlos por ningún lado prefirieron mejor ir directo al castaño —donde sea que estuviera —.
— ¡Por acá! —le gritó el bajista a su amigo el cual no tardó en obedecer y seguirle el paso. Ambos buscaban con la mirada al guitarrista pero era imposible ¡Había miles y miles de personas! ¿Cómo encontrar una en específico?
"Joder, Kouyou ¿Dónde estás?" pensaba el batero mientras seguía moviendo sus pies a todas las direcciones posibles.
**
—Rápido, ¿Qué vuelos salen en los próximos minutos? —el otro par se encontraba frente a la gran pantalla que mostraba los vuelos a todos los lugares disponibles y la hora.
—España, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos salen en los próximos veinte minutos, el primero es España. —se giró a verle la cara al moreno.
—Vamos a la sala de España. —comenzó a correr.
— ¡Pero ni sabes dónde está! —le gritó y frustrado le seguio por donde se había ido.
**
— ¡Te digo que no sé, Akira! —ya habían parado de correr y ahora sólo rodaban de un lado al otro.
— ¡Mira! Allá van Taka y Yuu. —los señaló después de que los vio pasar corriendo. Se dispusieron a seguirlos.
Era aún peor ese lugar comparado con la carretera, ahí existían los empujones y la molesta gente que se quedaba parada e impedían el paso, quizás estaban exagerando pero en ese momento absolutamente todo era irritante. Después de varios minutos lograron alcanzarlos y después llegaron a donde iban pasando los pasajeros pues el vuelo a España estaba por salir.
— ¡Hey! —les dijeron al alcanzarlos.
— ¿Lo ves? —ignoraron completamente a los otros dos y se concentraron en buscarlo.
— ¡No! ¡No lo veo! —gruño el vocalista y entonces les prestó atención a los otros —. ¿Lo ven?
Los cuatro lo buscaron con la mirada entre las personas que iban pasando por las puertas de seguridad y las que dejaban las maletas, pero Uruha no estaba, no aparecía.
—Voy a pedir permiso para pasar, quizás esté adentro. —dijo el chico de la bandita —. Ustedes busquen en otros lados. —concluyó y se fue acercando.
Los otros tres obedecieron y retomaron su trayecto hacia las siguientes salas de los vuelos.
— ¿Cuál sigue? —preguntó Aoi al rubio mientras corrían.
—Amm... —giró su cara a la pantalla —. Inglaterra.
— ¡Mentira! ¡El de Rusia sale primero! —intervino el batero.
— ¿Rusia? —se detuvo en seco y lo miró molesto — ¡No dijiste que Rusia saldría pronto! —le reclamó al moreno.
— ¡No me preguntaste! —comenzaron a discutir, Kai entendía que estuvieran nerviosos ¡Pero que idiotas!
— ¡Después se pelean! —gritó y los jaloneo.
**
— ¡Por tercera vez! ¡Sólo busco a alguien! Déjenme pasar por unos segundos y después regreso ¿Está bien?
—Lo siento señor, no podemos permitirle eso. —la encargada de recoger los boletos y dejarlos entrar se negaba rotundamente a dejarlo entrar.
— ¡Entonces dígame si vio a un chico alto y castaño entrar! —se sentía tan furioso "Maldita mujer" pensaba.
—No tengo permitido dar información pues no me corresponde, le pido se retire pues el vuelo está por salir. —al parecer era más odiosa de lo que pensó.
— ¡Joder! —golpeó con su bota el suelo mientras llevaba sus manos a su cabeza y se giraba. Esperó unos segundos mientras veía de reojo y cuando estaban los guardias y la mujer distraídos corrió a todo lo que sus pies podían dar por la puerta entrando sin permiso y dirigiéndose al avión, y claro que los guardias no tardaron en seguirlo.
**
—El vuelo a Rusia se canceló y Uruha no está entre los pasajeros. —informó el moreno después de regresar de hablar con la señorita, muy amable por cierto.
—Inglaterra. —dijo Kai y se giró al lado contrario comenzando a caminar, ya estaba cansado de tanto correr.
—Maldito Kouyou, cuando lo encuentre lo estrangulare. —bufó Takanori y Aoi se rió ante su comentario.
En fin, sólo les quedaba seguir buscando.
**
— ¡Déjenme! —pataleaba entre los brazos de esos tipos en exageración musculosos, en lugar de guardias parecían luchadores —. ¡Ya está! ¡Ya me salí! O más bien me sacaron.
