Objetivo 2: La ¿incomodidad? de Spanner.
Todo lo que sucedía en esos momentos era perturbador, tal vez demasiado, yo solo buscaba una pieza que me hacía falta, para terminar mi trabajo, pero los gritos que escuchaba…me dieron curiosidad.
Spanner, caminaba hacía su “habitación”, al fin había encontrado la pieza faltante de su nuevo trabajo. Estaba satisfecho por terminar aquella máquina. Cruzaba pasillos para llegar a su destino, pero los gritos desesperados de un joven muy familiar para él, estaban cerca y parecía enojado. Se dirigió a donde se suponía estaría el chico.
Realmente…nunca debí de haber ido a investigar…
Con pasos calmos, el rubio llego al lugar, y en cuanto quedo frente a la puerta gritos de reproche se escucharon. Spanner se quedó parado frente a la puerta donde se guardaban las escobas y demás cosas de limpieza.
Era extraño, ¿Por qué alguien entraría ahí? Al principio creí que había personas atrapadas en ese lugar, pero esas ideas cambiaron al ver que la puerta estaba media abierta. Yo debí haberme ido en el momento que supe eso. Lástima no lo hice…
Los gritos seguían, y pareciera no iban a tener fin, los furiosos gritos eran de reproche hacía una persona. El mecánico, no sabía a quién le gritaba el chico vaca, pues solo el gritaba a una persona aparentemente inexistente. Con lentitud el hombre rubio comenzó a abrir despacio la puerta para luego mirar a los dos seres que se encontraban ahí.
En definitiva, esa acción fue el peor error de mi vida, nunca debí haber hecho eso, pero mi curiosidad era grande y quería saber a quién le gritaba el chico.
Abrió sus ojos con sorpresa al ver que la segunda persona era; Reborn, quien se mantenía serio y no intentaba nada por calmar al otro, continuo observando a los dos y los gritos de Lambo, no eran nada buenos para el ex Arcobaleno.
-¡¿Qué tiene de malo?!- Inquirió el chico con furia.-¡¿Qué importa eso?!
No entendí al principio a que se refería Lambo, así que, seguí escuchando la discusión de esos dos.
El de patillas rizadas, observaba con frialdad al menor, Reborn estaba cansado de escuchar la misma pregunta, ya lo había dejado claro, pero el Bovino no parecía entender. Suspiro cansado y miro al chico.
-Porque, no.-Esa fue su simple respuesta.
Lambo agacho su mirada con tristeza, pero rápidamente la alzo, molesto por el comportamiento del hombre de traje hacía su persona.
Sin comprender el rubio decidió irse, pero el peli negro menor, volvió a balbucear.
Nunca, pero nunca debí haberme quedado a escuchar lo que esos dos discutían.
-Reborn…¡Ya te dije que eso no importa! ¡¿Qué quieres que haga para que lo entiendas?!
-Nada, y ya cállate, estúpida vaca, ya estoy harto de esto.-Con voz fría, dijo lo que pensaba.
Dispuesto a irse el Asesino se encamino a la puerta, donde un nervioso Spanner se encontraba.
Jamás había sentido tanto temor al saber que alguien abriría una puerta, pero Reborn, era otra cosa ese hombre daba miedo y no dudaría en golpearme por haber escuchado su plática.
Spanner retrocedía lentamente, con nerviosismo dio un paso atrás, estaba dispuesto a correr del lugar, sin embargo no lo hizo, puesto que el Hitman nunca abrió la puerta, decidido el mecánico volvió a mirar al interior del lugar, para ver como el Bovino abrazaba por la espalda al mayor, con fuerza, como si no hubiera un mañana.
-No te vayas…-Fueron sus palabras.
El Ex Arcobaleno, no se inmuto y de un brusco movimiento, aparto al otro, Lambo casi caía al suelo por el fuerte aventón, pero, estaba decidido a acabar con esa plática. Miro con sus ojos verdes como el Hitman lo ignoraba y le daba la espalda. Con ganas de llorar el menor iba a hablar pero el otro se le adelanto.
-No hagas eso, idiota ¿Quién te dio derecho a abrazarme?-La voz fría y monótona de Reborn, dolía, Lambo estaba triste, siempre era lo mismo.
Aquella escena era…tan ¿Triste? Nunca lo supe, pero de algo estaba seguro, Lambo era un imbécil al querer algo con Reborn, era y es imposible que ese hombre tuviera sentimientos, pero Lambo no se rendía, continuaba intentando persuadir al otro ¿De qué? No lo sé…la discusión se había tornado embarazosa y aunque las palabras no eran para mí, se escuchaban dolorosas y a Lambo no parecía importarle aquello, sin duda alguna es un imbécil…
El Ex Arcobaleno del sol, seguía de espaldas con los brazos cruzados. Mientras que Lambo se encontraba cabizbajo y volvió a preguntar.
