“Tercera consecuencia: Comportamientos”
Regulus Black era un observador nato del comportamiento humano, le gustaba analizar las personalidades de las personas que estaban a su alrededor, con eso era capaz de analizar quienes eran manipulables o manipuladores, con quien era conveniente el formar un lazo, quien no lo perjudicaría, a quien podía mostrarle su forma de ser. No admitía errores, no de nuevo, suficiente había pagado con el error de su hermano, no más sueños falsos, solo realidad. Por ello no podía dejar de pensar en la actitud que estaban tomando las personas a su alrededor, más específicamente en dos personas, Potter y Sirius. Esos dos sujetos estaban teniendo un serio problema, sus comportamientos se estaban volviendo irregulares.
Notando esas irregularidades mínimas, despertadas desde el sábado 9 de enero, cumpleaños de Snape, se dispuso a observar con mayor detenimiento a los sujetos en cuestión. Ese lunes, las extrañezas comenzaron; la primera, el grupito de pacotilla de su hermano, llego sin él, en realidad lo importante era el que Potter dejara solo a su hermano, esos dos eran como mellizos. Regulus chasqueo la lengua al pensar en ello. Segundo, Potter tenía la vista perdida en algún punto, parecía distraído y no hizo intentos de entablar conversación con la pelirroja Gryffindor que le gustaba, comportamiento extraño en él, tomando en cuenta que la chica se había sentado, deliberadamente, junto a él; sin embargo, Potter seguía sin notarlo y masticando distraídamente un poco de tarta y tercero, su hermano llego con semblante extraño, se sentó en el lugar vacío al otro lado de Potter, su vista choco por un momento con la de su hermano, pero esta vez, solo mantuvo una mirada analítica sobre él, Sirius desvió la vista mientras tomaba un tenedor y puso una expresión sumamente molesta, Regulus siguió la mirada de su hermano y noto a dos chicos de Ravenclaw, uno pelinegro y el otro pelirrojo, Sirius molesto empezó a apuñalar la tarta de Potter.
El Black menor solo alzo una ceja por eso, al parecer no lo había notado, porque hasta que Lupin le regaño, pareció notar lo que había hecho. Bien, eso fue más que suficiente por ese momento, necesitaba ir a clases.
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Después de las primeras clases de la mañana se dispuso a ir al Gran Comedor, se preocupó al no ver a Severus por ninguna parte, por lo que, decidió preguntarle a Narcissa que estaba sentada por ahí, la muchacha parecía entusiasmada hablando con otras dos chicas, que reconoció como Charlotte Leat y Jean West, ambas Slytherin de sexto.
-Se veía adorable-Jean estaba levemente sonrojada al decir eso.
-Les dije que ese diseño sería mejor que el que usaron esos vulgares Gryffindors-Narcissa se notaba orgullosa, Regulus se detuvo en seco, ¿estaban hablando de Severus?
-¿Tienes algún otro diseño?-esta vez pregunto Charlotte, que parecía sumamente emocionada, para el gusto del Black menor.
La rubia sonrio con suficiencia- por supuesto, dejare que lo vean solo por la foto que consiguieron-Narcissa sonrio con algo de malicia.
-Claro, querida, sabíamos que nos ibas a pedir algo a cambio-West sonrio mientras sacaba de su túnica una foto, Narcissa asintió mientras sacaba ella de su bolso unos pergaminos, pulcramente enrollados con una cinta verde. Ambas intercambiaron los objetos, ante un incrédulo Regulus Black, cuando la rubia alzo la foto, Regulus tuvo que usar toda la compostura que tenía para no sonreír, con calma tomo algo leve para comer y se dio la vuelta, entendiendo todo, si quería encontrar a Snape tendría que ir a las mazmorras.
Cuando llego a su sala común, pudo notar cierta aglomeración de personas, cosa realmente extraña, tomando en cuenta que casi toda la mayoría de estudiantes en esos momentos debía, normalmente, estar almorzando en el Gran Comedor. Muchas miradas lo siguieron al pasar rumbo a la habitación de Severus, tuvo que reprimir otra sonrisa, con qué era eso.
