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Logra tus deseos. por Lizama24

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Notas del capitulo: ¡Hola! ¡Al fin actualizé! Y sé que no es un capitulo que digamos quee laaargo pero fue lo que mi cabeza pudo hacer en estás horas en las que me convencí a escribir, esta semana se me fue volando y no pude actualizar el jueves como me había propuesto.

Por último quiero agradecer muchisisisiisisimo a esas personitas que me alegraron mucho con sus rws y palabras de animo, fue un gran alivio que sean tan pacientes y ademas que no quieran que lo borre, pues bien, no lo haré por todos ustedes.

Lean.

Después de haber estado toda la mañana acompañando a sus amigos se dio el tiempo de descansar en su casa y ponerse al tanto de los pendientes que tenía. Hace unos días que había estado preparando una nueva audición sin haberle dicho a nadie, y aunque hubiera pasado todo lo de Yuu seguía al pendiente si podrían entrar. Tenía la seguridad de que su amigo saldría en pocos días, después de todo Ruki había estado ayudando en todo ese tiempo y no en vano ese chico tenía muchos contactos que le servían.

Uno de los organizadores le había localizado después de que él mandara un mensaje para solicitar un lugar, como líder de the GazettE tenía la libertad y obligación de buscar nuevas oportunidades. Siendo sinceros, en ese momento lo último que se le antojaba era pasar días ensayando y preparándose para la fecha. Se sentía cansado, triste, enojado y frustrado por todas las cosas que habían sucedido en los últimos días. Sin embargo Yutaka no era de las personas que por tener tantos problemas preferían tirar todo e irse a dormir, aquel era Reita y no pretendía quitarle el lugar.

Después de estar media hora conversando con el organizador por teléfono consiguió el lugar, el evento se realizaría en año nuevo así que tenían alrededor de tres semanas para prepararse, pero primero para sacar al moreno de la cárcel, claro.

Tuvo que marcar varias veces para dar con la voz del bajista y preguntarle cómo seguía todo. La respuesta no fue tan sorprendente, más bien no le pudo decir nada pues este no sabía absolutamente nada, Takanori era el que se había encargado todo ese tiempo de estar al pendiente y hace ya unas horas que no volvía de donde sea que hubiera ido. Pudo deducir por su voz la impotencia que sentía y su desesperación, Akira es una persona que se altera fácil y eso lo sabía Kai desde hace mucho. Ahora se sentía más imbécil de lo que ya se consideraba por no poder hacer nada, pero es que él no tenía una familia adinerada, abogados, dinero y miles de conocidos como los tenía el vocalista. En cierta forma se sentía molesto de que Ruki estuviera haciendo todo aquello y él que era el novio del preso no estuviera haciendo más que esperar y esperar.

—Suenas más patético diciendo todo aquello. —le dijo por el móvil mientras seguía tecleando en su computadora haciendo arreglos a las canciones que pretendía sugerir para aquel día.

 

—Ya lo sé, pero realmente me siento inútil. —soltó un suspiro. Uruha se mantenía a un costado de él atento a su conversación lo que no le hacía sentir incómodo pues ese chico siempre era así.

 

 

—Al menos has estado allí siempre que puedes, deberías preguntarte un poco más si para Yuu eres inútil. Quizás tú no puedas mover masas como lo está haciendo Taka pero sí que puedes darle tu apoyo. Creo que para él eso es mucho. —Akira sonrió involuntariamente ante su comentario, Kai siempre le hacía sentir mejor, estaba apunto de ponerle un altar y rezarle todas las noches.

 

 

—Que cursi eres, Yutaka. —se carcajeó haciéndole fruncir el ceño de molestia mientras rodaba los ojos y bufaba por lo bajo, algo que logró escuchar el rubio del otro lado—. Gracias.

 

—Ya va, ¿No piensas ir a tu casa? Hoy ya no podrás visitarle es muy tarde. Deberías descansar.

 

 

—Estoy esperando a Matsumoto, estoy seguro que volverá aquí y pretendo interrogarlo hasta que me diga absolutamente todo. Uru también está aquí conmigo. —Shima sonrió al ser mencionado mientras seguía con sus ojos clavados en él y jugaba con sus dedos impaciente y aburrido, él de verdad prefería marcharse un rato a su casa pero tampoco quería dejar a su amigo solo.

