-¡Uno dos tres!- dijo el batero y todos empezaron a tocar, sin duda la música que salía de esa habitación era de la mejor y nadie podía comparárseles. Ensayaban canción tras canción, debían estar más preparados que nunca pues The GazettE había ganado el primer lugar con anterioridad y ahora irían a audicionar a un instituto de arte para concursar contra más bandas, ellos eran buenos pero siempre debes esforzarte.
Así estuvieron varias horas hasta que ninguno pudo más.
-¡Ah!~ ¡Piedad Kai! llevamos horas ensayando.- el castaño estaba rendido, se tiro en el suelo sin importarle, sólo quería descansar.
-Apoyo a Uruha, es suficiente por hoy.- el vocalista se sentó fatigado para después sacar un cigarrillo y prenderlo.
-Holgazanes.- el baterista hizo un puchero, para él tocar la batería nunca era suficiente, pero bueno pararía en está ocasión.
-¿Por qué no llegaste el otro día a la casa de Akira?- ya habían pasado unos días desde que Suzuki cumplió años, pero hasta ahora el vocal se animo a preguntar.
El pelinegro no sabía que contestar, seguro no podía decirle "Es que Reita llegó a mi casa y tuvimos sexo ¿para qué iría a una aburrida fiesta?" bueno tampoco es como si ese fuera el caso.
-Em...no pude, no podía dejar a mi prima sola en casa.- se le ocurrió esa excusa.
-Bueno, ¿y por qué no contestaste el jodido teléfono? ¡Me gasté cada centavo en llamarte!- no lucía feliz.
-No puedes llamar con centavos, la llamada cuesta...- lo interrumpió.
-Sabes a lo que me refiero, pero bueno no importa. Akira no llegó como hasta las cinco de la mañana.- dijo el rubio tratando de recordar aquel día.
-Oh ¿Enserio?- se hizo el que no sabía.
-En fin, ya que me fallaste ese día hoy saldrás conmigo a algún lado.- sonrió ordenándole al moreno. Yuu sabía que no se lo estaba preguntando, y que por más excusas que diera no lo convencería, así que ya estaba condenado.
-Hmp bien.- accedió.
Mientras tanto al otro lado de la habitación.
-Esa sonrisa estúpida ya se quedó a vivir en tú cara Aki-chan.- dijo burlesco el batero a su amigo.
-¡No tengo sonrisa estúpida!.- contesto enfadado. Pero no podía negarlo, esa "sonrisa estúpida" se aparecía más en su rostro cada vez que miraba al moreno.
-Hum que agresivo, ¿Cuándo me vas a contar? ¿Eh?
-¿Contar qué?
-El día de tú cumpleaños ni tú ni Yuu llegaron a tú casa como se supone que debía ser, es más, tú no debiste haber salido ¡Tú nunca sales!
-¡Sí salgo! y el que Yuu no fuera no tiene nada que ver conmigo.- no podía creer
que con tan pocas pruebas su amigo olfateara todo a la perfección.
-Bueno, entonces Yuu-chan no fue porque no le importas ¿verdad?- sonrió malicioso, algo que en Kai hacía temblar a más de uno. -P-pues eso debe ser.- no le diría nada, pero empezaba a dudar de ello, Yuu desde aquel día no le había dicho nada, se comportaba de igual manera que antes y parecía como si no hubiera sucedido nada de lo que paso eso molestaba mucho al bajista pues empezó a creer que sólo lo utilizo ese día para subir su ánimo. Pero eso no era cierto, es que el pelinegro aun tenía mucho que pensar no era nada fácil darse cuenta de un momento a otro que le gustaba una persona de su mismo sexo y mucho menos el volver a sentir cariño por alguna persona, algo que se juro no volver a hacer en su vida.
El baterista de oscuros cabellos suspiro resignado y tomó agua de su botella.- Como quieras iguana, iré a verificar que Uruha siga vivo, no se ha movido de donde está.- camino tranquilamente al castaño y lo pateo repetidas veces, el bajista sólo se reí al observar la escena.
-¡Para Kai!.- gruño el guitarrista deteniendo el pie de su amigo.
-¡Aleluya! ¡Vive!.- gritó divertido el batero. Los otros tres atentos de la escena se echaron a reír. El segundo guitarrista y el vocal se acercaron a donde estaban los otros tres miembros de la banda.
