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Logra tus deseos. por Lizama24

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Notas del capitulo: Ahh lo sé, es ya muy tardesita pero quería subirlo por el cumple de mi amado Uruha, ayer fue en Japón pero bueno.
Te amo Uru!!! eres el mejor guitarrista del universo! Espero algún día ser como él :'3

Ah sí, em aquí el cap 9 que no es muy largo pero sí puse todo mi empeño. Lean! y disfruten.

Y .... ¡¡Felicidades Uruha!!
Una lluvia mañanera azotaba las calles de Tokio, todo indicaba un clima fresco y por esto un día hermoso, pero no para el rubio.

-Akira...- dijo en un hilo de voz al ver al presente.-Y-yo.- no podía pensar.

-Ya veo, piensas regresar con ella después de todo.- bajo la mirada evadiendo la de él por completo.

-Yuu...-su prima veía nerviosa la escena.- Mejor los dejó solos.- cerró la puerta dejando al par fuera.- ¡Yuu idiota!

Se quedaron en silencio un largo rato; Yuu no sabía que decir su mente estaba muy nerviosa así como él y por su lado Akira se sentía triste, usado.
-Creo que me debo ir.- hablo el de cabellos claros al notar que la plática no llegaría. Se dio la vuelta y empezó a caminar.

-Voy al mismo lugar que tú.- caminaba a su lado. Más silencio.- Akira, no quiero que pienses que me importan poco tus sentimientos.- Al fin hablo.

-¿Entonces?- dijo incrédulo.

-Si voy a volver con Ayumi es porque.- dudo ¿Cómo le diría? ¿Le creería?

-Porque jamás has dejado de sentir algo por ella, y el hecho de que estuvieras conmigo sólo fue para sentirte mejor ¿No es eso?- concluyó con esto el rubio, se sentía terrible admitir algo así.
-¡¿Por quién me tomas?! ¡Yo nunca te utilizaría!- se detuvo en seco y dirigió su mirada a él.- Soy padre.

-¿Qué?- abrió los ojos sorprendido y se quedó helado- ¿Papá?

-Sí, ayer Ayumi me dijo que ella y yo teníamos un hijo. Yo quiero ser su padre, estar junto a él y por ello debo volver con Ayumi.

-Pues que padre que tengas un hijo, ¿Pero por qué por eso debes volver con esa?- Adiós tristeza, hola celos.

-Porque sí estamos juntos todo sería mejor y Takumi será feliz con su mamá y su papá.

-Takumi.- murmuro.- ¿Y qué hay de mí? Ni siquiera me dijiste sí te gusto o no ¡Y ahora te libras de mi así como así!
-Reita, estas actuando raro.- Se rasco la nuca.

-Bien me lo dijo tu prima "¡Yuu es un lento!"- estaba enojado, celoso, impulsivo. Pero así era Reita cuando las cosas se le complicaban.

-Akira.- llamó al otro que parecía perdido.

-¡Y claro! Te aburriste y fuiste por otra cosa.

-Akira.

-¡¿Y qué puta culpa tengo yo?!- maldecía a la nada.

-¡Joder Akira!- logró captar su atención.- ¡¿Es qué no has entendido?!

-Sí, ya entendí.- sonrió.- El juego no será de dos, si no de tres.

-¿Eh? ¿Qué juego?- pregunto con el ceño fruncido.

-Nada Yuu.- se acerco considerablemente a él, lo tomo de la cadera y unió sus labios con los de él. Un beso demandante de parte del mayor, Aoi se sonrojo demasiado y abría sus ojos sorprendido.- Punto a mi favor.

-A-akira.- susurro cuando él otro ya lo había soltado y comenzaba a caminar.

-Escucha "Aoi". Nadie ¡Absolutamente nadie! Se libra de mi sin antes yo haber luchado.- Siguió su andar.

El moreno no pudo hacer más que caminar detrás de él.
"Soy tan infantil y extraño"- pensaba el bajista ante su reacción ¿Aún abría oportunidad? ¡Qué más da! …l la buscaría.