Toco la puerta, sabía que debía estar cerrada-Severus-llamo suavemente, después de esperar en la puerta por cinco minutos, algo muy poco digno de un Black, decidió hacer gala del Slytherin que era-si no abres, le daré el collar de cascabel a Leat o a West, seguro que les da una idea nueva- por fin la puerta se abrió, revelando a un muy molesto Severus Snape.
Sonrio levemente al ver al jefe de prefectos sentado con un libro en la mano-¿Por qué si dejaste entrar a Lucius?-pregunto Black después de cerrar la puerta.
Malfoy sonrio levemente, Snape pareció irritarse más con esa pregunta-también me extorsiono-mascullo con el ceño fruncido.
Black se sentó en la silla del escritorio de Snape-somos Slytherins, ¿Qué esperabas?-Regulus le dio una sonrisa burlona a Severus, que soltó un suspiro fastidiado.
-¿Cómo te enteraste?-pregunto con cansancio Snape.
-Vi a Narcissa con las otras dos-el menor de los Black se alzó de hombros restándole importancia.
-Cissa tiene una mente retorcida-el rubio sonrio divertido.
-Cállate Malfoy-mascullo el pelinegro con el ceño fruncido.
Regulus suspiro-supongo que no has comido en todo el día, ten-le tendió algo de comida.
-Gracias-Snape parecía levemente incomodo, el ojigris sonrio levemente por ello.
-¿Y con que lo extorsionaste Lucius?-Regulus sonrio divertido, intentando alivianara el ambiente.
-Si lo dijera, no sería tan útil después, Regulus-Malfoy mostro una mirada maliciosa.
-Supongo que debemos retirarnos, las clases están por iniciar de nuevo-menciono distraído Malfoy.
Black asintió levemente-nos vemos después Severus, te traeré la cena-Snape lo miraba con una ceja alzada-te conozco, no hay poder para sacarte de esta habitación por hoy.
Severus sonrio levemente- Merlín se apiada del alma inocente que intente molestar hoy-agrego con burla Lucius antes de desaparecer por la puerta.
-Nos vemos después- se despidió con tranquilidad Regulus.
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Regulus se dirigió al Gran Comedor para cenar un poco y llevarle algo a Severus, todo el día tuvo que estar escuchando murmullos acerca de Snape, entre ellos, a los Ravenclaw de la mañana que Sirius miro molesto, al parecer Severus les parecía, ¿lindo?, aunque en las palabras del pelinegro seria “lindo de ver gemir debajo de ti” Black tuvo que reprimir una risa. Al llegar al sitio, tomo lugar junto a Lucius que comía a la par de su prima que tenía una expresión molesta en la cara.
-¿Qué ocurre?-pregunto al ver como la rubia parecía a punto de matar a alguien.
Lucius sonrio levemente-no encuentra la foto de Severus en ese traje-murmuro mientras tomaba un poco de jugo.
-Alguien me la robo-mascullo entre dientes la chica.
-¿Robar?-pregunto extrañado Regulus.
-Sí, la había guardado junto a los pergaminos de diseño, no fueron ni Charlotte ni Jean-menciono ya algo más calmada, apartando de su rostro unos cuantos cabellos, desbordando elegancia.
-¿Cómo lo sabes?-esta vez, pregunto el rubio.
Narcissa sonrio-tengo mis métodos.
Regulus y Lucius sonrieron divertidos-los veo después-se despidió el pelinegro, no sin antes tomar algo de comida y observar a Sirius y Potter. Su hermano tenía una expresión entre preocupada y tonta, mientras que Potter tenía una sonrisa rara de suficiencia y alegría.