-Uruha ¿estás bien?- preguntó el rubio bajito acercándose a su amigo.
-Nmm...estoy cansado.- gruño.
-Nena.- se burlo y se sentó encima de él.
-¡Bájate Takanori! ¡Obeso!.
-Siempre tienes mal humor, pero ahora estas peor.- seguía fumando su cigarrillo.
-Es tú culpa, tú me pones de mal humor.
-Ja.- suspiró el vocal ante su acusación.
-Es que tú controlas los sentimientos del pequeño Shima, Ruki.- hablo él bajista con una sonrisa burlona en sus labios a lo que el castaño lo miró fulminante.
-Shima no es una marioneta para ser controlado ¿o sí?- afirmó el guitarrista pelinegro que hace unos minutos sólo se dedicaba a observar.
El castaño no entendió si lo estaba defendiendo.
-Aún así lo hago.- dijo orgulloso el vocal con una sonrisa pintada y Uruha se ruborizo.
-¡No es cierto!- gritó.
-Ya, parecen niños pequeños.- el baterista que había iniciado todo el disturbio ya se había aburrido.
-Bueno, bueno. Vámonos Yuu.- Ruki se levanto del cuerpo de Uruha y camino hacia el moreno.
-¿A dónde van?- preguntó extrañado el bajista.
-Yuu saldrá a pasear un rato conmigo y me comprara mucha comida.- lo tomó del brazo y jaló.
-¡No dijiste nada de que tenía que comprarte comida!
-Cállate, tengo hambre.- Ruki podía controlar a las personas de una manera muy sencilla, pero esto no lo volvía malo, sólo se divertía con su don.
-Entonces nos vemos mañana. Cuídense.- los despidió el líder y los dos hicieron un ademan y salieron.
-¿Desde cuándo se llevan tan bien?- preguntaron el guitarrista y bajista al mismo tiempo y al darse cuenta se miraron pero desviaron la mirada de inmediato avergonzados.
-¿Celosos?- rió el pelinegro ante las reacciones de sus amigos.
-Tsk cállate Yutaka.- volvieron a decir al unisón. Kai se estaba divirtiendo a lo grande.
-¿A dónde quieres ir primero?- preguntó Takanori a lo que el pelinegro sólo se hundió en hombros.- Hmp que aburrido.- suspiró.- Ven vamos.- lo tomó de la mano y caminaron hasta un centro comercial.
-¿Quieres comprar algo?- preguntó el moreno.
-Tú me compraras.- afirmó.
-¿Yo?- se señaló a sí mismo.- Pero yo no tengo dinero.- dijo avergonzado.
-Nmm ¿tan pobre eres?- rió.
-Sí.- asintió con su cabeza.- Así que no puedo satisfacer sus necesidades señor Takanori.
-Para eso no necesitarías dinero.- lo miro lascivo a lo que el otro se sonrojo confundido.- Ven yo invito.- volvió a tomar su mano y caminaron por el enorme lugar hasta llegar a un restaurante y entrar.
-Si tienes hambre.- sonrió.
-¿Tú no?- entraron y se fueron a una mesa libre.
-Mmm tal vez.- respondió. El mesero no se hizo esperar y les entregó la carta para después tomar sus órdenes e irse. -Es enorme.- hablo refiriéndose al lugar.
-¿Lo dices enserio? hay restaurantes más grandes.
-Oh.- siguió observando el lugar alegremente.
-Te ves muy feliz.- el vocal no había despegado ni una vez su vista del otro.
-¿Enserio? bueno me siento feliz.- afirmó.
Su ánimo había estado mejor estos días, ya no había visto a Ayumi y le agradecía a dios por eso, aparte ensayar y convivir con todos ellos era muy divertido.-Gracias.- comentó el pelinegro.
-¿Qué agradeces?- dijo extrañado.
-No lo sé, muchas cosas...el haberme dado un lugar en su banda, y el que me consideres tú amigo.
-De nada.- sonrió. Llegaron sus comidas y ambos empezaron a comer mientras charlaban de cualquier cosa sin importancia.
-Ya hemos ido a mucho lugares.- se quejó cansado el batero siendo jalado por sus amigos.
-¡Calla Kai!- reprendió el castaño.
