Apenas hubo llegado a los camerinos se tiró en el suelo buscando lo frío de éste. Estaba más que cansado y sediento, cosa que pudo saciar cuando una de las chicas del staff le trajo una botella de agua. De pronto escuchó murmullos de lo más molestos, haciéndole quejar y removerse de un lado a otro aún en el suelo.
El concierto de esa noche había sido un éxito. Era el segundo que daban en esa gira y sólo esperaba que esta no fuera tan complicada como hasta ahora. Claro que exageraba, pero al entrar de nuevo luego de haberse casi deshidratado le hacía pensar en esas cosas.
Pasados los minutos ya se encontraban los cinco en los sofás, descansando aún aunque ya estuvieran con un poco más de energía. Ahora sólo debían esperar un poco para poder irse al hotel y tener una merecida siesta.
— Salió bien, ¿no? —murmuró el vocalista de la banda, recargándose contra Reita al estar los dos en el mismo sillón.
—Pues yo diría que nos merecemos un más “qué bien”. — aseguraba el líder, escribiendo en unos papeles de los que todos desconocían su contenido pero que al mismo tiempo no les importaba.
—Eso mismo. Yo muero de hambre, así que deberíamos ya irnos al hotel. —Aoi se levantó con pereza, estirando sus brazos hacia arriba y caminando hasta Yutaka quien no había volteado a verlo por seguir en lo suyo.
Kai suspiró y dejó las cosas sobre la mesa para luego asentir y también ponerse de pie, necesitaba más una ducha que comida pero podría obtenerla del mismo lugar. Varios del staff junto con ellos se retiraron del lugar mientras otros se quedaron a terminar sus cosas.
Tenían un día más allí antes de irse a la siguiente prefectura, cosa que no les hacía mucha gracia al tener tan poco tiempo de conocer el lugar, pero al final ya estaban acostumbrados.
No tardaron mucho en llegar al lugar donde se hospedaban y cada quien se fue a su correspondiente habitación como habían acordado.
Ruki y Aoi volvieron a compartirla en esa ocasión ya que para ambos eran bastante agradables los hábitos antes de dormir de cada uno. Y claro que los de los demás les parecían de por demás molestos, nadie quería que Akira les jugara una broma mientras dormían, eso se lo dejaban a Takashima.
—Yuu, tengo hambre ¿por qué no pedimos algo? —dijo teniendo la cara contra la almohada, removiéndose de un lado a otro y presionando la cama con sus manos. No estaba tan cansado pero el hecho de ser él quien hiciera la orden no le parecía apetecible, si estaba el moreno ¿para qué agotarse?
— ¿Cómo qué? ¿Una pizza? —rió con suavidad, tirándose a su lado y colocando su mano zurda sobre la cabeza del menor, despeinándolo a propósito para enseguida escuchar sus quejas—. Aunque no estaría tan mal eso… ya se me antojó.
—Pues entonces pídela. Pero que nadie se dé cuenta porque no la van a quitar.
—Eres un infantil, ni que todos estuvieran esperando a ver de dónde roban comida. —se puso de pie nuevamente para alcanzar el teléfono inalámbrico, marcó a recepción para pedir el número de alguna pizzería de por ahí ya que él no conocía alguno.
Pasados los minutos, aproximadamente treinta y cinco, la entrega llegó hasta su puerta y luego ambos ya se encontraban en la mesita de ahí comiendo. La habitación contaba con una mesa de pequeña estatura en la cual no había sillas al no necesitarlas.
—Shiroyama, estás cada vez más viejo. —murmuró de repente en forma de molestarlo, terminando de masticar aquel bocado de pizza.
— ¿Vas a empezar?—negó con una sonrisa, siempre le gustaba molestarlo por ser el mayor a todos.
— En realidad quiero hablar contigo de algo serio. — terminó de comer su primera rebanada de pizza y luego colocó sus palmas sobre la mesa—. Es sobre Akira... ¿hasta cuándo seguirás con esto?
