Si que eres valiente -respondi cortante y algo abatido por el dolor-
Y tu un imbécil pero no es necesario que lo diga ¿no?
¡Ahora si me hartaste! -rugí echo una furia-
Por haberme quitado a mi pequeño y también por maldad, tome como rehén al menudo chico, pataleó, chilló, y demás cosas; nada alarmante para mi, fuimos a parar directo a la mansión de Dark, ni él ni Michi se encontraban, seguro se escaparon por miedo a que vuelva, como sea; entre al cuarto de huespedes y seguidamente tiré al chico a mi cama.
Te voy a enseñar porque nunca, repito NUNCA debes cabrear a un Vampire...-vocifere acercandome a él- y que mejor manera...-susurre contra su oido- que...marcandote...
¡¿Qué?! -gritó exasperado-
Ya descontrolado por el delicioso aroma que emanaba Zero, me dediqué a devorar su cuello, dándole lametazos, mordiscos y chupetones, tenia un sabor único, podria vivir pegado a su cuello, lo oia gemir y quejarse, pero sus gemidos eran los que más captaban mi atención.
¡¡Ahh, de....detente!!
¿Por qué?; si pareciera que te gusta...
¡DEMONIOS! No pude resistirlo más, le arranque la maldita camisa, exponiendo esos dos botones rosados que parecian llamarme con desesperación y claro, no me hice del rogar; ataje un pezón entre mis dientes, que delicia, lo mordi suavemente, mientras su propietario me maldecia.
¿Por qué no admites que esto te gusta?
¡¡Porqué no me gusta idiota!!
Vale, te dejare -me separe a duras penas de su cuerpo, contemplandolo en su totalidad, vaya que es, menudo...-
Me miraba aturdido, con los ojos entrecerrados, la boquita semiabierta, sus mejillas totalmente coloradas y un rastro de saliva en la comisura derecha de su boca.
Maldito -le susurré con una voz ronca por el antojo-
Haz lo que vayas a hacer y ya...-susurró el de ojos morados-
¿Ves que si te gusto? -sonrei complacido al verlo tan sumiso-
Volvi a mi antigua posición, solo que esta vez mis manos se deslizaron hacia abajo y rompieron su maldito pantalón junto con el boxer, ataque su boca como si no hubiese un mañana, jugue con su lengua tanto como pude antes de que intentase morderme.
Vamos a hacer algo divertido nene -susurre contra su oido, mordiendo el lobulo de su oreja como toque final-
¡Ah! -que carajos, se sintio tan bien sentir el estremecimiento de su cuerpo bajo el mio-
Volvi a besarlo, disfrutando de su boca y dejando que mi mano acaricie toda la extensión de su pene, estaba mojado de su propio liquido preseminal, demonios, sabe tentarme, con cada gemido que escapaba de su boca los movimientos de mi mano se intensificaban, lo empujé hasta su limite, obligandolo a venir en mi mano, deslice mi lengua por mis dedos saboreando su semilla, vaya que era dulce, no pude resistirlo más, ni prepararlo podia, tenia que hacerlo mio y ya. Me acomodé entre sus piernas y cuando acerque la punta de mi miembro a su entrada sus ojos se abrieron de par en par.
¡¿Qué...que vas a hacer?!
Cálmate, te prometo que no dolera, al menos no tanto
Le besé para que se relajara, creanme cuando les digo que me esforcé en mi autocontrol, pero las ganas de penetrarlo salvajemente sin lástima me rebotaban en la cabeza, mierda, tenia que ser ahora, ni siquiera queria compartirlo con mis propios dedos, el interior de sus muslos en mis hombros, mi miembro cerca de su entrada, una vista sin igual dedicada a mi, sus bellos ojos permanecian abiertos, haciendo el esfuerzo de estar así para continuar hipnotizandome, su boca cerrada, sus dientes sobre su labio inferior, ¡¡¡mm!!!, estaba tan rojo que podria confundirle con una fresa.