-¿Qué tiene de malo?-Su tono de voz era, triste.-De todas formas…tu y yo ya lo hemos hecho muchas veces…
Las palabras de Lambo me sorprendieron, aquella revelación, era…era…extraña, fue la primera vez que me dio lastima alguien, el chico parecía tener un sentimiento mayor hacía el asesino y Reborn…bueno a él no parecía importarle es mas ¿Reborn podía tener sentimientos? Esa pregunta tal vez muchos se la hacían en ocasiones.
-¿Y? eso no tiene relevancia.-El Asesino, finalmente encaro al otro.-Además…Tu y Yo no somos nada.
Cruel.
-Cierto…tienes razón, pero ¡No me importa! ¿Cómo eso no va a tener importancia? Realmente…¿Realmente es por eso?
Seguía sin entender a qué se refería con”eso” , la curiosidad me carcomía ¿Desde cuándo ellos tenían relaciones sexuales? Sin duda alguna era raro, porque si alguien lo supiera, tal vez pensaría lo mismo que yo; Reborn sería un pedófilo. Pero seguramente…¡Si ya lo entendía!
Reborn se quedó en silencio, luego volvió a suspirar.-Enserio, eres una vaca estúpida, ¿Cuánto tiempo más piensas que durara? ¿Quieres que se rían de mi por andar con un estúpido mocoso?
Y finalmente supe la razón de la pelea. Reborn y Lambo salían o eso creía.
-No soy un estúpido…lo único que quiero saber es; ¿Solo por eso? ¿Realmente tú me odias? O ¿Tienes miedo de lo que los demás digan o piensen de ti?
Un silencio incomodo se formó, para Lambo era horrible y tormentoso aquel silencio, no quería escuchar la respuesta, sentía un gran temor. No quiso preguntar eso, pero estaba harto de que el mayor pusiera como pretexto a los demás.
-¿Qué dijiste, estúpida vaca?-Pregunto Reborn, aunque no se escuchara en su voz, estaba molesto ante la pregunta del Bovino, él era Reborn, a él no le importaba lo que los demás dijeran de su persona.
Lambo quedo en silencio, no supo que contestar, estaba con nervios y la mirada de Reborn no ayudaba mucho que digamos. Su mirada oscura era tan penetrante, jamás sabrías lo que pensaba o cruzaba por su mente. Finalmente el chico Bovino decidió hablar.
-¿Q-qué si tenías miedo de que…?-No término un golpe en su cara le impidió hablar.
Ese golpe se vio doloroso, los labios de Lambo sangraban, pero eso…no parecía importarle.
-Cállate, estúpida vaca ¿Quién dijo que tenía miedo? Por mi todos podrían saberlo.
-E-entonces… ¿Por qué…?
-¿De verdad quieres saber por qué?
El Bovino, miro al Ex Arcobaleno.
-S-Si…yo quiero saber la razón…
El Asesino dio una sonrisa cínica.-Es porque…Me gusta verte llorar…
Lambo abrió sus ojos con sorpresa ante la respuesta del Hitman, se sintió mal, pues no le gustaba que Reborn se divirtiera por su causa ¿Le gustaba verlo llorar? ¿Por qué? Era algo realmente raro y perturbador, el Asesino, podría llegar a tener gustos extraños.
El Hitman por su parte, se sintió satisfecho al ver la cara de confusión de su vaca estúpida, realmente le gustaba verlo llorar…pues según él, se veía “lindo” y sus ojos verdes se miraban mejor con lágrimas. Tal vez todos pensarían que eso era cruel o extraño, pero para Reborn no, a él le gustaba verlo asi…simplemente porque él era el causante del llanto del joven Bovino...
Fue en ese momento que me di cuenta que, Reborn, era un sádico al gustarle ver asi a su “pareja” además de que sabía mentir al decirle eso al chico y que Lambo de verdad era un imbécil al creer que lo hacía por verlo llorar… aunque esos dos fueran totalmente distintos, debía admitir que no se veían tan mal juntos…
El Ex Arcobaleno volvió a darle la espalda a Lambo dispuesto a irse del lugar. Camino hacia la puerta dejando al Bovino dentro. Spanner al darse cuenta de que el de patillas rizadas iba a salir, con temor de que lo descubrieran salió corriendo muy lejos de ahí.
Aunque…después de eso, no pude evitar volver a ver sus peleas en aquel armario…Jamás debí haber abusado de mi suerte…porque tuve suerte de que Reborn no me viera…sin embargo quería saber lo que esos dos hacían.
Pero fue un error…nunca debí espiarlos una segunda vez, porque…la segunda vez que los escuche…Reborn…me descubrió y bueno el…
Me golpeo…