 

 

—Está bien. Cuando logres sacarle todo me llamas. Nos vemos. —colgó después de que el bajista le contestara y tiró su móvil a un costado para concentrarse por completo en su computadora y terminar ese mismo día. Tenía permitido diez canciones y para él eso ya era mucho por lo que debía esforzarse, estaba pensando en decírselo pero prefirió esperar hasta que todo aquello terminara, no existían prisas y tenía la seguridad de que podrían ensayar una semana y todo saldría bien. Esta audición ahora sería mejor, no existía el plan siniestro detrás ni tampoco la culpa en su cabeza, si todo salía bien, —como realmente lo esperaba— sería muy tranquilo y gratificante.

 

Unos minutos después el vocalista regresó a donde se encontraba el par esperándolo. Tenía un aura de tranquilidad cosa desconcertante para todos en esos momentos pero que se la permitían porque tampoco es como si quisieran que todos estuvieran arrancándose los cabellos. Llegó hasta ellos e hizo una media sonrisa.

 

— ¿Y bien? —se apresuró a decir el más impaciente de los presentes.

 

 

—No hay pruebas, ya se dieron cuenta por los exámenes que Yuu no está loco—hizo una pausa para girar los ojos después de recordar aquello—, creo que se han dado cuenta de que todo es una farsa.

 

 

— ¿Y bien? —volvió a hacer la misma pregunta—. ¿Eso quiere decir que lo liberaran?

 

 

—Ah, no. Yo no he dicho eso. —se hundió en hombros mientras Reita fruncía el entrecejo—. No me mires así, estoy haciendo todo lo que está en mis manos y haciendo que mi abogado hago todo lo que está en las suyas. Danos tiempo.

 

 

—Bien. —suspiró cansado mientras se llevaba las manos a los bolsillos y comenzaba a caminar junto con todos a la salida para seguramente irse a la casa de cada uno—. ¿Has sabido de Kotomi? —la pelinegra desde hace días que no se había aparecido y todos estaban notoriamente preocupados por ella.

 

 

—No. Bueno, es lógico que está con su madre pero de ahí o sabemos nada más. —rebuscó en su bolsillo del pantalón hasta dar con un cigarrillo y encenderlo segundos después—. Sólo esperamos que no la haya hecho abortar ya.

 

 

—Últimamente fumas mucho—le arrebató el cigarro de sus labios para después tirarlo al suelo y aplastarlo. Ruki volteó a verle y rodó los ojos—, vas a matarte. —terminó por decir.

 

 

—Eres un exagerado, Kouyou. —gruñó. Los tres caminaban por las calles, el cielo comenzaba a tornarse oscuro pero ni así la gente dejaba de ir y venir.

 

Reita tomó camino diferente al de ellos dos pues él vivía en la dirección contraria dejándoles caminar hacia sus casas. Comenzaron a conversar de cualquier cosa para distraerse, estaban ambos muy estresados—aunque el menor no lo hiciera notar— y era bueno distraerse con cualquier cosa que les viniera a la cabeza. Era preferible a que se pusieran a hablar de su relación, llevaban evitando ese tema y todo lo relacionado desde el día del juicio de Yuu. Ese día Ruki le había visto muy afligido y después de saber por qué no pudo evitar pensar que quizás Uruha sentía más que cariño por Yutaka. Claro que era posible que se hubiera equivocado pero Kouyou de verdad que se veía mal por la indiferencia del baterista, “Es mi amigo” le había dicho después de notar cómo un deje de molestia se había plantado en su actitud en medio de esa plática, pero aquello no fue suficiente para bajar sus celos.

 

 Al estar enfrente de la casa del antes castaño decidió que era mejor enfrentarle de una vez, después de todo empezaba a ser cansado estar esperando a que este volviera a decirle que sí le quería y comenzaran a salir y tener una relación, le daba la impresión de que estaba intentando retrasar todo eso ¿Acaso es por Yutaka?

 

—Oye, Shima. —le llamó antes de que abriera la puerta por completo, dejó la llave enterrada en la cerradura para girarse a verle—. ¿Te gusta Yutaka?

 

 

— ¡¿Qué dices?! —le tomó de sorpresa, ese tipo siempre hacía las preguntas menos esperadas en el momento menos esperado. Siempre tomándole desprevenido, bloqueándole el cerebro a propósito—. Claro que no, ¡Y ya te dije que dejes de hacer preguntas tan extrañas!

 

 

— ¿Qué tiene de extraño?, desde hace días que estás triste y no me vas a convencer que es por Aoi. Es el mismo lapso de tiempo en el cual Kai te ha ignorado por completo.

 

 

— ¿Y por ello crees que me gusta? Takanori, no todos los sentimientos son el amor, Kai es mi amigo y me entristece mucho que ya no me ame—se calló de golpe al pronunciar la última palabra, no era la que tenía pensado decir—, quiero decir que ya no me quiera.