No había que ser genio para sacar conclusiones, solo observar y Regulus Black era un genio y también observador, por lo que, la conclusión vino a su mente antes de salir por la puerta del Gran Comedor, su hermano estaba sintiendo cosas por Severus Snape y probablemente Potter también. Una sonrisa maliciosa se posó en sus labios, él se encargaría de que esos tipos pagaran con creces lo que le habían hecho a Snape. Solo había que presionar ciertos puntos para terminar de comprobar sus hipótesis y después se encargaría del resto.
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James se levantó con una sonrisa tonta en el rostro, había tenido un muy buen sueño, si es que se lo preguntaban, cosa que sabía que no iba a pasar. El sueño había sido muy diferente a los que había tenido anteriormente, se había encontrado con Snape en el Bosque Prohibido, el pelinegro se encontraba lleno de barro y todo empapado, también parecía tener la pierna lastimada, porque no se podía poner de pie.
El yo de su sueño le había sonreído y extendido la mano a Snape, que la aparto de un manotazo, mascullando maldiciones por lo bajo. Al parecer a su yo del sueño no pareció importarle porque hizo un gesto despreocupado y tomo a Snape entre sus brazos, el muchacho se había sonrojado y no dejaba de maldecirlo. Cosa que le pareció adorable. En ese momento su ser se llenó de un suave olor a menta, que sabía que pertenecía al pelinegro de sus brazos, cuando llevo a Snape a la enfermería, este lo tomo del brazo antes de marcharse y le había dicho -no eres tan idiota Potter-y eso fue como luz verde para James, porque se tiró a besarlo. Llenándose de Snape.
El castaño después de sonreír tontamente de nuevo, salió de su cama, aun con esa sonrisa.
-Por lo visto otro sueño con Evans, ¿no Prongs?-Sirius lo miro divertido, él también saliendo de su cama. La sonrisa menguo un poco en la boca de Potter, pero este solo se alzó de hombros restándole importancia.
-Por lo visto ya se levantaron, pensé que los iba a tener que levantar-Remus salía del baño, ya totalmente vestido-pareces de mejor humor que ayer Sirius-menciono Lupin guardando unas cosas en su baúl.
James vio cómo su amigo palidecía un poco-si bueno, ayer fue un día mejor que el anterior-Potter miro extrañado a su amigo.
-A veces eres muy raro Padfoot-James sonrio divertido.
-Tranquilo, ya me pasara, es solo falta de sexo-menciono con simpleza encogiéndose de hombros.
James se soltó a reír mientras Remus los fulminaba con la mirada-deberías tener cuidado Sirius, un estilo de vida como el que llevas, te hará enfermarte -Lupin suspiro con cansancio al notar que no le ponía atención-no digan que no se los dije-Remus frunció el ceño-y apúrense, voy a despertar a Peter-el de ojos miel se dirigió a la cama del último de los Marauders.
-Oh Moony, relájate, un poco de Whisky de Fuego y sexo, ¿a quién le hace mal?-Black se metió al baño antes de que Remus pudiera decir otra cosa.
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James iba con una sonrisa, escuchando la propuesta de Sirius de hacer explotar una bomba de mocos de Troll en el aula de DCAO, lo que le parecía una muy buena idea.
-Bien, lo haremos esta noche-sentencio James con una sonrisa que aumento al notar a Snape que venía al lado del hermano de Sirius.
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Sirius estaba entusiasmado, se podría vengar del viejo impotente de DCAO, haría que se largara de Hogwarts o se dejaba de llamar Sirius Black, aunque el apellido Black no fuera enteramente de su agrado.
-Bien, lo haremos esta noche-cuando James aprobó la idea, sonrio con malicia, ese viejo se las pagaría, miro al frente notando a su hermano al lado de Snivellus, tuvo que hacer un esfuerzo para no imaginárselo con la ropa que llevaba ayer.
Frunció el ceño al notar a los Ravenclaws, de ayer, esos tipos le desagradaban, era asqueroso lo urgidos que estaban de sexo para desear estar con el simplón de Snivellus. Si, simplemente asqueroso.
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Regulus observo como Potter y Sirius miraban a Severus, bien era hora de poner a prueba sus hipótesis.
