Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Logra tus deseos. por Lizama24

[Reviews - 98]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Desayunar a mediodía es mejor de lo que suena. Al menos yo lo considero así luego de haber dormido tantas horas y tan plácidamente. Todos parecían estar de buen humor, principalmente porque teníamos el derecho de molestar a Yutaka un rato, antes de que se hartara y amenazara con asesinarnos. Tan sólo yo molestaba a Shima de vez en cuando, porque todos se habían aburrido ante su reacción poco graciosa. Parecía más bien fingir que no sabía de qué hablábamos.

 

Me hacía feliz saber que al fin iba por buen camino. Para mí Yutaka era el bueno camino. Y bueno, podía fingir que no se metió con el hombre de una chica. Se le veía contento. Reía de cualquier cosa en el transcurso del desayuno, al igual que Kai. Ellos dos no intercambiaban muchas palabras, de hecho ni se habían sentado juntos, pero yo podía notar las miradas que se dedicaban. Podía incluso ver corazoncitos rondando por sus cabezas.

 

Me llevé todo el desayuno viéndolos; a ellos y a Yuu. Luego de esa noche donde me dijera yo era su “chispa” me quedé confundido. Él rió luego de sus palabras y se marchó a su habitación sin hacer caso a mis insistencias de que me explicara. Pero podía notar que algo había cambiado. Yuu me veía más y eso me ponía nervioso. Porque… Él nunca dejó de gustarme. Y es muy difícil ocultar mis ganas por querer besarlo cada vez que lo veo tan irresistiblemente hermoso. Lo peor fue que volvieramos a ser amigos, entonces me trató como antes de que nos hiciéramos pareja. A veces estaba a punto de abrazarlo, pero recordaba que no: no era mi novio.

 

Parpadee al notar que me sonreía y agaché la cabeza como si aún picara lo que estaba en mi plato, aunque sabía perfectamente que no iba a comerlo. Sonreí sin poder evitarlo, sin saber si todavía estaba viéndome. Si Yuu estaba dispuesto a darme otra oportunidad, creo que sería imposible negarme.

 

Luego de que termináramos, planeamos recorrer las calles de la ciudad para saber si compramos algún recuerdo. Vi que Kouyou se acercaba sigilosamente hasta estar a lado de Yutaka, pero éste ni siquiera volteó a verle para seguir hablando con Yuu. Por su parte, Taka ya estaba a mi lado, tirándome del brazo como si de su pulga de pelos se tratara.

 

—Estoy preocupado —Hizo un gesto con sus labios mientras yo lo ignoraba, por lo que me dio un fuerte codazo.

 

—A ver, ¿por qué?

 

—Shima y Yutaka están juntos ahora. Y cuando tú y Yuu vuelvan, yo seré un mal tercio si me junto con alguna pareja.

 

—Podríamos salir Shima, tú y yo. O Yutaka, tú y yo. También Shima, Yuu y tú. Son muchas combinaciones —Ignoré por completo la idea de que pensara que volvería con Yuu, no porque yo ya estuviera seguro de eso, sino porque me causaba gracia eso que dije y tenía que decirlo.

 

—¿Y cuando salgamos todos? —insistió con su teoría del mal tercio —. Se estaran besando entre ustedes mientras yo… ¿Mimo a Koron?

 

—Exactamente.

 

Me gruñó, diciéndome que no lo estaba ayudando y que mejor le presentara un amigo o una amiga. Nos detuvimos porque Yutaka encontró una figura rara en una tienda frente a sus ojos. De paso todos entraron a ver lo que ahí vendían, aunque sólo Kai fue el que compró. Perdí a Ruki de mi lado luego de salir, pues él había ido donde Kai a preguntarle de su reciente adquisición. Así, Yuu ya no siguió hablando con él e iba a mi lado. Lo vi, muchas veces, y cuando volteaba también por el rabillo del ojo. Me sentía nervioso al ver que no pretendía hacerme conversación o que realmente ni le interesaba. ¿Y si estaba exagerando su comportamiento?

 

Voltee a ver a Shima, quien también parecía enfurruñado porque Taka le había “robado” la atención de su conquista. Pero que yo recuerde antes la tenía Yuu. Quizá eso lo tenía más molesto. ¿Cuándo sería su turno?

 

—¿Qué ves? —Su voz me regresó a prestarle atención a él, además de su mano agitándose frente a mi cara.

 

—Ah, nada. El berrinche de Shima —pronuncié por lo bajo; no quería viniera a golpearme.

 

Yuu rió, cómplice de que Uruha no se diera cuenta.

 

En ese momento nos detuvimos de nuevo, pues una chica había aparecido, diciéndole a Ruki si podía darle su autógrafo. Ningún fan en Japón te pedía eso aunque te reconociera, no era algo que acostumbraban. Pero era fácil darse cuenta que ella no era ni siquiera de Asia. El staff pareció ser convencido por Ruki y le permitieron firmar, luego cada uno le dio un apretón de manos antes de que se despidiera. Yo supongo no quiso pedirnos a todos el autógrafo por pena, se le veía hasta nerviosa.