— ¡Usted se va de detenido! ¡La señorita ya le había dicho que no podía pasar! —ahora alegaba uno de los policías.
— ¿Señorita? ¡Vieja bruja! —gruño.
La mujer le miró indignada y los guardias no soltaron a Akira por más que luchara, ahora más que nunca le llevarían a una celda por su mal comportamiento, se sentía tan patético como un niño que hace travesuras. Pero al menos pudo entrar y darse cuenta de que Kouyou no iba ahí y ese avión acababa de despegar.
**
—El avión de España ya se fue ¿Crees que Akira lo haya conseguido?
—Aún más importante ¿Dónde jodidos está? —suspiró el vocalista al decirle eso al batero.
—Quien sabe, con que no se haya metido en problemas. —ahora fue el turno del guitarrista.
Era el vuelo a Inglaterra el que salía en menos de cinco minutos, seguían buscando con sus ojos entre toda la multitud hasta se acercaron al vidrio de pared que mostraba a lo lejos como los pasajeros iban subiendo uno a uno al avión. Se quedaron ahí varios minutos observando como subían hasta que ¡Kouyou!
— ¡Ahí está! —gritó exaltado el mayor de todos y rápidamente se concentraron a donde señalaba, era cierto, Uruha iba caminando para después subirse.
Corrieron a la puerta que los llevaba a aquel lugar pero como era de esperarse no les permitieron pasar "Imposible" les habían dicho.
— ¡Joder! ¡Sólo unos minutos! —suplicó el de cabellos claros.
—Lo sentimos pero no podemos. —la mujer se negaba a romper las reglas.
Aoi llevó su palma a su frente y la estrelló, que frustrante era.
— ¿Y ahora? —preguntó el líder mientras veía como Uruha estaba apunto de ingresar.
— ¡¡¡¡Shima!!! ¡¡¡¡Shima!!!! ¡¡¡¡Kouyou!!!! —empezaron a gritar los otros dos pegados al vidrio, haciendo un tremendo escándalo, era poco probable que les escuchara pero no tenían de otra. Siguieron gritando por varios segundos, pero Uruha nunca volteó, no logró escucharlos y sin más fue como subió y posteriormente el avión despegó llevándoselo a Inglaterra.
—No es posible. —golpeó con furia el vidrio formándole una grieta.
— ¡Hey! ¡Tendrá que pagar eso! —le gritó furioso uno de los guardias al vocalista.
— ¡Páguelo usted! ¡¡Por su culpa nuestro amigo se fue!! —le lanzó una mirada fulminante y se fue caminando con las manos empuñadas.
—Nosotros no fuimos. —dijeron los otros dos al unisón y se hundieron en hombros para después seguir al de menor estatura.
***
Antes de ir a la sala de ensayo a hablar con los chicos como le había prometido a Yuu, tomó todas sus pertenencias e hizo las maletas las cuales después puso en su automóvil.
Así después de salir ya no tuvo que regresar a su casa y se fue directo al aeropuerto, Inglaterra no era su lugar favorito pero tenía un primo viviendo ahí que le ofreció asilo y además era un lugar muy lejos de Japón y así ellos no lo encontrarían.
Al llegar al aeropuerto verificó que todo estuviera en orden y se puso a esperar.
Suspiró con tristeza al recordar que nadie, absolutamente nadie, se había opuesto a que se fuera al parecer estaban más molestos de lo que creyó pero no los culpaba. Sería duro alejarse de Japón y dejarlos a todos ellos pues los quería muchos, hasta extrañaría a Yuu, extrañaría ver su cara estúpida. Rió. Pero era lo mejor, se había comportado como un completo imbécil y ahora debía pagar el precio.
La hora llegó y se dirigió con sus maletas a las puertas de seguridad, dejó las maletas en el lugar y luego pasó él. Ya sólo faltaban dos escasos minutos para que despegara, fue esperando su turno en completo silencio hasta que algo llegó a sus oídos, podría tener mente lenta pero su oído era muy agudo y escuchaba a la perfección hasta el sonido más bajo.
"¡¡¡Shima!!! ¡¡¡¡Shima!!!! ¡¡¡¡Kouyou!!!!" se le aceleró el corazón, habían ido a buscarle, le dieron unas tremendas ganas de retractarse y correr a ellos, era la voz de Ruki y la de Aoi. Se le cruzó por la mente voltear y mirarles, quiso arrepentirse y regresar, quiso muchas cosas, cosas que no hizo. Era mejor así, o eso pensaba, fingió que no los escucho, después de todo era poco probable que lo hiciera, fingió que no había oído nada y así fue como subió. Con un dolor profundo en sus entrañas subió al avión y este despegó llevándoselo lejos para no volver.