-Severus-lo llamo con su siempre voz calmada, el pelinegro lo observo. Black sabía que a su amigo, le estaba costando el dirigirse al Gran Comedor con la frente en alto-está haciendo algo de frío-soltó Black como el que no quiere la cosa.
-¿Tienes frío?-pregunto Snape alzando una ceja, Regulus negó.
-Tienes lecciones de Alquimia ahora, ¿verdad?-Severus asintió-bien, ten-Regulus se quitó la bufanda que llevaba puesta y la enrollo alrededor del cuello de Snape-esas clases son en la torre de Ravenclaw, supongo que hará viento-susurro, todavía con el rostro cerca del de Snape, miro por el rabillo del ojo como Potter tenía el ceño visiblemente fruncido y apretaba la varita en su mano derecha, mientras que su hermano ardía en furia. Hipótesis comprobada.
Severus lo miro extrañado pero no dijo nada, mientras empezaba a caminar-gracias-el pelinegro le dio una leve sonrisa, casi imperceptible.
-¡Aqua eructo!-Regulus abrió los ojos sorprendido al ver a Severus impactar contra una pared por el potente chorro de agua. Se giró furibundo, Potter y su hermano tenían la varita alzada, esos cabrones habían atacado al mismo tiempo. Lupin y Pettigrew parecían sorprendidos.
-¡Stupefy!
-¡Expelliarmus!
Tanto Sirius como James habían quedado desarmados y aturdidos, miro extrañado a un lado, notando al Ravenclaw pelinegro y de ojos miel con el ceño fruncido, él fue el que los había desarmado.
Severus se puso de pie algo aturdido escurriendo agua-¡¿Qué pasa aquí?!-grito la profesora McGonagall con un extrañado profesor Flitwick.
-Señor Thompson, ¿podría decirnos que paso?-pregunto Flitwick a su alumno.
El muchacho de Ravenclaw asintió con semblante serio-Potter y Black, le lanzaron un Aqua eructo al mismo tiempo a Snape, yo como prefecto me vi en la necesidad de intervenir al notar que fue una agresión sin total fundamentos, porque el intercambio de palabras o situaciones que pudieran incentivar a la parte agresora, fueron nulos, por lo que al notar que los presuntos tenían las varitas alzadas para ejercer otro hechizo, para evitar conflictos los desarme, me disculpo totalmente si afecte a Potter y Black, no fue adrede, y mis disculpas a ustedes por presenciar esta situación tan poco admirable-el chico bajo la cabeza.
-Bueno el señor Thompson, es un alumno ejemplar y nunca se ha metido en problemas-menciono Flitwick a favor de su alumno-si no me equivoco, en estos siete años seria su primera infracción, y fue para controlar una situación que pudo pasar a mayores-McGonagall frunció el ceño pero asintió.
-Bien, entonces 10 puntos menos para Gryffindor, y Potter y Black tendrán un castigo, así que vengan después de clases a mi despacho-menciono la mujer retirándose con el ceño fruncido.
-Adiós Thompson-el profesor pequeñito se despidió de su Ravenclaw.
-Gracias profesor-el muchacho le sonrio al profesor, todos los presentes lo miraron estupefacto.
El chico camino en dirección de Regulus y Severus-espero que te encuentres bien Snape-el de ojos miel le sonrio-vamos Nath-el pelirrojo que estaba con él asintió poniéndose a su lado.
-¿Cómo?-pregunto bajo el pelinegro.
El prefecto de Ravenclaw sonrio divertido-soy Ravenclaw, pienso rápido-el prefecto hizo un movimiento con su varita secando a Severus, después los dos Ravenclaw desaparecieron de la vista de todos.
Severus pensó seriamente que todo eso había sido demasiado raro. Las personas se estaban comportando extraño; sin embargo, al parecer, desgraciadamente, los únicos que seguían conservando la estúpida forma de ser, eran Potter y Black, esos hijos de puta nunca cambiarían.