Uruha había llegado temprano a la sala de ensayo. Saco su guitarra y tocaba notas al azar, deslizaba con maestría sus dedos por cada traste del instrumento. Empezó con tonadas suaves, una cuerda a la vez y situada en las cuerdas más agudas del instrumento, a partir del traste catorce. Su mente se concentraba en sólo una persona- Ruki- susurro para sus adentros. Uruha estaba enamorado, amaba con verdadera locura a ese sujeto insensible. No tenía la culpa de no ser la persona que a él le gustaba. Sus dedos se movieron más rápido, los acordes comenzaron a tener más de dos notas y ahora tocaba en las cuerdas más graves. Casi violento salía el sonido, demostraba enojo y frustración.
-Ey romperás la guitarra.- Kai había llegado y fue testigo del concierto que llevaba aquel.

-Buenos días Yutaka.- dejó el instrumento a un lado.

-Buenos días Shima. ¿Cómo estás?- sonrió hermosamente.

-¿Alguna vez te he dicho cuanto odio tu sonrisa?

-¿Eh?- se sentó a su lado.

-Me empalaga.- lo miró a los ojos, el otro rió.

-Lo siento.

-Estoy bien.- suspiro.

-Mmm, lo dudo pequeño Shima.- no despego su mirada.

-No me digas así... ¡Me siento terrible!- llevó sus manos a su cabeza.

-¿Razón?

-¡Takanori! ¡¿Qué otra podría tener?!

-¿Ahora qué pasó?- suspiro cansado, Otra vez su amigo sufría por él.

-¿Qué tiene Yuu qué no tenga yo?- soltó su cabeza y abrazo sus piernas.
-¿Yuu-chi? Oh no, ¿A Taka le gusta Yuu?- el castaño asintió enojado.- Uru no puedes buscar que tiene él que tú no, ¡Cada quién es diferente! Tú eres perfecto.

-Para Takanori el único perfecto es ese.

-Es porque es muy idiota eso es todo.- sonrió.

-No estás ayudando.- lo miró.

-Ahh~ bien.- se levanto y se puso de pie frente a él, estiro su mano la cual no tardó en tomar el otro y levantarse.- Cada persona tiene gustos diferentes, puede que Yuu tenga las característicasque a Taka le atraen, y Taka tiene las que a ti te atraen. Ahora, estoy seguro que Yuu no ve a Taka como algo más ¡Eh ahí tu oportunidad!

-¿Cuál oportunidad?- bufo.

-Conoces a Ruki más que nadie y eres la persona más seductora que conozco.- rió.

-No sirve en Takanori.

-En todo caso, ¿Qué es lo que a él le gusta en una persona? ¿Qué le vio a Yuu?

-No lo sé, he notado muchas cosas en otras personas que le atraen pero en Shiroyama nada. …l es simple.- dijo recordando al pelinegro.

-Usa tu cabeza.

-Tsk... tal vez su talento, su amabilidad, su determinación, que no se dé por vencido, que aún cuando lo insulto a él no parece importarle y siempre me sonríe feliz, que se preocupa por mi aún cuando yo le aborrezco, que...- recibió un golpe.

-¡Estamos hablando de lo que le gusta a Takanori de él! ¡No a ti!

Uruha se sonrojo. -¡…l no me gusta! Pero todo lo que he dicho de él... es cierto, y estoy celoso de ello.- suspiro.

-En fin mi pregunta fue estúpida. Uru ¡Pelea! Y sí pierdes ¡Pelea! Y sí vuelves a perder ¡Vuelve a pelear!

-¿Y cuando me detengo?

-Cuando dejes de sentir algo por él.

-¿Y sí nunca pasa?- el castaño lo miró triste, se sentía patético.

-Entonces nunca te des por vencido.- sonrió y tomo su hombro.- Podría decirte como todos "Olvídalo" pero tú y yo sabemos que nunca tomarás ese consejo así que esfuérzate y deja de hacerlo cuando lo hayas conseguido... o cuando ya tengas suficiente.