-De todos modos ¿qué están buscando? no me lo han dicho.- hizo un puchero.
-Ya te dijimos...una...cosa.- hablo el bajista.
-¿No será que no buscan algo sino a alguien? o para ser más directos a Taka y a Yuu.- esa sonrisa apareció nuevamente.
-¡Claro que no!- de nuevo la sincronía. Al decir esto soltaron a Kai y el pobre callo sentado.
-¡Ey! - se quejó.
-¡Es tú culpa!- dijeron ambos.
-¡Joder! dejen de decir lo mismo y al mismo tiempo.- lo que primero le había parecido divertido ahora lo irritaba.
-Ya, si no quieres ir Uruha y yo iremos ¿cierto?
-¡Sí!- ambos siguieron su camino y Kai se quedó ahí en el suelo.
-¡Usa tú cerebro también!- contesto molesto.
-¡Yo no sé!
-A todo esto ¿Por qué buscas a Shiroyama?- el bajista se quedó en silencio.- Akira.- llamó a su amigo seriamente.- ¿Qué ha pasado que no me has contado?
-N-nada.
-Akira Suzuki.- lo miro aterradoramentey el mencionado tembló.
-Y-yo e-esto.- balbuceo.
-¡Mira!- apuntó a la dirección donde estaban los susodichos que buscaban.
Yuu y Takanori caminaban tomados de la mano.
-¡¿Tomados de la mano?!- gritaron el castaño y el rubio al mismo tiempo...otra vez.
En realidad, sólo era que Takanori seguía jalando a Yuu pues este sólo no proponía a dónde ir y el rubio terminaba decidiendo él.
-Takanori ¿Ahora a dónde me llevas?.- suspiró.
-Sólo vamos por ahí.
-Soy muy aburrido ¿por qué quieres llevarme a todos lados?.- preguntó.
-Eres divertido en mi parecer.- lo soltó y se giro s verlo.- Sólo no tienes cerebro para decidir a dónde ir.- sonrió.
-No se sí sentirme alagado u ofendido.- el rubio rió y volvió a tomar su mano y jalarlo. Mientras ellos se divertían otro par estaba que echaba humo.
-¡¿Por qué se ríen?! ¡¿de qué hablan?!.- Uruha estaba muy celoso de ver al vocalista con el otro. E ahí la razón de porque tanto odio al pelinegro.
-Uruha ya cálmate.- aunque Akira también estaba celoso no se pondría a gritar.
-¡Se mueven!- jaló al bajista del brazo para seguir a los otros.
-¡Kouyou! Los siguieron por un largo rato, el rubio comenzaba a fastidiarse de su celoso amigo a un lado que sólo gritaba incoherencias y lo dejaba en ridículo con las personas que pasaban.
-Aquí están.- regreso Kai con un helado de chocolate en su mano muy feliz.
-¡Kai!- gritó asustado Uruha al verlo.
-¡Hola!- fijo su mirada a dónde anteriormente el castaño miraba y vio a Takanori y a Yuu.- Así que yo estaba en lo cierto.- comió de su helado.- Parecen niños.- suspiró cansado y camino a dónde estaba el otro par.
-¡¿A dónde vas?!- gritó asustado el castaño.
Kai camino hasta donde estaban los otros dos. -¡Hola!- saludo.
-Tanabe.- sonrió Ruki al verlo.
-Hola.- saludo el guitarrista.
-Quiero informarles que han sido acosados por un largo tiempo.- con su dedo índice apuntó al par que estaba escondiéndose anteriormente pero ahora estaban al descubierto.
-¿Eh?- ambos miraron hacia donde Kai apuntaba y vieron a Reita y a Uruha.
Ambos se quedaron helados.
-¿N-nos está señalando?.- preguntó asustado el bajista.
-Lo hace.- susurró el otro.
-¡Maldito Kai!- gritaron y ahora los otros tres si pudieron escucharlos.
-Ya te lo dije Ruki, los estaban acosando este par de pervertidos.- rió divertido el batero, amaba meter en problemas a sus amigos. -¿Por qué?- alzó una ceja el moreno.
-¡No es cierto!- se apresuró a decir el bajista.
-Tsk que molestos.- suspiró el vocal y se dio vuelta.
- Vamos Yuu.
-No, lo siento ya debo de irme.- el vocal lo miro y sonrió.