¿Te pones así por mi? -mi voz ronca me era irreconocible, pero creo que a él le gustaba y con eso era suficiente-
¡Ca...callate! -ordenó con ese tonito tan quebrantado-
No pude hablar más, una vez dentro de él, todo se sintió diferente, de repente todas las estupideces por las que estaba pasando se fueron al demonio, solo podia pensar en el placer que este chico me hacia sentir, tanto que sin darme cuenta habia dejado de ser suave y le oia gemir, y con fuerza.
¡¡Ah!; ¡ahh!!
Que gemidos tan deliciosos haces..
Simples palabras que susurre en su oído y una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de ambos, poco a poco, mi chico de hermosos ojos cambio su rostro, suavizando sus gestos, ya no sentia dolor, sino placer, y me gustaba que él se sintiese así por mi.
¿Quieres más nene? -pregunte con esfuerzo cerca de su oido-
-N..no...- fue su respuesta, en un suave gemido, su voz salio tan ahogada, que me costaba creer que no queria más; su mirada estaba en algun punto del techo, perdida en el placer, como yo siempre digo "Vale La Pena El Placer". De alguna forma termine sentado en la cama con ese glorioso cuerpo sobre mi, mis manos en sus caderas, y él, me cabalgaba como todo un experto, se estremecia, un hilo de saliva se escapaba de las comisuras de labios, se veia tan jodidamente sexy, no queria hacer nada que pudiese dañar esa vista pero la urgencia de poseerlo con fuerza era demasiado, presioné sus caderas y le marque un nuevo ritmo, sus gemidos aumentaron en intensidad.
¿Sabes nene? eres muy estrecho y caliente -musite clavando su mirada en él-
¡¡Ahh; callate!! -cerro sus ojos, que lindo, no puede sostenerme la mirada-
Un par de estocadas mas y yo estaba al limite, mi lindo cachorrito (parecia un perrito jadeante entiendanme) ya habia derramado su semilla en mi abdomen, y eso obvio, avivo la llama, mis ultimos movimientos fueron fuertes y finalmente llene esa deliciosa entrada con mi esencia. Nos quedamos tirados en la cama, jadeabamos, gotas de sudor aun recorrian nuestros cuerpos, capture su delgado cuerpo en mis brazos, le deje un casto beso en la frente; y lo contemple durmiendo, que hermoso se veia, sus cansados ojos al fin estaban cerrados como tanto él queria, sus esponjosos labios semi abiertos, y mechones de cabello cubriendo su rostro.
Descansa nene....-susurre-
-DARKER-
-Ya michi, estas bien, estamos bien...- Llevaba repitiendo esas palabras como una hora, mi pequeño no paraba de llorar y temblar, ese maldito hermano mio le asustó tanto; ahora estabamos en un hotel, de lujo si se me permite decir porque algo menor que eso no se lo daria nunca a mi hermoso y puro michi.
Cálmate mi Jack Frost..
¿Jack frost?
Jajaja si, eres igual a él, no...eres más hermoso que él..
Su dulce sonrisa fue un remedio para mi, le hacia gracia todas las locuras que yo decia; alli estabamos, recostados de la cama del hotel, o más bien, yo recostado de la pared de esta y mi Michi apoyando su espalda en mi pecho, que niño más mono.
Oye Darki..
Dime
¿Ahora iremos de tu hermano?
¿Qué? Claro que no, a penas volvamos, le partire la cara a Sen y problema resuelto
¡No lo hagas Darki! -me grito con sus mejillas infladas-
¿Y por qué no? -pregunte claramente confundido-
No quiero que seas así, no me gusta...No es el Darki que amo
Ahh -suspire resignado- esta bien nene, tu ganas
Siempre Darki -susurro con una sonrisa engreido que solo lograba prenderme por lo endemoniadamente sexy que se veia-
Si saber bien si era por su sonrisa o su mirada; lo tome de la barbilla y le di un beso hambriento, como si no lo hubiese echo en siglos, nuestras lenguas luchaban entre ellas, claro que yo soy bueno para ganar, y más en esto; sus mejillas se coloraron el en acto, y eso me encantó.
Michi, amor...te necesito
Da..Darki..
No pude soportarlo más, sentia que sus palabras me suplicaban por hacerle mio, y yo soy muy bueno para la obediencia, desgarre toda su ropa (como si eso realmente me afectara), ataque su cuello con toda la necesidad brotando de mi piel, deje marcas en su piel, era tan delicioso, tan adictivo; maldita sea Michi...