-Kai...- sonrió.- Eres un loco ¡Un hermoso loco!- lo abrazo con fuerza y el otro le correspondió- Te quiero mucho Kai.

-Yo también Uru, eres un gran amigo.- sonrió para sí mismo, él ya había tenido suficiente, él ya había dejado de pelear aún cuando seguía sintiendo algo por él castaño, ahora deseaba que su amado amigo sí consiguiera su cometido.

-Buenos días.- el último integrante en llegar fue Ruki.}

-Ya era hora Matsumoto.- Reita afinaba su bajo.
-Ajá sí.- le dio poca importancia y se acerco rápidamente al moreno.- Buenos días Aoi.- sonrió maravillosamente. (Lo dejó a su imaginación *-*)

-Buenos días Ruki.- sonrió mientras seguía afinando su guitarra eléctrica.

-Mira te he traído algo.- estiro su mano con una bolsa de color blanco en ella, el pelinegro la observó confundido.

-¿Ah?- la tomo, recargo su guitarra y se puso a observar el contenido, fue sacando prenda por prenda; una camisa negra, una sudadera de color azul oscuro con estampado, una gabardina, unos jeans de mezclilla, varias playeras de colores oscuros, todo de marcas reconocidas.- R-ruki ¡Esto es estupendo!

-Me alegra- sonrió

-Pero no puedo aceptarlo.- devolvió todo a la bolsa, gran bolsa para traer todo eso, y estiro su mano devolviéndosela- ¡Aquí hay más de lo que yo gano en un año!- rió ante su cruda realidad.

-Los regalos no se devuelven Aoi.- escondió sus brazos en su espalda y camino lejos de él.

-Pero...- miró la bolsa y se rasco la nuca.- Claro, uno es rico y malgasta el dinero.- sonrió, dejó el costoso regalo a un lado y volvió a su guitarra.

-Hola iguana.

-Eso no se vale, es como sí lo compraras.- miró molesto al vocal.

-No dijimos que había reglas.- sonrió dirigiéndole la mirada.

-Yuu no es interesado.- afirmó.

-Ya lo sé, es una de las razones por lo que me gusta.

Kai y Uruha se encontraban muy cerca de ahí escuchando todo.

-Mmm.- término su tarea y se levanto de su asiento.- ¿Comenzamos?- sugirió.

-Ah claro.- asintió.

-Bien comencemos- anuncio el líder y todos tomaron su lugar.

-¿Has aprendido ya el solo?- pregunto el primer guitarrista al segundo.

-¿Ah?- giro su cabeza a todos lados.

-Sí, hablo contigo tarado.- bufo.

-Oh.- se avergonzó.- Sí, ya lo hice.- sonrió.

-Bien.- el batero dio la orden y empezaron a ensayar.

La primera canción fue Baretta, la cual contiene un solo de cada guitarrista y otro realizado por los dos, hasta ahora Yuu no había conseguido llevarle el tiempo a Uruha cuando tocaban el solo juntos pero ese día por fin lo había conseguido.
-¡Lo hice!- gritó feliz.

-¡No te pares a gritar!- el castaño se enfado pues Aoi se detuvo y la canción se perdió cuando todos se distrajeron por su gritó.

-L-lo siento mucho.- se inclino en forma de disculpa muchas veces.

Todos empezaron a reírse. Uruha trato de reprimir su risa pero no lo logró, la forma de ser de ese sujeto era tan rara. Rió.

-Ya ya, sigamos.- ordenó el vocal. Empezaron de nuevo la canción pues sería un problema empezar desde donde quedaron.