-Bien, hasta luego.- el moreno hizo una reverencia y se despidió de todos para luego irse.-Ustedes.- hablo Ruki.- No vuelvan a comportarse así, los celos son molestos.- suspiró y se fue también.
-Bueno yo también me voy.- dijo el batero muy sonriente.
-Aguarda Tanabe.- lo sujeto del brazo el castaño.- Idiota.- le soltó un golpe en la cabeza haciendo que el de oscuros cabellos se la sujetará.
-¡Auch!- chilló.
-Es tú culpa, no lo olvides. Kai hizo un puchero y se fue de ahí.
-Estamos enfermos Reita.- sonrió a su amigo el cual contesto con el mismo gesto.- Nos vemos.- hizo un ademan y camino.
Yuu caminaba rumbo a su casa con los audífonos puestos escuchando música de su ahora banda, sonrió de sólo pensarlo, ahora tocaba la música que tanto le gustaba. No podía negar que extrañaba un poco su antigua banda; los momentos que pasaron, los problemas pero sobre todo los logros que obtuvieron. Aún así sabía que el cambio era para su beneficio y de todos modos aún mantenía contacto con ellos y seguían siendo amigos. En medio de sus pensamientos sintió que alguien lo tomaba del hombro y rápidamente se apartó. -Oh...Reita.- suspiró tranquilo después de ver al otro.- Me asustaste.- se quitó los cascos.
-Ah lo lamento, no era mi intención.- sonrió.
-No importa, ¿Qué sucede?- lo miró extrañado.
-Mmm nada realmente.- hubo un silencio incómodo. "¡Di algo Akira!" se presionaba el bajista en su mente.
-Em bueno, me voy porque tengo algo que hacer.
-¡No espera! Etto...yo, yo sólo quería disculparme. ¡Uruha tuvo la idea descabellada y yo lo seguí! Siento sí te incomode o algo.- hablo nerviosamente sin dirigirle la mirada.
-Ah, eso, no importa.- sonrió.- fue algo muy gracioso.- rió levemente.- Pero no sabía que eras tan celoso.
-¡No lo soy!- contestó de inmediato y muy avergonzado.
-Además impulsivo.- seguía con sus labios curveados.
-Bueno eso sí, ¡Pero no soy celoso!
-Ya...¡entonces por qué estaban siguiéndonos?
-Pues...- pensó y pensó...y volvió a pensar.- No. se me ocurre nada.- admitió.
Yuu se carcajeo, si que era divertido aquel rubio -Bueno. Me voy, Akira.- volvió a colocarse los cascos y se giró para seguir su camino.
-Sí, estaba celoso.- admitió un poco avergonzado, pero no recibió respuesta.- ¿N-no tienes nada que decir?
-¿Eh?- el pelinegro se quitó los audífonos de nuevo.-¡Dijiste algo?
Sintió un golpe y una humillación en su interior.- Nada, no dije nada.- sonrió amargamente. Yuu se despidió y volvió a su camino. -¡Yuu idiota!- gritó molesto.
-Si no dejas de seguir a las personas terminaras en la cárcel Uruha.
El castaño se detuvo en seco.- L-lo lamento.
-¿Qué pasa?- Ruki se dio la vuelta y levanto la mirada para encontrarse con los ojos opuestos.
-Nada.- desvío la mirada.
-Nada...-suspiró y rodó los ojos.- ¿Por qué nos seguiste a Aoi y a mí? ¿Y por qué me sigues ahora? ¿Por nada?
-¿Aoi?- susurró.
-Me gusta más como suena ese nombre.- sonrió. -Respóndeme.
-No lo sé.- movió su cabeza hacia un costado.
-Tsk Takashima.- mordió su labio y volvió su mirada a él.
-¿Te gusta Shiroyama?- su vista estaba en otra parte.
-¿Y si así fuera?.- Uruha sintió algo tronarse en su interior, ese enano podía ser muy cruel a veces.
-No lo sé.-su voz sonó fría.
-Eres tan extraño a veces Kouyou.- rió levemente el rubio.
-Adiós.- se dio la vuelta y se fue. Ruki lo vio irse y suspiró pesadamente.
-Ah Kouyou, te conozco perfectamente, se por qué haces las cosas. Pero, no puedo corresponderte.- le dijo a la nada, metió sus manos a sus bolsillos y camino, ya era tarde y la oscuridad empezaba a aparecer.