 

 

—Ósea que sí te importa que no te ame. —seguía viéndole y hablando con esa actitud seria, fría y sin expresión, aunque de verdad había sentido cómo le golpeaban cuando dijo aquello.

 

 

— ¡No es eso!, no quiero perder su amistad—no quería pensar que de verdad aquel baterista había logrado interesarle, aquello sería de verdad el colmo: primero había conseguido que Ruki se interesara en él y ahora él salía con eso. Simplemente no debía ser—, él de verdad es importante para mí. Pero yo te amo a ti, Takanori. No podría interesarme por otra persona mientras que me interesas tú.

 

Ruki desvió la mirada sin saber ahora qué decir, al parecer sí estaba exagerando y estaba pensando mucho en aquello aún cuando estaba seguro de que Uruha le quería a él, era la primera vez que se sentía de aquella forma: una combinación de enojo e inseguridad.

 

—Entonces, ¿Te puedo pedir que salgas conmigo? Todo este tiempo parece que has estado retrasando esa pregunta… y cada día que pasa me hace temer más de tu respuesta. —el más alto no pudo evitar sonreír, sin duda ese chico sí que le gustaba. Se acercó hasta él, regresando esos cuatro pasos que había dado y que le alejaban del vocalista, encorvando su espalda fue como pudo llegar hasta los labios del otro y tomar uno de ellos entre los suyos. Hace tanto tiempo que quería hacer aquello y ahora tenía todo el permiso del mundo.

 

 

—Es porque tú no lo había dicho. —le sonrió después de separarse, Ruki lucía helado y su boca estaba entreabierta, ahora Uruha era quien le había tomado de sorpresa, él sólo esperaba un “sí” y con ello podría dormir tranquilo y feliz esa noche, pero en su lugar había sido capaz de sentir esos carnosos labios entre los suyos que desde hace tanto se le hacían tan llamativos por su forma y tamaño—.  ¿Estás bien? Parece como si nunca hubieras sido besado por nadie.

 

 

—No… digo sí, pero es que—balbuceó—, nunca por ti.

 

Volvieron a unir sus labios una vez más, ahora incrementando la pasión en este, ya no fueron sólo sus labios, también sus lenguas se acariciaron en aquel acto. Para ambos ese beso fue totalmente nuevo, de bocas que jamás pensaron tocar, de personas que jamás  pensaron que podrían tener. Fue la despedida más larga que ninguno haya tenido antes, un beso por cada “nos vemos” que fueron alrededor de unos veinte.

 

 

***

 

 

Hace tres días que Fuuka había sido participe de cómo todo se estaba poniendo se su lado, aún cuando no existían pruebas Aoi seguía en la cárcel diciéndole que seguían buscando pruebas para su inocencia, el dinero tenía gran poder hoy en día y aquello era una arma muy poderosa contra quienes no lo tenían. Recordaba la mirada de desprecio que le había dedicado esa tarde Ruki para después marcharse furioso. Pues bien, ya que todo estaba de su lado era muy buena  idea aprovecharse de su buena suerte.

 

Kotomi ya estaba en la camioneta temiendo internamente por lo que presentía en su interior, la idea de “ir de paseo” no le había sonado nada buena, su madre conducía a quién sabe donde y ella no tenía modo de replicar. Se había negado en la casa de no querer salir, le decía que quería irse de ahí pero sin duda no pudo ganar contra su madre y ese gorila que había contratado para hacerla hacer todo lo que se le antojaba a esa señora. Así, el “guardaespaldas” o sirviente, lo que fuera, le había obligado a subirse a la camioneta sin tener forma ni de forcejar. Llevaban minutos de camino y aún permanecía la idea de querer abrir la puerta de la camioneta y saltar, algo que lo hubiera hecho si no estuviera embarazada.

 

En efecto, todas las sospechas de la pelinegra eran ciertas. Fuuka la estaba llevando a un lugar clandestino para que abortara, era obvio que en ningún hospital permitirían que abortara cuando ya tenía muchos meses de embarazo, aquello no le importaba a esa mujer, aquello le venía totalmente igual y también si su hija salía lastimada. Entonces ¿Dónde estaba ese deseo por protegerla?