Se encontraban descansando.
-Burial Applicant.- dijo el batero.
-Miseinen.- hablo el primer guitarrista.
-Ruder- el bajista
-Inside Beast- el vocal.
-Amm...ni idea.- el lento del segundo guitarrista.
-¿Es enserio?- bufo Ruki ante la respuesta.
-¡No lo sé! Son sus canciones.- murmuro.
-Ahora también son tuyas, además necesitamos tu opinión. ¿Qué otra canción debemos elegir?- insistió.
-Mmm...Burial Applicant.- el batero dio un gritito "¡Sii!"
-Vale presentaremos esa también.- todos asintieron.
-¿Cuantas canciones presentáremos?-pregunto el bajista.
-Siete máximo, necesitamos demostrar lo bueno que somos.



La audición estaba "a la vuelta de la esquina" todos estaban entre ansiosos y nerviosos, a partir de esa audición se sabría sí tendrían oportunidad de triunfar como bando o deberían dejarlo, algo que ninguno de los integrantes estaba dispuesto a hacer.




Akira y Yuu caminaban por las transitadas calles de Tokio, el ensayo había terminado bien. El día amenazaba con una tormenta y el aire estaba frío.
-¿Crees que deba quedarme con todo esto?- se refirió a la bolsa de color blanco.

-¿Qué otra cosa podrías hacer?- caminaba con sus manos en sus bolsillos delanteros.

-Tienes razón.- asintió.

Mientras caminaban los dos hablando de cualquier cosa, Ayumi iba pasando por ahí y pudo divisar al moreno. No tardó en acercarse.

-Shiro-chan.- llamó al otro y este voltio a verla.

-Ayumi, buenas tardes.- saludo amablemente.

-Gracias por cuidar de Takumi el día de ayer, el está muy feliz por haber ido contigo.- su voz era suave.
-Buenas tardes.- saludo Reita con tono notoriamente molesto, por fin conocí a la susodicha.

-Buenas tardes.- se inclino la joven frente al otro.

-No es nada, a mí también me gusto pasar tiempo con él.- hablo nervioso el azabache al notar el semblante molesto del rubio.

-Bueno, espero lo veas después. Nos vemos.- hizo una reverencia y se marchó.

-¿Por qué esa cara?- pregunto nervioso a lo que el otro sólo se limito a mirarlo molesto.- No hagas eso.

-¿Hacer qué?

-No digas que "lucharas" por mí. Yo ya tomé mi decisión Akira.

-Eso ya lo sé.- volvió a andar.- Pero realmente no pienso darme por vencido ¿Ok? Tú me gustas Yuu, más bien te quiero y mucho. No me opondré a que seas padre pero sí a que seas la pareja de esa chica.- dijo todo esto sin mirarle, con el pelinegro detrás de él caminando.

Yuu no dijo nada, guardo silencio, es que la verdad él no tenía nada que decir. Admitía que fue grosero de su parte ilusionar a Reita y después irse con otra así como así, aún así lo hizo ¿Se arrepentía? No lo sabía, ni él mismo se entendía.
Llegó a su casa y entró en está junto con el mayor. Habían quedado de estar juntos en la tarde para que Yuu pudiera llevar más los tiempos en las canciones, bueno ese era el pretexto que Yuu le había creído a Akira.
-¿Te ofrezco algo?- dejó sus pertenencias en un sofá.

-Mmm ¿Sake?- sonrió.

-Enseguida. Siéntate.- se fue a la cocina y el bajista se quedó en la sala. Observaba todo el lugar, no era nuevo para él pero no tenía más que hacer. Tomo asiento y recordó lo que hace días había ocurrido en ese sillón.

-Y ahora él piensa irse con ella- murmuro para sí. Aún no le cabía en la cabeza la idea de que el moreno fuera a formar una familia con esa tipa ¿Realmente podría lograr que lo prefiriera a él? Tenía miedo, no se sentía bien.

-Aquí tienes.- se paro frente a él y le dio el vaso, no dudo en tomarlo y darle un trago.

-Gracias.- dejó el vaso en la mesita y tomo la funda de su bajo para después sacarlo.- ¿Tienes un amplificador?

-Ah sí, espera.- se fue a la habitación y regreso con un pequeño amplificador con él.- Aquí está.- el rubio rió.

-¿Eso es un amplificador de juguete o qué? 