***
Era impotencia o era furia, quizás ambas cosas pero lo que todos tenían seguro es que él se había marchado y quizás para siempre.
Muy tristes y cansados salieron del lugar, no se les cruzó por la cabeza el bajista hasta que afuera en una camioneta de policías lo vieron sentado y esposado. Les sonrió y movió su cabeza, bufaron casi de inmediato y se acercaron a él.
— ¿Y ahora tú? —preguntó el moreno mientras se acercaba a donde estaba.
—Me llevaran por causar disturbio. —siguió sonriendo levemente, los otros tres se echaron a reír
. —Antes no les llevaron a ustedes también, con los gritos que echaron. —opinó el único que no había participado en ningún acto de ´´vandalismo´´.
— ¡¿Y Kouyou?! —preguntó emocionado el rubio esperando que lo hubieran encontrado pero no lo veía con ellos.
—Lo encontramos…—habló Yuu y Reita sonrió—. pero se fue. —entonces la sonrisa se borró.
— ¿Cómo? —frunció el ceño confundido.
—Cuando lo encontramos se estaba subiendo y Aoi y yo empezamos a gritarle pero no nos escucho. —suspiró—. Ahora va directo a Inglaterra… a Londres para ser exactos.
—Perfecto. —exclamó el bajista con una sonrisa y ellos lo miraron extrañados—. Ya sabemos a donde fue, ahora sólo hay que ir por él.
— ¿Ir a Londres? ¿Con qué dinero? —ladeó la cabeza el batero, el único con dinero sería Takanori pero ni era suyo era de sus padres ¿Sería tan niño de mami para que le dieran tanto dinero para irse los cuatro a Londres?
—Ya que no creo que Takanori nos preste, o más bien le presten. —Ruki se rió ante el comentario de Reita, triste realidad—. Habrá que ganar por nuestra cuenta ¿Cómo? Con lo único que sabemos hacer: tocar.
—Sí, sí, muy lindo tu pensamiento de querer ganar plata dando conciertos pero esta es la vida real.
— ¡Vamos, Yutaka! Será divertido y así traeremos a Uru de vuelta. —Ruki estaba de acuerdo con la propuesta.
—No tenemos guitarrista…
— ¿Y yo qué soy? —lo miró indignado ¡También era guitarrista!
—Tú no cuentas, das pena. —bromeo el vocalista y volvieron a reír.
—Oigan ustedes, no pueden hablar con el detenido y ya debemos llevarlo a la cárcel.
Se acercó un hombre con uniforme, Takanori se puso a hablar con él y después de unos minutos dejaron libre a Akira, claro después de pagar una fianza. Ahora el bajista le debía aún más dinero que antes al otro rubio.
Kouyou se había marchado pero ninguno de ellos estaba dispuesto a dejarlo ir para toda la vida ¿Cómo continuaría the GazettE? Era claro que necesitaban a su primer guitarrista y Yuu estaba de acuerdo en que Uruha por muy maldito que fuera a veces con él, era estupendo tocando la guitarra, de cierta manera le admiraba.
***
Eran pasadas las ocho de la noche, hace pocas horas había llegado a su destino y posteriormente a la casa en la que se quedaría. Le rentaría un cuarto y podía usar la cocina y living, era cómodo, la decoración de esos lugares era tan diferente a la de Japón, claro que ahora en casi todos los lugares las casas se veían cubiertas de tecnología por todas partes y las decoraciones originales se estaban perdiendo, pero aún así era distinto.
Se tiró en su nueva cama a descansar un poco pues toda la tarde se la había pasado acomodando su ropa y pertenencias en aquel cuartito ahora suyo, sabía que mañana debía levantarse muy temprano e ir a buscar un empleo. Lo que se le complicaba mucho es que ahora debía hablar Ingles ¡Sabía muy poco! Pero no le quedaba de otra. Ya mañana se preocuparía, ahora quería dormir, dormir y olvidarse de todo al menos unos minutos.
´´ ¿Olvidarme de todo? No puedo olvidarme de lo que fue mi vida… ¡Dios! ¡Takashima Kouyou! ¡¿Por qué tenías que ser tan idiota por un hombre?! Definitivamente el enamorarme de Takanori fue el peor error de mi vida… y lo peor de todo es que aún no puedo dejar de hacerlo.´´
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