 

Recorrimos un poco más antes de irnos de vuelta al hotel. Esa noche quedamos de salir y conocer algún sitio nocturno pues ayer no lo hicimos. Yutaka no parecía muy convencido, diciendo que quería dormir mejor. Pero nos negábamos a ir sin él.

 

—Lo que pasa es que como anoche no durmió, ahora quiere reponer su sueño. —Empezó de nuevo a molestar Ruki, siendo acompañado por las risas de Yuu y mías y los ojos molestos de Yutaka—. Pero no es nuestra culpa. Además, Kouyou sí tiene energía.

 

—Seguro porque él no hizo nada —bromee, escuchando la carcajada de Takanori mientras yo huía de mi amigo, quien parecía dispuesto a matarme —. ¡Es broma, hombre!

 

Recibí un golpe en la cabeza,y luego Takashima se cruzó de brazos. Aún así no hizo ningún comentario, ni para defenderse.

 

—Vamos, Yuta. No nos quedaremos tanto tiempo —Taka insistía. Era consciente que no se negaría por tanto tiempo.

 

—Bueno, bueno. Pero volvemos temprano.

 

No tuvimos que esperar más para que planearamos a dónde ir. No había un lugar cerca, pero no era un problema para nosotros. Cada quien se arregló como mejor se le antojara, recordando que debíamos pasar inadvertidos. No es que nos molestara la atención, al menos no a mí. Aunque admito no sería muy agradable si todos nos reconocieran. Pero nuestro manager siempre alegaba que no debíamos salir solos, que era peligroso, y lo convencemos con que nadie sabrá que somos nosotros.

 

Yutaka nos guió hasta un sitio que según una maquillista era un buen lugar de esa ciudad. Empezamos todos juntos en una mesa, pero al final nos separamos: Kouyou se fue, sin que supiéramos a dónde, pero nos relajamos al notar que de repente Yutaka tampoco estaba ya. Yuu fue en busca de más alcohol, así que me quedé con Taka. Bebimos de lo que habíamos pedido al llegar, a la par que contabamos cosas que recordábamos o decíamos tonterías. Hasta empezamos  a burlarnos de un grupo de chicas ebrias en la pista de baile. Me dijo que sería fácil conquistar una de ellas y que quizá lo intentaría. Yo no le creí, pero en un momento se puso de pie. Me tranquilicé al ver que no se dirigía a ellas, pero entonces, ¿a dónde iba?

 

Lo seguía con la mirada, por eso me di cuenta cuando volteó y me sonrió. Entendí al poco tiempo, en el que Yuu ya estaba sentado en frente mío. Joder, Takanori.

 

—¿Y Taka? —gritó para que escuchara. Yo sólo señalé por donde se había ido —. Oh.

 

Me propuse enfrentarlo, preguntarle de una vez si me estaba dando falsas ilusiones. Lo vi tomar de su vaso una sóla vez, antes de levantarme de mi silla a ir hasta una que estaba a su lado. No pareció inmutarse,dando otro sorbo a su bebida.

 

—No es el lugar más tranquilo para hablar. Pero necesito que me expliques lo de la otra noche —Comprobé que me escuchaba, pues sus ojos estaban puestos en mí.

 

—Creo que todavía me gustas.

 

No supe qué contestar inmediatamente. No porque la respuesta me dejara en shock, sino por su comportamiento: sonrió,  pero como si me estuviera contando un chiste. Temía que bromeara y yo lo interpretara como real. Creo que notó mi duda, y pronto abrió de nuevo sus labios:

 

—Es que estoy confundido —aclaró —, siento que hay algo en ti que me llama. Pero no quiero equivocarme.

 

Para él las cosas no estaban tan claras como para mí. Lo vi ponerse nervioso, incluso podría decir que afligido. Me estiré, logrando atrapar su nuca con mi mano para evitar se moviera. Uní mis labios a los suyos. Enseguida lo besé con lentitud, pretendiendo sentir fácilmente si aquello lo molestaba. Pero no pude evitar querer más; su boca era tan dulce aun cuando el sabor amargo del vodka estuviera presente. Sentir sus labios de nuevo me hacía creer que estaba en un sueño, y al mismo tiempo quise llorar por habermelos perdido tantos años.

 

—¿Qué sientes cuando te beso? —susurré luego de separarme milímetros de su rostro.

Su rostro. Los ojos los tenía completamente abiertos, no podía verle el color de su piel por las luces del lugar, tenía la boca igual como la había dejado. Sonreí como idiota cuando sus manos se colocaron sobre mis mejillas y me obligó a volver a besarnos. Esta vez yo dejé los ojos abiertos mientras él los cerraba. Sentí su desesperación en cada roce de nuestros labios. Me sentí como un adolescente de nuevo. Creí era nuestro primer beso juntos. Dejé que tomara el ritmo que quisiera, con tal de dejarme disfrutar de nuevo de esa acción que me llenaba por dentro. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).