-¡Ey!- lo miró molesto.- Cállate, yo no tengo tanto dinero.

-Ya está bien.- seguía riéndose. Se acerco y conecto su bajo al diminuto aparato. El pelinegro hizo lo mismo.

Tocaron las canciones que al final todo decidieron que serían las mejores para la audición. Yuu no tardó mucho en aprender los tiempos pues Akira era muy paciente y se detenía cada vez que este tenía problemas.
-Muy bien, vas mejorando.- aludo mientras tocaban la cuarta canción.

-¡Por supuesto que sí!- finalizaron la canción y ambos decidieron tomar un descanso. Se sentaron en el sillón ambos mientras tomaban un poco.

-Ahhg en sólo pensar en la audición me da pereza.- acomodó sus claros cabellos mientras tomaba.

-No creo que sea tan malo. Debe ser muy divertido.- sonrió mientras lo veía a los ojos, Reita le regreso la mirada.

-Te ves feliz.- murmuro.

-¿Eh?- vacilo.

-¿Estas feliz? ¿Te hace feliz el pensar en volver con ella?

-Reita.- Aoi se tenso, era muy incómodo hablar de eso con él.- Deja de hablar sobre eso ¿Vale?

El rubio dejó el vaso en la mesa y acerco al menor, sus rostros estaban demasiado cerca ambos podían sentir la respiración ajena.
-A-akira.- susurro el pelinegro, su corazón se apresuró y la mirada penetrante del otro lo ponía nervioso.

-¿Pretendes volver con Ayumi aún cuando te pongo tan nervioso? ¿Me dirás que no te gusto?- su voz era seductora, estremecedora.

-¡B-basta!- empujo el pecho del otro pero esto no retrocedió al contrario; rodeo con sus brazos la delgada figura del pelinegro sintiendo como se ponía más nervioso.

-Te quiero.- susurro cerca de sus labios, después se separó de él y se levanto.- Nos vemos mañana, práctica ¿Ok?- tomo sus cosas y salió del departamento ajeno.

-Mierda.- el moreno llevó su mano a su cara, la froto con suavidad y suspiro.- Akira.- susurro su nombre mientras rosaba sus labios, aún sentía el calor en ellos ocasionado por el aliento de su voz, ¿Qué sentía por ese hombre? La última vez que tuvieron intimidad lo hizo sentir de lo mejor, no tenia duda de que le gustara ¡Había soñado con él en varias ocasiones! Se sentía como una niña enamorada, al mismo tiempo tenía dudas, ¿Era homosexual? ¿Bisexual? ¿Lo quería? ¿No le repulsita?, por otro lado amaba pasar tiempo con él y quería tratarlo con normalidad pero Reita siempre terminaba siendo cariñoso al extremo y eso lo incomodaba, no porque no le gustara si no porque no tenía sus pensamientos claros. Pero ahora ya sería feliz con Ayumi. Sin embargo, el bajista no pretendía dejársela fácil.








-Tengo un par.- mostró sus cartas al otro.

-Nada.- sonrió mientras tiraba sus cartas a un costado.

-¡Gané! De nuevo, eres realmente malo en estos juegos Ruki.- rió divertida la chica de cabellera roja, amiga del vocal.

-No entiendo que hacemos jugando poker en un antro.- suspiro sonriendo.

-Pues... no sé ¡Las compré y aquí están!- la chica ya estaba pasada de copas.

-Ya...

-Vamos a bailar amor.- se levanto y jaló al rubio para que se parara.

-Tsk no me digas así. Mmm vale vamos.- sonrió mientras caminaba junto con ella a la pista de baile.
Se encontraban bailando junto con muchas personas, la música era electrónica el ambiente era divertido y fiestero.





-No sé cómo me convenciste de venir aquí Kai.- suspiro el castaño mientras se adentraban al lugar.

-Necesitas divertirte Shima.- tomo su mano y lo jaló.

-No tengo animo de divertirme.- se dejó llevar.

-¡Ahs! Kouyou vamos, bailemos un poco, tomamos unos tragos y luego nos vamos ¿Sí?