 

Le obligaron una vez más, pero ahora a bajarse, para que entraran a se lugar con apariencia de una casa más. Después de que la mujer les diera la orden de qué hicieran comenzaron a alistar todo lo requerido. Pero uno de los sujetos—el que haría el aborto—no estaba de acuerdo, claro que no tenía el mínimo problema con sacar un feto desarrollado, casi un bebé, pero aquella joven no estaba de acuerdo. Este tenía la responsabilidad de decirles siempre a sus clientas que aquello era arriesgado y podrían salir perjudicadas, después de esto si seguían con la decisión de hacerlo lo hacía, pero esa chica ni siquiera quería. Estaba siendo obligada por su madre y ni cómo preguntarle si después de las complicaciones mencionadas todavía quería hacerlo. Al parecer el sujeto tenía un poco de sentido común, algo que una persona como él no debería tener así que tenía un gran dilema, pero después de escuchar lo que uno de sus amigos y compañero le tenía que decir, se sintió aliviado.

 

Prepararon todo lo necesario y desinfectaron esto mismo. Kotomi comenzaba a temblar y llorar mientras que Fuuka se encargaba por callarla y decirle que cooperara. Todo parecía estar en su control y muy lejos de las manos de la pelinegra. Sentía terror y desesperación a cada movimiento que haría el que se encargaría de aquello.

 

Entonces pudo sentirse aliviada.

Sus lágrimas salieron más a prisa mientras ahogaba sus sollozos, y una sonrisa se dibujaba en sus labios.

 

Por aquella puerta habían entrado tres policías, el tipo encargado del lugar levantó las manos en señal de que no pretendía hacer nada y después el mismo compañero de minutos antes se les había acercado para decirles algo. Tomaron a la mujer adulta para esposarla, mientras esta gritaba que le soltaran pero no había forma de que le obedecieran.

 

Al parecer, cuando a una persona las cosas le están saliendo mejor de lo que pensaba tiende a confiarse en exceso y hacer las acciones como si fueran lo más fácil del mundo. Fuuka se había confiado mucho y olvidó de preguntarse si alguien podría estarle siguiendo los pasos.

Takanori nunca se confió de que estando Kotomi con ella no podría hacerle abortar, ese sujeto que era “compañero” del jefe no era más que un infiltrado, hace días que había entrado a trabajar ahí por órdenes de Ruki. Lo mismo había hecho con todos los lugares clandestinos que existían en la zona. Y Fuuka había caído en su trampa sin esperárselo.

 

Un día fue suficiente para que hicieran un nuevo juicio y ya no importaron las mentiras, la prueba era más que clara: Fuuka le estaba obligando a que abortara. No fue necesario mucho tiempo para que dieran con la inocencia del Aoi dejándole libre y posteriormente su tía fuera acusada de falsos y de que estuviera obligando a  su hija a abortar en un sitio clandestino. Su padre también fue apresado por cómplice.

 

— ¡Esto no es justo! —gritaba la mujer eufórica mientras se le era puesta la sentencia—, ¡Ella es mi hija! ¡Yo sólo estoy haciendo lo mejor para ella!

 

Era increíble que después de eso todavía se aferrara a la idea de que estaba haciendo algo bueno, sin duda la enferma era ella.

 

El padre de Yuu le miraba clavando sus pupilas en las de él, con rostros igual de inexpresivos, si fuera otro el momento en el cual su padre estaba siendo encarcelado seguramente habría gritado y exigido que no lo hicieran, aquello sería si antes este no le  hubiera llamado enfermo y hubiera apoyado a esa mujer para que le encerraran. Eso habría sido antes.

 

Antes de que se lo llevaran, Yuu pasó cerca de él con la intención de decirle lo que tanto quería decir.

 

—Al parecer el único enfermo eres tú. —como respuesta su padre bajó la cabeza, no estaba dispuesto a mirarle ni contestarle y Aoi no esperaba ninguna de esas dos.

 

 

Yuu corrió a donde estaban todos sus amigos para abalanzarse sobre Reita y abrazarlo, besarlo, sin importarle las miradas de asco de sus familiares, sin importarle que aquello fuera “Malo”, lo único que sabía era que le había extrañado demasiado. También le agradeció miles de veces a Takanori por todo lo que había hecho “Es lo que cualquiera habría hecho” le dijo sonriendo y correspondiendo a su abrazo.

 

Todos pudieron soltar un gran suspiro interior y decir “¡Que alivio!”

Notas finales: Pues... sólo me queda decir gracias.

Gracias :3

Dejenme un rw, no cuesta nada, y diganme ¿Qué piensan de que ahora Ruki y Uruha tengan una relacion? ¿Qué piensan de que en este capitulo todo haya pasado muy rapido? xD ¿Qué piensan de que Ruki haya hecho todo eso y Reita no?

Buenas tardes.

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