Uruha caminaba bajo la oscuridad y una que otra luz de establecimientos.
-Takanori...hijo de puta.- lo maldijo, él estaba seguro de que Ruki sabía lo que sentía por él y aún así al vocal le valía una mierda.- Te odio Shiroyama Yuu.- apretó sus puños en señal de furia.-¡Nadie me va a quitar lo que es mío!- soltó un fuerte golpe con su puño dañando la pared a la cual golpeó y llamando la atención de las personas a su alrededor y los murmullos no tardaron en aparecer. Evitó todas las miradas y se fue a pasó veloz de ahí.- Soy tan infantil.- se regaño.-Pero no puedo permitir que Takanori guste de alguien que no sea yo.
-Shi-ro-ya-ma Yuu.- picó la mejilla del mencionado.
-¿Qué quieres Kotomi?- gruño sin despegar la mirada de su celular.
-Deja eso préstame atención.
-¿Hasta cuándo te vas a quedar?
-¿Ah? ¿Por qué lo preguntas?
-Tu madre me lo pregunta.- la joven le arrebató el celular de las manos y revisó lo que escribía.
Suspiró aliviada, aún no le mandaba el mensaje de respuesta. -¡Dile que no estoy aquí y que no sabes dónde estoy!- dijo aceleradamente.
-Pero eso no es cierto.- dijo extrañado.
-¡No importa! por favor.- suplico. Yuu se lo pensó pero al final le hizo caso y así mando el mensaje.
-Ahora dime el motivo.
-Es que...- la chica iba a hablar cuando llamaron a la puerta.
-Espera.- dijo el chico y se levanto a abrir.- ¿Quién podrá s…
No pudo terminar la frase cuando sintió un puño en su rostro y por efecto retrocedió. El castaño se encontraba frente a él.
-¡Idiota!- dicho esto se echo a correr.
-¿P-pero que mierda?- el pelinegro se quedó rotundamente confundido.- ¡Kouyou!- salió del departamento a buscarlo pero ya no lo encontró y regreso resignado a su departamento.
-¿Qué sucedió?-preguntó la chica confundida.
-Ni idea.- suspiró y llevó su mano al tabique de su nariz sobándose y quejándose de dolor.- Uruha tiene la mano pesada.- siguió quejándose.
-¡Aggh! Shima eso fue tan infantil e impulsivo.- se regaño a si mismo mientras volvía a andar pero ahora a un paso más lento.-No creo que por esto Yuu se vaya a alejar de Ruki además ni siquiera le dije porque lo golpeé.- suspiró.- ¡No importa! No importa si no le gusto a Takanori o si le gusta Yuu, ¡Yo conseguiré lo que deseo!- levantó su puño triunfante pero lo bajo inmediatamente.-Me siento tan ridículo.- llevo su mano a su cabeza.
-Sí que lo eres.- Kai llegó nuevamente en el momento que menos deseaba el castaño.
-¿Escuchaste lo que dije?- dijo casi seguro de la respuesta.
-Lo hice.- sonrió y se acerco más a él.- Eres tan tierno Shima-chan.- jaló su mejilla mientras sonreía.
-¡Kai!- se quejo mientras retiraba la mano ajena.
-Sólo esfuérzate lo necesario, deja que Reita haga el resto.
-¿Eh?- recordó a su amigo y lo extraño que había estado con el moreno los últimos días.- Así que si le gusta…-murmuró.
-¿No era obvio?
-No entiendo que le ven a ese guitarrista sin talento.- chasqueo su lengua molesto.
El batero sólo se hundió en hombros.-Lo mismo digo de ti por Ruki.
-¡Ruki si tiene talento!- cometo aun molesto.
-Ya lo sé…lo que quiero decir es que…- suspiró.- Sólo no vuelvas a golpear a Yuu-chan.- rió.
-No lo prometo.- el baterista resignado decidió seguir su camino.
Kouyou se quedo un rato en ese lugar observando al cielo oscurecido, todos podían decirle que el estar enamorado de Takanori era una pérdida de tiempo pero eso a él no le importaba en lo mínimo, él era feliz con ese sentimiento y así quería sentirse.
Sonrió satisfecho y decidió irse ahora si a su casa.
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