— ¿De qué hablas?—enarcó una de sus cejas ante aquellas palabras.
—Hablo de que no se me hace justo que aún sigas dandole la espalda al asunto pendiente entre ustedes dos. — Aoi había desviado su vista y la cabeza hacia un costado, por lo que sabía que le había entendido —. Mira, Yuu. Los dos sabemos que tu hermana echó esto a perder pero tú lo empeoraste.
—Pues sí pero... Luego Reita ya no quiso saber nada de mí. Claro que no iba a rogarme toda la vida.— roló los ojos, colocando los brazos sobre la mesa para ver directamente a su acompañante.
—Al menos debiste disculparte. —Yuu parpadeó, al darse cuenta que ni una vez le había pedido disculpas. Y por inercia se hizo hacia atrás—. Akira... Bueno, él habló conmigo ayer y me dijo que no te entendía. Si llevaban años llevandose bien de nuevo se le hacía raro aún lo odiarás.
— No lo odio... —frunció el rostro, llevando su mano a su nariz para rascar, volviendo a desviar la vista.
— …l lo cree.
Terminaron de comer la pizza, sí, la terminaron y claro que no ofrecieron ni un pedazo al resto de la banda.
Esa noche Aoi se quedó pensando en la corta charla con su amigo. ¿Reita se sentía odiado por él? Bien, era obvio que él había sido un estúpido por haberlo dejado de un día a otro ¡pero tampoco era para tanto!
Y ahora debía disculparse... ¿y qué le diría él?
***
Por la mañana se fueron a desayunar todos juntos, conversaron de cosas sin mucha relevancia y de cómo había sentido el concierto. Así como sus planes para mañana. Pero ya por el medio día cada quien se dedicó a lo que quiso. Querían aprovechar su último día en esa ciudad.
Yuu decidió invitar a Akira a ver un poco por ahí las tiendas de discos e instrumentos, y aunque al invitado se le hizo algo extraño, no se negó a ir.
Así los dos se adentraron a un centro comercial a donde fueron a una de las tantas tiendas para ver los diversos discos de tantas bandas. Claro que el guitarrista sólo pensaba en la forma de iniciar esa converasación, interesado por no haber malentendidos entre ellos.
— ¿Ves? Ya han sacado su nuevo álbum, no soy un mentiroso. —rió, dándole un codazo al moreno mientras volvía el CD al mueble.
—Vale, no lo sabía. —sonrió con desgano, despeinandose así mismo. Respiró y se convenció para hablar—. Hey, Akira. ¿Sabes? Yo quería... disculparme.
— ¿Qué? —dejó de prestarle atención a los discos para voltear a verlo—¿Por?
—Bueno... yo nunca me disculpe por "ese" problema que tuvimos. —al contrario,él posó su vista en esas cajitas, revolviendolas de forma ansiosa—. Y tú no tuviste la culpa. Y yo me comporté como un idiota... y...
—Ah, déjalo. —se hundió en hombros con despreocupación, posando sus manos en los compactos para buscar de una banda en específico.
Yuu pareció extrañado, confundido y hasta algo molesto. Por lo que se giró por completo hacia él y haló una de sus manos para detenerlo.
—Akira, intento hacerte ver que no estoy enojado. Y que sí, fui un idiota.
—Eres. —sonrió, negando después y zafandose de su mano—. No te lo pedí... y aunque lo hubiera hecho eso no cambia nada. ¿O es que quieres volver conmigo?
Retrocedió, suspirando y rascandose el frente de su cabeza. Su mandíbula se tensó, y es que no quería volver a pensar en "ellos" de nuevo.
Ambos habían estado muy bien en ese tiempo. Ya no se causaban problemas mutuamente y consideraban que ayudaba a la banda el hecho de que se trataran sólo como compañeros.
Pero además ya no se querían... ¿O sí?
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