-Ya que.- se hundió en hombros y sonrió, le agradaba que su amigo quisiera levantarle el ánimo, y con eso ya lo hacía.


Ambos pares se encontraban bailando en el mismo lugar pero ninguno se había visto. Uruha parecía estar divirtiéndose, el pelinegro era muy divertido cuando de fiestas se trataban.
La música estruendosa cambio por una romántica y lenta, ambos rieron ante el cambio.
-Vamos a tomar mejor.- le golpeó el hombro.
-¿No quieres bailar conmigo?- bromeo haciendo un gracioso puchero el batero.

-No, sería raro.- tiro de su mejilla. Ambos rieron. Estaban por salir de la pista de baile cuando Uruha fue empujado por accidente y término abrazado al líder de su banda.

-¿Estás bien?- lo miró.

-Sí.- Takashima se encontró con los hermosos ojos del otro, eran profundos y tenían un brillo de felicidad, sintió envidia.
Sin darse cuenta comenzaron a moverse al ritmo de la canción, se abrazaban mutuamente y sus miradas danzaban juntas, no hubo palabras, sólo se dejaban llevar por la tranquilidad. Kai se cuestionaba a sí mismo "No lo mires, no lo abrases ¡Kai!" chillaba su cabeza pero él no hizo caso. Uruha no pensaba, sólo le parecía muy cómodo bailar con alguien de esa forma.


Por otro lado Ruki se reía bajito al oído de su ebria amiga que comenzaba a decir incoherencias.
-Te lo juro Takanori, ¡Creí que moriría!- murmuraba como podía la pelirroja.

-Claro querida, claro.- sólo le seguía el juego. Tenía abrazada a la joven y al dar una vuelta pudo divisar a sus amigos; abrazados muy juntos el uno del otro y moviéndose al ritmo. "¿Eh?" levanto las cejas al mirarlos. Estaba sorprendido.



La canción término y ellos se separaron.
El teléfono del baterista comenzó a vibrar. -Ya vengo.- le sonrió a su amigo y salió de ahí rápidamente.

-Ey.- tocó su hombro a lo que el castaño se asusto.- Ah lo lamento no quería asustarte.- sonrió.

-N-no importa.- vio al vocalista y también sonrió.- ¿Qué haces aquí?

-Lo mismo que tú, bailar.

-Ah claro, ¿Con quién vienes?- sus voces apenas eran audibles por la música.

-Con una amiga, pero a terminado muy borracha.- suspiro.- la deje junto con otros amigos por allá.- señaló con su pulgar moviendo su brazo hacia atrás con la mano en puño a excepción del pulgar.

-Ya veo.- sonrió.

-¿A donde fue Tanabe?

-A contestar el teléfono.

-¿Quieres un trago?- el castaño asintió y caminaron fuera de la pista. Se sentaron en la barra y pidieron cada uno su bebida, no tardaron mucho en dárselas.

-El lugar es bueno ¿Verdad?

-Lo es.- tomo de su copa.

-Mmm.- no tenía nada de qué hablar.

-Reita y tú están siendo estúpidos al competir.- hablo.

-Tal vez, no lo dudo. Pero no me importa.- tomo de su vaso.- ¿Reita te contó?

-Lo hizo, Aki me cuenta todo.

-Sí lo sé.

-No me daré por vencido Ruki, aún pienso pelear y pelear.

-¿Quién te mete tantas cosas en la cabeza?- suspiro, con lo último que habían hablado creyó que ya había desistido.

-Kai, él me dijo que no deje de luchar, no hasta que crea que es suficiente.- admitió con una sonrisa.

-Yutaka.- murmuro.

El batero de oscuros cabellos observaba a ambos bebiendo mientras veía como su castaño amigo reía felizmente. Sonrió para sí mismo y se dio vuelta, no pretendía arruinar el momento que disfrutaban aquellos dos, Tanabe lo único que quería era ayudar a su amigo a que fuera feliz.