-Michi, te amo, eres mio, mi pequeño, mi amor, mi vida...- con cada palabra fui repartiendo besos por su cuerpo, sus mejillas se encendieron al rojo vivo con solo oirme y sentir mis labios sobre su piel, los cuales deslizaba por sus muslos, besaba sus rodillas, su vientre, el pecho, su cuello, no deje ninguna parte de mi amor sin un beso mio; deje que mi mano complaciera al miembro de mi Michi, movimientos suaves, tortuosos para mi pequeño, y divertidos para mi. Sus gemidos son tan suaves, no se pueden comparar a mi ronca voz.
Da..Darki -susurro mi pequeño-
Dime mi amor -conteste-
Quiero...quiero...
¿Qué, que quieres?
En un rapido movimiento mi pequeño me tiro a la cama y se puso encima de mi, su temblorosa mano masajeaba mi miembro por encima del pantalón, una especie de gemido ronco escapo de mis labios, supuse lo que iba a hacer mi pequeño y eso solo me excito en sobremanera.
-¿Estas seguro mi amor?- me aventure a preguntarle, pero deseoso y necesitado de que me confirme que si...
Si Darki....
Sus frios dedos tomaron en su poder el zipper de mi pantalon, ese solo movimiento y ya él me tenia prendido; note cierto temblor en sus movimientos, pero no pude concentrarme más cuando su mano toco aquello que yo tanto queria, se sentia tan bien, mi palpitante y caliente miembro en su gélida mano, otro gemido ronco salio de mi boca cuando senti su palma por toda la extensión de mi miembro, repitiendo ese movimiento de arriba hacia abajo...
Mi amor, me vuelves loco -susurre con mi voz endemoniadamente sensual haciendolo sonrojar como un tomate, un lindo tomate-
Lentamente su cuerpo fue descendiendo hasta dejar su linda boquita de fresa frente a mi miembro, no creia lo que veia, mi pequeño apreso la punta en sus labios, no pude evitar estremecerme, mi intensa mirada se clavaba en él y nada mas que en él; y como no hacerlo si ahora su traviesa lengua se deslizaba por todo mi pene sin pudor, maldita sea, si mi pequeño seguia asi me iba a venir más pronto de lo que deberia.
Darki..-susurro finalmente mi pequeño alejando su lasciva lengua de mi miembro- no me mires asi...
-Lo siento nene, no puedo evitarlo; eres tan candente- fue mi respuesta, causando en él un particular tono rosado, no queria venirme antes de tiempo, asi que con todo el esfuerzo del mundo lo separe de mi, apretando sus sensuales cadenas lo posicione encima mio, se veia aun mas sexy en esa posición, quede sorprendido cuando mi pequeño travieso volvio a tomar mi miembro rozando su entrada. Sabia muy bien que me estaba provocando, se hundia lentamente, torturandome, obligandome a oirle gemir con tanto extasis, hasta que no pude mas y con cierta fuerza animal controle sus movimientos apretando su cintura, creando un vaiven de arriba hacia abajo con esa fuerza que solo yo podria tener...
-¡¡Ahhh!!, ¡¡si, asi Darki asi!!- gemia mi pequeño, y yo le obedecia con gusto; tanto fue el placer que no pudimos evitarlo, llegamos juntos al climax, él habia derramado su esencia en mi vientre y yo dentro suyo...
¿Listo para otra ronda bebe? -pregunte aun extasiado-
Ah..ah....si -contesto timido nuevamente-
Probamos con tantas posiciones, mi pequeño ya no era timido, mas bien que la mayoria de las cosas que hicimos fueron ideas de él, aunque a mi con solo tenerle a mi lado me bastaba, no puedo negar que tambien el hacerlo mio me encantaba...En esos momentos, cierta canción se deslizaba suavemente por mi mente...
Dejaste en mi cama tu aroma y sudor
No olvido el día que perdimos el pudor
Quiero que hagamos el amor como animales
Similar aquella noche cuando fuimos indomables
Ra pa pa pa pa
Agresivo y salvaje
Ra pa pa pa pa
Enfermitos incurables
CONTINUARA...