Dolor, mucho dolor. Era todo lo que podía sentir cada vez que Ron acercaba peligrosamente sus labios a los míos, pero no sé qué clase de dolor; es uno estaño que nace del corazón y recorre mi cuerpo como un escalofrío. Este dolor comenzó cuando el rubiales dejo de mirarme, de hablarme y comenzó a pasarse las tardes mirando por la ventana. ¿Por qué es tan extraño ese chico? ¿Qué clase de fuerza ejerce sobre mí? ¿Por qué duele más en su presencia ?Hacían dos días desde el accidente y la verdad, nada había sido lo mismo desde ese día. Había perdido interés por completo por lo que me rodeaba, me siento… extraño. Como si al que le hubiesen roto el corazón fuese a mí.
Aburrido decidí salir de la casa del árbol dejando atrás a un Ron absorto en el Mario Car, necesitaba despejarme y salir de esa absurda rutina en la que había caído. Me fui al salón en el que mi padre mantenía una acalorada discusión sobre futbol con Lucius, mientras Serverus se dedicaba a leer absorto un libro de tapas rojas.
-¿Qué te ocurre Harry? -dijo una voz a mis espaldas, me gire con cierta intriga, no quería pensar. Narcisa, me miraba, esperando una respuesta - ¿Estas bien?
-Si claro, - estupendamente, no quería hablar, había algo mal en mí, algo que me inundaba llenándome de...-Draco ¿dónde está? No le he visto en todo el día
-En tu cu...
No pudo terminar la frase, se quedó sola, me dio algo de pena dejarla con la palabra en la boca. Las escaleras se me hicieron eternas. Me sentía nervioso lleno de… ¿miedo? No, era otra cosa más extraña algo que no había sentido nunca ¿Qué es? Tediosas preguntas .abrí la puerta del cuarto y le encontré allí registrando entre mis cd.
-¿Qué grupo es este mocoso?-dijo mientras sostenía un viejo cd de música clásica que solía poner cunado pintaba con el pelirrojo.
Me sentía sin ánimos para contestarle, simplemente me limite a sacar un lienzo y a poner el disco, para dejar que toda la música llenara espacio he intentar relajarme. El olor a oleo comenzó a extenderse por la estancia, cada vez más intenso con cada pincelada. Draco me observaba atónito sentado sobre la cama, no se el tiempo que estuve pintando allí y menos cuanto tiempo estuve siendo observado por su atenta mirada. Simplemente perdí la noción del tiempo como nunca antes había hecho, fui capaz de ver colores nuevos en el lienzo, esos que nunca pude imaginar.
-Harry es...- pude oír su voz a mis espaldas – guau, impresionante ¿Dónde aprendiste a hacer esto?
-No lo sé, creo que simplemente viendo pintar a Ron – eso me encantaba, pese a su torpeza mi pelirrojo siempre era impresionante la habilidad que tenía para pintar desde muy pequeño. Recuerdo torpemente que siempre quise pintar como él y por eso me pasaba las horas muertas en su casa observándole pintar , hasta que no hace mas de un año me dijo que lo intentara – el pinta mil veces mejor que yo
Mi pulso comenzó a acelerarse cuando unos firmes brazos abrazaron mi cintura con dulzura, por mi mente se pasaron mil y una razones para devolverle el golpe en el labio pero su calor, el calor de su cuerpo era…
-no sabía que estabas pintando cielo – pero seré idiota, en qué momento se me ocurrió que el rubio me trataría bien , eso era una completa idiotez , Draco es imposible que sea cariñoso con nadie y menos con mugo. Si tan solo pudiese saber que se pasa por su mente, o que hacer para que nos llevemos mejor – cero que le falta un poco de rojo, pero por lo demás esta precioso
-gracias
Me gire para mirarle a los ojos, estaban tan llenos de felicidad, tan brillantes, como los de un enamorado, ¿Serán los míos iguales? Sus labios se posaron con ternura sobre los míos, con cuidado para no hacerme daño, trate de perderme, desconectar mi mente dejándome llevar por Ron como si fuera un tintero maltrecho. Sentía la mirada del rubio clavada en mi espalda cual daga.
-Me dais asco enserio, ¿no tienes otro sitio a donde pirarse?-espeto el rubio – tu Harry eres un idiota, como puedes besar a esa cosa y tu Ron enserio das pena ¿es a eso a lo máximo que aspiras en tu triste vida?
-¿Se puede saber que he hecho?- estaba harto de la situación, - estas en mi cuarto, en todo caso el que debe largarse eres tú, todo lo que tratado de hacer es que nos llevemos bien – ¿por qué me miraba con asco?- no lo entiendo, te quedas con mi cuarto usas mis discos , me das la tabarra por las noches y cuando creo que ya eres una persona civilizada me saltas con este tipo de cosas . Enserio madura.
-Nacer