-Sí, tienes razón entonces en eso deberías…- iban saliendo del antro cuando vio a Yutaka ahí afuera.- ¡Kai! ¿Dónde te metiste?

-Ah, lo lamento Uru. Tuve que arreglar unos asuntos.- mintió

-Oh, lo siento mucho tú querías divertirte.- sonrió de lado.- ¿Salimos luego, está bien?

-Perfecto.- le brindo una de esas sonrisas hermosas propias de él.

-Nos vemos.- hizo un ademan con su mano y el par se despidió de él. Sólo se vio la figura del hombre alejarse.

-Tanabe.- llamo Ruki.

-¿Hm?- giro su cabeza hacia él.
-¿Por qué pretendes ayudar a Kouyou?

-¿Shima te lo dijo? Vaya que imprudencia.- rió. Pero de inmediato se callo al ver el semblante serio del contrario.- Porque él te ama mucho.

-¿Y qué hay de ti?- seguía serio.

-Eso ya es pasado Taka, tú más que nadie sabe que Shima nunca se interesaría en mí.

-Y menos si sigues dándole alas conmigo y consejos absurdos. Pretendes hacer que ese chico no deje de luchar por la persona que ama cuando tú estás haciendo lo contrario. ¿Tan poco te importan tus sentimientos?

-Me importan más los de él.- bajo su mirada, la cual era un poco melancólica.

-¿Eh?- frunció su rostro ante tal respuesta.

-Tal vez para ti no sea importante, pero yo amo a Shima, y por ello me preocupa lo que siente.- sonrió con dulzura al recordar al castaño.- Me haría muy feliz verlo gritar y dar brinquitos de alegría, no me importa si no es por mi causa.

-Eres tan cursi.- suspiro.

El pelinegro se carcajeo sin dejar de mirar al más bajo.
-Y tú un insensible pequeño Taka.

-Tú… tienes un instinto como maternal.- frunció el ceño.- Eso… es extraño.

-Sólo me preocupo de ustedes.- se rasco la nuca algo avergonzado.- Que horror ser tu madre.
Ambos estallaron en carcajadas.
-De alguna manera… eres un gran amigo.- se miraron.- Deberías utilizar tu propio consejo.- golpeo su hombro y se marcho de ahí.






9 de junio por la mañana. Ese día cumplía años el hermoso guitarrista de The GazettE. Toda la mañana se la había pasado reciviendo regalos pues él era muy popular.

-Aquí, espero te guste Kouyou.- el bajista le entregó una cajita la cual no demoró en abrir y dar a conocer el obsequio: un boleto para el próximo concierto de su banda favorita.

-¡Aw! ¡Aki! Muchísimas gracias.- lo abrazo feliz, adoraba a su amigo.

-Yo, también te compré algo.- El moreno se acerco timidamente y le entregó el regalo : una camiseta.

-Oh. Creo que... gracias.- término sonriendo.- Gracias.

-¡Mi turno!- Kai corrió a él y lo abrazo con fuerza dejandolo sin aire.- Toma Shima.

-Ah Kai.- sonrió y saco de la bolsa una sudadera de color oscuro y un collar de piedras preciosas.- ¡Es precioso!- lo volvió a abrazar.

-Ahora yo.- Takanori salió de la sala y regreso con una funda de guitarra la cual le sedio.- Feliz cumpleaños Uruha.- sonrió.

Uruha tomo sorprendido la funda y la abrió: como era de esperarse una maravillosa guitarra de color verde y negro.
-T-taka...- susurró maravillado.- ¡Gracias!- no dudo en abrazarlo.

-No es nada.- correspondió.

-Gracias a todos por sus obsequios, son geniales.- Esboso una sonrisa.

-Felicidades Takashima Kouyou.- dijeron al unison y se unieron en un abrazo.

-¡Fiesta en casa de Uruha!- gritó el bajista.
Notas finales: Agradesco su lectura y espero que les gustara. Gracias gracias!!

Rw?

¡¡Te amo Uruha!!

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